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Judíos durante el franquismo para niños

Enciclopedia para niños

La política de Francisco Franco hacia los judíos en España fue compleja y cambió con el tiempo. Al principio, durante los primeros años después de la Guerra Civil Española (1939-1945), cuando Alemania tenía victorias en la Segunda Guerra Mundial, hubo un discurso que mostraba rechazo hacia los judíos. Sin embargo, después de que los Aliados ganaron la guerra y, especialmente, cuando España fue reconocida por otros países a partir de 1950, esta postura se suavizó.

Franco tenía una visión particular sobre los judíos sefardíes (aquellos con raíces en España). A veces los veía de forma positiva, pero también mantenía la idea de que España debía estar libre de judíos, excepto en sus territorios de África. Incluso en su último discurso público en 1975, volvió a mencionar una teoría de conspiración que incluía a los judíos.

Ideas principales

Franco y sus ideas sobre los judíos

Según algunos historiadores, Francisco Franco tenía una visión favorable de los judíos sefardíes desde sus años en la Guerra del Rif en 1926. En un artículo que escribió, destacó las cualidades de los sefardíes con los que había convivido. Incluso en el guion de su película Raza (1942), se muestra esta idea cuando un personaje dice que "Judíos, moros y cristianos aquí estuvieron y al contacto con España se purificaron". Esto sugiere que para Franco, España tenía la capacidad de mejorar a todos los pueblos.

Aunque Franco tenía esta visión de los sefardíes, su política general buscaba mantener a España sin judíos, salvo en sus territorios africanos. Algunos historiadores señalan que Franco era menos hostil hacia los judíos que otros líderes de su gobierno. En sus discursos durante la Guerra Civil, no usó expresiones de rechazo hacia los judíos. Para él, los enemigos eran el comunismo y la masonería.

Sin embargo, después de la Guerra Civil, Franco sí hizo comentarios de rechazo. Por ejemplo, en 1939, dijo que el "espíritu judaico" era un problema. En 1942, elogió la expulsión de los judíos de España en 1492 por los Reyes Católicos, llamando a esa política "totalitaria y racista, por ser católica". Incluso después de que Alemania empezara a perder la guerra, en 1943, Franco escribió al Papa Pío XII diciendo que la masonería y el judaísmo estaban detrás de un plan contra la civilización católica.

Más tarde, en 1949 y 1950, Franco escribió artículos bajo el seudónimo de Jakin Boor en el diario Arriba. En ellos, relacionaba a los judíos con la masonería y los describía con términos muy negativos. Esto ocurrió después de que el recién creado Estado de Israel se negara a tener relaciones diplomáticas con España y votara en contra de levantar las sanciones internacionales contra el régimen español en la ONU.

La teoría de la conspiración

Archivo:Judeo-Masonic Conspiracy
Propaganda de 1935 que señalaba la acción de una supuesta conspiración en varias revoluciones europeas.

Durante la Guerra Civil Española y los primeros años del gobierno de Franco, se difundió una teoría de conspiración que unía a los judíos, la masonería y el comunismo. Esta idea era muy fuerte en los grupos que apoyaban a Franco. La consigna en un periódico de la época era: "¡Camarada! Tienes la obligación de perseguir al judaísmo, a la masonería, al marxismo y al separatismo".

Como en España casi no había judíos, esta teoría servía para identificar al bando contrario (los republicanos) con los judíos, usando ideas negativas que ya existían en la sociedad. Se decía que todas las fuerzas que apoyaban a la República estaban controladas por los judíos para llevar a España al comunismo. Esta teoría también se usó para justificar la guerra y la represión, presentándola como una "cruzada" contra los enemigos de la fe.

Muchos líderes religiosos y militares de la época también difundieron estas ideas. Por ejemplo, el cardenal Isidro Gomá dijo que "Judíos y masones envenenaron el alma nacional con doctrinas absurdas". El general Queipo de Llano llegó a decir que las siglas URSS significaban "Unión Rabínica de los Sabios de Sión".

La política del gobierno de Franco hacia los judíos

Algunos historiadores, como Joseph Pérez, creen que las acciones del gobierno de Franco no siempre coincidieron con las ideas de rechazo, sino que continuaron una política de apoyo a los sefardíes que había comenzado antes. Como prueba, mencionan la creación de la Escuela de Estudios Hebraicos en 1941.

Otros, como Gonzalo Álvarez Chillida, consideran que el régimen de Franco sí era hostil hacia los judíos. Esta hostilidad se manifestó en la prohibición de su culto y organizaciones, excepto en el norte de África, y en los esfuerzos para evitar que los judíos que huían de la persecución en Europa se quedaran en España.

Acciones durante la Guerra Civil

Durante la Guerra Civil, los escritores que difundían ideas de rechazo hacia los judíos continuaron su labor. El sacerdote Juan Tusquets, amigo de Franco, publicó libros que culpaban a los masones y judíos de la guerra. Otros autores también escribieron libros que elogiaban las políticas de Alemania contra los judíos.

