Catalina de Cardona para niños
Datos para niños Catalina de Cardona |
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Información personal | ||
Nombre de nacimiento | Caterina de Cardona | |
Nacimiento | 1519 Barcelona (España) o Nápoles (Reino de Nápoles) |
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Fallecimiento | 11 de mayo de 1577 Casas de Benítez (España) |
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Sepultura | Villanueva de la Jara | |
Familia | ||
Padre | Ramón Folch de Cardona-Anglesola | |
Información profesional | ||
Ocupación | Monja | |
Catalina de Cardona (nacida en Barcelona o Nápoles en 1519 y fallecida en la Cueva de Doña Catalina de Cardona, Casas de Benítez, el 11 de mayo de 1577) fue una mujer noble de Cataluña que decidió vivir de forma muy sencilla y dedicada a la oración. Se la conoce como Beata Catalina de Cardona, aunque no fue oficialmente reconocida como beata, sino como venerable. El término "beata" se usaba para mujeres laicas que elegían una vida religiosa y apartada.
Contenido
¿Quién fue Catalina de Cardona?
Sus primeros años y vida familiar
Catalina nació en una familia noble muy importante, los Cardona, que eran barones de Bellpuig. Su padre fue Ramón Folc de Cardona-Anglesola, quien también fue duque de Soma y virrey de Nápoles.
Desde joven, Catalina fue llevada a un convento de monjas capuchinas. A los trece años, se le prometió en matrimonio y solo salió del convento para casarse. Era muy devota y su fe influyó en su esposo, quien cambió su forma de vida. Sin embargo, él falleció pronto. Al quedar viuda, Catalina regresó al convento, donde vivió como una persona laica, pero muy dedicada a la espiritualidad y la religión.
Su vida en la corte y su retiro
En 1557, una pariente suya, la princesa de Salerno, regresó a España y convenció a Catalina para que la acompañara a la corte, que en ese momento estaba en Valladolid. Allí, Catalina fue la nodriza de Carlos, el hijo del rey Felipe II, y también de Juan de Habsburgo y Blomberg, quien era hermanastro del rey.
A pesar de vivir en el palacio, Catalina continuaba con una vida de mucha oración y sencillez, ayunando y rezando constantemente. Deseaba vivir en soledad y dedicarse por completo a su fe. Por eso, en 1562, dejó el palacio de los príncipes de Éboli en Pastrana (Guadalajara) y se retiró a una cueva en la localidad de Casas de Benítez (hoy en la provincia de Cuenca, cerca de La Roda).
¿Cómo era su vida en la ermita?
Catalina vivió como una ermitaña, dedicándose a la oración y a una vida muy estricta. Su forma de vida era similar a la de otras mujeres de la época, especialmente en Castilla y Extremadura, que buscaban una reforma espiritual y dejaban la vida común para dedicarse a la vida monástica o eremítica, llegando a vivir con gran austeridad.
En 1566, un pastor la descubrió en su cueva. Pronto, su cueva se convirtió en un lugar de visita para muchas personas que buscaban su consejo y oraciones. Su fama creció, y la princesa de Éboli la invitó a regresar a Pastrana. Catalina llegó en mayo de 1571.
Su interés por los carmelitas descalzos
En Pastrana, Catalina conoció a los carmelitas descalzos y quiso unirse a ellos. No quería ser monja en un convento femenino, pues prefería la vida de los frailes. Se puso el hábito masculino y esto causó mucha curiosidad en Castilla. Incluso desfiló por Madrid en un carruaje abierto, bendiciendo a la gente que se reunía para verla o besar sus hábitos. Llegó a tener una audiencia con el rey Felipe II.
Por esa época, el príncipe de Éboli le pidió a fray Juan de la Miseria que pintara un retrato de Catalina, del cual se hicieron varias copias.
Catalina logró reunir mucho dinero y decidió regresar a su retiro en 1572. Se empezó a construir un convento de carmelitas descalzos en Casas de Benítez. La construcción tuvo muchos problemas, con retrasos y defectos, lo que hizo que el dinero se agotara. Un fraile ingeniero, Ambrosio Mariano de San Benito, unió la iglesia del convento con la cueva de Catalina mediante una galería subterránea.
Mientras tanto, Catalina continuó su vida de ermitaña. Su fama de santidad se extendió, y fue elogiada por figuras importantes como Pedro de Alcántara y Teresa de Jesús. En 1574, algunas jóvenes de Villanueva de la Jara se unieron a ella en su vida de ermitaña.
¿Cuándo falleció Catalina de Cardona?
