Pan y toros para niños
Pan y toros es una frase muy conocida en la cultura española. Se parece a la antigua expresión latina Panem et circenses (Pan y circo). Esta expresión se usa para describir cómo la fiesta de los toros (y luego otros espectáculos) servía como una forma de entretenimiento popular. Se decía que ayudaba a mantener a la gente contenta y a calmar posibles problemas sociales.


Contenido
¿Qué significa "Pan y toros"?
Esta frase refleja una idea común entre las personas que seguían las ideas de la Ilustración en el siglo XVIII. Ellos pensaban que el entretenimiento popular, como las corridas de toros, distraía a la gente de asuntos más importantes.
La sociedad en el siglo XVIII
En el siglo XVIII, el toreo cambió mucho. Antes, era una actividad de caballeros, pero luego se hizo popular entre los peones que toreaban a pie. Estos toreros se convirtieron en grandes ídolos para la gente, porque muchos se identificaban con ellos. El espectáculo de los toros se hizo cada vez más famoso.
Las clases altas también veían con buenos ojos este espectáculo. Incluso imitaban la ropa, los peinados y las actitudes de los majos, que eran personas de las clases populares. Artistas como Francisco de Goya (quien era ilustrado y admiraba las ideas francesas) y escritores como Ramón de la Cruz mostraron esto en sus obras.
En esa época, se empezó a pensar en cómo organizar las fiestas populares. Personas como Pedro Rodríguez Campomanes se preocupaban por la gran cantidad de fiestas y días libres. Él quería que la gente trabajara más para que el país fuera más productivo, como en las sociedades industriales.
El regreso del absolutismo
Cuando Fernando VII volvió al poder en 1814, se restauró el absolutismo. Esto significó que las ideas tradicionales españolas ganaron fuerza, y las ideas ilustradas fueron rechazadas. Se cerraron universidades y se desmantelaron colecciones científicas. En contraste, se abrió la Escuela de Tauromaquia de Sevilla, dirigida por Pedro Romero, un famoso torero que había inaugurado la Plaza de toros de Ronda en 1785.
Origen y difusión de la frase
La frase "Pan y toros" apareció por primera vez en un texto anónimo que circuló desde 1793. A veces se pensó que era de Gaspar Melchor de Jovellanos, pero en realidad fue escrito por León de Arroyal. Se publicó en 1812 con el título Oración apologética en defensa del estado floreciente de España. Sin embargo, la gente lo recordaba por su frase final:
Haya pan y haya toros, y más que no haya otra cosa. Gobierno ilustrado: pan y toros pide el pueblo. Pan y toros es la comidilla de España. Pan y toros debes proporcionarla para hacer en lo demás cuanto se te antoje in secula seculorum. Amen.
La frase se hizo aún más conocida gracias a una zarzuela (un tipo de obra musical española) de Francisco Asenjo Barbieri en 1864, que se tituló "Pan y toros".
Muchos escritores famosos usaron esta expresión después. Por ejemplo, Miguel de Unamuno la incluyó en su artículo El espíritu castellano (1895), que luego formó parte de su libro En torno al casticismo:
¡Pan y toros, y mañana será otro día! Cuando hay, saquemos tripa de mal año, luego... ¡no importa!.

De "Pan y toros" a "Pan y fútbol"
A mediados del siglo XX, la frase cambió a «Pan y fútbol». Esto se usó para describir el papel del fútbol en España, especialmente durante el gobierno de Francisco Franco. El fútbol se convirtió en una forma de canalizar las energías y emociones de la sociedad.
Por ejemplo, el Real Madrid ganó las primeras copas de Europa, y estos triunfos se presentaron como grandes logros para el país. A veces, se decía que el Real Madrid era el "club de ricos" y el Atlético de Madrid el "club de pobres", aunque esto no siempre era cierto.
Lo importante es que estas rivalidades deportivas ayudaban a que las diferencias sociales se expresaran de una manera que no causara problemas mayores en la sociedad. El Fútbol Club Barcelona también ganó muchas copas importantes en esa época.
Incluso el juego de las quinielas, donde la gente apostaba por los resultados de los partidos, mantenía a muchos pendientes de la radio los domingos por la tarde. Algunos bromeaban diciendo que había libertad porque se podía elegir entre "1", "X" o "2" en la quiniela, sin que nadie te obligara.