Toxoplasmosis para niños
Datos para niños Toxoplasmosis |
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Taquizoítos (trofozoítos de T. gondii)
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Especialidad | infectología obstetricia y ginecología |
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Aviso médico | ||
La toxoplasmosis es una enfermedad parasitaria ocasionada por el protozoo Toxoplasma gondii, un parásito intracelular obligado. T. gondii es un parásito intracelular con una enorme capacidad para invadir células del anfitrión gracias a la forma invasora móvil (taquizoíto o trofozoítos) caracterizada por un complejo apical exclusivo, desde el punto de vista evolutivo, y un mecanismo de motilidad basado en actina.
La toxoplasmosis puede causar infecciones leves y asintomáticas, así como infecciones mortales que afectan mayormente al feto, ocasionando la llamada toxoplasmosis congénita. También puede revestir gravedad cuando afecta a inmunosuprimidos tales como infectados por el VIH sin tratamiento antirretroviral efectivo y con los CD4 por debajo de 200 células por mililitro.
El término toxoplasmosis se reserva para el proceso patológico en el cual hay manifestaciones clínicas presentes, mientras que infección por Toxoplasma es el término que mejor describe la presencia asintomática del parásito.
Se considera la enfermedad como una zoonosis, lo cual significa que, de modo habitual, se transmite desde los animales a los seres humanos a través de diferentes vías de contagio, siendo los hospedadores definitivos el gato y otras seis especies de felinos.
Las medidas de prevención son particularmente importantes en las mujeres embarazadas y consisten en normas generales de higiene para evitar la transmisión por alimentos o agua contaminada, no consumir carne cruda o mal cocida y evitar contacto con heces de gato.
Epidemiología
La toxoplasmosis está presente en todo el mundo. El porcentaje de adultos que han pasado la enfermedad a lo largo de su vida es muy elevado, en torno al 50 %, dependiendo de la región, los hábitos higiénicos y las condiciones sanitarias. En la mayoría de los casos, apenas aparecen síntomas o estos son leves, por lo cual la población generalmente no es consciente de haber padecido la infección, que solo se puede comprobar mediante un análisis de sangre que demuestre positividad para anticuerpos específicos de tipo IgG o IgM.
En Estados Unidos, cerca del 23 % de la población está afectada y en algunas áreas del mundo es superior al 95 %. Cerca de 200 000 casos de toxoplasmosis congénita ocurre por año. Charles Nicolle y Louis Manceaux describieron por primera vez el organismo, en 1908, y en 1941 se confirmó su transmisión durante el embarazo de madre a hijo.
En Europa prevalece mucho la toxoplasmosis, probablemente por el gran consumo de carne cruda. La gran incidencia en el África Occidental es conocida por estudios epidemiológicos de inmigrantes de esa zona del continente.
Se ha encontrado una elevada prevalencia en Hispanoamérica: México, América Central y América del Sur con la excepción de las islas del Caribe por razón de la cantidad de adultos que presentan seropositividad, es decir, que presenta en su sangre anticuerpos que prueban que el individuo tuvo contacto con el parásito.
Fuentes de infección
La fuente de infección puede variar de un país a otro e incluso de una región a otra dentro de un mismo país. En Sudamérica por ejemplo, la principal fuente es el agua, incluso tratada con cloro, tal como lo han demostrado estudios en Brasil y Colombia. En Europa, la convivencia con gatos no aumenta el riesgo de infección. Otra fuente son los alimentos contaminados, principalmente la carne (cuando está poco cocinada, ya que un gran porcentaje está contaminada) y las frutas y verduras mal lavadas.
La última vía de contagio suele producirse entre personas que trabajan la tierra con las manos, bien agricultores, bien en labores de jardinería. En los suelos suele estar presente el parásito en gran cantidad. Una persona que manipule la tierra con las manos desnudas puede introducir restos de tierra bajo las uñas. Pese a un lavado de manos con agua y jabón, siempre puede quedar tierra bajo las uñas. Después, si se lleva las manos a la boca, es fácil infectarse de este y/o de otros parásitos.
Para que un gato pueda producir heces infecciosas tiene que contagiarse. Es decir, un gato que no está infectado y vive en una casa sin acceso al exterior y comiendo pienso o carne cocinada, no puede infectarse y por tanto no puede infectar a otros.
Si el gato tiene acceso al exterior o es silvestre, o come carne cruda, o caza pájaros o ratones y se los come, entonces sí puede infectarse.
Una vez infectado, incuba el parásito durante un periodo de entre 3 y 20 días (según la forma en la que lo ingiere, que determina la fase en la que se encuentra el parásito). Después y durante sólo un periodo de un mes, libera los ooquistes en las heces. Después de eso, aunque se vuelva a infectar, nunca más liberará ooquistes.
Para que esas heces con ooquistes (oocitos) sean a su vez infecciosas, necesitan un tiempo de exposición al medio de entre 24 y 48 horas. Es necesario limpiar al arenero con frecuencia, impidiendo que esos ooquistes maduren y sean infecciosos. Y al terminar de limpiar el arenero, se deben lavar las manos inmediatamente, pues pudiera accidentalmente llevarse las manos a la boca. No sólo se puede introducir el Toxoplasma gondii en el organismo de esta manera, también otros parásitos, bacterias y virus, mucho más peligrosos e incluso letales como la Escherichia coli.
Por tanto, cualquier persona que conviva con un gato o varios como mascotas, incluso con acceso al exterior y hasta que coman a veces animales crudos cazados por ellos (es decir, gatos con riesgo de infectarse del parásito), con la más simple medida de higiene posible (el lavado de manos después de limpiar el arenero o usando guantes), evita infectarse del parásito.
Con muchísima menos frecuencia, el parásito puede ser transmitido por transfusión de sangre, o trasplante de órganos.
En los casos en que se detecta que una mujer gestante se ha infectado del parásito, existen medicamentos que pueden ayudar a detener la infección para evitar daños al feto.
Véase también
En inglés: Toxoplasma Facts for Kids
- Toxoplasmosis congénita
- Toxoplasma gondii