Justo del Castillo Quintana para niños
Datos para niños Justo del Castillo Quintana |
||
---|---|---|
Información personal | ||
Nombre de nacimiento | Justo del Castillo y Quintana | |
Nacimiento |
28 de mayo de 1841 ![]() |
|
Fallecimiento | 12 de enero de 1912![]() ![]() |
|
Nacionalidad | Española | |
Familia | ||
Cónyuge | Carolina Díaz Calderón | |
Hijos | Juan del Castillo Díaz | |
Educación | ||
Educado en | Escuela Industrial Superior de Madrid | |
Información profesional | ||
Ocupación | Ingeniero, profesor, arqueólogo, concejal del Ayuntamiento de Gijón | |
Conocido por |
Fundar la Escuela de Artes y Oficios de Gijón fundar el primer balneario de Gijón |
|
Justo del Castillo Quintana (nacido en Santander el 28 de mayo de 1841 y fallecido en Gijón el 19 de enero de 1912) fue un destacado ingeniero, profesor y escritor español. Es recordado por su importante labor en la educación y el desarrollo de Gijón. Fue profesor y director en varias instituciones educativas, como la Escuela de Artes y Oficios de Gijón y el Real Instituto Jovellanos.
Contenido
Biografía de Justo del Castillo
Justo del Castillo Quintana nació en una familia con historia. Su padre, Juan del Castillo Palazuelos, venía de una familia noble, y su madre era Balbina Quintana Colomer. Justo fue uno de doce hermanos.
Formación y primeros trabajos
A los 23 años, Justo se graduó como Ingeniero Industrial en la Escuela Industrial Superior de Madrid. Su proyecto final de carrera trató sobre el diseño de un taller para trabajar mármoles y jaspes. Después de sus estudios, trabajó en el Real Cuerpo de Monteros de Espinosa.
En 1865, se mudó a Asturias para supervisar la construcción de una parte del ferrocarril entre Oviedo y Gijón. Un dato curioso es que el famoso escritor de comedias Vital Aza trabajó bajo sus órdenes como dibujante en esa época.
Vida familiar y aportes a la sociedad
En 1866, Justo se casó en Gijón con Carolina Díaz Calderón. Tuvieron dos hijos: Carolina del Castillo Díaz, quien se convirtió en pintora, y Juan del Castillo Díaz, que siguió los pasos de su padre como ingeniero y también fue farmacéutico. Juan llegó a dirigir la Escuela Industrial de Gijón.
En 1870, Justo del Castillo fue nombrado "almotacén" de Asturias. Su trabajo consistió en cambiar los antiguos pesos y medidas por el sistema métrico decimal, que era nuevo en España en ese momento. Esto ayudó a que las medidas fueran iguales en toda la provincia.
Descubrimientos arqueológicos
Justo del Castillo tenía un gran interés por la arqueología y realizó importantes hallazgos. En 1874, explorando la cueva de La Vieja en Quirós (Asturias), encontró herramientas antiguas y un esqueleto. En 1881, descubrió la Cueva de Collubil, en Amieva (Asturias), donde halló muchas herramientas de piedra y hueso, como hachas y puntas de flecha. Estas piezas fueron enviadas a museos en Madrid y Oviedo.
Participación en la política local
En 1873, cuando se proclamó la Primera República, Justo del Castillo fue elegido concejal del Ayuntamiento de Gijón. Se encargó de comisiones importantes como la de Alumbrado Público y la de Educación. También participó en la idea de crear el Ateneo Casino Obrero de Gijón, una institución cultural y educativa para trabajadores, de la que fue uno de los fundadores en 1881.
Justo del Castillo fue un gran defensor de la construcción del puerto de El Musel en Gijón. Hubo un debate en la ciudad entre quienes querían un nuevo puerto (los "muselistas") y quienes preferían ampliar el antiguo (los "apagadoristas"). Justo apoyó con entusiasmo la opción de El Musel, que finalmente se inauguró en 1891.
El primer balneario de Gijón
En 1873, Justo del Castillo construyó el primer balneario de Gijón en la playa de San Lorenzo. Este lugar ofrecía "baños de olas y baños calientes", lo que contribuyó al inicio del turismo en la ciudad. En 1887, reconstruyó el balneario y lo llamó "Las Carolinas", en honor a su hija Carolina.
Justo del Castillo falleció el 19 de enero de 1912, mientras aún estaba trabajando. Su entierro fue al día siguiente, justo 24 años después de la inauguración de la Escuela de Artes y Oficios de Gijón, una institución que él mismo había impulsado.
Actividad pedagógica y educativa
Justo del Castillo dedicó gran parte de su vida a la enseñanza.
Profesor en el Instituto Jovellanos
En 1867, Justo del Castillo comenzó a dar clases como profesor auxiliar de Mecánica Industrial en el Real Instituto Jovellanos. Después de unos años, en 1883, fue nombrado catedrático (profesor titular) de esta asignatura y continuó enseñando allí. También estudió química y amplió sus conocimientos en el extranjero.
Impulsor de la Escuela de Artes y Oficios
En 1881, se creó una Escuela de Artes y Oficios para artesanos en Gijón, y Justo del Castillo impartió clases de Aritmética, Geometría y Construcción. Esta escuela municipal fue reemplazada por la Escuela de Artes y Oficios de Gijón, creada por el Estado en 1886.
Justo del Castillo fue nombrado director de esta nueva Escuela de Artes y Oficios. Además de dirigirla, enseñaba Aritmética, Geometría y Principios del Arte de Construcción. Su trabajo fue tan importante que cuatro años después fue confirmado en sus cargos como director y profesor. En 1892, representó a la Escuela en un congreso educativo internacional que se celebró en España.
Otros cargos directivos
En 1894, Justo del Castillo dejó su puesto de director de la Escuela de Artes para dedicarse por completo a su cátedra en el Real Instituto Jovellanos. Un año después, en 1895, fue nombrado director del Real Instituto Jovellanos. Durante su dirección, el instituto pasó a depender del Estado.
También dirigió la Escuela Elemental de Comercio en Gijón, que se creó en 1899 y estaba en el mismo edificio que el Instituto Jovellanos. Sin embargo, esta escuela fue eliminada dos años después. En 1905, Justo del Castillo dejó de ser director del Instituto Jovellanos y regresó a la Escuela Superior de Industrias (antes Escuela de Artes y Oficios), donde enseñó Química y Construcción de Máquinas.
Contribuciones al Ateneo Obrero
Además de su trabajo en las escuelas, Justo del Castillo fue muy activo en el Ateneo Obrero de Gijón. Allí dio clases muy útiles para los trabajadores, como "Corte de piedras, maderas y hierros". De estas clases surgió su libro Principios del arte de construcción (1890). También dio muchas conferencias sobre temas como la máquina de vapor y la ciencia.
Obras destacadas
Justo del Castillo Quintana escribió varios libros y artículos, entre ellos:
- Memoria del proyecto de un taller de aserrío, de mármoles y jaspes... (1863)
- Principios del Arte de Construcción (1890)
Reconocimientos
En honor a su legado, desde el 11 de agosto de 1998, una avenida en La Guía (Gijón) lleva su nombre.