robot de la enciclopedia para niños

Crisis española de 1917 para niños

Enciclopedia para niños

La Crisis de 1917 es el nombre que los historiadores españoles dan a una serie de eventos importantes que ocurrieron en España durante el verano de 1917. En ese momento, tres grandes desafíos surgieron al mismo tiempo, poniendo en peligro al gobierno y al sistema político de la Restauración Borbónica. Estos desafíos fueron: un movimiento de militares, una reunión de políticos en Barcelona y una huelga general de trabajadores. Todo esto sucedió en un año muy importante a nivel mundial, mientras la Primera Guerra Mundial estaba en curso. Es importante recordar que España se mantuvo neutral durante toda la guerra. La crisis de 1917 forma parte de un periodo más largo conocido como la Crisis de la Restauración.

Situación mundial en 1917

Archivo:Slawa
El Slava, un barco de guerra ruso, fue dañado por los alemanes en el Mar Báltico en octubre de 1917.

En Rusia, a principios de 1917, un gran cambio político derribó el gobierno del zar. Un nuevo gobierno intentó establecer un sistema más democrático mientras seguía luchando en la guerra. Sin embargo, la guerra era muy impopular y causaba muchos problemas. Más tarde, en octubre de ese mismo año, otro grupo tomó el poder en Rusia.

La Primera Guerra Mundial estaba en un momento de mucha incertidumbre. Aunque Alemania tenía ventaja en el frente oriental, la entrada de Estados Unidos en la guerra en abril de 1917 cambió el equilibrio en el frente occidental.

Además, entre finales de 1917 y principios de 1918, comenzó una epidemia muy grave que se extendió por todo el mundo. Se le llamó la "gripe española" porque los periódicos de España, que no tenían censura de guerra al ser un país neutral, fueron los primeros en hablar de ella. Esta enfermedad causó muchas más muertes que la propia guerra, y la guerra contribuyó a que se propagara rápidamente. En España, la epidemia fue muy dura, afectando a millones de personas y causando cientos de miles de fallecimientos.

La situación en España

Archivo:Barraqueta06
Una barraca en la huerta valenciana. Este tipo de vivienda sencilla mostraba las difíciles condiciones de vida de gran parte de la población en el campo. Muchas personas se mudaron a las ciudades en busca de trabajo en las nuevas industrias.

¿Cómo afectó la economía y la sociedad?

La neutralidad de España durante la Primera Guerra Mundial hizo que aumentaran mucho las exportaciones de productos españoles, como alimentos, minerales y algunas manufacturas. Esto benefició a los empresarios y a las personas con más dinero, pero al mismo tiempo, los precios de los productos subieron mucho en España. Los salarios de los trabajadores no aumentaron al mismo ritmo, lo que hizo que su calidad de vida empeorara.

Los trabajadores de las ciudades y las fábricas fueron los más afectados por la subida de precios, aunque también fueron los que más lucharon por conseguir mejores salarios. En el campo, la situación era diferente: los pequeños propietarios podían estar mejor, pero los jornaleros (trabajadores sin tierras) lo pasaron muy mal. Todo esto provocó grandes diferencias económicas entre las clases sociales y entre las distintas regiones de España, aumentando las tensiones.

Los tres grandes desafíos

Desafío militar: Las Juntas de Defensa

Las Juntas de Defensa fueron grupos de militares que se organizaron al margen de la ley. Esto fue un claro desafío al gobierno del liberal Manuel García Prieto, quien no pudo controlarlos y tuvo que renunciar. El nuevo presidente, el conservador Eduardo Dato, decidió legalizar estas Juntas.

Estas Juntas, que usaban un nombre tradicional en España, decían defender los intereses de los oficiales de rango medio. Sin embargo, era evidente que querían influir en la política.

Los militares estaban preocupados por la "unidad nacional" y por su situación. Mientras en otros países los militares ascendían rápidamente por la guerra, en España estaban inactivos. Además, sus salarios perdían valor debido a la inflación, a diferencia de los salarios de los obreros que podían negociarse más fácilmente.

