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Experimento ATLAS para niños

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El ATLAS (que significa Aparato Toroidal del LHC ApparatuS) es un detector de partículas muy grande. Es uno de los siete detectores construidos en el Gran Colisionador de Hadrones (LHC), un acelerador de partículas moderno que se encuentra en el CERN, en Suiza.

ATLAS es enorme: mide 46 metros de largo y 25 metros de diámetro, y pesa unas 7000 toneladas. En este proyecto trabajan alrededor de 3.000 científicos e ingenieros de más de 175 instituciones de 38 países diferentes. Los primeros 15 años, el proyecto fue dirigido por Peter Jenni, y luego por Fabiola Gianotti de 2009 a 2013. Después, David Charlton tomó el liderazgo.

Se esperaba que ATLAS estuviera funcionando completamente a principios de 2008. Con este experimento, los científicos esperan encontrar partículas muy pesadas que no se podían detectar antes. También buscan entender mejor las teorías de la física que van más allá del Modelo Estándar, que es la teoría actual que describe las partículas y fuerzas fundamentales.

El grupo de físicos que construyó ATLAS, llamado la "Colaboración ATLAS", se formó en 1992. Se unieron dos experimentos anteriores, EAGLE y ASCOT, para crear un solo detector que pudiera usarse para muchos propósitos en el LHC. El diseño de ATLAS combina ideas de ambos experimentos y de otras investigaciones. El diseño final de ATLAS se pensó en 1994 y recibió financiación oficial a principios de 1995. Muchos países, laboratorios y universidades se unieron al proyecto en los años siguientes. El montaje de las piezas comenzó en 2003 en el lugar donde se encuentra el detector.

ATLAS es un detector multipropósito. Cuando los haces de protones chocan en el centro del detector, se producen muchas partículas con diferentes energías. ATLAS está diseñado para medir el mayor rango posible de energías. La idea es que, sin importar qué proceso ocurra o qué partículas se generen, ATLAS pueda detectarlas y medir sus propiedades. Otros experimentos anteriores, como el Tevatrón y el LEP, tenían un objetivo similar. Sin embargo, las condiciones únicas de ATLAS, con energías nunca antes vistas y muchísimas colisiones, hacen que su diseño sea el más complejo hasta ahora.

¿Por qué es importante el ATLAS?

Archivo:CERN Atlas Caverne
El experimento ATLAS en construcción en octubre de 2004. Puedes comparar el tamaño del detector con las personas que se ven al fondo.

El primer ciclotrón, un tipo de acelerador de partículas, fue creado por Ernest O. Lawrence en 1931. Era pequeño, de pocos centímetros, y alcanzaba energías bajas. Desde entonces, los aceleradores han crecido mucho en tamaño y energía. Esto ha permitido crear partículas más pesadas y descubrir muchas más.

El modelo que usamos hoy para entender las partículas es el Modelo Estándar. Este modelo ha sido muy probado y es muy sólido. Se han detectado todas las partículas que lo forman, excepto una: el Bosón de Higgs. Se cree que el Modelo Estándar no funciona bien a energías muy altas. Por eso, se espera que una nueva teoría, llamada "más allá del Modelo Estándar", describa partículas a energías mucho mayores. Muchas de estas teorías predicen partículas mucho más pesadas.

El LHC, que tiene 27 kilómetros de circunferencia, hará chocar dos haces de protones a energías siete millones de veces más altas que las del primer acelerador. Esto podría producir partículas diez veces más pesadas que las que conocemos, si es que existen.

Además de producir estas partículas, es necesario observarlas, y esa es la función de los detectores. Desde los años 70, los detectores se construyen en capas, como una cebolla, alrededor del punto donde chocan los haces. Cada capa es diferente y ayuda a detectar el tipo de partícula, su energía y su movimiento. A medida que las nuevas partículas generadas tienen más energía, los detectores deben ser más grandes y capaces de medirlas. Por eso, ATLAS es el detector más grande hasta la fecha, diseñado para medir las propiedades de las partículas muy pesadas que se producen en el LHC.

