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Mastitis para niños

Enciclopedia para niños
Datos para niños
Mastitis
Atlas of clinical surgery; with special reference to diagnosis and treatment for practitioners and students (1908) (14768289625).jpg
Especialidad ginecología
medicina familiar
Sinónimos
Absceso subareolar;
Ectasia ductal;
Inflamación periductal;
Enfermedad de Zuska

La mastitis es un término médico que se refiere a la inflamación de la glándula mamaria en humanos y la ubre en otros mamíferos. Esta condición ocurre cuando los conductos por donde pasa la leche se obstruyen. La mastitis también puede ser conocida como ectasia ductal, inflamación periductal o enfermedad de Zuska.

Cuando la mastitis afecta a madres que están alimentando a sus bebés, se le llama mastitis puerperal. En otros casos, se le llama mastitis no-puerperal. Es muy raro que la mastitis ocurra en hombres o en animales machos.

La mastitis es común en la medicina veterinaria. Afecta al ganado bovino y es causada por bacterias. Esto hace que los pezones y la ubre del animal se pongan duros, interrumpiendo la producción de leche. En su lugar, puede salir un líquido amarillento y con olor, a veces con restos de sangre. En casos muy graves, puede ser mortal para el animal.

Los microorganismos que más a menudo causan mastitis son ciertos tipos de estreptococos, el Staphylococcus aureus y algunas especies de Mycobacterium en humanos. En el ganado bovino, el Arcanobacterium pyogenes puede causar mastitis transmitida por moscas.

¿Qué tan común es la mastitis?

La mastitis afecta a entre el 1% y el 3% de las mujeres que están amamantando a sus hijos.

Tipos de mastitis

La mastitis se puede clasificar en dos tipos principales:

  • Séptica o infecciosa: causada por bacterias, virus u hongos.
  • Aséptica o inflamatoria: no es causada por una infección.

También se clasifica según el momento en que aparece:

  • Mastitis puerperal: ocurre generalmente pocos días o semanas después del alumbramiento (el nacimiento del bebé).
  • Mastitis no-puerperal: ocurre sin estar relacionada con la lactancia.

Como otras condiciones de salud, la mastitis puede presentarse de forma aguda (repentina y de corta duración) o crónica (persistente).

¿Cómo se describe la mastitis?

Existen varios términos para describir la mastitis y sus características, dependiendo de cómo se ve, los síntomas y lo que se encuentra al examinarla:

  • Galactopoyesis: Es la producción continua de leche materna durante la lactancia.
  • Enfermedad secretora: Se refiere a la producción anormal de líquidos en los conductos de la leche.
  • Síndrome de retención: Es cuando las secreciones se acumulan en los conductos, causando inflamación.
  • Galactostasis: Es una acumulación similar al síndrome de retención, pero específicamente de leche materna.
  • Galactoforitis: Es la inflamación de los conductos de la glándula mamaria.
  • Ectasia ductal: Es el ensanchamiento de los conductos de la leche, algo común con la edad.
  • Absceso subareolar: Son acumulaciones de pus debajo o cerca de la areola (la zona oscura alrededor del pezón).
  • Inflamación periductal: Es la inflamación del tejido que rodea los conductos de la leche.
  • Fístula: Son pequeños canales que drenan el pus de un absceso.
  • Enfermedad de Zuska: Es un absceso cerca de la areola, a veces relacionado con cambios en las células de los conductos.

Mastitis puerperal: ¿Qué es y cómo se trata?

Este tipo de mastitis es causada por el bloqueo de los conductos de la leche durante la lactancia. Suele aparecer dos o tres semanas después del parto. Los síntomas pueden variar desde una inflamación hasta la formación de abscesos (acumulaciones de pus).

Puede causar dolor en la zona o la areola. En casos más graves, pueden aparecer síntomas generales como fiebre y escalofríos, parecidos a los de la gripe. La mastitis se diferencia de un simple bloqueo de conductos por la intensidad del dolor, el calor en la zona, el enrojecimiento y la fiebre. A veces, la fiebre es tan alta que se necesitan antibióticos, como penicilinas. Aproximadamente el 10% de los casos desarrollan abscesos que necesitan ser drenados con un procedimiento médico.

¿Cómo se maneja la mastitis puerperal?

Los masajes y la aplicación de calor húmedo en la zona antes de la lactancia pueden ayudar a abrir los conductos. Las compresas frías pueden aliviar el dolor cuando no se está amamantando. Es importante seguir amamantando al bebé del lado afectado, o usar un extractor de leche, para reducir la cantidad de leche acumulada. A veces, la leche puede cambiar de sabor y volverse un poco más salada, lo que podría hacer que el bebé la rechace al principio.

