Luis Despuig para niños
Datos para niños Luis Despuig |
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Maestre de la Orden de Montesa y Lugarteniente General del Reino de Valencia | ||
![]() Detalle de La Virgen del Caballero de Montesa (Museo del Prado).
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Información personal | ||
Nombre completo | Luis Despuig (Lluís Despuig) | |
Nacimiento | c. 1410 Játiva, Valencia |
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Fallecimiento | 3 de octubre de 1482 Palacio del Temple, Valencia |
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Luis Despuig (nacido en Játiva alrededor de 1410 y fallecido en Valencia el 3 de octubre de 1482) fue un importante noble de Valencia. Llegó a ser el líder principal de la Orden de Montesa, conocida como Maestre, y trabajó mucho para los reyes de la Corona de Aragón.
Luis Despuig venía de una familia noble de menor rango. Su padre, Bernat Despuig, era un oficial del rey en Játiva. Desde joven, Luis se unió a la Orden de Montesa, donde fue ascendiendo. Ocupó cargos como Alférez, Comendador de Perputxent y Clavero, hasta que en 1453 se convirtió en Maestre. Al mismo tiempo, Luis Despuig entró a formar parte de la corte del rey Alfonso V el Magnánimo. Sirvió fielmente a la Corona de Aragón durante 51 años (desde 1431 hasta 1482) y bajo el reinado de tres reyes diferentes: Alfonso V, Juan II y Fernando el Católico.
¿Quién fue Luis Despuig y su familia?
Luis Despuig pertenecía a una familia noble de Játiva llamada Despuig. Su padre era Bernat Despuig, y tenía dos hermanos, Francesc y Bernat. Luis no era el hijo mayor, sino uno de los menores. No se sabe con seguridad si era el segundo o el tercero de los hermanos.
La importancia de la familia Despuig en Játiva
La familia Despuig estuvo muy ligada al cargo de "Baile" de Játiva, que ocuparon durante todo el siglo XV. Un "Baile" era un oficial que administraba los bienes del rey en una zona. Era común en la Edad Media que ciertos cargos importantes pasaran de padres a hijos en una misma familia. Esto ayudaba a las familias a subir de posición social y, a la vez, beneficiaba a los reyes al conseguir aliados fuertes en las ciudades.
La relación de la familia Despuig con la monarquía no se limitaba solo a la administración. También ofrecieron muchos servicios militares y políticos. Por ejemplo, el padre de Luis, Bernat Despuig, participó en negociaciones importantes entre el rey Martín el Humano y el Papa Benedicto XIII. Estas negociaciones llevaron a que la Orden de San Jorge de Alfama se uniera a la Orden de Montesa en 1399. Además, los hermanos de Luis, Francesc y Bernat, participaron en varias campañas militares del rey Alfonso el Magnánimo, como una expedición naval en 1420.
La vida de Luis Despuig: Un camino de servicio
Los primeros pasos de Luis Despuig
Los primeros años de Luis Despuig estuvieron marcados por dos cosas importantes: su unión a la Orden de Montesa y su entrada en la Corte Real.
Comenzó su carrera como caballero de Montesa bajo la dirección del maestre frey Romeu de Corbera. Al principio, no hay mucha información sobre su papel en la orden, solo que fue nombrado Alférez en 1430. Este cargo era más simbólico y consistía en llevar el estandarte de la milicia en las batallas. Más tarde, siguió ascendiendo y recibió el cargo de Comendador de Perputxent.
El otro hecho importante fue su ingreso en la Corte del rey Alfonso el Magnánimo en 1431. Empezó como "lloctinent de senyaler", un puesto menor que le abrió las puertas para avanzar al servicio del rey. Las familias nobles de la época buscaban colocar a sus miembros en cargos importantes para ganar influencia y poder. La monarquía también se beneficiaba de esto, ya que al integrar a estas familias poderosas en su gobierno, podía controlar mejor el país.
Las campañas en Nápoles: Un líder militar (1432-1442)
En 1432, Luis Despuig participó en sus primeras acciones militares en Sicilia, que se usó como base para conquistar Nápoles. Como "lloctinent de senyaler del senyor rey", se unió a la flota real con otros caballeros. Después de esta primera expedición, ascendió a "banderer o estandarder" y continuó sirviendo como militar durante toda la conquista del reino de Nápoles.
En 1441, tuvo mucha actividad en las campañas de verano y otoño, que fueron clave para la victoria del rey sobre las tropas de Renato de Anjou. En una de estas campañas, el rey se dirigió al noroeste de Nápoles para tomar castillos, mientras el resto del ejército mantenía el asedio a la capital. Luis Despuig lideró un grupo de 12 jinetes como capitán. En la batalla de Biccari, en la Apulia, tuvo la oportunidad de destacar. Se puso al frente de las tropas reales para dirigir el ataque a la ciudad.
