Cortes de Burgos (1302) para niños
Las Cortes de Burgos de 1302 fueron reuniones importantes del reino de Castilla que se llevaron a cabo en la ciudad de Burgos en el año 1302. Estas Cortes tuvieron lugar durante el reinado de Fernando IV de Castilla, un joven rey que buscaba fortalecer su gobierno y organizar el reino.
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¿Por qué se celebraron las Cortes de Burgos de 1302?
Antes de estas Cortes, se habían celebrado otras en Medina del Campo en el mismo año. Sin embargo, a esas reuniones solo asistieron representantes de León, Toledo y las Extremaduras. Los representantes de los concejos (municipios) de Castilla no pudieron asistir. Por eso, el rey Fernando IV decidió convocar una nueva reunión solo para ellos en Burgos.
A principios de julio de 1302, el rey Fernando IV y su madre, la reina María de Molina, llegaron a Burgos. Poco después, comenzaron las sesiones de las Cortes. A estas reuniones fueron invitados importantes personajes del reino, como los ricoshombres (nobles muy poderosos), otros nobles, prelados (líderes de la Iglesia) y los "hombres buenos" (representantes de las villas y ciudades) de Castilla.
¿Quiénes asistieron a las Cortes de Burgos?
Según los documentos de la época, el grupo de la Iglesia estuvo representado por figuras como Gonzalo Díaz Palomeque, que era el arzobispo de Toledo, y obispos de otras ciudades como Coria, Calahorra y Astorga. La mayoría de ellos también había estado en las Cortes de Medina del Campo.
Además, asistieron personas muy influyentes como:
- La reina María de Molina, madre del rey.
- El infante Enrique de Castilla el Senador, quien había sido tutor del rey Fernando IV cuando era más joven.
- El infante Pedro, hermano del rey.
- Diego López V de Haro, un importante señor de Vizcaya.
- El noble gallego Fernando Rodríguez de Castro.
Los representantes de los concejos acordaron entregar al rey cinco "servicios", que eran como pagos o impuestos. Con este dinero, se pagaron los sueldos de Diego López V de Haro y de otros nobles que apoyaban al rey.
Decisiones importantes de las Cortes de Burgos

En estas Cortes, se tomaron varias decisiones que afectaron a todo el reino:
¿Qué derechos se confirmaron a las ciudades?
- El rey Fernando IV confirmó los fueros y privilegios de muchas ciudades. Los fueros eran leyes especiales que daban derechos y libertades a los habitantes de esas ciudades. Esto lo hizo como agradecimiento por la ayuda que le habían dado cuando era menor de edad. Algunas de las ciudades beneficiadas fueron Burgos, Palencia, Vitoria, Calahorra y Miranda de Ebro.
¿Qué pasó con la tutoría del rey?
- Los representantes de Castilla pidieron al infante Enrique de Castilla que dejara de ser el tutor del rey. Argumentaron que Fernando IV ya tenía la edad suficiente para gobernar por sí mismo, según las leyes del reino.
¿Qué se decidió sobre las Hermandades?
- El rey reconoció el derecho de los concejos de Castilla a formar la Hermandad general de las villas de Castilla. Esta Hermandad era una especie de unión o alianza entre las ciudades para defender sus intereses. El rey también agradeció la ayuda que esta Hermandad le había dado.
- La Hermandad General de Andalucía, que se había creado en 1297, también fue reconocida. Aunque había estado un poco inactiva, el rey Fernando IV ayudó a que siguiera existiendo, reconociendo el derecho de las ciudades a unirse.
- También se confirmó la existencia de la Hermandad de Guipúzcoa, permitiendo que se reunieran cuando lo necesitaran.
¿Qué se hizo con los impuestos?
- El rey ordenó que si se habían cobrado impuestos de más a las villas y ciudades, ese dinero debía ser devuelto.
Medidas para mejorar la moneda del reino
Desde el tiempo de Alfonso X de Castilla, el abuelo de Fernando IV, la moneda del reino había tenido muchos cambios. Esto había causado que su valor disminuyera y que los precios subieran mucho. El problema empeoró por la falsificación de monedas durante los reinados de Sancho IV y Fernando IV. Por eso, el rey tomó medidas para solucionar estos problemas:
¿Cómo se combatió la falsificación de moneda?
- El rey ordenó que todas las monedas falsas o mal hechas fueran retiradas de la circulación y fundidas por expertos. Las personas que intentaran sacar estas monedas del reino recibirían castigos muy severos.
- Sacar metales preciosos (como oro o plata) del reino sin permiso también sería castigado con penas graves.
- Nadie podía negarse a usar el dinero que el rey había ordenado acuñar, incluso si las monedas estaban un poco dañadas.
- Se estableció el valor del maravedí (una moneda de la época) en diez dineros de Fernando IV o seis cornados de Sancho IV.
- Los falsificadores de monedas serían castigados con penas muy duras y perderían todos sus bienes.