Las grietas o heridas en los pezones aumentan el riesgo de infección. Usar ropa o sostenes muy ajustados también puede causar problemas al comprimir la zona. La bacteria Staphylococcus aureus es la causa más común de infección, y a menudo llega a la zona desde la nariz o los dedos del bebé. Por eso, mantener la higiene del bebé puede ayudar a prevenir que la mastitis vuelva a aparecer. En casos muy graves, puede ser necesario interrumpir la lactancia y usar medicamentos para detener la producción de leche.

¿Cómo se puede prevenir la mastitis puerperal?

Algunos estudios sugieren que manejar el estrés y la fatiga es importante para prevenir la mastitis.

Mastitis no-puerperal: ¿Qué es y cómo se trata?

La mastitis no-puerperal es cualquier inflamación de la zona que no sea un tipo de cáncer o una condición de la piel como la dermatitis. La mayoría de las personas con mastitis no-puerperal son mujeres en edad de tener hijos, aunque también puede ocurrir en mujeres mayores de 60 años. Es muy raro que ocurra en recién nacidos o en niñas antes de la pubertad. En la adolescencia, puede aparecer con síntomas leves que suelen desaparecer sin necesidad de tratamiento médico.

¿Cuáles son los síntomas de la mastitis no-puerperal?

Este tipo de mastitis tiende a afectar una parte específica de la zona, a menudo cerca del pezón y la areola. Raramente afecta toda la zona, y por lo general solo un lado. Algunos signos de inflamación incluyen:

  • Enrojecimiento de la zona afectada.
  • Dolor localizado.
  • Masas que se pueden sentir al tacto.
  • Zonas que se sienten calientes al tocar.
  • La intensidad de la inflamación puede aumentar y disminuir.
  • Puede haber abscesos (acumulaciones de pus).

Los síntomas parecidos a la gripe no son comunes en pacientes que no están amamantando. Algunas formas de mastitis pueden presentar un absceso debajo de la areola, lo que a veces causa que la areola se retraiga.

¿Por qué ocurre la mastitis no-puerperal?

En la mayoría de los casos (80%), la mastitis no-puerperal es causada por el estancamiento de secreciones en los conductos de la leche. Estas secreciones retenidas pueden infectarse o causar inflamación.

Fumar cigarrillos parece ser un factor importante, ya que cerca del 90% de las pacientes son fumadoras. Las personas que fuman actualmente tienen un peor pronóstico y más probabilidades de que los abscesos vuelvan a aparecer.

Otras condiciones como la diabetes o problemas que debilitan el sistema inmune pueden causar infecciones y mastitis. Los piercings en los pezones también aumentan el riesgo de infecciones bacterianas debido a la lesión y el estímulo hormonal.

Otros factores que pueden causar o predisponer a la retención de secreciones incluyen:

  • Complicaciones de una parotiditis (inflamación de las glándulas salivales).
  • Producción anormal de leche.
  • Bloqueo de los conductos de la leche.
  • Traumatismos o lesiones.
  • Irritación causada por la retención de secreciones.
  • Infecciones.

¿Cómo se trata la mastitis no-puerperal?

El tratamiento depende de la causa y de cualquier otra condición de salud que la acompañe. Los medicamentos que reducen la prolactina (una hormona) han demostrado ser efectivos. Se usan antibióticos junto con estos medicamentos si hay una infección clara.

Los medicamentos AINE (antiinflamatorios no esteroideos) se usan para aliviar los síntomas de la inflamación.

En algunos casos complejos, se han probado procedimientos médicos para reducir el riesgo de abscesos recurrentes. Sin embargo, los resultados exitosos son limitados, y se prefiere el tratamiento tradicional cuando es posible. Aproximadamente el 30% de los casos se vuelven crónicos o recurrentes, requiriendo tratamiento a largo plazo.

¿Cuándo se necesita un procedimiento médico?

Las masas dolorosas que aparecen detrás del pezón y la areola se pueden aspirar con una jeringa. El líquido extraído se analiza para detectar microorganismos. Mientras se esperan los resultados, se suele iniciar un tratamiento con antibióticos. Si hay mucho pus, puede ser necesario un procedimiento médico para drenarlo.

Mastitis y el cáncer

Tener mastitis no parece aumentar el riesgo de desarrollar cáncer. Sin embargo, la mastitis puede dificultar el diagnóstico de ciertos tipos de cáncer, lo que podría retrasar el tratamiento.

Algunos tipos de cáncer pueden presentar síntomas muy similares a la mastitis. Por eso, si sientes algún síntoma sospechoso que no desaparece por completo en unas 5 semanas, es muy importante que consultes a un médico para un diagnóstico temprano.

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Mastitis Facts for Kids

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Mastitis para Niños. Enciclopedia Kiddle.