Catalina de Cardona falleció el 11 de mayo de 1577, un día que ella misma había predicho. Fue enterrada en la capilla de la Virgen María del Carmen en el convento de Casas de Benítez. Su tumba se convirtió en un lugar de peregrinación, y se le atribuyeron milagros y curaciones.
En 1580, nueve mujeres continuaban viviendo de forma apartada en este lugar, siguiendo las enseñanzas de libros de Luis de Granada y Pedro de Alcántara. Deseaban ser carmelitas. El ayuntamiento de Villanueva de la Jara se comprometió a apoyar la fundación de un convento de carmelitas descalzas. Teresa de Jesús fundó el Convento de Santa Ana de Villanueva de la Jara en febrero de 1580, junto con Ana de San Agustín y otras monjas.
El Convento de Santa María del Socorro fue trasladado en 1603 a Villanueva de la Jara. Los restos de Catalina y su retrato también fueron llevados a este pueblo.
¿Qué relación tuvo con Teresa de Jesús?
Las vidas de Teresa de Jesús y Catalina de Cardona, ambas figuras importantes en la Reforma Carmelita, tuvieron caminos paralelos, aunque con ideas diferentes. Mientras Teresa de Jesús se enfocaba en la oración contemplativa, Catalina de Cardona representaba una forma más estricta de la Reforma.
Catalina creía en llevar al extremo la forma de vida carmelita original y prefería fundar monasterios para frailes, dejando a Teresa la fundación de conventos para monjas. Esto llevó a la división de dos grupos entre los frailes carmelitas, ya que muchos veían en el estilo de vida de Catalina un modelo diferente al de Teresa.
En 1569, las historias de ambas mujeres se cruzaron gracias a los primeros Duques de Pastrana, quienes apoyaron la fundación de dos conventos carmelitas en su villa. Sin embargo, un grupo de frailes muy estrictos se apoderó del Carmelo de Pastrana, poniendo en riesgo la Reforma. Estos frailes admiraban el ejemplo de vida de Catalina de Cardona. La división se hizo más grande con la fundación del monasterio de Casas de Benítez en abril de 1572.
Teresa de Jesús intentó poner orden, preocupada de que la desobediencia se extendiera al convento de monjas, pero no lo logró del todo. Para algunos de esos frailes, Catalina de Cardona era más importante y fundadora de los carmelitas descalzos que Teresa de Jesús, porque con ella había aumentado mucho la vocación entre los frailes. Su postura fue seguida por muchos otros descalzos, quienes preferían el ejemplo riguroso de la ermitaña. El monasterio de Casas de Benítez se convirtió en un símbolo para otras fundaciones, como las de Valle de Altomira, Granada y La Peñuela (en La Carolina), lo que causó muchos desafíos a Teresa de Jesús.
¿Cómo se la recuerda hoy?
Después de su muerte, Catalina de Cardona fue muy venerada, lo que incluso puso en peligro la unidad de los carmelitas descalzos. Su rechazo a la vida mundana y su fama de santa que hacía milagros fascinaron a toda España, incluyendo a Teresa de Jesús.
Teresa de Jesús siempre la elogió en sus escritos y nunca criticó sus prácticas. Le dedicó una descripción muy positiva en el capítulo 28 de sus Fundaciones, después de visitar su cueva y convento en febrero de 1580. La fama de Catalina de Cardona superó a la de Santa Teresa en algunas regiones, hasta el punto de ser conocida como "Madre Fundadora" en el monasterio de Casas de Benítez durante los primeros años de la Reforma.
Aunque un decreto de la Orden en 1619 ordenó que solo se llamara "Madre Fundadora" a Teresa de Jesús, tardó mucho en cambiar la mentalidad de aquellos que estaban convencidos de que "era más Madre de los Descalzos la Madre Cardona que la Madre Teresa". Incluso en 1688, un cronista que narraba la visita de Mariana de Austria a Casas de Benítez seguía llamando a la ermitaña "Monja Fundadora".
En 1603, cuando el convento se trasladó, el cuerpo de Catalina también fue llevado al nuevo convento de Villanueva de la Jara. Hoy, sus restos se conservan en la iglesia del Carmen, que fue la antigua iglesia del convento de frailes carmelitas.
El proceso para que Catalina de Cardona fuera oficialmente reconocida como beata se detuvo. Localmente, se le da el título de venerable Cardona. Hoy, se la recuerda en la zona donde se encuentra su cueva, que estuvo abandonada. Fue redescubierta en 1980 y declarada monumento, y se iniciaron obras para restaurarla.
Galería de imágenes
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Catalina de Cardona.jpg
Retrato de Catalina de Cardona.