¿Qué busca descubrir el ATLAS?

Archivo:Gg to ttH
Un diagrama de Feynman que muestra cómo dos gluónes de la colisión de protones en el LHC podrían formar un bosón de Higgs y un antiquark arriba. Este proceso deja una "huella" de partículas que ayuda a identificarlo. Si se detectan suficientes de estos eventos, se podría descubrir el bosón de Higgs.

ATLAS investigará nuevos tipos de partículas que podrían aparecer en las colisiones de alta energía del LHC. Algunas de estas partículas podrían confirmar o no el Modelo Estándar, mientras que otras podrían llevar a nuevas teorías.

Una de las tareas más importantes de ATLAS es encontrar la última pieza del Modelo Estándar: el bosón de Higgs. El mecanismo de Higgs, donde participa este bosón, es el que da masa a las partículas elementales. Esto explica por qué la fuerza débil y la fuerza electromagnética son diferentes, y por qué los fotones no tienen masa en reposo. Si no se encuentra el bosón de Higgs, se espera que se descubra otro mecanismo que explique cómo las partículas obtienen su masa. Sin este mecanismo, el Modelo Estándar no sería consistente a las energías que alcanzará el LHC. El bosón de Higgs podría detectarse por las partículas en las que se desintegra.

También se investigará la diferencia entre materia y antimateria, conocida como violación CP. Los experimentos actuales no han encontrado suficiente violación CP en el Modelo Estándar para explicar por qué hay tanta materia y tan poca antimateria en el Universo. Es posible que nuevos modelos físicos introduzcan más violaciones, lo que ayudaría a resolver este misterio.

Las propiedades del quark arriba, descubierto en 1995, solo se han descrito parcialmente. Con las altas energías del LHC, se producirán muchos quarks arriba, lo que permitirá medir sus propiedades con mayor precisión. Esto dará información indirecta sobre el Modelo Estándar e incluso podría revelar inconsistencias que lleven a nuevas teorías. Por ejemplo, ATLAS podría medir la masa del bosón W con más exactitud que nunca.

Quizás las investigaciones más emocionantes son las que buscan directamente nuevos modelos físicos. Una teoría muy estudiada es la supersimetría. Esta teoría es popular porque resuelve varios problemas de la física teórica. Los modelos supersimétricos predicen partículas nuevas y muy pesadas. A menudo, estas partículas se desintegran en quarks muy energéticos y partículas estables pesadas que apenas interactúan con la materia normal. Estas partículas estables escaparían del detector, dejando como señal una o más "jets" de quarks y una gran cantidad de "momento perdido". Otras partículas hipotéticas, como las de la teoría de Kaluza-Klein, podrían dejar señales similares, mostrando que hay una nueva física más allá del Modelo Estándar.

¿Cómo está construido el ATLAS?

ATLAS está formado por varios cilindros que se hacen más grandes y están uno dentro del otro. Estos cilindros rodean el punto donde chocan los haces de protones. Se divide en cuatro partes principales: el Detector Interno, los calorímetros, el espectrómetro de muones y los imanes externos. Cada parte tiene más capas. Los detectores se complementan entre sí: el Detector Interno sigue la trayectoria de las partículas, los calorímetros miden la energía de las partículas que no penetran mucho, y los sistemas de muones miden otras características de los muones, que sí penetran mucho. Los imanes externos curvan la trayectoria de las partículas, lo que permite medir su movimiento.

Los neutrinos son las únicas partículas que no se pueden detectar directamente. Para esta tarea, el detector debe ser "hermético", es decir, debe detectar todas las partículas que no son neutrinos, sin dejar ningún punto ciego. Asegurar que las capas más internas funcionen bien, a pesar de la alta radiación, es un gran desafío de ingeniería.

El Detector Interno

Archivo:ATLAS TRT
Sección central del ATLAS TRT, la parte externa del Detector Interno, en septiembre de 2005. Está funcionando en la superficie y recogiendo datos de rayos cósmicos.

