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Ibn Ammar para niños

Enciclopedia para niños

Abū Bakr Muḥammad ibn ˁAmmār, también conocido como Ibn Ammar de Silves o Abenamar (1031-1086), fue un poeta muy talentoso de Al-Ándalus y un importante consejero (llamado visir) en la Taifa de Sevilla.

¿Quién fue Abenamar?

Abenamar nació en una familia sencilla, pero su gran habilidad para escribir poesía lo hizo famoso. Su talento llamó la atención del joven príncipe Al-Mu'támid, quien se hizo su gran amigo. Cuando el padre de Al-Mu'támid, Al-Mutádid, falleció, Al-Mu'támid se convirtió en rey y nombró a Abenamar su consejero principal (visir) en Sevilla.

Habilidades de Abenamar

Abenamar era conocido por ser muy bueno jugando al ajedrez. Se decía que era invencible. Una vez, ganó una partida de ajedrez contra Alfonso VI de León, y esta victoria fue tan importante que convenció a Alfonso VI de dejar Sevilla.

La vida de Abenamar en diferentes reinos

Abenamar conoció al príncipe Al-Mutámid en Silves, y allí comenzó una amistad muy fuerte entre ellos.

Abenamar en Murcia

Cuando Al-Mutámid se convirtió en rey de la Taifa de Sevilla, Abenamar tuvo una idea: quería que el reino de Sevilla se hiciera más grande, anexando la Taifa de Murcia. Convenció al rey Al-Mutámid para que lo nombrara gobernador de Murcia. A finales de 1079, Murcia fue conquistada con la ayuda del general Ibn Rašiq. Abenamar se proclamó rey de Murcia y dejó de lado su amistad con Al-Mutámid.

Sin embargo, su poder en Murcia no duró mucho. Abenamar empezó a usar su posición para lujos y esto no gustó a la gente de Murcia. Ibn Rašiq, el general que lo había ayudado, lideró la oposición contra él. Abenamar tuvo que huir de la ciudad y buscar refugio en la Taifa de Toledo.

Abenamar en Toledo

En Toledo, Abenamar se reunió con Alfonso VI de León y animó a la gente a rebelarse contra el gobernante de Toledo, Al-Qádir. Esto ocurrió en mayo de 1080, y Al-Qádir tuvo que refugiarse en Cuenca. Pero las intrigas políticas en Toledo se volvieron en su contra, y Abenamar tuvo que escapar de nuevo en mayo de 1082, esta vez a Madrid.

Abenamar en Zaragoza

A principios del verano de 1082, Abenamar llegó a la corte de la Taifa de Zaragoza, gobernada por Al-Mutamán. Allí se quedó hasta 1084. El rey de Zaragoza lo recibió con muchos honores, le dio una buena casa y un buen sueldo, y es posible que también lo nombrara su consejero.

En Zaragoza, Abenamar vivió una vida cómoda. Aunque algunas personas lo criticaban por su gusto por el vino, él se defendió en un poema. También ayudó a Al-Mutamán a controlar a un líder rebelde, logrando que lo eliminaran. Por esta ayuda, el rey de Zaragoza lo recompensó con el control de una fortaleza.

El perdón y el final de Abenamar

Desde la corte de Zaragoza, Abenamar envió una elegía (un poema triste) a su amigo, el rey Al-Mutámid de Sevilla, pidiéndole perdón. Este poema recordaba los días felices que habían pasado juntos en Silves:

¿Acaso Silves no ha llorado por el que sufre
y Sevilla no ha suspirado por un arrepentido?
La lluvia cubrió el manto de nuestra juventud
en un país donde los jóvenes rompían los amuletos de la infancia.
Al recordar el tiempo de mi juventud, es como si se encendiese
el fuego del amor en el pecho.
Aquellas noches en que no hacía caso de la sensatez del consejo
y seguía los errores de los alocados;
condené al insomnio a los párpados somnolientos
y recogí el tormento de las tiernas ramas.
¡Cuántas noches pasamos en el Azud, entre los meandros del río,
que se deslizaba con la sinuosidad de una serpiente!
Escogimos el jardín como vecino y nos visitaba con sus regalos
que traían las manos de las suaves brisas;
nos enviaba su aliento y se lo devolvíamos aún más perfumado,
y con más suave brisa;
la brisa, en su ir y venir, parecía una chismosa,
que llevase y trajese maledicencia;
el sol nos daba de beber.
¿Quién ha visto el sol en mitad de la negra noche, sino nosotros?

Al principio, Al-Mutámid pensó en perdonarlo. Pero luego, se enojó mucho al leer una carta que Abenamar había enviado desde su celda. Finalmente, Al-Mutámid decidió acabar con la vida de Abenamar con sus propias manos.

El legado poético de Abenamar

Ibn Ammar fue un poeta muy importante, especialmente en la gazal, un tipo de poesía amorosa. Su poesía es considerada una de las mejores en Al-Ándalus. Abenamar escribía poesía por verdadera pasión, no solo porque fuera su trabajo como muchos otros poetas de la corte.

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Muhammad ibn Ammar Facts for Kids

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