En las escuelas, se usaban libros que decían que los enemigos de España eran el liberalismo, la democracia, el judaísmo, la masonería, el capitalismo, el marxismo y el separatismo.

A pesar de la propaganda, no hubo una persecución sistemática de los judíos por parte del bando de Franco. Las personas ejecutadas en Ceuta, Melilla y el Protectorado de Marruecos lo fueron por ser de izquierda o masones, no por ser judíos. Sin embargo, sí hubo casos de maltrato y vejaciones. En Ceuta y Melilla, las sinagogas fueron cerradas temporalmente y los judíos sufrieron abusos. También se les obligó a pagar grandes sumas de dinero al bando de Franco.

Acciones durante la Segunda Guerra Mundial

Archivo:Bundesarchiv Bild 183-L15327, Spanien, Heinrich Himmler bei Franco
Franco junto a Heinrich Himmler en el Palacio de Oriente durante la visita que hizo a España el líder alemán en 1940.

Durante la Segunda Guerra Mundial, la embajada de Alemania en Madrid llevó a cabo una gran campaña de propaganda con el apoyo de las autoridades españolas. Esta campaña incluía ideas de rechazo hacia los judíos, acusando a los países aliados de estar dominados por ellos.

La prensa española, incluyendo diarios y revistas católicas, apoyó estas ideas. En los libros escolares también aparecían mensajes de rechazo. Por ejemplo, un libro de 1939 decía: "Queremos una España dueña de sus destinos... que no esté esclavizada a los Estados capitalistas judaicos".

Aunque no se dictaron leyes específicas contra los judíos, la prohibición de cualquier culto que no fuera el católico significó que las sinagogas en España permanecieron cerradas. Los pocos judíos que vivían en la península se vieron obligados a convertirse.

También se tomaron medidas de control policial. En 1941, se ordenó a los gobernadores civiles que crearan un expediente para cada judío, español o extranjero, que viviera en su provincia, incluyendo su "grado de peligrosidad". En los documentos de identidad, se escribía la palabra "judío" con tinta roja. Se creó un departamento especial para vigilar a los judíos, a petición de Heinrich Himmler, un líder alemán.

A pesar de esta política, el gobierno de Franco también continuó con el apoyo a los sefardíes. En 1941, se creó la Escuela de Estudios Hebraicos. El culto judío fue tolerado en Ceuta, Melilla y el Protectorado de Marruecos, donde las sinagogas permanecieron abiertas.

El gobierno de Franco y el Holocausto

El gobierno de Franco permitió el paso por España de entre 20.000 y 35.000 judíos que huían de la persecución, aunque con muchas dificultades para obtener visados. Muchos de los que entraban ilegalmente eran internados en campos y luego ayudados a salir del país por organizaciones judías.

El gobierno español se preocupó por los judíos sefardíes con pasaporte español que vivían en Europa. Sin embargo, al principio, no se opusieron a que se les aplicaran las leyes de persecución. En 1943, Alemania dio un ultimátum a España para que repatriara a estos judíos o serían enviados a campos de exterminio. El gobierno español ya tenía información sobre lo que estaba ocurriendo con los judíos en Europa.

A diferencia de otros países neutrales, España no acogió a sus judíos de inmediato. Franco decidió que fueran repatriados, pero que no podían quedarse en España. Solo se aceptaban pequeños grupos y se pedían prórrogas. Al final, solo 800 judíos españoles fueron repatriados, algunos después de pasar por campos de concentración.

Muchos diplomáticos españoles, sin embargo, desobedecieron las órdenes y ayudaron a miles de judíos, sefardíes o no, con o sin nacionalidad española. Hicieron todo lo posible para salvar vidas. Entre ellos destacan Ángel Sanz Briz en Hungría y Sebastián Romero Radigales en Grecia, quienes salvaron a miles de personas. La acción de Sanz Briz en Budapest, donde concedió pasaportes a miles de judíos, fue la más importante. Se estima que entre 3.500 y 5.500 judíos salvaron sus vidas gracias a él y a su ayudante Giorgio Perlasca.

El mito de "Franco, salvador de los judíos"

Archivo:Visita de Franco a Éibar en 1949
El Generalísimo Franco, en el centro de la imagen, durante una visita en 1949.

A partir de 1949, la propaganda del gobierno de Franco creó la idea de que Franco había sido un "salvador de los judíos", especialmente de los sefardíes. Esto se hizo para mejorar la imagen de España en el extranjero, ya que el país estaba aislado internacionalmente. Se acusó al Estado de Israel de ingratitud por no establecer relaciones diplomáticas con España.

Esta campaña tuvo mucho éxito, incluso en el mundo judío. Sin embargo, en España, la gente no entendía de qué salvación se trataba, porque el tema de la persecución de los judíos en Europa fue censurado hasta la muerte de Franco.