El Detector Interno comienza a pocos centímetros del centro de la colisión y se extiende hasta 1,2 metros a su alrededor. Tiene 7 metros de largo y forma de tubo. Su función principal es trazar la trayectoria de las partículas cargadas. Lo hace midiendo cómo interactúan con la materia en ciertos puntos. Esto revela el tipo de partícula y su momento. El campo magnético dentro de este detector hace que las partículas cargadas se curven. La dirección de la curva indica la carga de la partícula, y el radio de la curva indica su momento. Los puntos de inicio de las trayectorias dan información sobre el tipo de partícula. Por ejemplo, si un grupo de trayectorias parece venir de un punto diferente al de la colisión protón-protón, podría indicar partículas que vienen de la desintegración de un quark abajo. El Detector Interno tiene tres partes:

  • El Detector Píxel: Es la parte más interna. Tiene tres capas y tres discos en cada extremo, con un total de 1744 módulos. Cada módulo mide 6x2 cm y está hecho de una capa de sílice de 250 micrómetros. Cada módulo tiene 16 circuitos integrados. La unidad de medida más pequeña es un píxel de 50x400 micras, y hay unos 47.000 píxeles por módulo. Su tamaño diminuto permite medir con mucha precisión las trayectorias muy cerca del punto de colisión. En total, el Detector Píxel tiene 80 millones de canales de salida, casi la mitad de todos los canales del detector. Esto fue un gran desafío de diseño y fabricación. Otro reto importante es la radiación a la que se exponen estos componentes. Por eso, todos los componentes electrónicos están protegidos contra la radiación para que no se dañen con el tiempo.
  • El Rastreador Semiconductor (SCT): Está en la parte media del detector. Su diseño y funcionamiento son similares al Detector Píxel, pero sus módulos son más largos y estrechos para cubrir áreas más grandes. Cada banda mide 80 micras por 12,6 cm. El SCT es la parte más importante del Detector Interno para medir trayectorias en el plano perpendicular al haz. Mide partículas en un área más extensa que el Detector Píxel, con más puntos de medida y una precisión similar. Está formado por cuatro capas dobles de sílice, tiene 6,2 millones de canales de salida y un área total de 61 metros cuadrados.
  • El Detector de Radiación de Transición (TRT): Es el detector más externo. Combina un "rastreador de pajitas" y un "detector de radiación de transición". Contiene muchas "pajitas", cada una de 4 milímetros de diámetro y 144 de largo. Su resolución es menor que la de los otros dos detectores, lo cual es necesario para cubrir un gran volumen. Cada "pajita" está llena de un gas que se ioniza cuando pasa una partícula cargada. Estos iones producen una corriente, creando un patrón de señales que permite reconstruir la trayectoria de la partícula. También contiene materiales con diferentes índices de refracción, lo que hace que se emita radiación de transición y se generen señales más fuertes en cada pajita. Como la cantidad de radiación de transición es mayor en partículas que viajan casi a la velocidad de la luz, y la velocidad de una partícula es inversamente proporcional a su masa, las partículas más ligeras dejan señales más grandes. Así, las señales más intensas pueden ser de electrones. El TRT tiene unas 351.000 pajitas en total.

Calorímetros

Archivo:ATLAS HCal
Septiembre de 2005: sección del barril principal del calorímetro hadrónico del ATLAS, esperando a ser insertada dentro de los imanes toroidales.
Archivo:CERN-Rama-33
Una de las secciones del calorímetro hadrónico, esperando a ser insertada a finales de febrero de 2006.

Los calorímetros están fuera del solenoide magnético que rodea el detector interno. Su propósito es medir la energía de cada partícula absorbiéndola. Hay dos sistemas principales: un calorímetro electromagnético interno y un calorímetro hadrónico externo. Ambos son calorímetros de muestreo. Esto significa que absorben energía usando metales muy densos y miden periódicamente la "lluvia" de partículas resultante. A partir de estas medidas, calculan la energía de la partícula original.