Las Juntas comenzaron a formarse en 1916. El gobierno intentó disolverlas, pero no lo consiguió. La Junta de Defensa de Infantería de Barcelona, liderada por el coronel Benito Márquez, fue muy activa. A finales de mayo de 1917, el gobierno arrestó a varios miembros de las Juntas. Sin embargo, otras Juntas, como las de Artillería e Ingenieros, y hasta la Guardia Civil, mostraron su apoyo a los arrestados. Esto aumentó la tensión militar. El presidente García Prieto, sin suficiente apoyo, renunció. El rey Alfonso XIII encargó a Eduardo Dato formar gobierno, quien decidió ceder a las demandas militares: liberó a los arrestados y legalizó las Juntas. Para mantener el control, el gobierno suspendió algunas libertades y aumentó la censura de prensa.

Desafío político: La Asamblea de Parlamentarios

La burguesía catalana, representada por la Lliga Regionalista de Francesc Cambó, tenía cierto poder local. Ante la crisis, Cambó pidió al gobierno que convocara al Parlamento, pero el gobierno se negó.

Debido a esta negativa, 48 diputados catalanes se reunieron en la llamada Asamblea de Parlamentarios en Barcelona a principios de julio de 1917. Exigieron que se convocaran elecciones para crear un nuevo Parlamento que pudiera reorganizar el Estado y reconocer la autonomía de las regiones. También pidieron medidas urgentes para la economía y el ejército.

Aunque era poco probable que este movimiento político estuviera directamente conectado con el descontento de los militares, la Asamblea pidió que la acción del ejército del 1 de junio fuera seguida por una renovación profunda de la vida pública española, llevada a cabo por políticos.

A pesar de que no eran muchos diputados, el ambiente era de gran cambio, cuestionando el sistema político de la Restauración, donde dos partidos se turnaban en el poder y el rey tenía un papel importante. El presidente Dato declaró que la Asamblea era ilegal, suspendió periódicos y envió al ejército a Barcelona.

A mediados de julio, la Asamblea se reunió de nuevo, esta vez con más diputados de otras regiones (hasta 68), incluyendo republicanos y el único diputado socialista, Pablo Iglesias, quien ya estaba preparando la huelga general. Acordaron que era necesario convocar un nuevo Parlamento para resolver los problemas del país, y que este Parlamento no podía ser convocado por un gobierno de partido, sino por uno que representara la voluntad del país. La Asamblea fue disuelta por la fuerza el 19 de julio.

Desafío social: La huelga general

Barcelona, la capital económica de España, era una ciudad con muchos conflictos sociales. El movimiento obrero, dividido entre socialistas y anarquistas, usaba tanto huelgas pacíficas como acciones violentas. Los empresarios también usaban diversas tácticas. Aunque el movimiento obrero estaba menos desarrollado en otras partes de España, vio una oportunidad en la debilidad del gobierno.

La UGT (sindicato socialista) convocó una huelga general revolucionaria para agosto de 1917, que fue apoyada por la CNT (sindicato anarquista). Ambos sindicatos habían estado acercándose para actuar juntos. El acuerdo para la huelga general fue firmado en Madrid a finales de marzo de 1917 por líderes como Julián Besteiro y Francisco Largo Caballero (UGT), y Salvador Seguí y Ángel Pestaña (CNT). El manifiesto decía que la huelga general era el arma más poderosa para que los trabajadores consiguieran sus derechos y cambiaran el sistema.

Se llegó a negociar con partidos "burgueses", como los republicanos. Se habló de formar un gobierno provisional.

Archivo:1917-08-14, La Mañana, Fuerzas de Lanceros custodiando á los encargados de fijar el bando en que se proclama la ley marcial, Pío
Fuerzas de lanceros custodiando a los encargados de fijar el bando en que se proclama la ley marcial en Madrid durante la huelga general de 1917.