Aunque el gobierno de Franco reconoció internamente que se podrían haber salvado más vidas, el mito se mantuvo. Incluso en 1970, el Ministerio de Asuntos Exteriores proporcionó documentos para que se escribieran libros que elogiaran la labor del régimen en la "salvación de los judíos".

Este mito ha sido desmentido por investigaciones de historiadores como Haim Avni y Joseph Pérez. Aunque Franco no salvó a todos los judíos que pidieron ayuda, sí salvó a muchos. Sin embargo, es exagerado hablar de una "judeofilia" de Franco. La ayuda se dio principalmente porque los judíos estaban de paso y con apoyo económico de otros países. La iniciativa de protegerlos fue más de algunos diplomáticos y de la presión de los países aliados.

La política judía entre 1945 y 1960

Después de la derrota de Alemania en la Segunda Guerra Mundial, el gobierno de Franco quedó aislado. Para mantenerse en el poder, la propaganda siguió usando la teoría de la conspiración. Franco y su consejero, Luis Carrero Blanco, publicaron artículos que insinuaban que fuerzas misteriosas actuaban en la ONU contra España.

Cuando el aislamiento de España terminó gracias al apoyo de Estados Unidos y otros países occidentales, el discurso de rechazo hacia los judíos perdió fuerza. Franco incluso llegó a decir que el judaísmo, la masonería y el comunismo eran cosas distintas, aunque a veces trabajaran juntos.

Se tomaron medidas para abrirse a los judíos. En 1949, se abrieron dos sinagogas en Madrid y Barcelona. En 1953, Franco recibió al presidente de la sinagoga de Madrid. En 1954, se abrieron más sinagogas y un centro comunitario. En 1948, se reconoció la nacionalidad española a sefardíes que vivían en Egipto y Grecia.

España también ofreció establecer relaciones diplomáticas con el recién creado Estado de Israel para mejorar su imagen. Sin embargo, Israel se negó, lo que provocó una nueva campaña de rechazo en la prensa española.

La política judía entre 1960 y 1975

En 1961, se fundó la asociación Amistad Judeo-Cristiana en España, con el apoyo de sacerdotes y académicos. Esta asociación buscaba mejorar las relaciones entre católicos y judíos. En 1967, se celebró un acto interconfesional que tuvo repercusión internacional. Un año y medio antes, el Concilio Vaticano II había condenado el rechazo hacia los judíos y cualquier otra forma de odio.

Las actividades de esta asociación encontraron oposición de grupos más conservadores, que incluso lanzaron amenazas y ataques contra las sinagogas de Madrid y Barcelona.

En 1968, se inauguró la nueva sinagoga en Madrid. El Ministerio de Justicia afirmó que el decreto de expulsión de 1492 estaba derogado desde 1869. En ese momento, vivían en España cerca de 10.000 judíos.

El apoyo a los sefardíes recibió un nuevo impulso con la creación del museo sefardí en la Sinagoga del Tránsito de Toledo en 1964. Este museo buscaba mantener los lazos entre los sefardíes y España.

Sin embargo, el mito de "Franco, salvador de judíos" no se abandonó. En 1963, el ministro de Asuntos Exteriores obligó a Ángel Sanz Briz a decir a un periodista israelí que su acción en Budapest había sido iniciativa directa de Franco.

Los grupos más conservadores del gobierno de Franco siguieron usando el discurso de rechazo hacia los judíos, culpándolos de los cambios en la sociedad. Se publicaron libros y revistas que negaban la persecución de los judíos en Europa y elogiaban a líderes como Hitler.

Opiniones de algunas personalidades judías

Algunas personalidades judías han expresado su agradecimiento a España y a Franco por la ayuda prestada durante la Segunda Guerra Mundial:

  • The American Sephardi afirmó que España abrió sus fronteras a los refugiados, salvando al menos 40.000 vidas.
  • Chaim Lipschitz dijo en 1970 que Franco salvó a más de 60.000 judíos.
  • Shlomo Ben Ami, exministro de Asuntos Exteriores de Israel, declaró en 1991 que España salvó más judíos que todas las democracias juntas.
  • Golda Meir, ex primera ministra de Israel, recordó en 1959 la actitud humanitaria de España.
  • Israel Singer, Presidente del Congreso Mundial Judío, dijo en 2005 que España fue un refugio importante para los judíos.
  • Max Mazin, Presidente de la Asociación Hebrea en España, afirmó que España salvó la vida de decenas de miles de judíos.
  • Elie Wiesel, escritor judío y Premio Nobel de la Paz, declaró en 1990 que España fue el único país de Europa que no devolvió a los refugiados judíos.

Véase también

  • Sefardí
  • Filosefardismo
  • Segunda Guerra Mundial
  • España durante la Segunda Guerra Mundial
  • Ángel Sanz Briz
  • Anexo:Personas que ayudaron a los judíos durante el Holocausto#España
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