Bongó para niños
Datos para niños Bongó |
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Características | ||
Clasificación | Membranófono | |
Desarrollado | c. 1890 en Cuba | |
El bongó es un instrumento musical de percusión. Está formado por dos tambores pequeños de madera, unidos por una pieza. Uno de los tambores es un poco más grande que el otro.
La parte superior de cada tambor está cubierta con cuero. Este cuero se mantiene tenso con un anillo de metal y unas llaves metálicas. Para tocarlo, se golpea con las manos.
El bongó se coloca entre las rodillas del músico, quien debe estar sentado. El tambor más pequeño, que produce un sonido más agudo, se ubica a la izquierda. Al músico que toca el bongó se le llama «bongosero».
Según una clasificación de instrumentos musicales, el bongó tiene el número 211.211.12-9221.
Fernando Ortiz, un historiador cubano, describió el bongó como una importante evolución de los tambores dobles. Su origen se encuentra en la zona oriental de Cuba. Allí, junto con el desarrollo del son, el bongó tomó su forma actual. Llegó a La Habana alrededor de 1905.
A menudo, el bongó se toca entre las rodillas del músico, inclinado unos 45 grados. También se puede usar sobre un soporte especial. Los músicos a veces combinan el bongó con un cencerro cubano.
La historia del bongó está muy ligada al crecimiento del son montuno cubano. Gracias a los grupos de son, el bongó llegó a los salones de baile. De ahí pasó a las grandes orquestas. Hoy en día, se usa mucho en géneros como la salsa y la bachata.
Contenido
Historia del Bongó
¿Cómo y dónde surgió el bongó?
El origen exacto del bongó no está del todo claro. Se sabe que se empezó a usar en la región oriental de Cuba, en la Provincia de Oriente, a finales del siglo XIX. Allí se utilizaba en estilos musicales como el nengón, el changüí y el son cubano.
Fernando Ortiz cree que la palabra bongó viene de palabras africanas bantúes como mgombo o ngoma, que significan tambor. Piensa que la palabra cambió y se parece a otra palabra bantú, mbongo. En Holguín, algunos tambores antiguos que podrían ser los antepasados del bongó se llaman tahona.
La mayoría de los expertos dicen que el bongó viene de tambores africanos bantúes. Estos tambores tenían la parte de abajo abierta. La presencia de personas de la Región del Congo/Angola en el este de Cuba apoya esta idea. Además, la música de esa región influyó en el son cubano y el changüí.
El bongó se desarrolló más en Cuba. Algunos historiadores creen que la unión de los dos tambores fue una idea cubana. Por eso, se dice que el instrumento es "africano en su idea, pero cubano en su creación". Sin embargo, otros historiadores no están de acuerdo con esta última parte.
El Bongó: Su evolución y popularidad
El bongó se volvió un instrumento muy importante en la música popular cubana. Fue el "primer instrumento con un pasado africano claro" en la música cubana. Esto se puede ver en poemas de Nicolás Guillén. A medida que el son cubano cambió, también lo hicieron los bongós.
Los bongós usados en el changüí, llamados bongó de monte, son más grandes. Suenan más graves y se afinan con clavos, no con herrajes. Se tocan de forma similar a un tambor quinto. El changüí no se hizo tan famoso fuera del este de Cuba. Por eso, los bongós de monte son menos comunes.
Se cree que el son llegó a La Habana gracias a músicos del "ejército permanente" de Cuba. Ellos llevaron la música del este. Uno de los primeros bongoseros famosos en el ejército fue Mariano Mena.
En la época de los "sextetos", los grupos empezaron a viajar y grabar más. Fue entonces cuando los primeros grandes bongoseros se hicieron conocidos. Entre ellos estaban Óscar Sotolongo del Sexteto Habanero y José Manuel Carriera Incharte "El Chino" del Sexteto Nacional. Agustín Gutiérrez "Manana", quien reemplazó a Sotolongo, es considerado muy influyente.
En la década de 1930, los bongoseros mejoraron mucho su técnica. Clemente "Chicho" Piquero, con sus increíbles actuaciones, inspiró a un joven Mongo Santamaría a tocar el instrumento. Músicos como Lázaro Pla, conocido como Manteca, también se hicieron famosos por su talento.
