José de la Borda para niños
Datos para niños José de la Borda |
||
---|---|---|
![]() |
||
Información personal | ||
Nacimiento | 1699 Oloron (Francia) |
|
Fallecimiento | 30 de mayo de 1778 | |
Información profesional | ||
Ocupación | Empresario | |
José de la Borda, cuyo nombre completo era Joseph Gouaux de Laborde Sánchez, fue un importante empresario de origen franco-español. Nació en 1699 en Oloron, Francia, y falleció el 30 de mayo de 1778.
Se hizo muy rico en la Nueva España (lo que hoy es México) durante el siglo XVIII. Su fortuna provino de las minas de plata en lugares como Taxco y Zacatecas. En su época, fue considerado uno de los hombres más ricos de la Nueva España. Hoy se le recuerda por las impresionantes construcciones que ayudó a financiar, como el famoso Templo de Santa Prisca de Taxco.
Contenido
¿Cómo llegó José de la Borda a la Nueva España?
No se sabe con total seguridad dónde nació José de la Borda, pero se cree que fue entre 1699 y 1700. Pudo haber nacido en la provincia de Jaca, en España, o en la provincia de Bearne, en Francia.
Era el segundo hijo de Pierre Laborde, un militar francés, y Magdalena Sánchez, de origen español. Su hermano mayor, Francisco, viajó a México en 1708. Ocho años después, en 1716, José fue invitado por su hermano para trabajar en una mina llamada La Lajuela. Esta mina estaba cerca de Taxco.
En ese tiempo, Taxco era una zona muy rica en minas de metales preciosos como plata y oro. José llegó a México cuando tenía 17 años. En 1720, se casó con Teresa Verdugo, quien era hermana de la esposa de su hermano Francisco. Tuvieron dos hijos, Ana María y Manuel, aunque Ana María falleció poco después de nacer.
¿Cómo fue la carrera minera de José de la Borda?
Después de trabajar varios años con su hermano, José decidió buscar nuevas minas por su cuenta. En 1734, encontró una mina muy exitosa en Tlalpujahua. En 1738, su hermano Francisco falleció y José heredó su fortuna y propiedades.
Además, José ordenó explorar más a fondo la mina La Lajuela, donde encontraron mucha plata. Con el dinero que ganó, José de la Borda decidió construir el gran Templo de Santa Prisca de Taxco. Cuando los recursos de La Lajuela empezaron a agotarse, José descubrió otra mina aún más rica en Taxco, a la que llamó San Ignacio.
Con las ganancias de esta nueva mina, José ordenó remodelar y ampliar la iglesia de Santa Prisca. Sin embargo, esta mina solo produjo plata por nueve años.
Los desafíos y el éxito en Zacatecas
Para 1760, las minas de Borda ya no tenían muchos recursos. Esto lo obligó a buscar nuevas minas en 1761 en Real del Monte y Chontalpa. En ese momento, José de la Borda casi no tenía dinero.
Tuvo que usar como garantía el Templo de Santa Prisca, su última gran propiedad en Taxco, para financiar una nueva expedición a Zacatecas. Al llegar a Zacatecas, comenzó a trabajar en la mina "La Quebradilla". Las ganancias no eran tan buenas como esperaba y apenas le alcanzaban para pagar sus deudas.
Con lo poco que le quedaba, decidió abrir otra mina llamada "La Esperanza". Esta mina lo convirtió de nuevo en uno de los hombres más ricos de la región. José de la Borda se hizo el hombre más adinerado de Zacatecas, como lo había sido en Taxco, y fue nombrado regente de la ciudad.
El final de su vida
Para 1776, José de la Borda estaba débil debido a su edad y a problemas de salud relacionados con el trabajo en las minas. Quería regresar a Taxco, pero su hijo Manuel lo convenció de retirarse en la Casa Borda, en Cuernavaca, donde Manuel vivía y era sacerdote.
