Placenta para niños
La placenta es un órgano especial que se forma en el útero de la madre durante el embarazo. Su nombre viene del latín y significa "torta plana", por su forma. Este órgano es vital porque le da oxígeno y nutrientes al bebé en crecimiento. También ayuda a eliminar los desechos que el bebé produce.
La placenta está unida a la pared del útero de la madre. De ella sale el cordón umbilical, que es como un "tubo" que conecta a la madre con el bebé. A través de este cordón, el bebé recibe todo lo que necesita. La placenta se forma a partir de las mismas células que dan origen al embrión, y tiene dos partes: una parte del bebé y una parte de la madre.
Contenido
¿Cómo Evolucionó la Placenta?
Se cree que los mamíferos con placenta, como los humanos, aparecieron hace mucho tiempo, quizás unos 160 millones de años. En ese momento, se separaron de otros mamíferos como los marsupiales, que crían a sus bebés en una bolsa.
La placenta pudo haber evolucionado de una capa más simple que cubría el interior de los huevos de aves y reptiles. Esa capa les permitía obtener oxígeno mientras estaban protegidos dentro del huevo. Al principio del embarazo, las células de la placenta activan genes que los mamíferos comparten con aves y reptiles. Después, activan genes específicos de cada especie.
La Placenta Humana
La placenta humana es especial porque el tejido del bebé se conecta muy de cerca con la sangre de la madre. Este tipo de placenta también se encuentra en algunos primates y roedores.
Tipos de Placenta
No todos los mamíferos tienen el mismo tipo de placenta. La forma en que la placenta se conecta con el útero de la madre puede variar:
- Endoteliocorial: Aquí, el tejido del bebé llega a tocar los vasos sanguíneos de la madre. Esto ocurre en animales carnívoros como los gatos o los perros.
- Sindesmocorial: En este caso, el tejido del bebé se conecta con el tejido del útero de la madre, permitiendo el paso de nutrientes. Se ve en rumiantes como las ovejas.
- Epiteliocorial: El tejido del bebé apenas toca el útero de la madre y no lo penetra. Un ejemplo es la cerda.
El tipo de placenta y su grosor influyen en cómo pasan las sustancias de la madre al bebé.
Cómo se Desarrolla la Placenta
La placenta humana empieza a formarse en la segunda semana de embarazo y está completamente desarrollada alrededor del tercer o cuarto mes. Aunque sigue cambiando un poco hasta el final del embarazo.
El primer paso es la implantación, cuando el embrión se adhiere a la pared del útero. Las células del embrión, llamadas trofoblasto, ayudan a que se conecte con el útero de la madre. Esto permite que la sangre de la madre llegue a un espacio especial donde el embrión se está desarrollando.
Formación del Corion Frondoso
Las pequeñas "raíces" que se forman en la superficie de la placenta, cerca del embrión, crecen y se ramifican mucho. Esto forma una parte importante de la placenta llamada corion frondoso. Otras "raíces" que no están cerca del embrión desaparecen.
Período Pre-velloso
En esta etapa, el embrión se implanta en el útero. Las células del útero se transforman para ayudar a la placenta a crecer.
- Días 6 a 9: El embrión se implanta completamente en el útero.
- Días 9 a 13: Aparecen pequeños espacios llenos de sangre de la madre. Estos espacios se unen y forman una red que será la base para el intercambio de sustancias entre la madre y el bebé.
Período Velloso
Desde el día 13 hasta la semana 16, las "raíces" de la placenta se desarrollan más.
- Día 13: Se forman las primeras estructuras de las vellosidades.
- Día 15: Comienza una conexión inicial entre la circulación de la madre y la del bebé.
- Día 18: Las vellosidades se vuelven más complejas y empiezan a formar los vasos sanguíneos del bebé.
- Día 21: Se establece la circulación completa entre el bebé y la placenta. La sangre del bebé empieza a circular por los capilares de la placenta.
- Del 2º al 4º mes: Las vellosidades se ramifican mucho, como un árbol, y están rodeadas por capas de células.
- Después del 4º mes: Las vellosidades se vuelven muy grandes y llenas de vasos sanguíneos. La sangre de la madre circula por los espacios entre estas vellosidades.
Formación de las Caducas
Las caducas son cambios que ocurren en la mucosa del útero de la madre debido al embarazo. Estas zonas se transforman para ayudar a la implantación y al crecimiento de la placenta. Después del cuarto mes, algunas de estas capas se unen, haciendo que el espacio dentro del útero se reduzca.
Entender cómo se forma la placenta es muy importante para saber qué puede ocurrir si hay algún problema durante el embarazo.
Funciones Clave de la Placenta
Cara fetal (arriba): Lateralmente se muestra que el bebé se roza con la parte superior derecha del cordón umbilical. El borde blanquecino de la parte inferior es el remanente de la bolsa amniótica.
Cara materna (abajo): Se aprecian los cotiledones.
Función de Transferencia
La placenta actúa como un puente para el intercambio de sustancias.
- La madre le da al bebé oxígeno, agua y nutrientes esenciales.
- El bebé le entrega a la madre dióxido de carbono (un desecho de la respiración) y otros productos de desecho, como la urea.
Estos intercambios ocurren de diferentes maneras, como por difusión (paso de sustancias de un lugar de mayor concentración a uno de menor concentración) o transporte activo (cuando se necesita energía para mover las sustancias). La superficie de la placenta tiene muchas microvellosidades para aumentar el área de contacto y facilitar estos intercambios.