A principios de los años 40, Santamaría ya era un maestro del bongó. Tocó con grupos importantes como la Lecuona Cuban Boys y La Sonora Matancera. Arsenio Rodríguez fue pionero al añadir una tumbadora a su grupo. Hizo que el bongosero también tocara el cencerro. Antolín "Papa Kila" Suárez, el bongosero de Arsenio, es considerado uno de los mejores de su tiempo.
Antes de que existieran los bongós con afinación mecánica en los años 40, se afinaban con calor. Se usaba aceite o lámparas de queroseno para calentar el cuero. El calor hacía que el parche se tensara y sonara mejor.
Después de que la tumbadora se hizo popular, Santamaría empezó a tocarla. Se hizo muy amigo del bongosero Armando Peraza. Ambos se mudaron a Nueva York en 1950. Allí llevaron su talento musical. Otros bongoseros importantes en Cuba fueron Chicho Piquero y Rogelio "Yeyo" Iglesias. A lo largo del siglo XX, el bongó se extendió por toda Latinoamérica. En República Dominicana, se volvió esencial en la bachata.
El Bongó en Estados Unidos
A finales de los años 40, muchos percusionistas afrocubanos, como Chano Pozo, se mudaron de Cuba a Estados Unidos. Entre los bongoseros cubanos más importantes en Estados Unidos estaban Armando Peraza, Chino Pozo y Rogelio Darias. Muchos otros, como Mongo Santamaría, se dedicaron más a tocar la conga.
La música latina en Nueva York tenía muchos músicos puertorriqueños. Varios bongoseros puertorriqueños aprendieron de los cubanos. Un ejemplo es Rafael "Congo" Castro, quien llegó a Nueva York en 1924. En Nueva York, muchos bongoseros puertorriqueños tocaron en grupos de jazz afrocubano. Por ejemplo, José Mangual Sr. "Buyú" tocó en los primeros éxitos de Machito y sus afrocubanos. Sus hijos, José Mangual Jr. y Luis Mangual, también tocaron en grupos de salsa en los años 70.
Las dos orquestas latinas más importantes de los años 50 en Nueva York, de Tito Puente y Tito Rodríguez, tuvieron bongoseros famosos. Entre ellos estaban Johnny "La Vaca" Rodríguez y su hijo Johnny "Dandy" Rodríguez.
Otros músicos puertorriqueños que destacaron con el bongó fueron Richie Bastar de El Gran Combo de Puerto Rico y Roberto Roena. También hubo bongoseros estadounidenses importantes como Jack Costanzo y Willie Bobo. Algunos bongoseros también se hicieron famosos tocando los timbales, como Manny Oquendo y Orestes Vilató.
Técnica para tocar el Bongó
Los tambores de bongó producen sonidos agudos. Se deben sostener detrás de las rodillas. El tambor más grande debe estar a la derecha si eres diestro. Casi siempre se tocan con las manos. En la música cubana, el bongó suele tocar un ritmo constante de corcheas llamado martillo.
Tradicionalmente, se golpea el borde de los parches con los dedos y las palmas. Para hacer un sonido deslizante (glissando) en el bongó de monte, se frota el tercer dedo, apoyado en el pulgar, sobre el parche. A veces se humedece el dedo con saliva o sudor para ayudar al deslizamiento.
Cuando se toca son cubano, el tambor más pequeño (macho) está a la izquierda y el más grande (hembra) a la derecha. En el changüí, el bongó de monte se coloca al revés. Los ritmos también son diferentes en el changüí. Allí, el bongó no sigue un ritmo constante. En cambio, marca los tiempos débiles y el cuarto tiempo, mientras improvisa. Por eso, la forma de tocar en el changüí se parece a la de las congas. Esto se debe a que el bongó del monte viene de tambores más grandes del este de Cuba, parecidos a la conga.
Los bongós también se pueden tocar sobre un soporte. Esto es común en orquestas y bandas de concierto. En la música clásica, los bongós a menudo se golpean con mazos o palillos. Algunas obras clásicas que incluyen bongós son Ionización de Varèse (1931) y Le Marteau sans maître de Boulez (1955).
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Véase también
En inglés: Drum Facts for Kids
- Conga (instrumento musical)
- Wah-wah
- Clavinet
- Funk
- Salsa (género musical)