Complejo El Molle para niños
Datos para niños Complejo El Molle |
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Otros nombres | Cultura Molle | |
Ubicación | Norte Chico chileno | |
Fundación | siglo III a. C. | |
El Complejo El Molle fue el primer grupo de personas en el Norte Chico chileno que practicó la agricultura y la alfarería. Vivieron en esta región desde el siglo III antes de Cristo hasta el siglo VIII después de Cristo.
Fueron descubiertos por Francisco Cornelly en 1938. Él encontró sus restos al revisar excavaciones cerca del pueblo de El Molle, a unos 30 kilómetros al este de la ciudad de La Serena. Esta cultura se extendió desde Copiapó (en la Región de Atacama) hasta el río Choapa (en la Región de Coquimbo). Es un ejemplo importante de una cultura antigua en la zona.
Contenido
Origen del Complejo El Molle
Se cree que el pueblo El Molle surgió de una primera migración de grupos que ya conocían la agricultura y la alfarería. Estos grupos llegaron desde el Noroeste Argentino y se mezclaron con los cazadores-recolectores que ya vivían en la zona. De esta mezcla, nació la cultura El Molle.
Los primeros indicios de esta cultura se encuentran en la zona de Los Vilos. Allí, hace unos 10.000 a 8.000 años antes de Cristo, vivían grupos de cazadores que se movían buscando animales para alimentarse. Alrededor del año 2.500 antes de Cristo, estos cazadores se encontraron con otros grupos que ya sabían cultivar la tierra. Con el tiempo, se formó una cultura que combinaba la agricultura y la alfarería en el Valle del Elqui. A esta cultura se le dio el nombre de El Molle por el pueblo cercano a La Serena.
Costumbres del pueblo El Molle
Una costumbre común entre muchos de estos pueblos antiguos era el uso de la tembetá. La tembetá era un adorno hecho de piedra, con forma cilíndrica, que se insertaba en el labio inferior. Su forma podía variar según el valle donde vivían. También practicaban la deformación craneal, que consistía en modificar la forma de la cabeza desde la infancia.
Aunque todas las aldeas El Molle compartían una cultura similar, cada una tenía sus propias costumbres locales. Cada grupo controlaba un territorio que incluía valles y algunas zonas entre ríos, llegando hasta la costa. Parece que estas comunidades se movían mucho. Estudios recientes sugieren que no criaban ganado, por lo que eran más bien cazadores-recolectores que también hacían cerámica, en lugar de ser principalmente agricultores y ganaderos.
Los petroglifos (dibujos en rocas) y las piedras tacitas (piedras con agujeros) que se encuentran en el Cerro La Silla y la Quebrada El Encanto son obras de esta cultura. Los petroglifos del Cerro La Silla muestran a personas guiando rebaños con cuerdas. En El Encanto, hay caras humanas con gorros o peinados llamados “cabezas tiaras”, que miran hacia el sol y, en su mayoría, hacia fuentes de agua. Las piedras tacitas parecen coincidir con ciertas constelaciones, lo que sugiere que representaban el cielo de forma simbólica.
Entierros y ritos funerarios
Las formas de entierro variaban en los distintos valles y cambiaban con el tiempo. En los valles de los ríos Huasco y Copiapó, era común encontrar entierros bajo túmulos o montículos de tierra y piedras. Los cuerpos se cubrían con dos o tres metros de tierra. A veces, se encontraban varios cuerpos uno encima del otro. En los valles de los ríos Elqui y Limarí, lo usual eran círculos de piedra o plataformas profundas. Los cuerpos se enterraban bajo estas estructuras, que se hacían con guijarros de río de colores claros.
Los objetos que se enterraban con las personas también eran diferentes. Incluían collares de piedras semipreciosas, cuentas de conchas marinas pulidas (a veces con Malaquita), pipas, adornos redondos de oro y plata, y cerámicas.
Alfarería del Complejo El Molle
Las cerámicas de El Molle tenían formas verticales, como vasos y jarros. También eran comunes los platos o escudillas. Sus piezas eran de paredes delgadas y estaban muy bien pulidas. Algunas tenían decoraciones delicadas hechas con incisiones, imitando figuras de animales o de zapallos. Las superficies podían ser de color negro, rojo o café grisáceo, con dibujos rojos sobre blanco o con acabados ahumados. Algunas formas más elaboradas eran jarros con dos bocas unidas por un asa perforada, como una regadera.
Agricultura y ganadería en El Molle
En el Norte Chico, las primeras prácticas agrícolas, probablemente con riego artificial a pequeña escala, fueron realizadas por la cultura El Molle. Parece que regaban pequeñas áreas en las zonas de tierra que se forman en las quebradas laterales, desviando agua de estos pequeños cauces y no del río principal. Practicaron de forma inicial el cultivo de maíz, poroto y zapallos en los lugares más adecuados de los valles.
La actividad de criar animales era una parte importante de su vida. Las aldeas estaban ubicadas entre los ríos, un lugar ideal para el pastoreo de animales que se movían de un sitio a otro. También hacían viajes a la cordillera en verano para encontrar pastos frescos. Aparte de los adornos hechos con conchas, no se conocen otras actividades que los conectaran con el mar.
Evolución y legado
La cultura El Molle desapareció o se trasladó a otras regiones alrededor del año 700 después de Cristo. Sin embargo, sentó las bases para la cultura diaguita que surgió después. Los diaguitas, por ejemplo, dejaron de usar la tembetá, lo que marcó una diferencia importante.
También se ha propuesto que el pueblo El Molle podría haber sido uno de los ancestros del pueblo mapuche.
Véase también
En inglés: El Molle culture Facts for Kids
- Complejo Las Ánimas
- Diaguita
- Tradición Bato
- Cultura Llolleo
- Cultura Aconcagua