Diego José de Cádiz para niños
Datos para niños Diego José de Cádiz |
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Información personal | ||
Nombre en español | José Francisco López-Caamaño y García Pérez | |
Nacimiento | 30 de marzo de 1743 Cádiz (Cádiz) |
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Fallecimiento | 24 de marzo de 1801 Ronda |
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Causa de muerte | Fiebre amarilla | |
Sepultura | Provincia de Málaga | |
Nacionalidad | Española | |
Religión | Iglesia católica | |
Información profesional | ||
Ocupación | Presbítero regular | |
Información religiosa | ||
Beatificación | 22 de abril de 1894 por León XIII | |
Festividad | 24 de marzo | |
Orden religiosa | Orden de Frailes Menores Capuchinos | |
Fray Diego José de Cádiz, cuyo nombre de nacimiento era José Francisco López-Caamaño y García Pérez, fue un fraile capuchino, conocido por su vida sencilla y por ser un gran orador en España. Nació en Ubrique (Cádiz) el 30 de marzo de 1743 y falleció en Ronda el 24 de marzo de 1801.
Contenido
¿Cómo fue la formación de Fray Diego José de Cádiz?
José Francisco se quedó sin su madre cuando tenía nueve años. Comenzó sus estudios de gramática en Grazalema, donde su padre se había mudado. A los doce años, estudió Lógica y Metafísica en el convento de los Padres dominicos de Ronda.
Desde joven, José Francisco tenía un claro objetivo: ser capuchino, misionero y una persona muy devota. Fue aceptado en el noviciado de los Hermanos Menores Capuchinos en Sevilla. Allí hizo sus votos el 31 de marzo de 1759.
Era costumbre que los misioneros cambiaran su nombre al terminar el noviciado. Así, José Francisco adoptó el nombre de Diego José de Cádiz, por el que sería conocido. Los capuchinos son una rama de los franciscanos. Se distinguen por su hábito marrón con una capucha unida a la túnica, que es más larga que la de otras ramas.
A principios del siglo XVIII, un capuchino llamado Fray Isidoro de Sevilla quiso que su orden fuera más sencilla. Se dice que la Virgen se le apareció vestida de pastora, pidiéndole que difundiera esta imagen. Así nació la devoción a la Divina Pastora de las Almas. Fray Diego José de Cádiz, que se formó en ese convento de Sevilla, es considerado un gran impulsor de esta devoción.
Después de siete años de estudios de filosofía y teología, fue ordenado sacerdote en Carmona (Sevilla) a los veintitrés años. En el convento de capuchinos de Ubrique (Cádiz), aprendió a predicar.
¿Cómo fue su trabajo como predicador y misionero?
La predicación era una actividad muy importante para los capuchinos. Las misiones populares eran grupos de predicadores que visitaban pueblos para enseñar a la gente sobre la fe. A veces, estos grupos eran muy grandes. El objetivo principal era que la gente reflexionara sobre sus vidas y se acercara más a las prácticas religiosas.
Para que sus mensajes tuvieran un impacto duradero, los capuchinos también promovían la oración, la celebración de las Cuarenta Horas, el Vía Crucis y el canto del Rosario.
Con esta preparación, Fray Diego José comenzó sus misiones populares en 1771. Su objetivo era ayudar a las personas a mejorar sus vidas y costumbres. Tenía tanta energía que lo llamaron el "segundo San Pablo". Aunque nunca salió de España ni aprendió otros idiomas, su voz fue escuchada en casi todas las ciudades importantes del país durante los primeros diez años.
Recorrió casi toda España a pie. Viajó por toda Andalucía, luego fue a Aranjuez y Madrid, predicando en los pueblos de la Mancha y Toledo. También hizo un largo viaje desde Ronda hasta Barcelona, predicando por Castilla la Nueva y Aragón a la ida, y por todo Levante a la vuelta. Incluso cuando estaba enfermo, viajó desde Sevilla, cruzando Extremadura y Portugal, hasta llegar a Galicia y Asturias, regresando por León y Salamanca.
En el siglo XVIII, la cultura española estaba entre las ideas tradicionales de la Iglesia y las nuevas ideas científicas de la Ilustración. Fray Diego José se sentía muy cómodo en este ambiente y pronto se hizo muy conocido. Un escritor de su tiempo dijo que era "irresistible" cuando predicaba con el crucifijo en las manos.
En Sevilla, se le permitió predicar en el Catedral, donde ya habían predicado figuras importantes. Fue nombrado teólogo y examinador en varias diócesis. La Universidad de Granada le otorgó títulos en Artes y Teología en 1779.
¿Cuáles eran las ideas de Fray Diego José?
Fray Diego creía que Dios lo había elegido para ser un nuevo apóstol en España. Su guía espiritual le decía esto a menudo. Convencido de su misión, el capuchino se dirigió tanto a las clases altas como a la gente común.
Los líderes religiosos de la época pensaban que las nuevas ideas de la Ilustración, que venían de Francia, podrían hacer que la gente se alejara de la fe. Creían que esto afectaría las costumbres del pueblo. Fray Diego José se opuso a estas ideas, defendiendo la fe y las tradiciones de España.