  • El calorímetro electromagnético: Absorbe la energía de las partículas que interactúan electromagnéticamente, como las partículas cargadas y los fotones. Es muy preciso tanto en la medida de la energía como en su ubicación exacta. El ángulo de la trayectoria de la partícula se puede medir con una precisión de unos 0,025 radianes. Los materiales que absorben son plomo y acero inoxidable, y usan argón líquido para el muestreo. Se necesita un criostato para mantener el calorímetro muy frío.
  • El calorímetro hadrónico: Absorbe la energía de las partículas que atraviesan el calorímetro electromagnético pero interactúan a través de la fuerza fuerte. Estas partículas suelen ser hadrones. Es menos preciso en energía y ubicación (con una precisión angular de 0,1 radianes). El material absorbente es acero, con escintiladores en forma de baldosas que miden la energía depositada. Una característica importante de este calorímetro es su buena relación coste-efectividad. Es grande y necesita mucho material: la mayor parte es un cilindro de 12 metros de largo y 8 de diámetro, centrado en el haz de protones. Las partes exteriores están dentro del criostato del calorímetro electromagnético y usan argón líquido para enfriar.

Espectrómetro muónico

El espectrómetro muónico es un sistema de seguimiento muy grande. Se extiende desde los calorímetros hasta la parte más externa del detector. Su gran tamaño es necesario para medir con precisión el momento de los muones, que pueden atravesar las partes internas del detector. Es una parte vital porque los muones indican muchos procesos físicos, y sin ellos no se podría medir con precisión la energía total de un evento. Funciona de manera similar al detector interno: los muones curvan sus trayectorias para identificar su momento. Aunque su campo magnético es diferente y tiene menor precisión espacial, ocupa un volumen mucho mayor. También se usa para identificar muones. Se espera que muy pocas partículas atraviesen el detector interno y los calorímetros y dejen señales en esta parte. Tiene aproximadamente un millón de canales de salida y el área de sus detectores es de 12.000 metros cuadrados.

Sistema de imanes

Archivo:ATLAS Above
Extremo de uno de los cuatro imanes toroidales del ATLAS, visto desde la superficie, a 90 metros de profundidad. Septiembre de 2005.

ATLAS usa dos grandes imanes para curvar la trayectoria de las partículas cargadas y así medir su momento. Esta curvatura se debe a la fuerza de Lorentz y es proporcional a la velocidad. Como la mayoría de las partículas generadas viajan casi a la velocidad de la luz, esta fuerza es la misma para partículas con diferentes momentos. Así, las partículas con mucho momento se curvarán poco, mientras que las que tienen poco momento se curvarán más. Midiendo el radio de la curva, se puede calcular el momento de cada partícula.

  • El solenoide interno: Produce un campo magnético de dos teslas que rodea el Detector Interno. Este campo es lo suficientemente fuerte como para curvar partículas muy energéticas. Su uniformidad e intensidad permiten mediciones muy precisas. Las partículas con un momento menor a 400 MeV se curvarán tanto que harán un bucle y es poco probable que se puedan medir. De todas formas, esta energía es muy pequeña comparada con los varios TeV que se liberan en cada colisión protón-protón.
  • El campo magnético externo: Tiene forma toroidal y es producido por ocho grandes bucles huecos y dos terminadores. Ambos están fuera de los calorímetros y dentro del espectrómetro muónico. Este campo magnético mide 26 metros de largo y 20 de diámetro, y almacena 1,2 GJ de energía. Es un campo magnético no uniforme, porque un solenoide uniforme tan grande sería muy caro de construir. Afortunadamente, las mediciones no necesitan una gran precisión debido al gran tamaño del sistema muonico.

Véase también

Kids robot.svg En inglés: ATLAS experiment Facts for Kids

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Experimento ATLAS para Niños. Enciclopedia Kiddle.