La Quinta Angustia (Gregorio Fernández) para niños
Datos para niños La Quinta Angustia |
||
---|---|---|
![]() |
||
Autor | Gregorio Fernández | |
Creación | c. 1625 | |
Ubicación | Iglesia de San Martín de Valladolid (Castilla y León, España) | |
Estilo | barroco | |
Material | madera policromada | |
Dimensiones | 146 × 202 cm | |
La Quinta Angustia, también conocida como Nuestra Señora de la Piedad o simplemente la Piedad, es una importante escultura creada por Gregorio Fernández alrededor del año 1625. Esta obra de arte se encuentra en la Iglesia de San Martín en la ciudad de Valladolid, España.
Contenido
Historia de la escultura: ¿Cómo llegó a la Iglesia de San Martín?
¿Cuál fue el origen de la escultura?
La escultura de La Quinta Angustia fue creada originalmente como un relieve. Esto significa que estaba tallada para sobresalir de una superficie, no para ser una figura completamente tridimensional. Al principio, se encontraba de forma permanente en un nicho (un hueco en la pared) del retablo principal. Este retablo estaba en la Capilla de Nuestra Señora de la Soledad, dentro del antiguo Convento de San Francisco de Valladolid.
El convento fue demolido en 1837 debido a cambios en las leyes del país. Gracias a un antiguo escrito de 1660, sabemos que la obra fue hecha por Gregorio Fernández. Desde entonces, muchos expertos han confirmado que esta escultura es de su autoría, basándose en su estilo único.
¿Quién encargó esta importante obra?
La capilla donde se encontraba la escultura fue fundada en 1590 por Juan de Sevilla y Ana de la Vega. Años después, el cuidado de la capilla pasó a Francisco de Cárdenas. Él encargó La Quinta Angustia alrededor de 1625. También pidió un retablo para colocar la escultura, que se terminó hacia 1627.
Se cree que la idea de esta obra y la elección del escultor pudieron estar influenciadas por otra escultura de Fernández. Esta otra obra, llamada La Sexta Angustia, fue creada en 1616. En ella, el artista ya había mostrado una Piedad muy original, tallando a Cristo y la Virgen en un solo bloque de madera.
¿Cómo se trasladó la escultura a su ubicación actual?
La Quinta Angustia estuvo en la iglesia del convento franciscano hasta 1836. En ese año, debido a las leyes de la época, muchos bienes de los conventos fueron tomados por el Estado. Algunas obras se destruyeron, y otras se guardaron en el Palacio de Santa Cruz. Este palacio se convertiría más tarde en el Museo Nacional de Escultura.
A diferencia de muchas obras que fueron a parar a museos, la escultura de Fernández fue reclamada por la familia Salcedo y Rivas. Ellos eran descendientes de la familia Cárdenas y Vega, quienes habían encargado la obra. Los Salcedo y Rivas tenían una capilla en la Iglesia de San Martín. Allí colocaron el retablo y la escultura.
Con el tiempo, la escultura se hizo muy popular en el barrio de San Martín. Por eso, en 1912, se decidió moverla a un altar más visible dentro de la misma iglesia. Finalmente, se instaló en la segunda capilla del lado del evangelio, que hoy se conoce como la Capilla de la Piedad. Este cambio se hizo para darle a la obra de Fernández un lugar más destacado.
¿Qué papel juega la Cofradía de Nuestra Señora de la Piedad?
A partir de 1920, se impulsó la recuperación de las antiguas hermandades religiosas. La Cofradía de la Piedad, fundada en 1578, fue restablecida en 1924. Al principio, su sede estaba en otra iglesia, pero en 1937 se trasladó a la Iglesia de San Martín. Esto se hizo porque allí se encontraba la escultura de La Quinta Angustia.
La Piedad desfiló por primera vez en una procesión de Semana Santa en 1927. Esto fue posible gracias a un permiso especial, ya que otra escultura similar no podía salir por motivos de conservación. En 1930, la hermandad decidió que la obra de Fernández sería su imagen principal.
Para que la escultura pudiera participar en las procesiones, se le hicieron algunos cambios. La parte trasera del manto de la Virgen, que estaba hueca, se cubrió. También se añadió una cruz de plata detrás de la escultura y se colocaron adornos de plata en la Virgen y en Cristo. Durante algunos años, la escultura desfiló acompañada de otras figuras, como San Juan y María Magdalena.
¿Hubo un nuevo traslado y un desacuerdo?
En 1965, parte de la Iglesia de San Martín se derrumbó debido a la falta de mantenimiento. Afortunadamente, la escultura no sufrió daños. Entre 1986 y 1987, se limpiaron las capas de pintura antiguas de la obra. En 2004, una nueva limpieza permitió recuperar los colores originales.
En 2001, la iglesia comenzó a ser restaurada. La escultura fue trasladada temporalmente a un convento cercano. En 2007, cuando la restauración terminó, se esperaba que La Quinta Angustia regresara a San Martín. Sin embargo, la Cofradía de la Piedad decidió no devolverla. Argumentaron que la escultura estaba muy bien cuidada en el convento y que la capilla de San Martín tenía problemas de humedad y el retablo estaba dañado.