En 1783, durante su misión en Aranjuez y Madrid, Fray Diego intentó hablar con la Corte. Sin embargo, los ministros del rey impidieron que sus argumentos fueran escuchados. También intentó influir en la reina María Luisa de Parma. Pero al ver que no lograba nada, especialmente cuando Manuel Godoy se convirtió en una figura muy influyente en el Palacio, Fray Diego se alejó de la Corte.
En ese tiempo, algunos obispos querían que el poder político tuviera más influencia en la Iglesia. Fray Diego se opuso a estas ideas reformistas, defendiendo la autoridad del Papa.

Debido a su fuerte defensa de sus ideas, Fray Diego José fue acusado de hablar en público contra ciertas políticas del gobierno y de haber ofendido a algunas personas en 1786 en Zaragoza. Atacó las ideas de Lorenzo Normante y Carcavilla, un abogado que apoyaba el gasto en bienes de lujo para mejorar la economía. Fray Diego consideraba algunas de estas ideas como contrarias a la fe.
En un sermón en la catedral de Sevilla en 1784, cuestionó que el gobierno tomara dinero de la Iglesia. Por esto, el Consejo de Castilla le prohibió predicar y lo envió a Casares (Málaga). A pesar de todo, Fray Diego José se mantuvo firme en sus creencias. Fue absuelto y reconocido.
Impulsado por su vocación, Fray Diego apoyó una campaña contra los revolucionarios franceses (1793-1795). Participó en la guerra franco-española usando sus palabras y su libro El soldado católico en guerra de religión. Este libro, dirigido a su sobrino que era voluntario, fue muy importante para quienes defendían las ideas tradicionales de España en la Guerra de la Independencia contra los ejércitos de Napoleón.
Fray Diego José representó el modelo de misionero capuchino tradicional, firme en sus creencias y opuesto a las ideas que consideraba modernas o placenteras. Su forma de predicar fue muy importante para dar fuerza a la España que defendía el absolutismo y el catolicismo tradicional.
Fray Diego José y la ciudad de Cádiz
La ciudad de Cádiz lo eligió como su Capellán Mayor y, para recordar su misión en la ciudad (1776), colocó un cuadro de la Santísima Trinidad en la plaza de San Antonio, donde él predicaba. También puso su retrato en la Sala Capitular y le daba una ayuda económica anual.
Se cuentan tres milagros de Fray Diego en Cádiz. Una vez, un albañil se cayó de un andamio en la plaza de la Catedral, y Fray Diego extendió su mano, haciendo que el albañil cayera suavemente al suelo sin hacerse daño. En otra ocasión, en la misma plaza, pasó junto a él un sacerdote que llevaba la comunión a un enfermo, y Fray Diego no se quitó la capucha. Cuando un ayudante le llamó la atención, Fray Diego dijo: "Dile al padre que el copón está vacío", lo cual se comprobó. También se dice que, mientras predicaba en la plaza de San Antonio, llovió en toda la ciudad menos en esa plaza.
Fray Diego José de Cádiz falleció en Ronda (Málaga) el 24 de marzo de 1801, a los cincuenta y ocho años, a causa de la fiebre amarilla. Había sido misionero durante treinta y dos años y dejó muchos escritos y cartas. Deseaba ser enterrado en Ronda, junto a la Virgen de la Paz. Se conservan unos 3000 de sus sermones.
Fue declarado beato por el papa León XIII el 22 de abril de 1894. La ciudad de Cádiz le mostró mucho cariño. Se intentó comprar la casa donde nació para convertirla en una iglesia. Una señora, Doña Cecilia del Cuvillo y de la Viesca, la compró y la regaló al obispo. La capilla, construida en 1910, es de estilo neogótico y respeta el cuarto donde nació el beato.
También se le dio su nombre a una calle y se le ha erigido una estatua en la Alameda. En la parroquia de San Antonio de Cádiz se conserva una silla de madera que usaba para predicar.
Dentro de la catedral de Cádiz hay una capilla dedicada a Fray Diego José de Cádiz. Además, en la basílica de la Hermandad de Jesús del Gran Poder de Sevilla hay una imagen del beato, ya que fue miembro de esa hermandad.
Cádiz tiene un Colegio Mayor universitario con el nombre de Beato Diego de Cádiz en el Campus de Cádiz.
Obras escritas
Fray Diego José de Cádiz dejó varias obras escritas, entre ellas:
- Acto de contrición de la Solemne Novena en honor a María Santísima de la Sierra Coronada.
- Sermones y alocuciones (8 tomos).
- El ermitaño perfecto. Vida de San Antonio (1 tomo).
- Carta a una señora sobre si son lícitos los bailes (1792).
- Dos epitalamios místicos para profesión de dos monjas.
- Memorial al rey con motivo de la guerra contra la República francesa (1794).
- Aljaba mística o modo de visitar a Jesús Sacramentado.
- Devota novena en honor de María Santísima, Nuestra Señora con el título de la Paz.
- El soldado católico. Dos cartas a D. Antonio Jiménez Caamaño. Barcelona. 1794.
- Novena a Nuestra Señora del Socorro de Córdoba.