Mario Pantaleo para niños
Datos para niños Siervo de DiosJosé Mario Pantaleo |
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Información personal | ||
Nacimiento | 1 de agosto de 1915![]() |
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Fallecimiento | 19 de agosto de 1992![]() |
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Nacionalidad | Argentina | |
Religión | Iglesia católica | |
Información profesional | ||
Ocupación | sacerdote diocesano | |
José Mario Pantaleo (1 de agosto de 1915 - 19 de agosto de 1992), conocido popularmente como Padre Mario, fue un sacerdote nacido en Pistoia, Italia. Vivió la mayor parte de su vida en Argentina.
El Padre Mario fue muy reconocido por su trabajo en favor de las personas con menos recursos en González Catán, Partido de La Matanza. También estudió psicología y filosofía.
El 22 de noviembre de 2021, se inició el proceso para su beatificación y futura canonización. Desde entonces, se le conoce con el título de Siervo de Dios.
Contenido
¿Quién fue el Padre Mario?
Los primeros años de José Mario Pantaleo
José Mario Pantaleo nació en Pistoia, Italia, el 1 de agosto de 1915. Su familia estaba formada por su padre Enrico, su madre Ida Melani y sus hermanos Andrés, Inés y Salvador.
Su padre administraba propiedades de una familia importante. Sin embargo, con el tiempo, la familia Pantaleo enfrentó dificultades económicas. Esto, junto con la venta de las propiedades y la situación después de la guerra, los llevó a buscar un futuro mejor en Argentina.
La llegada a Argentina y su formación
La familia Pantaleo llegó a Buenos Aires el 28 de enero de 1924. Luego se mudaron a la provincia de Córdoba, donde un tío de Mario ya vivía.
Mario estudió segundo y tercer grado en el colegio Pío X de Córdoba. A mediados de 1927, se trasladó al aspirantado Salesiano de Colonia Vignaud. Allí iban los estudiantes de primaria que querían ser sacerdotes.
A principios de la década de 1930, la familia regresó a Italia y se instaló en Arezzo. En octubre de 1932, a los 17 años, Mario ingresó al seminario Diocesano de Arezzo. Continuó sus estudios en otros seminarios, como los de Viterbo y Salerno.
Debido a la Segunda Guerra Mundial, el seminario de Salerno cerró. Los estudiantes fueron trasladados a Matera, donde Mario terminó sus estudios y fue ordenado sacerdote. El 8 de diciembre de 1944, celebró su primera misa en Pomarico, donde vivía su familia.
El regreso definitivo a Argentina
El 29 de julio de 1948, el Padre Mario regresó a Buenos Aires para quedarse en Argentina. Se reunió con las autoridades de la Iglesia y fue enviado a Casilda, en la provincia de Santa Fe.
Después, fue trasladado a Rosario, Acebal y Rufino. Tras diez años de trabajo sacerdotal en Santa Fe, en 1958 pidió ser trasladado a la ciudad de Buenos Aires.
Allí trabajó en la Capellanía del Hospital Ferroviario y del Hospital Santojanni. También estuvo en la Parroquia del Pilar. Fue en este tiempo cuando se hizo conocido por su habilidad para ayudar a las personas con sus problemas físicos y emocionales.
A finales de los años sesenta, su popularidad creció mucho. Tanta gente quería verlo que se hizo difícil que siguiera en la Parroquia del Pilar.
La Obra del Padre Mario en González Catán
El inicio de un gran proyecto
En esos años, el Padre Mario visitaba los barrios más humildes de Buenos Aires. Cuando dejó la Parroquia del Pilar, usó sus ahorros para comprar un terreno en un barrio muy humilde de González Catán, en el partido de La Matanza. Allí empezó a construir una pequeña casa.
A finales de los años 60, conoció a Perla Gallardo. Ella buscaba ayuda para una enfermedad que los médicos no podían curar. Perla mejoró y, junto a su familia, decidió ayudar al Padre Mario a cumplir su sueño: construir una iglesia y una obra social en González Catán.
Consiguieron donaciones, compraron un terreno y comenzaron la construcción en 1972. La obra se terminó en pocos años. El Padre Mario empezó a celebrar misa en la Capilla Cristo Caminante el 8 de diciembre de 1975.
Creciendo con la comunidad
Al mismo tiempo, el Padre Mario respondió a las necesidades de la comunidad. Así nació la Obra Social Cristo Caminante. Empezó con una guardería para los niños del barrio, cuyos padres salían a trabajar. También creó un lugar de encuentro y atención para los adultos mayores.
Cuando los niños crecieron, se abrió un jardín de infantes, luego una escuela primaria y, más tarde, una escuela secundaria. Muchos amigos se unieron al Padre Mario. Con un método sencillo, que era escuchar las necesidades de la gente, los proyectos y servicios para la comunidad crecieron rápidamente.
Entre 1976 y 1992, año de su fallecimiento, se construyó gran parte de los 15.000 m² que ocupa la Obra hoy. Además de las escuelas, se crearon la Policlínica Cristo Caminante, la escuela laboral para personas con discapacidad Santa Inés, el centro de atención para adultos mayores y un polideportivo.
