Expedición de Mateo Abraham Evrard a la isla Wager para niños
La expedición de Mateo Abraham Evrard a la isla Wager fue un viaje importante que se realizó en 1743. Fue ordenada por el gobernador de Chiloé, Juan Victorino Martínez de Tineo, y liderada por Mateo Abraham Evrard. El objetivo principal era recuperar metales y otros materiales útiles de un barco inglés llamado HMS Wager, que había naufragado dos años antes cerca de la isla que hoy lleva su nombre.
Aunque no hay muchos informes directos de esta expedición, lo que se sabe de ella nos ayuda a entender cómo vivían los españoles en el sur de Chile en esa época. También nos muestra cómo se relacionaban con los pueblos originarios que usaban canoas y cómo se conectaban con el gobierno central en España.
Es importante no confundir esta expedición con otra que Mateo Abraham realizó en 1750.
Contenido
¿Por qué era importante esta expedición?
El contexto histórico de la época
Durante los siglos XVI y XVII, Inglaterra estaba fortaleciendo su poder naval. Los ingleses buscaban lugares desde donde pudieran atacar y obtener las riquezas que las colonias americanas enviaban a España. Exploradores como Francis Drake en 1578 y Thomas Cavendish en 1586 lograron cruzar al océano Pacífico. Esto demostró que las colonias españolas eran vulnerables a los ataques.
Chiloé era la colonia española más al sur y el primer puerto al que llegaban los barcos que entraban al océano Pacífico por el Paso de Drake o el Estrecho de Magallanes. Por eso, Chiloé era un lugar clave para vigilar las posesiones españolas más australes, aunque la colonia no tenía muchos recursos para defenderse.
Durante un conflicto entre España e Inglaterra (conocido como la Guerra del Asiento, de 1739 a 1748), una flota inglesa, bajo el mando del almirante George Anson, entró al Pacífico. Su misión era desorganizar o capturar las posesiones españolas. Una de las siete naves de esta flota, la fragata HMS Wager, encalló cerca de la isla que hoy lleva su nombre el 14 de mayo de 1741.
Después del naufragio, la tripulación tuvo un gran desacuerdo y algunos marinos, incluyendo a John Byron (abuelo de un famoso poeta), intentaron llegar a Río de Janeiro en un bote, mientras otros fueron hacia el norte. Ambos grupos sufrieron muchas dificultades y la mayoría de la tripulación falleció.
La iniciativa de Martín Olleta
El grupo de John Byron permaneció en la isla Wager por casi un año. Los chonos, un pueblo originario de la zona, ya sabían que un barco inglés había naufragado. Un chono que hablaba español, llamado Martín Olleta, salió de Chiloé con un grupo para intentar aprovechar los restos del barco.
Martín Olleta llegó a la isla cuando los ingleses intentaban seguir su viaje hacia el norte en un bote de remos. Como los ingleses no tuvieron éxito, regresaron a la isla y convencieron a Martín Olleta de que los guiara. Finalmente, en junio de 1742, solo tres ingleses llegaron a Chiloé, y así fue como las autoridades se enteraron oficialmente del naufragio.
La búsqueda de los restos del naufragio
Para Chiloé, que no tenía muchos recursos, los restos del barco eran una fuente importante de riqueza. Por eso, se justificaba enviar una expedición para recuperarlos. Tres grupos principales se interesaron en los materiales del naufragio: Martín Olleta (un particular), la congregación jesuita y la administración colonial.
El gobernador de Chiloé no estaba de acuerdo con que particulares se llevaran materiales que eran propiedad del Rey de España, y hubo acusaciones contra quienes lo hicieron.
La iniciativa de los jesuitas
En marzo de 1743, los jesuitas de Castro enviaron cuatro dalcas (canoas grandes) con indígenas de su misión. El padre Pedro Flores los acompañó para recoger los metales que pudieran salvarse del barco, como anclas, velas y cuerdas. Al regresar, solo una parte de lo que encontraron fue declarada a las autoridades, y el resto fue escondido. Hicieron dos viajes más con el mismo propósito. También enviaron a un misionero para conocer a un "nuevo" grupo de indígenas que los ingleses habían mencionado, que no habían tenido contacto con los españoles y no conocían el valor del hierro. Algunos de ellos fueron llevados a Chiloé en varias ocasiones. Además, otras personas también enviaron dalcas para recuperar cualquier trozo de metal y venderlo en Chacao.
La expedición de Mateo Abraham
La administración española decidió enviar al oficial del ejército Mateo Abraham Evrard con once dalcas, 160 hombres y provisiones para seis meses. Su misión era recoger y traer todos los materiales útiles de la fragata naufragada.
Existe un relato corto de esta expedición en un libro de 1760 llamado Historia Geographica é Hidrographica con derrotero general correlativo al Plan de el Reyno de Chile:
El relato cuenta que el barco inglés "Guelguel" (refiriéndose al Wager) de la flota del almirante inglés Jorge Anson se perdió y encalló en las rocas de las Islas Guayaneco debido a una fuerte tormenta. Se supo del naufragio por el capitán, quien con tres hombres llegó a Chiloé en una canoa, después de un tiempo viviendo con los pueblos originarios de esas costas. Se informó que el barco estaba casi entero con toda su artillería y anclas. Por eso, la Capitanía General de Chile ordenó a Abraham Eduard (Mateo Abraham) que fuera a buscar el barco naufragado para aprovechar los cañones y herrajes.
Mateo Abraham obtuvo información de algunos indígenas de las Huaytecas sobre el golfo que se encuentra entre el archipiélago y el continente. Emprendió el viaje por ese golfo, navegando hasta el lago San Rafael. Desembarcó en un istmo (una franja estrecha de tierra) llamado Dequelhue. Reconoció la costa del río de San Tadeo, desarmó su piragua (bote) y la llevó por tierra una distancia de cinco cuartos de legua (aproximadamente 1.25 km) hasta la cima de una elevación de ocho varas (unos 6.7 metros). Volvió a armar la piragua en el río de San Tadeo, por cuya boca sur salió. Llegó a las islas de Guayeneco, donde construyó dos pequeños fuertes. Después de sacar la artillería, entró a la ensenada de los caucaos, tuvo conversaciones con ellos, y después de hablar con ellos, algunos fueron llevados a Chiloé.

Los Caucos
Para los españoles del siglo XVIII, fue un descubrimiento encontrar un nuevo grupo de personas en el archipiélago Guayaneco. A veces se les llamaba "caucos" y otras veces "caucahues". Sin embargo, la expedición de Juan García Tao (1620) ya había informado antes sobre la existencia de diferentes grupos al sur de la península de Taitao. Los textos posteriores mencionan que algunos de ellos fueron llevados a Chiloé, pero no se sabe cuántos.
Segunda expedición de Mateo Abraham
En 1750, Mateo Abraham realizó una segunda expedición al sur de Chiloé.