Palacio de los Reyes de Navarra para niños
El Palacio de los Reyes de Navarra, que hoy funciona como el Archivo Real y General de Navarra, se encuentra en Pamplona, la capital de Navarra en España.
Este edificio comenzó a construirse como palacio para los reyes en el siglo XII. Después de la Conquista de Navarra en el siglo XVI, se convirtió en la residencia de los Virreyes. Más tarde, fue sede de la Capitanía General y luego del Gobierno Militar hasta 1971. Tras un tiempo de abandono, fue renovado en 2003 por el arquitecto Rafael Moneo para convertirse en el actual Archivo Real y General de Navarra.
Datos para niños Palacio de los Reyes de Navarra |
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![]() El Palacio de los Reyes de Navarra, actualmente, Archivo Real y General de Navarra
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Ubicación | ||
País | ![]() |
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Comunidad | ![]() |
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Municipio | ![]() |
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Dirección | 31001 | |
Coordenadas | 42°49′13″N 1°38′40″O / 42.820145, -1.6445238888889 | |
Características | ||
Arquitecto | Rafael Moneo (restauración) | |
Historia | ||
Fundador | Sancho VI de Navarra | |
Construcción | 1189 | |
Reconstrucción | 2003 por Rafael Moneo | |
Información general | ||
Uso | Palacio real (origen) Archivo Real y General de Navarra (actual) |
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Propietario | Gobierno de Navarra | |
Mapa de localización | ||
Ubicación en Navarra
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Sitio web oficial | ||
Contenido
- ¿Qué nombres ha tenido el Palacio de los Reyes de Navarra?
- Historia del Palacio de los Reyes de Navarra
- ¿Dónde se encuentra el Archivo Real y General de Navarra?
- ¿Cómo es la arquitectura del Palacio de los Reyes de Navarra?
- Protección del patrimonio y su restauración
- ¿Qué problemas tenía el Palacio antes de la restauración?
- Galería de imágenes
A lo largo de su historia, este edificio ha sido conocido con diferentes nombres:
- De 1189 a 1841: Se le llamó Palacio Real de San Pedro, Palacio Real y Episcopal de San Pedro o simplemente Palacio Real. El nombre "San Pedro" se debe a una iglesia que estaba cerca.
- De 1841 a 1872: Fue el Palacio de Capitanía General.
- De 1876 a 1971: Se le conoció como Gobierno Militar.
- Entre 1971 y 2003: El edificio estuvo abandonado.
- Desde 2003: Es el Archivo Real y General de Navarra.
Orígenes medievales del Palacio
El palacio se construyó en un lugar elevado de la antigua Navarrería en Pamplona. En 1189, el rey Sancho VI el Sabio permitió que se construyera allí su residencia real. Este palacio, de estilo protogótico, se llamó inicialmente "Palacio de San Pedro". Contaba con capilla, granero y bodega.
En 1198, el rey Sancho VII hipotecó el palacio al obispo de Pamplona, lo que causó problemas. Por ello, el palacio fue usado por la realeza y la iglesia al mismo tiempo. Hubo tensiones entre los reyes y los obispos por la posesión del edificio. Por ejemplo, en 1246, el rey Teobaldo I no pudo alojarse en el palacio porque estaba ocupado por el obispo.
En 1276, durante un conflicto en la Navarrería, el palacio sufrió daños. Desde su explanada, los habitantes de la Navarrería atacaron con catapultas a otra zona de la ciudad.
El papa Martín V ordenó que el Palacio Real de San Pedro fuera entregado a la reina Blanca I de Navarra. Desde entonces, los reyes de Navarra lo usaron hasta la conquista del reino.
El Palacio en la Edad Moderna
Después de que Navarra se uniera a España, el palacio se convirtió en la residencia de los virreyes españoles, a partir de 1539. Los reyes de España también se alojaban aquí cuando visitaban Pamplona. Por ejemplo, Felipe II lo hizo en 1592.
El edificio sufrió daños por explosiones de un molino de pólvora cercano en 1675 y 1733. Estas explosiones causaron muchos destrozos en la ciudad, incluyendo el palacio, que fue reparado sin preocuparse mucho por su aspecto.
El Palacio en la Edad Contemporánea
Cuando el virreinato desapareció en 1840, el palacio se usó como residencia militar. Primero para los capitanes generales hasta 1893, y luego para los gobernadores militares hasta 1971.
En 1976, el palacio, que estaba abandonado, fue declarado Monumento Histórico Artístico. Mientras se planeaba su restauración, el edificio sufrió varios incendios intencionados entre 1978 y 1983. Estos incendios causaron mucho daño y preocupación en la población.
En 1993, se decidió que el palacio sería el Archivo Histórico de Navarra. El arquitecto Rafael Moneo fue el encargado del proyecto. Las obras comenzaron en 1994. Parte del edificio fue demolida y se construyó una nueva torre anexa para el archivo.
El Archivo Real y General de Navarra está en el centro histórico de Pamplona, dentro de las antiguas murallas de la ciudad.
El edificio se asienta sobre una colina, lo que le da un perfil característico a la ciudad. Se encuentra en la calle Dos de Mayo, cerca del Museo de Navarra y del Convento de las Adoratrices. Justo enfrente está la Basílica de San Fermín de Aldapa, del siglo XVII.
Pamplona está en el norte de la península ibérica, en la Cuenca de Pamplona. La ciudad es atravesada por los ríos Arga, Elorz y Sadar. El clima es templado, pero puede haber días muy calurosos en verano (más de 39 °C) y muy fríos en invierno (hasta -15 °C). Las lluvias son frecuentes, y las nevadas y heladas ocurren entre noviembre y marzo. La zona del archivo está expuesta al viento por su altura.
