Palacio de Valdés-Bazán para niños
El Palacio de Valdés-Bazán, también conocido como de los Cuervo-Arango o de los Condes de Reparaz, es una antigua residencia de la nobleza rural. Se encuentra en la parroquia de San Román de Candamo, en Asturias, y tiene un estilo arquitectónico clasicista.
El edificio original fue construido en el siglo XVI. Sin embargo, sufrió dos grandes remodelaciones en los siglos XVII y XVIII, que le dieron el aspecto que tiene hoy. Durante más de cuatrocientos años, la propiedad pasó de generación en generación por herencia, a través de varias familias importantes. A finales del siglo XX, el palacio pasó a ser propiedad del ayuntamiento.
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¿Cómo es el Palacio de Valdés-Bazán?
La casa de los Valdés-Bazán está al final del pueblo de San Román de Candamo, junto a la carretera y dentro de una gran finca. Desde el pueblo, parece una casa más, construida con los métodos y materiales tradicionales de la zona.
El edificio tiene forma rectangular y se adapta al terreno. Tiene dos pisos en la parte más baja y uno en la más alta. No tiene un patio interior y su tejado tiene tres lados, también adaptándose a la forma del terreno.
La fachada principal del palacio
La fachada norte es la más importante. Aquí se encuentran los escudos que muestran el origen noble de la residencia. Estos dos escudos fueron añadidos probablemente en la segunda mitad del siglo XVIII, cuando Fernando Valdés-Quirós incluyó los cuervos en el escudo familiar.
En la parte de abajo de esta fachada hay dos puertas: una que era la entrada principal y otra que daba a los establos. Arriba, hay otra puerta que lleva a la vivienda de los guardeses. Esto muestra que la fachada estaba organizada para separar la residencia de los dueños de la de sus empleados.
La parte principal de la casa tiene ventanas colocadas de forma bastante regular, con un balcón central sobre la puerta. Este balcón es sencillo, pero recuerda a los balcones de honor de otras construcciones. A los lados del balcón, los dos escudos están colocados de forma irregular. Debajo de algunas ventanas del piso principal, hay una fila de ventanas más pequeñas, lo que hace que esta fachada parezca un poco desordenada.
Las paredes son lisas y están hechas con los materiales típicos de Asturias: sillarejo (piedras pequeñas) cubierto con una capa de mortero, y esquinas hechas con grandes sillares (piedras grandes y bien cortadas). Los únicos adornos son unas molduras sencillas que no rompen la sobriedad del conjunto.
La parte más alta de esta fachada, con sus ventanas más cercanas y una pequeña escalera, tiene un poco más de encanto, pero siempre dentro de un estilo muy austero.
Otras fachadas del palacio
La fachada este es muy parecida a las construcciones populares de la zona. Sus ventanas están distribuidas de forma asimétrica, igual que en la fachada norte, y no tiene ningún elemento decorativo.
Los elementos arquitectónicos más especiales del palacio se encuentran en la fachada sur. Aquí, la parte que corresponde a la zona noble de la fachada norte tiene una doble arquería que hace que el edificio sea único. Esta arquería se extiende por los dos pisos del edificio, ocupando más de la mitad de esta fachada y la mitad de la fachada oeste.
La parte baja de la arquería tiene grandes pilares rectangulares que sostienen arcos rebajados (menos curvos) hechos con habilidad. Entre cada arco hay molduras verticales que articulan el espacio.
Los dos pisos están separados por una moldura que recorre toda la zona de los arcos. El piso de arriba repite el diseño de los arcos de abajo, pero en lugar de pilares, tiene columnas cilíndricas hechas con dos bloques de piedra. Estas columnas terminan en un tipo de capitel (parte superior) que da inicio a los arcos. También aquí, las piedras de los arcos tienen algunas irregularidades. Entre columna y columna hay una barandilla lisa de piedra, que aumenta la austeridad del conjunto. El remate del tejado también es sencillo.