Esta decisión causó un gran desacuerdo. La hermandad decía ser la dueña de la obra, aunque no había documentos que lo probaran. Como protesta, el párroco de San Martín colocó una foto de la escultura en el nicho vacío del retablo. Finalmente, el Vaticano intervino en 2010 y ordenó que la escultura regresara a la Iglesia de San Martín.
El conflicto terminó en octubre de 2011 con un acuerdo. La Quinta Angustia regresó a su retablo en la Capilla de la Piedad el 18 de diciembre. El traslado fue una procesión solemne, con mucha gente y miembros de la cofradía. La escultura fue recibida con alegría en la iglesia, donde hoy se le rinde culto.
Descripción de la escultura: ¿Cómo es La Quinta Angustia?
La escultura de La Quinta Angustia es una representación de la Virgen María sosteniendo el cuerpo de Jesús después de su crucifixión. Esta forma de arte, conocida como Piedad, se hizo popular en Europa a partir del siglo XIII. Muestra el profundo dolor de María.
En esta obra de Gregorio Fernández, que mide 146 cm de alto y 202 cm de ancho, la Virgen aparece arrodillada. Su rostro y brazos están levantados en señal de súplica y gran dolor. El cuerpo de Jesús descansa en su regazo, con un paño que lo cubre.
Aunque la escultura parece sencilla, tiene muchos detalles que transmiten emociones. A pesar de haber sido diseñada para verse de frente, las figuras tienen tanto volumen que sobresalen mucho. Esto crea efectos de luz y sombra muy intensos. La forma en que las cabezas están giradas permite que la obra transmita la misma emoción desde cualquier ángulo.
Fernández combinó elementos de forma magistral. El cuerpo de Cristo, sin vida, tiene una anatomía muy detallada. Los brazos levantados de María y su rostro girado son típicos del estilo barroco. El manto de la Virgen cae de forma vertical, envolviendo la obra con delicadas formas que imitan la tela. Las figuras se ven muy vivas y naturales, mostrando el gran dominio del espacio del artista.
La figura de Jesús es serena y muy realista. Su cuerpo está arqueado y cubierto por un paño. La herida de la lanza es visible en su costado derecho. La cabeza de Cristo es muy característica del artista, con una barba y cabello tallados con gran detalle. Sus ojos, hechos de cristal, tienen una mirada perdida. La boca está entreabierta, mostrando dientes de hueso y la lengua, lo que sugiere el último aliento. La piel es pálida, con marcas de golpes en tono violeta y pequeñas gotas de sangre hechas con resina.
La Virgen, en contraste con la quietud de Cristo, muestra mucho movimiento. Sus brazos están levantados en señal de desesperación, y sus manos están tensas, con los dedos separados en un gesto de súplica. Aunque está emocionalmente destrozada, se mantiene erguida sobre una rodilla. Sus ropajes son típicos del estilo de Fernández: una túnica roja, un manto azul y tocas que cubren su cabeza.
Los pliegues de la ropa son suaves, lo que diferencia esta obra de otras anteriores del artista, que tenían pliegues más rígidos. Esto muestra el deseo de Fernández de lograr un mayor realismo. El rostro de la Virgen, clásico y muy dramático, tiene cejas arqueadas, párpados ligeramente bajos y la vista dirigida al cielo. La nariz es recta y la boca está entreabierta, con dientes de hueso y ojos de vidrio para un mayor realismo. Los colores de la escultura son propios de principios del siglo XVII, con la piel pintada como si fuera un cuadro y las telas con tonos lisos y adornos discretos.
El retablo donde se encuentra la escultura es de estilo clásico. Tiene un cuerpo principal con un nicho central, un banco en la parte inferior y un ático en la superior. El nicho está enmarcado por columnas. En el banco hay pinturas de santos, lo que se explica porque la obra estuvo originalmente en un convento. En la parte superior del retablo, hay una pintura que representa al Espíritu Santo.
Legado de La Quinta Angustia: ¿Por qué es tan importante?
La Quinta Angustia se ha convertido en un símbolo de Valladolid. Su influencia fue tan grande que se hicieron muchas copias en España durante los siglos XVII y XVIII. Una de las copias más destacadas es la que hizo Antonio Vaquero en 1943, que se encuentra en la Catedral de Santander. Fue un regalo de Valladolid en memoria de los marineros que fallecieron en la Guerra Civil.
Esta escultura es una de las Piedades más famosas de Gregorio Fernández, junto con la que hizo para el grupo de La Sexta Angustia. El escultor realizó otras tres Piedades importantes: una en la Iglesia del Carmen de Burgos (1610-1612), otra en el Monasterio de Santa Clara de Carrión de los Condes (1620) y una más en la Iglesia de Santa María de La Bañeza (1628).
La Quinta Angustia participó en la exposición Passio en 2011. También fue trasladada a Madrid en agosto de ese año para formar parte del Vía Crucis de la Jornada Mundial de la Juventud. Después de la exposición, regresó a la Iglesia de San Martín.
La escultura fue la protagonista del cartel de la Semana Santa de Valladolid en 2012. Actualmente, La Quinta Angustia desfila en varias procesiones durante la Semana Santa: en la Procesión de la Piedad en la medianoche del Miércoles al Jueves Santo, en la Procesión de Penitencia y Caridad la tarde del Jueves Santo, y en la Procesión General de la Sagrada Pasión del Redentor el Viernes Santo.