Poco antes de su fallecimiento en 1778, su propio hijo le dio los últimos ritos religiosos. Se calcula que la fortuna de Borda por sus minas en México llegó a ser de 40 millones de pesos. Se cree que, en el mejor momento de su carrera, fue el hombre más rico de México y quizás del mundo.
¿Qué monumentos arquitectónicos patrocinó?

José de la Borda es recordado principalmente por cuatro construcciones importantes que aún existen:
- El Templo de Santa Prisca de Taxco y la Casa Borda en Taxco de Alarcón.
- La Casa Borda en la Ciudad de México.
- El Jardín Borda en Cuernavaca.
El más lujoso y grande de estos es el Templo de Santa Prisca. Fue construido entre 1751 y 1758. Para su construcción y decoración, Borda contrató a los mejores arquitectos y artistas de la época, como Miguel Cabrera. Como él pagó todo, tuvo control total sobre cómo se vería.
El templo tiene un estilo barroco y churrigueresco, con dos grandes torres de piedra rosa. El órgano de la iglesia es de madera fina y todavía funciona, 250 años después de haber sido traído de Alemania. El templo fue dedicado a Santa Prisca, una mujer romana que fue valiente en su fe. En su tiempo, la iglesia de Santa Prisca era una de las más adornadas de la Nueva España. Muchas de sus esculturas y detalles estaban cubiertos de oro y joyas. Algunos objetos del templo fueron llevados a la catedral de la Ciudad de México y a la catedral de Notre Dame en París.
Entre 1755 y 1797, Borda también financió la construcción de la Parroquia de Santiago Apóstol y Santuario de la Virgen del Buen Suceso, en Santiago Tianguistenco, en el Estado de México.
El Jardín Borda
El Jardín Borda fue originalmente una gran mansión en Cuernavaca que pertenecía a la familia. José de la Borda falleció allí en 1778. Más tarde, su hijo Manuel transformó los terrenos de la casa en jardines. Los llenó de flores y árboles frutales porque le gustaba la botánica.
En estos jardines también hay muchas fuentes y lagos artificiales que se añadieron en 1783. En 1865, el Jardín Borda se convirtió en la casa de verano del emperador Maximiliano I de México y su esposa Carlota de México. También recibió a figuras importantes como Porfirio Díaz y Emiliano Zapata en los siglos XIX y XX. Hoy en día, los jardines son un parque público y la casa es un museo, el Museo Jardín Borda.
La Casa Borda en la Ciudad de México
La Casa Borda se encuentra en la calle Madero, en el centro histórico de la Ciudad de México. Al principio, el edificio ocupaba una cuadra entera y se construyó para ser tan impresionante como los palacios de Hernán Cortés. Fue un regalo de Borda a su esposa cuando recuperó su fortuna gracias a las minas de Zacatecas.
El edificio tiene dos balcones de acero en los pisos superiores que recorren toda la estructura. Esto permitía a Borda y su familia caminar por toda la cuadra sin salir de su casa. Después de la muerte de Borda, la casa se dividió y perdió gran parte de su tamaño, quedando solo una porción en la calle Madero. Los restos del balcón doble todavía se pueden ver hoy.
¿Cuál es el legado de José de la Borda?
La generosidad de José de la Borda hacia la Iglesia católica se entiende mejor con el lema de su familia: "Dios da a Borda, Borda da a Dios". Aunque el Templo de Santa Prisca es el monumento más grande relacionado con él, también apoyó y fundó muchas obras de caridad, tanto religiosas como sociales.
El Arzobispo de la Nueva España, Antonio Jiménez y Frías, lo describió como "un minero distinguido por su caridad, único por su virtud, excepcional por su humildad, un ave fénix por sus ideales, y en una palabra, un héroe de los mineros de América".
Existe un documento firmado por el Papa Benedicto XIV dedicado a José de la Borda, donde el Papa lo llama su amigo. Sin embargo, también se recuerda que su fortuna se basó en el trabajo de muchas personas en las minas, incluyendo a los nativos, en condiciones que hoy consideraríamos muy difíciles.
|
Véase también
En inglés: José de la Borda Facts for Kids