María Colón de la Cueva para niños

María Colón de la Cueva (Madrid, antes de septiembre de 1548-Nueva España, antes del 9 de diciembre de 1600), también llamada María de la Cueva, fue la primera descendiente de Cristóbal Colón en Nueva España (México) y aspirante a sucederle en los títulos del Mayorazgo fundado por él, así como del título de duque de Veragua, después de la muerte de Felipa Colón de Toledo y Mosquera, III duquesa de Veragua; y Diego Colón de Toledo y Pravia, IV almirante de las Indias.

Familia

María fue hija única de Juana Colón de Toledo y Luis de la Cueva y Toledo, hermano de Francisco Fernández de la Cueva y Mendoza, II duque de Alburquerque. Sus abuelos maternos fueron Diego Colón, sucesor de Cristóbal Colón y María de Toledo. Juana era hermana de Luis Colón, el I Duque de Veragua. María, por lo tanto, fue bisnieta de Cristóbal Colón, descubridor de América.

Fue dama de la reina Isabel de Valois, esposa de Felipe II. Se casó en España con el mariscal Carlos de Luna y Arellano, señor de las villas de Ciria y Borobia y después gobernador de Yucatán, hijo de Tristán de Luna y Arellano, gobernador de Florida y de Isabel de Rojas. Procrearon dos hijas:

• Juana Colón de Toledo y de la Cueva, quien se casó con Francisco Pacheco y Bocanegra, marqués de Villamayor;
• Isabel Colón de la Cueva y Rojas (Ciudad de México, 1580-24 de julio de 1640), más conocida como Isabel de Rojas

Merced vitalicia

El 29 de enero de 1537 por Real Provisión, como parte de los acuerdos a los que llegó María de Toledo en el pleito por los derechos de los descendientes de Diego Colón, le asignaron a Juana Colón de Toledo la cantidad de 500 mil maravedís cada año por el resto de su vida. Esta merced pasó a su hija María Colón de la Cueva el 4 de marzo de 1572, aunque su madre Juana aún vivía.

Al casarse con el mariscal e irse a Nueva España solicitó que se le pagaren en la Real Hacienda de la ciudad de México y el 6 de marzo de 1575 por real provisión se le mandó a mudar a la ciudad de México. La merced estaba situada, primero en Puerto Rico, y luego en Panamá. Incluso, existió desde 1574 la opción de cambiar dicha cantidad de dinero por repartimiento de indios, pero parece que no se llevó a cabo porque todavía en 1596 seguía cobrando la merced en tres parcialidades al año.

Viaje a Nueva España

María llegó a Nueva España en agosto de 1575, con ello se convirtió en la primera descendiente directa de Cristóbal Colón en establecerse en Nueva España. Viajó junto con su esposo, el mariscal Carlos de Luna y Arellano, y otras 29 personas a su servicio. Se registraron en Sevilla, se embarcaron a finales de mayo y llegaron en la flota que arribo al puerto de San Juan de Ulúa en agosto.

Vida en Nueva España

En Nueva España vivió, cuando menos, en cuatro lugares: en la ciudad de México (1575), Texcoco (aquí nació su hija Juana), en Puebla (1592), y Antequera en el valle de Oaxaca (1598), esto de acuerdo a los distintos oficios administrativos que ocupó su esposo el mariscal Carlos.

La primera actividad es donde aparece su nombre en el cobro de su merced. El 28 de octubre de 1575, Luis de Velasco, regidor y marido de la hermana de la primera esposa del mariscal, le sirvió de fiador para el cobro de la merced. Los jueces y oficiales del rey en Nueva España le pidieron fianzas y seguridad para el pago de la merced, mientras traían el testimonio de cómo se había testado y borrado de los libros del rey en Puerto Rico.

El 6 de diciembre de 1576, María, junto con su esposo, empeñó parte de la merced a Luis de Peralta en la compra de mercaderías. El trato fue por un poco más de 3,000.00 pesos, María recibía tres pagos al año de 612.75 pesos, por lo que para pagar la deuda cedió cinco de dichos pagos.

En los siguientes años obtuvo varias mercedes de sitios de estancia para ganado mayor en Oaxaca y Veracruz. Cuando el mariscal fue alcalde mayor de Oaxaca, María de la Cueva recibió dos mercedes con un sitio de estancia para ganado mayor en Mictla en 1581 y en 1583, así como otra merced con otro sitio en Cuabitan en 1583. Lo mismo sucedió cuando el virrey Álvaro Manrique de Zúñiga (1585-1590) benefició a su esposo y lo proveyó por castellano en el puerto de San Juan de Ulúa con el corregimiento de Cosamaloapan. María recibió cuatro mercedes con un sitio cada una de ellas en dicho corregimiento en términos del pueblo de Tesechoacán y Amatlán en 1588. También durante esta época recibió María del virrey, merced para carnicería en Izúcar, por 400 pesos.

Pleito por el ducado de Veragua

A la muerte de su madre Juana Colón de Toledo, alrededor de 1592, María se sumó a la lista de los pretendientes por el mayorazgo instituido por Cristóbal Colón, el ducado de Veragua, y de la Vega, el marquesado de Jamaica y almirantazgo de las Indias. Tal sucesión estaba vacante desde 1577 y 1578 cuando murieron los poseedores de dichos títulos: Felipa Colón y Diego Colón, IV almirante de las Indias.

María otorgó testamento el 29 de julio de 1598, en Oaxaca. Falleció antes del 9 de diciembre de 1600, sin que aún se resolviera el pleito. Su hija Juana junto con su marido Francisco Pacheco y Bocanegra continuaron el pleito. Juana, ya viuda y marquesa da Villamayor, viajó a España en 1619 a continuar con el pleito. Aunque los títulos se dieron a Nuño Álvarez Pereira Colón y Portugal, un descendiente de Colón de Portugal en 1605 y el Consejo de Indias dio su último fallo el 2 de diciembre de 1608.