Palacio de los Reyes de Navarra para niños
Datos para niños Palacio de los Reyes de Navarra |
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Patrimonio de la Humanidad (parte de «Caminos de Santiago de Compostela: Camino Francés y Caminos del Norte de España», n.º ref. 669-187) (1993) | ||
El Palacio de los Reyes de Navarra, actualmente, Archivo Real y General de Navarra
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Localización | ||
País | España | |
Comunidad | Navarra | |
Municipio | Pamplona | |
Dirección | (31001) | |
Coordenadas | 42°49′13″N 1°38′40″O / 42.820145, -1.6445238888889 | |
Información general | ||
Uso | Palacio real (origen) Archivo Real y General de Navarra (actual) |
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Propietario | Gobierno de Navarra | |
Historia | ||
Fundador | Sancho VI de Navarra | |
Construcción | 1189 | |
Reconstrucciones | 2003 por Rafael Moneo | |
Arquitecto | Rafael Moneo (restauración) | |
Mapa de localización | ||
Ubicación (Navarra).
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El palacio de los Reyes de Navarra, que en la actualidad es un edificio que cumple la función de Archivo Real y General de Navarra, se encuentra en Pamplona, capital de Navarra, (España).
Este edificio se inició como palacio de los Reyes en el siglo XII. Tras la Conquista de Navarra en el siglo XVI pasó a ser la residencia de los Virreyes. Posteriormente, durante treinta años, la Capitanía General y luego Gobierno Militar hasta 1971. Tras un largo abandono durante el último cuarto del siglo XX, fue reformado en el año 2003 por Rafael Moneo para convertirlo en el Archivo Real y General de Navarra.
Contenido
Denominaciones
Ha tenido varias denominaciones a lo largo de la historia, por ello seguidamente se realiza una datación de las mismas:
- De 1189 a 1841: Palacio Real de San Pedro, Palacio Real y Episcopal de San Pedro, Palacio Real. La denominación de San Pedro es por la iglesia que había en el lugar (donde hoy está la iglesia de san Fermín de Aldapa)
- De 1841 a 1872: Palacio de Capitanía General.
- De 1876 a 1971: Gobierno Militar.
- El edificio quedó abandonado, hasta 1979 en manos del Ejército y posteriormente bajo la posesión del Ayuntamiento de Pamplona y del Gobierno de Navarra.
- Desde el 2003: Archivo Real y General de Navarra.
Historia
Época medieval
En este terreno, en un altozano de la ciudad de la Navarrería existía una prohibición de Alfonso el Batallador de construir en esa zona para proteger el burgo de San Cernin que estaba debajo, separada de la misma por un barranco. Sancho VI el Sabio en 1189 «concedió a la Navarrería el privilegio para su repoblación» obteniendo la respuesta vecinal que, «con permiso de la Iglesia, le regalaron aquel solar para que erigiese su residencia.» Así pues este rey revocó la decisión del Batallador y acordó con el obispo -que fue el señor de Pamplona hasta 1319-, el uso de este espacio para la construcción de un palacio real. Su construcción sería en un estilo protogótico y recibió inicialmente el nombre de "Palacio de San Pedro". El mismo tenía capilla, granero y bodega.
Este palacio sería hipotecado en 1198 por el rey Sancho VII al entonces obispo de Pamplona, García Ferrández, que daría lugar a numerosos pleitos posteriores y que, por ello, sería utilizado de forma conjunta por la corona y la sede episcopal. Así, cuando Teobaldo I llega a Pamplona en 1246, se encontró con el palacio ocupado por el obispo Pedro Ramírez de Piédrola, y tuvo que alojarse en los “palacios viejos”, junto a la capilla de Jesucristo, al lado del claustro catedralicio. Esto inició una tensión entre ambos poderes luchando por la posesión del palacio. Teobaldo I acusó al obispo Pedro Jiménez de Gazólaz de traidor y este, a cambio, le excomulgó, teniendo que huir a Navardún perteneciente a la Corona de Aragón, para evitar represalias, donde pasó tres años. El monarca tuvo que acercarse a Roma para solicitar el levantamiento de la excomunión. Este mismo obispo Gazólaz devolvió a Teobaldo II el Palacio, pero el papa Alejandro IV anuló esta restitución, continuando las diferencias.