Varios factores pueden afectar esta transferencia, como la cantidad de sangre que fluye por la placenta, la edad del embarazo y la presión arterial de la madre.
Respiración
La placenta funciona como los "pulmones" del bebé antes de nacer. Aunque no es tan eficiente como los pulmones reales, permite que el bebé reciba oxígeno de la sangre de la madre y libere dióxido de carbono. Esto sucede gracias a las diferencias de concentración y presión de estos gases.
Función Endocrina (Hormonas)
La placenta también produce hormonas muy importantes para el embarazo:
- Gonadotropina coriónica humana (hCG): Esta hormona se usa en las pruebas de embarazo. Mantiene el cuerpo lúteo (una estructura en el ovario) al principio del embarazo y ayuda a producir otras hormonas.
- Lactógeno placentario humano (hPL): Esta hormona ayuda a que la madre tenga un suministro constante de glucosa para el bebé y favorece el crecimiento de las mamas.
- Progesterona: Es crucial para mantener el embarazo. Al principio la produce el cuerpo lúteo y luego la placenta.
- Estrógenos: También aumentan durante el embarazo y ayudan al crecimiento del embrión y a adaptar el cuerpo de la madre.
Otras hormonas y proteínas también son producidas por la placenta, como la Glucoproteína β-1 específica del embarazo (PSBG) y la Proteína plasmática asociada al embarazo (PAPPA), que tienen funciones importantes en el desarrollo y protección del embarazo.
La Barrera Protectora de la Placenta
La placenta actúa como una barrera entre la sangre de la madre y la del bebé.
- No permite el paso de moléculas muy grandes ni de células sanguíneas.
- Sí permite el paso de algunos anticuerpos de la madre al bebé. Esto le da al bebé una protección inicial contra algunas enfermedades.
- Muchos microorganismos no pueden atravesar la placenta, protegiendo al bebé. Sin embargo, algunos virus sí pueden pasar.
- Ciertos medicamentos y sustancias pueden atravesar la placenta y llegar al bebé, por eso es importante tener cuidado con lo que se consume durante el embarazo.
Problemas en la función de la placenta pueden llevar a complicaciones en el embarazo, como un crecimiento insuficiente del bebé o problemas de salud para la madre.
Infecciones que pueden afectar al bebé
Algunas infecciones pueden pasar de la madre al bebé a través de la placenta o durante el parto. Por ejemplo, la toxoplasmosis (causada por un parásito) o la listeriosis (causada por una bacteria) pueden causar problemas en el bebé. El Citomegalovirus y el Parvovirus B19 también pueden transmitirse.
Circulación de la Placenta
La placenta tiene dos sistemas de circulación de sangre muy cerca uno del otro: el de la madre y el del bebé.
Circulación del Bebé
La sangre del bebé llega a la placenta a través de las arterias umbilicales (que llevan sangre con poco oxígeno) y sale de la placenta con sangre rica en oxígeno por la vena umbilical. La sangre del bebé fluye por pequeños vasos dentro de las vellosidades de la placenta.
Circulación de la Madre
La sangre de la madre llega a la placenta a través de las arterias uterinas. Circula por los espacios entre las vellosidades de la placenta y luego regresa al cuerpo de la madre por las venas uterinas. La sangre de la madre y la del bebé nunca se mezclan directamente.
El Cordón Umbilical
El cordón umbilical se forma entre la cuarta y la octava semana de embarazo. Es el "tubo" que conecta al bebé con la placenta. Contiene vasos sanguíneos que transportan la sangre entre el bebé y la placenta.
Al principio, el cordón es más grueso y corto, pero a medida que el embarazo avanza, se vuelve más largo y delgado, llegando a medir hasta medio metro. Está cubierto por una sustancia gelatinosa y protectora llamada "gelatina de Wharton", que lo protege de presiones y dobleces.
El cordón umbilical contiene dos arterias y una vena. Las arterias llevan la sangre con desechos del bebé a la placenta, y la vena lleva la sangre rica en oxígeno y nutrientes de la placenta al bebé.
A veces, el cordón umbilical puede ser muy largo y enredarse alrededor del bebé. En casos raros, puede salir antes que el bebé durante el parto, lo que se conoce como prolapso del cordón umbilical.
¿Cómo se Detecta el Embarazo?
Las pruebas de embarazo buscan la hormona gonadotropina coriónica humana (hCG) en la orina o la sangre de la mujer. Esta hormona es producida por la placenta.
Antiguamente, se usaban pruebas biológicas inyectando la orina de la mujer en animales como ranas o conejas para ver si había cambios en sus órganos reproductores. Hoy en día, se usan pruebas inmunológicas, que son más rápidas y precisas. Estas pruebas detectan la hormona hCG mediante una reacción entre la orina y un suero especial.
En los embarazos de gemelos o mellizos, si son dicigóticos (de dos óvulos diferentes), cada bebé tiene su propio saco amniótico, pero a veces las placentas pueden unirse.
Después del nacimiento del bebé, la placenta ya no es necesaria y es expulsada del cuerpo de la madre. En la mayoría de los mamíferos, la madre se come la placenta después del parto, pero los humanos, los camellos y los cetáceos no suelen hacerlo. Aunque hay algunas culturas que han usado la placenta con fines medicinales, la ciencia moderna advierte que su consumo puede ser arriesgado, ya que la placenta puede acumular sustancias que no son buenas para la salud.
Véase también
En inglés: Placenta Facts for Kids
- Eclampsia
- Embarazo ectópico
- Embriología
- Placenta previa