Isabel María Schiaffino Portillo para niños

Isabel María Schiaffino Portillo fue una destacada empresaria y comerciante española que vivió en el siglo XVIII. Nació a principios de este siglo en Albuñol, un pueblo de la provincia de Granada.

Isabel María fue la única hija de Agustín Schiaffino, un comerciante originario de Génova, Italia. Su padre tenía propiedades y negocios importantes en Adra, una ciudad de la provincia de Almería. Isabel María falleció en Adra en el año 1789.

¿Cómo empezó la carrera de Isabel María Schiaffino?

La historia de Isabel María como empresaria comenzó cuando se casó con Juan Bueno Mazón. Él también era de Génova y trabajaba como capitán de barco, además de ser el representante de los negocios de la familia Schiaffino en la zona.

La dote y nuevas empresas

Cuando Isabel María se casó, su dote (una especie de regalo o aporte económico que la familia de la novia daba al matrimonio) incluía varias empresas que había heredado de su padre. Su esposo, Juan Bueno Mazón, usó este dinero para crear una nueva compañía.

Se asoció con otros comerciantes importantes de Almería, como Jerónimo de la Escole, Juan de Aste y José Marchani, y también con su cuñado Manuel Maltedo.

El negocio del azúcar

A finales de la década de 1730, el padre de Isabel María se mudó de Albuñol a Adra. En ese momento, empezó a delegar en su hija la dirección de su empresa. Esta empresa se dedicaba al comercio de azúcar refinado y al cultivo de la caña de azúcar.

Hacia el año 1747, Isabel María ya estaba completamente a cargo de este negocio. En 1750, la empresa creció aún más. Empezaron a transformar la materia prima, es decir, a procesar la caña de azúcar. Para ello, alquilaron un ingenio de azúcar (una fábrica para procesar caña) al marqués de Caicedo en Adra.

¿Cómo se convirtió Isabel María en una líder empresarial?

La unión matrimonial de Isabel María y Juan Bueno Mazón les permitió invertir mucho dinero en los alrededores de la albufera de Adra. Su objetivo era controlar la mayor parte de la producción de caña de azúcar para abastecer su ingenio.

Una mujer al frente de los negocios

En 1757, su esposo falleció. Isabel María heredó entonces todos los negocios de la familia. Esto era algo muy poco común en esa época, ya que no era frecuente que una mujer dirigiera una empresa. Además, el negocio del azúcar era muy arriesgado, especialmente porque dependía mucho del comercio con otros países.

Su hijo, Antonio Manuel Bruno Mazón y Schiaffino, fue su principal apoyo. Isabel María financió sus estudios de leyes en la Universidad de Granada. Quería que su hijo la representara en Madrid y la ayudara con los asuntos legales de la empresa.

Superando desafíos y expandiendo la influencia familiar

Más tarde, Isabel María enfrentó un gran problema. Debido a las malas prácticas de uno de sus socios, estuvo a punto de perderlo todo. Sin embargo, logró recuperarse invirtiendo su propio capital.

Gracias a las ganancias que generó, pudo ayudar a sus hijos a conseguir puestos importantes. Su hijo Francisco obtuvo un empleo como oficial en la compañía militar de Adra. Su otro hijo, Juan Bueno Schiaffino, se casó con Ana Barreda Segado, una mujer rica, lo que ayudó a fortalecer las alianzas comerciales de la familia. También influyó para que Juan se casara por segunda vez con su prima Nicolasa Schiaffino, buscando más conexiones comerciales.

Después de la muerte temprana de algunos de sus descendientes, Isabel María decidió cambiar sus inversiones. Empezó a invertir en empresas de ganadería en el campo de Dalías.

¿Cuáles fueron las últimas inversiones de Isabel María?

En sus últimos años de vida, Isabel María Schiaffino continuó invirtiendo. Esta vez, se centró en negocios de agricultura y ganadería en la zona del Poniente Almeriense. Se mudó a Dalías y viajaba a lugares como Enix, Felix y Vícar cuando era necesario para sus negocios.

En su testamento, escrito en 1782, dejó una talla (una escultura) de San Miguel Arcángel como herencia a la iglesia de Adra. También estableció una capellanía (un tipo de fundación religiosa) para Agustín Bueno Schiaffino. Con estas acciones, Isabel María buscaba asegurar el prestigio social de su familia.