En 1276 durante la guerra de la Navarrería, el Palacio sufrió daños de consideración, ya que desde su explanada los habitantes de la Navarrería habían atacado con catapultas al burgo de San Cernin
El papa Martín V dispuso se le entregara a Blanca I de Navarra el Palacio Real de San Pedro, ocupándolo desde entonces los reyes de Navarra hasta su conquista.
Época moderna
Tras la anexión de Navarra pasó a ser lugar de residencia de los virreyes españoles, al parecer desde 1539. En 1590 hubo otro intento episcopal de conseguir el palacio, esta vez por parte del obispo de Pamplona Bernardo de Sandoval y Rojas, castellano, que puso un pleito a la corona española, fracasando.
También se alojaron en él los reyes de España cuando visitaban la ciudad. Así lo hizo Felipe II en 1592, que según versiones quitó el escudo episcopal de la entrada y puso el escudo real que estaba en el castillo viejo, que es el que se ha mantenido hasta ahora.
En 1646 Felipe IV visitó Pamplona y se alojó aquí. Felipe V estuvo en 1706. La estructura del edificio se vio afectada por las explosiones del molino de la pólvora, situado cerca del actual Puente del Vergel, ocurridas en 1675 y en 1733. Ambas deflagaciones causaron numerosos y considerables daños en edificaciones por toda la ciudad, incluyendo este viejo palacio que fue reparado «sin atender a criterios estéticos.»
José Bonaparte en su retirada hacia Francia también pernoctó en el mismo.
Época contemporánea
Con la supresión del virreinato en 1840 se convierte en residencia militar de los capitanes generales, hasta 1893, y de los gobernadores militares hasta 1971. Por esta razón que en este palacio estuvo hospedado como gobernador militar, desde febrero de 1936, Emilio Mola, figura primordial en los sucesos de 1936 que llevó al derrocamiento de la Segunda República con el fallido golpe de Estado que derivó en la Guerra civil española. Esta función es la que llevó a conocerlo como Palacio de Capitanía o Gobierno Militar, denominaciones históricas que también ha tenido este edificio.
En 1976, estando abandonado fue declarado Monumento Histórico Artístico de carácter provincial. Mientras se realizaban estudios para proyectar su rehabilitación, el edificio sufrió de forma reiterada la agresión de los incendiarios intencionados, iniciándose los incendios en mayo de 1978 con periodicidad casi mensual y llegando a su cenit en octubre de 1983 en que durante quince días los bomberos tuvieron que acudir en 12 ocasiones.
Los arquitectos Manuel Iñíguez y Alberto Uztárroz entregaron en septiembre de 1987 un anteproyecto, por encargo del Gobierno de Navarra, en que el edificio se mantenía íntegramente como Museo de la Historia de Navarra. Posteriormente en 1993 se decidió destinarlo a Archivo Histórico de Navarra y para ello se contactó con el arquitecto Rafael Moneo para elaborar el proyecto definitivo. En 1994 se iniciaron las obras, derribando parte del edificio, algo que no se había contemplado en el anteproyecto. Así mismo se levantó una torre anexa de nueva planta donde está ubicado el archivo.
Arquitectura
Románico
Probablemente el palacio fue erigido hacia 1189, aunque hay autores que adelantan esta fecha.
Parcialmente soterrado se encuentra una amplia estancia rectangular de 26,8 x 7,1 metros que corresponde a la primitiva construcción. Es la única sala histórica que se mantiene tras la remodelación. Sin necesidad de apoyarse en ménsulas. La cubierta es de crucería simple. En el muro norte presenta seis estrechas ventanas en derrame bastante profundo con arco de medio punto. El muro norte tiene amplios contrafuertes prismáticos que ocupan dos tercios de la altura total del muro, terminando en talud. El muro oeste tiene tres cuerpos de vanos adintelados distribuidos anárquicamente a lo largo del muro, y en la unión con el tejado canecillos. Este muro da a las huertas del Palacio.
