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Proclamación del Estado Catalán de 1934 para niños

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Archivo:Flag of Catalonia
La señera, bandera oficial de Cataluña.

El 6 de octubre de 1934, en Barcelona, el presidente de la Generalidad de Cataluña, Lluís Companys, hizo una importante declaración. Proclamó el Estado Catalán dentro de la «República Federal Española». Este evento fue parte de una huelga general que comenzó el 5 de octubre. Ocurrió después de que el partido CEDA entrara en el gobierno de la República el 4 de octubre, tras las elecciones de 1933. En la historia de Cataluña, estos sucesos se conocen como los fets del sis d'Octubre ('hechos del seis de octubre').

¿Qué pasó antes del 6 de octubre de 1934?

Después de la Dictadura de Primo de Rivera, el rey Alfonso XIII intentó restaurar la normalidad. Se convocaron elecciones municipales en abril de 1931. Antes de esto, varios partidos republicanos, incluyendo algunos catalanistas, firmaron el pacto de San Sebastián. En este acuerdo, se aceptó que Cataluña podría redactar un estatuto para organizar su vida regional y su relación con el Estado español.

La llegada de la República en 1931

Archivo:Bundesarchiv Bild 102-11543, Madrid, Ausrufung der Zweiten Spanischen Republik
Proclamación de la Segunda República en Barcelona en 1931.

En Cataluña, las elecciones municipales de 1931 fueron muy importantes. La Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) ganó muchos concejales en Barcelona. El 14 de abril de 1931, Lluís Companys, de ERC, proclamó la República desde el Ayuntamiento de Barcelona. Poco después, Francesc Macià, otro líder de ERC, proclamó el "Estado Catalán" como parte de una "Federación de Repúblicas Ibéricas".

Esta proclamación de la "República Catalana" fue un gran desafío para el nuevo Gobierno Provisional de la Segunda República Española. Para resolverlo, tres ministros del Gobierno Provisional se reunieron con Francesc Macià en Barcelona. Acordaron que ERC renunciaría a la "República Catalana". A cambio, el Gobierno Provisional se comprometió a presentar un Estatuto de Autonomía para Cataluña en las futuras Cortes. También se reconoció al gobierno catalán, que pasó a llamarse Gobierno de la Generalidad de Cataluña, recuperando un nombre histórico.

El Estatuto de Autonomía de Cataluña de 1932

El proyecto de estatuto para Cataluña, conocido como Estatuto de Nuria, fue aprobado por el pueblo catalán en agosto de 1931. Luego, Francesc Macià lo presentó a las Cortes Constituyentes. Sin embargo, este proyecto era muy ambicioso y proponía un modelo de Estado federal, lo cual iba más allá de lo que se había aprobado en la Constitución de 1931.

Entre enero y abril de 1932, una comisión de las Cortes adaptó el proyecto del Estatuto a la Constitución. Aun así, encontró mucha oposición para su aprobación. Finalmente, el intento de golpe de Estado del general Sanjurjo en agosto de 1932 aceleró la discusión. El Estatuto fue aprobado el 9 de septiembre. Aunque el Estatuto final no era tan amplio como esperaban los nacionalistas catalanes (por ejemplo, eliminaba frases que implicaban soberanía para Cataluña y declaraba el castellano y el catalán igualmente oficiales), fue bien recibido en Barcelona.

Pocas semanas después, se celebraron elecciones al Parlamento de Cataluña. ERC ganó de nuevo, obteniendo 56 de los 85 escaños. El Parlamento se formó el 6 de diciembre, con Lluís Companys como su primer presidente. En enero de 1934, la autonomía catalana asumió más poderes, incluyendo los de Orden Público. El 1 de enero de 1934, Lluís Companys fue elegido presidente de la Generalidad, tras la muerte de Macià.