La convocatoria de la huelga fue un poco confusa, ya que al principio se hablaba de una huelga "revolucionaria", pero luego se insistió en su carácter "pacífico". La UGT intentó evitar huelgas parciales. Sin embargo, el largo tiempo de preparación jugó en su contra. Las detenciones de los firmantes del manifiesto y otras acciones del gobierno hicieron que la huelga se precipitara, comenzando con una huelga de ferroviarios en Valencia el 9 de agosto, a la que se sumaron otras secciones del sindicato en todo el país entre el 10 y el 13 de agosto.

Aun así, la huelga logró paralizar las actividades en casi todas las grandes zonas industriales (Vizcaya y Barcelona), urbanas (Madrid, Valencia, Zaragoza, La Coruña) y mineras (Río Tinto, Jaén, Asturias y León). Pero esto duró solo unos pocos días, una semana como máximo. En las ciudades pequeñas y las zonas rurales, la huelga tuvo poca repercusión. Las comunicaciones por tren, un sector clave, no se vieron afectadas por mucho tiempo.

¿Cómo terminó la crisis?

Archivo:Joaquin Sorolla Retrato Del Rey Don Alfonso XIII con el Uniforme De Husares
Alfonso XIII en uniforme de capitán de húsares, pintado por Joaquín Sorolla en 1907. Este retrato muestra la cercanía del rey con el ejército.

Se temía que los tres desafíos (militar, político y social) llevaran a una revolución como la rusa. Sin embargo, el ejército no dudó en obedecer al gobierno para detener la huelga. Lo hizo en tres días, excepto en algunas zonas mineras de Asturias, donde el conflicto duró casi un mes. Incluso el coronel Márquez, líder de una de las Juntas, participó en la represión de la revuelta en Sabadell. La intervención del ejército fue muy dura con los huelguistas y llegó a detener a un diputado, lo cual era una violación de su inmunidad parlamentaria.

Archivo:Caricatura Dato
Caricatura del presidente del gobierno Eduardo Dato en el periódico La Campana de Gracia de Barcelona, titulada "La muerte política del Sr. Dato".

Mientras tanto, la Lliga Regionalista, asustada por la agitación social, aceptó apoyar un gobierno de "concentración nacional" (con varios partidos), impulsado por el rey. Este gobierno fue presidido de nuevo por el liberal García Prieto e incluyó a Cambó. Se comprometieron a celebrar elecciones al año siguiente (febrero de 1918), pero el resultado fue incierto, sin que ningún partido obtuviera la mayoría absoluta. Esto era algo nuevo, ya que lo normal era que los gobiernos prepararan las elecciones para asegurar su victoria. Esta situación obligó a formar nuevos gobiernos de concentración.

Durante agosto de 1917, los líderes de la huelga, como Francisco Largo Caballero y Julián Besteiro, fueron arrestados, juzgados y condenados a cadena perpetua. Sin embargo, en las elecciones de febrero de 1918, todos fueron elegidos diputados. El escándalo de tener diputados presos llevó a su liberación después de una gran campaña de apoyo de intelectuales. Otros presos de la huelga fueron Daniel Anguiano y Andrés Saborit. En total, la represión dejó 71 muertos, 156 heridos y unos dos mil detenidos.

Después de la crisis, el papel del rey y del ejército en la vida pública se hizo más fuerte, y la relación entre ellos se estrechó. Muchas personas (intelectuales, trabajadores, clases medias) se sintieron cada vez más descontentas con el sistema político. Finalmente, en una crisis posterior, el ejército, liderado por el capitán general de Barcelona, Miguel Primo de Rivera, tomaría todo el poder en una Dictadura en 1923, con el apoyo de la burguesía catalana y el consentimiento del rey.

Galería de imágenes

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Spanish crisis of 1917 Facts for Kids

kids search engine
Crisis española de 1917 para Niños. Enciclopedia Kiddle.