La estructura de madera del palacio sigue los métodos tradicionales de la zona. En general, todo el diseño del palacio muestra una gran austeridad y un toque rural, con una composición arquitectónica irregular, incluso en la parte más importante.
La fachada oeste también tiene galerías y se parece a la fachada norte, sin añadir nada nuevo.
¿Cuándo se construyó el Palacio de Valdés-Bazán?
Según los datos históricos y el propio edificio, se pueden distinguir dos etapas principales en su construcción:
- Primera etapa (siglo XVII): Se construyó el núcleo principal del edificio. En esta fase se usaron técnicas y materiales tradicionales. Incluía las fachadas norte (que luego fue remodelada) y este, y la mayor parte de la superficie que se habita hoy. No tiene más particularidades que otras construcciones populares de la época. Se cree que esta parte se hizo alrededor del siglo XVII, por el tamaño de las ventanas que no parecen haber sido cambiadas.
- Remodelación de Fernando Valdés (siglo XVIII): Fernando Valdés realizó una gran reforma en el siglo XVIII. En esta etapa se reparó la fachada norte y se añadieron los escudos. Es probable que en este momento se cubrieran las paredes antiguas con mortero. También se construyó la galería de la zona sur, sin derribar ningún muro, sino añadiéndola a la construcción original. Esta remodelación, que mantuvo un estilo austero y sobrio, le dio al edificio su carácter único.
Cuando la casa ya estaba en manos de Fernando de Valdés y Quirós, se amplió, cambiando su aspecto original, que probablemente era muy sencillo. Esta ampliación le dio la importancia que tiene hoy y se colocaron los escudos con las armas de las familias Valdés y Cuervo.
Jovellanos, un importante escritor y político de la época, describió el palacio en sus Diarios a finales del siglo XVIII. Mencionó que estaba rodeado de viñedos y árboles frutales.
¿Quiénes fueron los dueños del palacio?
La historia de los dueños del Palacio de Valdés-Bazán es muy larga y se remonta al siglo XVI.
- A principios del siglo XVI, la casa pertenecía a Fernando Menéndez de Arango, también conocido como Fernán Cuervo de Pravia, quien falleció en 1527.
- Su descendiente, Martín de Quirós, señor de la casa de San Román, se casó alrededor de 1542 con Catalina González de Arango. Ella era hermana por parte de madre de Pedro Menéndez de Avilés, un famoso conquistador y el primer adelantado de La Florida.
- La propiedad pasó por varias generaciones de la familia Quirós.
- Más tarde, la casa llegó a manos de María Manuela de Quirós Carreño y Valdés, quien se casó en 1700 con José Manuel de Valdés y Sierra. Él fue un importante abogado y funcionario.
- Su hijo, Fernando Antonio de Valdés y Quirós, heredó el palacio y fue quien realizó la gran reforma en el siglo XVIII que le dio su aspecto actual. Él también ocupó cargos importantes en el gobierno.
- La casa continuó en la familia Valdés-Bazán. Uno de sus descendientes fue Antonio de Valdés y Fernández Bazán, un destacado capitán general de la Armada y secretario de Estado.
- Otro miembro importante de la familia fue Cayetano de Valdés y Flórez, capitán general de la Armada y héroe de batallas navales como la de Trafalgar.
- María del Carmen Rafaela de los Ríos Enríquez y Miranda de Grado, nacida en 1854, fue una de las últimas dueñas importantes. Ella heredó un gran patrimonio, incluyendo la casa de San Román, y lo usó para fundar la Fundación Revillagigedo en Gijón, que abrió la primera escuela de Formación Profesional en España.
- La casa de San Román pasó al hijo menor de Rafaela, Luis de Armada y de los Ríos-Enríquez, quien fue marqués de Santa Cruz de Rivadulla y general de división.
- Uno de sus hijos fue Alfonso Armada y Comyn, quien fue secretario general de la Casa del Rey Juan Carlos I durante muchos años.
- La última dueña hereditaria de la casa de San Román fue María del Perpetuo Socorro Armada y Comyn.