El problema con la Ley de Contratos de Cultivos

En noviembre de 1933, se celebraron nuevas elecciones generales. La CEDA ganó con muchos escaños, y el Partido Republicano Radical de Alejandro Lerroux quedó en segundo lugar. Las diferencias políticas entre el gobierno de la Generalidad (de izquierda) y los gobiernos de España (de derecha) hicieron difíciles las relaciones.

En Cataluña, el presidente Companys quería hacer una reforma agraria para ayudar a los pequeños agricultores que cultivaban uvas sin ser dueños de la tierra. El Parlamento de Cataluña aprobó la Ley de Contratos de Cultivo el 11 de abril de 1934. Esta ley garantizaba a los agricultores la explotación de las tierras por al menos seis años y la posibilidad de comprarlas después de quince años.

La Lliga Regionalista, que representaba a los dueños de tierras catalanes, pidió al gobierno español que recurriera la ley ante el Tribunal de Garantías Constitucionales. Argumentaron que la Generalidad no tenía competencia para legislar sobre contratos. El 8 de junio de 1934, el tribunal anuló la ley. La Generalidad respondió aprobando una ley casi idéntica. Esto causó una grave crisis política entre Madrid y Barcelona.

Los días previos a la proclamación

El 1 de octubre, la CEDA retiró su apoyo al gobierno del Partido Republicano Radical. Exigió participar en el siguiente gobierno. El 2 de octubre, el gobierno cayó. El 4 de octubre, Alejandro Lerroux formó un nuevo gobierno con ministros de la CEDA. Inmediatamente, los socialistas declararon una huelga general en toda España para el día siguiente.

El 5 de octubre, la Alianza Obrera de Cataluña declaró la huelga general en Barcelona. Aunque la CNT no la apoyó, Barcelona quedó paralizada. El 6 de octubre, la Alianza Obrera organizó una manifestación pacífica en la Plaza de San Jaime. Ese día, no hubo violencia en Barcelona. El presidente Companys intentó hablar con el presidente de la República, Niceto Alcalá-Zamora, para advertirle de las reacciones contra el nuevo gobierno, pero no lo logró. Esa mañana, Companys supo que el gobierno de Lerroux había declarado el estado de guerra en toda España.

La proclamación de Lluís Companys

A las ocho y diez de la tarde del 6 de octubre, Lluís Companys apareció en el balcón de la Generalidad con sus consejeros y proclamó la República Catalana.

¡Catalanes! Las fuerzas que intentan traicionar a la República han logrado su objetivo y han tomado el Poder. Los partidos y las personas que han hablado contra nuestras libertades, y los grupos políticos que predican el odio a Cataluña, apoyan ahora las instituciones. [...]
Todas las fuerzas republicanas de España y los grupos sociales avanzados se han levantado en armas contra este intento. Cataluña, que es liberal, democrática y republicana, no puede quedarse al margen de esta protesta. Debe mostrar su apoyo a los hermanos que luchan por la libertad. [...]
Cataluña levanta su bandera, llama a todos a cumplir con su deber y a obedecer al Gobierno de la Generalidad. Desde este momento, rompemos toda relación con las instituciones que han sido alteradas. En esta hora importante, en nombre del pueblo y del Parlamento, el Gobierno que presido asume todos los poderes en Cataluña. Proclama el Estado Catalán de la República Federal Española, y, al fortalecer la relación con los líderes de la protesta general, los invita a establecer en Cataluña el gobierno provisional de la República. Nuestro pueblo catalán les dará el más generoso apoyo para construir una República Federal libre y magnífica.

Según algunos historiadores, la proclamación de Companys no fue un acto de separación total. Él invitó a formar un Gobierno republicano provisional en Barcelona. Su acción podría explicarse por su deseo de controlar una posible revolución social y evitar que ERC perdiera el apoyo de los sindicatos. También se debió a la presión de grupos de izquierda e independentistas que querían una defensa fuerte de los acuerdos del Parlamento.

El historiador Jordi Canal describe la acción de Companys como "populista" (buscaba una gran movilización ciudadana), "viril" (quería reafirmar su nacionalismo) y "martirial" (asumió una posición de víctima que, según él, llevaría a una victoria futura).