Un relato de la época describe cómo Luis Despuig, a pesar de ser atacado, se mantuvo firme. Incluso cuando lo arrojaron a un foso, se levantó y volvió a su posición. Con la ayuda de sus compañeros, que lo sostenían con sus lanzas, siguió luchando valientemente. Recibió una herida debajo del ojo derecho, pero no se rindió. Finalmente, una parte del muro de la ciudad se derrumbó, permitiendo que las tropas entraran y tomaran el lugar. La toma de Biccari le dio a Luis Despuig un gran prestigio en el ejército aragonés.
Luis Despuig: Un diplomático de confianza (1442-1458)
Después de la conquista de Nápoles en 1442, Luis Despuig se convirtió en una persona de mucha confianza para Alfonso el Magnánimo. Actuó como embajador del rey de Aragón ante otros gobernantes importantes de Europa.
Entre 1443 y 1446, Alfonso V le encargó varias misiones diplomáticas ante el rey de Castilla para resolver problemas familiares. Por esas mismas fechas, Luis Despuig fue nombrado Clavero de la Orden de Montesa. Aunque no pudo ejercer mucho este cargo debido a sus misiones políticas, el título le dio más reconocimiento.
En 1447, se le confió una de las misiones diplomáticas más importantes del reinado de Alfonso V. El duque de Milán, Felipe María Visconti, no tenía hijos varones y decidió dejar todas sus posesiones y su título de duque al rey de Aragón en su testamento. El duque pidió al rey que le enviara a alguien de su total confianza para hablar de estos asuntos tan importantes. Luis Despuig fue el elegido para ir a Milán y negociar con el duque. El rey Alfonso le dio plenos poderes para recibir los territorios de Milán en su nombre. Sin embargo, el duque falleció meses después, y las negociaciones no pudieron completarse.
Entre 1448 y 1453, Luis Despuig continuó realizando diversas tareas para el rey Alfonso: negociaciones con Milán, dirección de tropas en el norte de Italia, y negociaciones con la República de Venecia.
En 1453, mientras estaba en Venecia como embajador, fue elegido Maestre de la Orden de Montesa. Sin embargo, no pudo tomar posesión del cargo hasta dos años después. A lo largo de su vida, su trabajo como Maestre de la Orden de Montesa fue limitado, ya que los reyes de Aragón siempre le pedían que realizara otras tareas importantes para la Corona.
Al servicio de Juan II y Fernando II (1458-1482)
Cuando Alfonso el Magnánimo murió en 1458, el Reino de Nápoles se separó de la Corona de Aragón. Luis Despuig regresó a la península ibérica y siguió sirviendo al nuevo rey, Juan II, hermano del rey fallecido. Su experiencia en Italia lo convirtió en un experto y asesor en los asuntos de esas tierras. Sus grandes habilidades como diplomático y su alta posición en el ejército aragonés le permitieron mantener la importancia que Alfonso V le había dado.
A partir de entonces, el nombre de Luis Despuig estuvo ligado a todos los eventos importantes del reinado de Juan II: los problemas con el príncipe Carlos, la rebelión en Cataluña, las negociaciones con Luis XI de Francia y los enfrentamientos con el condestable de Portugal. Su actuación más conocida fue probablemente en la Guerra Civil Catalana, especialmente en el suceso de la Força de Gerona. Allí, logró defender la fortaleza del asedio del Conde Hugo Roger de Pallars. En esa fortaleza se encontraban la reina Juana Enríquez y el príncipe Fernando, quien más tarde sería Fernando II de Aragón, con solo 10 años de edad.
Al finalizar la guerra en Cataluña, el Maestre de Montesa dejó de participar en batallas. Aunque ya era mayor, su experiencia y habilidades políticas le permitían seguir sirviendo a la monarquía, como lo había hecho por más de 40 años. El rey Juan II también lo pensó así, y el 13 de noviembre de 1472, nombró a su fiel consejero como Lugarteniente General del Reino de Valencia. Desde entonces, Luis Despuig gobernó los territorios valencianos como representante del rey hasta 1478.
Un año después, Juan II murió, y Fernando II fue nombrado rey de Aragón. El nuevo rey no dudó en confirmar los privilegios que sus predecesores habían concedido a Luis Despuig. Le permitió dedicarse más a sus responsabilidades dentro de la Orden de Montesa, algo que había pospuesto mucho por sus obligaciones en la corte.
Sin embargo, en 1482, el rey Fernando le pidió un último servicio. La inestabilidad política y económica en el Reino de Valencia era un problema serio para los planes del rey. La guerra con Granada estaba cerca, y el rey necesitaba ir al sur con su ejército, pero no quería dejar los problemas sin resolver. Por eso, recurrió al Maestre de Montesa para que, con su experiencia, calmara la situación en Valencia. Así, el 28 de junio de 1482, Fernando el Católico nombró por segunda vez a Luis Despuig como Lugarteniente General del Reino de Valencia.
Pero los planes del rey Fernando II no pudieron cumplirse. El 3 de octubre de 1482, Luis Despuig falleció en el Palacio maestral de Valencia. Con su muerte, se perdieron las esperanzas del Rey Católico de estabilizar el reino de Valencia.