Las salas del lado oeste, donde estaban los aposentos reales que conservaban en la planta baja un salón artesonado con decoración de hojas de roble de finales del siglo XVI que se deterioraron en los últimos años y que en la remodelación reciente ha sido eliminada.
Gótico y Renacentista
Se realizaron distintas ampliaciones en el ángulo nordeste y se rehízo una torre de planta, más ancha que las demás, que miraba a Santo Domingo. Se encuentran registradas las distintas obras de mejoras.
La planta baja presentaba un patio de 20 x 20 metros aproximadamente, porticado en dos de sus lados, con pilares de 6 metros que culminan en zapatas de madera labrada con motivos animales, con una galería cerrada superior del siglo XV. En el centro había un aljibe. Estas zapatas fueron expoliadas, y el aljibe y la galería han sido eliminadas.
Existía también una escalera noble con arcos góticos del siglo XIV que estaban debajo de la misma, que en la nueva obra, todo ello ha sido eliminado.
Neoclásico y Barroco
A raíz de la visita de Felipe II se cambió el blasón de Navarra de la entrada por el de los Austrias, que se conserva en la actualidad.
Las torres medievales pudieron conservase hasta mediados del siglo XVII, basándose en la acuarela que Pierre Boller hizo del palacio entonces.
Un incendio en 1733 del molino de la pólvora parece que tuvo una importante repercusión en el palacio. En los siglos XVII y XVIII se modificó significativamente su silueta, elevando los muros, desmochando torres y construyendo el ala este para fundición de cañones.
Moderno
Las reformas del siglo XIX aparecen ligadas a actuaciones en el pabellón de residencia del gobernador y mejoras en el sistema de escaleras del palacio. De este siglo data el mirador de galería del testero sur, y la decoración ecléctico-romántica de la fachada que miraba a la ciudad. En 1903 se construyó la casita para residencia del Jefe del Estado Mayor, sobre el muro del recinto.
Contemporáneo: última reforma
Realizada por Rafael Moneo en el año 2003 que realiza un edificio nuevo, manteniendo la solidez de los muros, con una imagen heredada de su historia. La cara norte y oeste dan la imagen de castillo. La piedra es la solución material y es una de las claves del trabajo compositivo. Con piedra se ha construido las partes rehabilitadas y así como las nuevas. En la cara norte y oeste, entendiendo que era imposible la restauración de sus muros muy deteriorados, se optó por protegerlos con una nueva hoja de sillería que forra la existente, muros e incluso cubiertas, aunque corrigiendo algunos huecos. Esta técnica de forrado conserva lo antiguo en su integridad para las futuras generaciones.
La parte nueva se centra alrededor del archivo, que se organiza por una serie de salas, tres por planta y distribuidas en esvástica que están conectadas por unas rampas de cuatro tramos que rodean un patio coronado por un lucernario. Por fuera da la imagen de una torre de homenaje, que es de hormigón, forrado con la misma piedra antes referida aunque con un despiece en sillería, que indican la actualidad de la intervención.
La parte restaurada y la nueva se relacionan en el patio en un encuentro con naturalidad produciendo un lugar casi sin fecha contemporáneo e "histórico". En el exterior se han reformado los muros, elevándose algunos con embellecimiento de portadas y tapias, cuidándose mucho la redefinición de las calles colindantes.
«En el año 2004, el Archivo Real y General de Navarra -indica Juan José Martinena Ruiz, entonces también director del archivo- se trasladó a esta nueva sede, con lo cual el inapreciable tesoro documental de nuestro viejo Reino encontró el contenedor más digno y apropiado; y el Gobierno foral cumplió dos objetivos: solucionar la falta de espacio del edificio del antiguo archivo, que databa de 1898, y recuperar de sus ruinas el antiguo Palacio Real.»