Después de su discurso, Companys habló con el general Domingo Batet, jefe militar en Barcelona. Le pidió que se pusiera a sus órdenes. Batet, siguiendo órdenes de Madrid, proclamó el estado de guerra.

Al anochecer, se levantaron barricadas y grupos armados se prepararon para la resistencia. La Generalidad fue defendida por los mozos de escuadra. Otros grupos armados se concentraron en diferentes puntos de la ciudad. Hubo enfrentamientos, y algunos militares y líderes de grupos armados murieron.

El general Batet, a pesar de tener órdenes de atacar, esperó para reducir a los rebeldes. A las seis de la mañana del 7 de octubre, Companys se rindió. Esa noche, el consejero de Gobernación, Josep Dencàs, huyó a Francia.

La rendición

Sobre las siete de la mañana del 7 de octubre, las tropas entraron en el Palacio de la Generalidad. Detuvieron a Companys, a su gobierno y a varios diputados. También detuvieron al alcalde de Barcelona, Carles Pi i Sunyer, y a otros concejales. Los detenidos fueron llevados al buque Uruguay, que se usó como prisión en el puerto de Barcelona. Las calles de Barcelona volvieron a la normalidad.

A pesar de la gravedad de los hechos, se considera que el general Batet manejó la situación con el mínimo de violencia. Por su actuación, recibió la Cruz Laureada de San Fernando.

La forma desorganizada de la sublevación y las consignas dadas por radio (como anunciar un descanso en plena "revolución" o poner música religiosa) fueron objeto de burlas por parte de la prensa.

En Asturias, al mismo tiempo, ocurrió la Revolución de Asturias, que fue mucho más violenta y dejó cientos de muertos.

¿Qué pasó después?

En la rebelión de Cataluña, murieron cuarenta y seis personas: treinta y ocho civiles y ocho militares. Más de tres mil personas fueron encarceladas, la mayoría en el vapor "Uruguay". Fueron juzgadas por tribunales militares. Manuel Azaña, que estaba en Barcelona por casualidad, también fue detenido.

Los militares que participaron en la insurrección fueron condenados a muerte, pero el presidente de la República, Niceto Alcalá Zamora, les conmutó la pena por prisión perpetua. El presidente y el gobierno de la Generalidad fueron condenados a treinta años de prisión en junio de 1935. Las fotos de Companys en prisión ayudaron a crear una imagen de él como un símbolo.

El gobierno de Lerroux inició una fuerte represión. Se cerraron centros políticos y sindicales, se suprimieron periódicos y se destituyeron ayuntamientos. Miles de personas fueron detenidas.

La autonomía catalana fue suspendida indefinidamente por una ley en diciembre de 1934. La Generalidad de Cataluña fue reemplazada por un "Consejo de la Generalidad" nombrado por el gobierno central. El Parlamento de Cataluña fue cerrado y muchos ayuntamientos fueron disueltos.

La Ley de Contratos de Cultivo fue anulada. Se iniciaron casi tres mil juicios de desalojo contra los agricultores. Los periódicos nacionalistas y de izquierda fueron suspendidos.

Intentos de golpe militar en 1934

La decisión de conmutar las penas de muerte de los militares implicados en la Proclamación del Estado Catalán causó indignación en el Ejército. El gobierno de Alejandro Lerroux tomó esta decisión bajo la presión del presidente de la República, Niceto Alcalá Zamora, quien amenazó con dimitir si eran ejecutados.

Hubo rumores de intentos de golpe de Estado militar en octubre y noviembre de 1934. Algunos militares querían usar las tropas del Ejército de África que estaban en Asturias para reprimir la sublevación de los mineros. Sin embargo, el general Franco y otros altos mandos recomendaron prudencia, ya que no veían las condiciones adecuadas para un golpe de Estado en ese momento.

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Events of 6 October Facts for Kids

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