También se fundaron dos organizaciones: la Fundación Pbro. J. Mario Pantaleo y la Fundación Ntra. Sra. del Hogar. Estas organizaciones dieron una estructura legal a la Obra. Fueron años de mucho trabajo y dedicación. El Padre Mario se entregaba por completo a sus misiones, a ayudar a las personas y a construir la Obra.
El Padre Mario falleció en la ciudad de Buenos Aires el 19 de agosto de 1992. Miles de personas asistieron a su velatorio y acompañaron sus restos. Primero fue enterrado en el Cementerio de la Recoleta. Un año después, sus restos fueron trasladados a su Obra en González Catán, donde descansan actualmente.
Después de su fallecimiento, las personas que trabajaban en la Obra se preocuparon por el futuro. Sin embargo, se organizaron para que la Obra pudiera seguir adelante. Se creó una estructura con diferentes áreas, como Educación, Salud, Comunidad, Deportes, Cultura y Discapacidad. Esta estructura sigue funcionando hoy en día.
¿Qué hace la Obra del Padre Mario hoy?
La Obra del Padre Mario es un gran conjunto de proyectos y servicios para la comunidad de González Catán. En 2015, ofrecía:
- Educación formal (desde jardín de infantes hasta carreras universitarias) y no formal, con más de 3000 alumnos.
- Atención médica con más de 40.000 consultas al año.
- Actividades para adultos mayores, con 75 personas en el centro de día.
- Atención a personas con discapacidad, con casi 300 beneficiarios.
- Un polideportivo al que asisten más de 5000 usuarios.
Además, 250.000 personas al año visitan el lugar donde descansa el Padre Mario y el museo en su honor. En la Obra trabajan casi 600 personas, muchos de ellos jóvenes que estudiaron en sus propias escuelas. La vida de muchas familias del barrio ha cambiado gracias al sueño del Padre Mario.
Miles de amigos y colaboradores, incluyendo la comunidad de González Catán, trabajadores, donantes, voluntarios y gobiernos, hacen posible que todo esto siga creciendo.
Historias y el legado del Padre Mario
Sus habilidades especiales
En 1958, el Padre Mario decidió viajar a Buenos Aires para estudiar filosofía, algo que le apasionaba. Pidió ser trasladado y fue asignado al Hospital Ferroviario. Fue en este momento cuando comenzó a ser conocido por su capacidad para ayudar a las personas con sus problemas de salud. Atendía a un número creciente de personas en su pequeño departamento.
El Padre Mario empezó a pensar en comprar un terreno en González Catán. Sin embargo, las autoridades de la Iglesia dudaban en darle una capilla allí debido a su creciente fama.
Durante nueve años, además de su trabajo en el Hospital Ferroviario y como sacerdote asistente en la iglesia de Nuestra Señora del Pilar, Mario Pantaleo dormía en un baño del subsuelo del Hospital Santojanni, donde era asistente del capellán.
Personas de todas las condiciones sociales visitaban al Padre Mario en busca de ayuda. Entre ellos, figuras conocidas como el historiador Félix Luna, el escritor Ernesto Sabato, la empresaria Amalia Fortabat y expresidentes como Carlos Menem y Arturo Frondizi.
El Padre Mario siempre decía que las curaciones venían de Dios. Él se veía a sí mismo solo como la "guitarra", y a Dios como el "guitarrero".
En 1972, se colocó la primera piedra de la Iglesia Cristo Caminante, que se inauguró tres años después. Luego se construyeron la Guardería, el jardín de infantes, la escuela primaria y secundaria, la escuela para personas con discapacidad, el polideportivo, el centro de atención a adultos mayores, la panadería y el centro de capacitación laboral, entre otros.
Un último acto de ayuda y su partida
Su último acto de ayuda en vida ocurrió en el Hospital Ferroviario, donde pasó sus últimos días. Desde su cama, el Padre Mario bendijo varias veces a su compañera de cuarto, una joven de 16 años que estaba en una situación de salud muy delicada. Unos años después, en San Diego (California), la joven pudo levantarse de su silla de ruedas.
El 19 de agosto de 1992, pocos días después de cumplir 77 años, falleció en la Ciudad de Buenos Aires. Durante los días de su velatorio en González Catán, más de quince mil personas pasaron a despedirse.
Inicialmente fue enterrado en el Cementerio de la Recoleta. El 8 de mayo del año siguiente, más de 15.000 personas acompañaron sus restos a su lugar de descanso final: el mausoleo en su fundación principal, en González Catán.
Las historias de ayuda del Padre Pantaleo continuaron incluso después de su fallecimiento. Un caso notable es el del Sr. Mario Sancho, quien quedó con dificultades para moverse después de un ACV. El 19 de agosto de 2002, diez años después del fallecimiento del Padre Pantaleo, el Sr. Sancho salió de su casa en un momento de gran desesperación. En la calle, un hombre, a quien luego reconoció como Pantaleo, se le acercó, le tocó el rostro y, en ese mismo instante, el Sr. Sancho comenzó a caminar con total normalidad.
El Padre Mario en el cine
En el año 2006, la vida del Padre Mario fue llevada al cine con la película Las manos, dirigida por Alejandro Doria. En ella, Jorge Marrale interpretó al Padre Mario y Graciela Borges a Perla, su asistente y colaboradora principal.