La calidad del aire en la zona es buena, ya que hay restricciones de tráfico en el centro histórico.
Estilo Románico
El palacio fue construido alrededor de 1189. Una gran sala rectangular de 26,8 x 7,1 metros, que es la única parte original que se conserva, está parcialmente bajo tierra. Tiene un techo de crucería simple y seis ventanas estrechas con arco de medio punto en el muro norte.
Estilos Gótico y Renacentista
Se hicieron ampliaciones en la esquina noreste y se reconstruyó una torre. La planta baja tenía un patio de unos 20 x 20 metros, con un pórtico en dos lados. En el centro había un aljibe (depósito de agua). También existía una escalera noble con arcos góticos del siglo XIV. Muchos de estos elementos fueron eliminados en la última reforma.
Estilos Neoclásico y Barroco
Tras la visita de Felipe II en el siglo XVI, el escudo de Navarra de la entrada fue cambiado por el de los Austrias, que se mantiene hoy.
Las torres medievales se conservaron hasta mediados del siglo XVII. Un incendio en 1733 afectó mucho al palacio. En los siglos siglo XVII y siglo XVIII, su forma cambió significativamente: se elevaron los muros, se quitaron las partes superiores de las torres y se construyó un ala este para fundir cañones.
La última reforma: un edificio moderno
La reforma de 2003, dirigida por Rafael Moneo, creó un edificio nuevo que mantiene la solidez de los muros y la imagen de su historia. Las caras norte y oeste parecen un castillo. La piedra es el material principal, usada tanto en las partes restauradas como en las nuevas. En las caras norte y oeste, donde los muros estaban muy dañados, se decidió cubrirlos con una nueva capa de piedra para proteger lo antiguo.
La parte nueva se centra en el archivo, organizado en salas conectadas por rampas que rodean un patio con un tragaluz. Por fuera, parece una torre de homenaje, hecha de hormigón y cubierta con la misma piedra.
La parte restaurada y la nueva se unen en el patio, creando un espacio que parece atemporal. En el exterior, se reformaron los muros y se mejoraron las calles cercanas.
En 2004, el Archivo Real y General de Navarra se mudó a esta nueva sede. Así, el valioso tesoro de documentos del antiguo Reino de Navarra encontró un lugar digno y el Gobierno de Navarra logró dos cosas: solucionar la falta de espacio del antiguo archivo y recuperar el viejo Palacio Real de sus ruinas.
Protección del patrimonio y su restauración
El edificio que hoy es el Archivo Real y General de Navarra fue declarado Monumento Histórico-Artístico en 1931, y su protección se reforzó en 1976. Esto significa que cualquier cambio en él necesita permiso de las autoridades de patrimonio, para respetar su valor histórico y arquitectónico.
La Ley Foral 14/2005 sobre Patrimonio Cultural de Navarra también protege este tipo de bienes. Cualquier trabajo en el edificio debe ser aprobado por el Departamento de Cultura del Gobierno de Navarra.
La rehabilitación también siguió las normas urbanísticas de Pamplona para el centro histórico, que regulan cómo se deben hacer las obras para que el edificio se integre bien en la ciudad.
La restauración de Rafael Moneo buscó un equilibrio entre conservar lo antiguo y añadir elementos modernos. Se mantuvieron estructuras históricas importantes, como el salón románico del siglo XII, y se añadieron partes nuevas, como la torre del archivo. El objetivo fue mejorar la eficiencia, la seguridad y la funcionalidad del edificio, adaptándolo a su uso como archivo moderno sin perder su identidad histórica.
¿Qué problemas tenía el Palacio antes de la restauración?
Antes de su restauración en 2003, el Palacio de los Reyes de Navarra estaba muy deteriorado. Esto se debió a siglos de uso, arreglos no adecuados, abandono y conflictos. El edificio tenía muchos problemas que afectaban su estructura y su valor histórico.
Había daños importantes en la estructura: muros débiles, grietas, derrumbes parciales y deformaciones en los suelos. Después de 1971, cuando dejó de ser cuartel militar, el edificio fue abandonado y no se le dio mantenimiento. También sufrió daños por explosiones históricas e incendios, como los de 1675 y 1733. Además, hubo incendios intencionados entre 1978 y 1983, que lo dejaron en muy mal estado. El vandalismo destruyó partes del tejado, suelos de madera y acabados interiores.
La humedad también causó muchos problemas, ya que el tejado y los suelos estaban dañados. Esto provocó que los revestimientos se estropearan y que aparecieran manchas de sal.
En diciembre de 1994, se demolió más de la mitad del Palacio Real, aunque esto no estaba planeado inicialmente. Las autoridades dijeron que la parte demolida no era original del edificio. Sin embargo, algunas personas pensaron que esto era una violación de las leyes de protección del patrimonio.
Antes de la rehabilitación, el palacio tenía un patio con un pórtico y pilares de madera tallados. También había una escalera gótica y un aljibe en el centro del patio. Todos estos elementos fueron eliminados durante la intervención.
En el ala oeste, donde estaban los antiguos aposentos reales, había un salón con un techo de madera decorado con hojas de roble del siglo XVI. Este techo fue dañado por los incendios y no se restauró, sino que se retiró. Hubo protestas para defender estos elementos históricos, pero no fueron escuchadas.
Las fachadas exteriores estaban tan dañadas que no se pudieron restaurar de forma tradicional. Por eso, Rafael Moneo decidió reconstruirlas, usando nuevas fachadas de piedra que respetaban las formas y materiales originales. Las nuevas construcciones anexas se hicieron con la misma piedra, pero con técnicas modernas. Todo esto hizo que fuera necesaria una gran intervención para conservar el edificio y adaptarlo a su nueva función como archivo histórico.