Veedor para niños
Un veedor era una persona encargada de supervisar, inspeccionar y observar. En la Corona de Castilla, que era un reino antiguo en España, el veedor era un funcionario público. Su trabajo era asegurarse de que las obras de los gremios (grupos de artesanos) o las instituciones que proveían alimentos y servicios a las ciudades y pueblos cumplieran con las leyes y reglas. También podían actuar como "visitadores" o "investigadores" en pueblos y tierras, realizando tareas relacionadas con la justicia o las finanzas.
Contenido
¿Qué hacía un veedor en la corte real?
Los veedores tenían diferentes roles importantes en la corte de los reyes. Cada tipo de veedor se encargaba de una tarea específica para asegurar el buen funcionamiento de la casa real.
El veedor de caballerizas: Cuidando los caballos reales
El veedor de caballerizas era una persona muy importante en las caballerizas de los Reyes de España, solo por debajo del primer caballerizo. Su principal tarea era controlar que hubiera suficientes provisiones y que todo estuviera listo para los viajes, tanto los caballos como los carruajes. Recibía las órdenes por escrito y las distribuía entre sus ayudantes para que se cumplieran.
El veedor de vianda: Vigilando la comida del rey
El veedor de vianda era un trabajador doméstico de la casa real que se encargaba de supervisar la comida que se servía a los reyes y a la familia real.
Su misión era vigilar a los encargados de la despensa y a los compradores de alimentos. Revisaba los precios de lo que se compraba para la despensa y comprobaba los gastos diarios para evitar cualquier engaño. Se aseguraba de que la comida para la mesa real fuera de muy buena calidad y que se consiguiera y preparara con mucho cuidado y limpieza. Iba a menudo a la despensa, revisaba la cocina y visitaba el mercado para conocer los precios de todo lo que se compraba para la comida del rey, evitando así fraudes. A veces, también iba de caza, ya que allí se servía comida a los oficiales de la casa real, a los cazadores y a otros invitados.
El veedor, junto con el mayordomo, se aseguraba de que un aguador de la casa real y un par de acémilas (mulas de carga) acompañaran a la persona real en los viajes. Llevaban pan, vino, agua, fruta, rábanos y otras bebidas refrescantes de la temporada. Esto era para ayudar a los mozos de espuelas y a la gente que iba a pie, así como a todos los que quisieran en el camino o en el campo, para que no sufrieran de sed.
Esta costumbre fue establecida por la reina Isabel la Católica después de un incidente en 1494. Los Reyes Católicos, el Príncipe y sus cuatro hermanas, las infantas, viajaban de Medina del Campo a Arévalo. Debido al gran calor, el polvo y la falta de agua, un mayordomo de la reina y dos mozos de espuelas fallecieron de sed. Desde entonces, tanto en los viajes como durante la caza, se acostumbró a que al menos una acémila llevara provisiones para la gente que iba a pie (y también para los de a caballo que lo necesitaran), especialmente en verano.
Veedores en las tierras americanas
Cuando Cristóbal Colón realizó su segundo viaje a América, ya iba un veedor real entre la tripulación. Su función era revisar las cuentas de la exploración. Este control continuó en los viajes siguientes, junto con un contador Mayor de Cuentas y un tesorero.
Más adelante, la función principal de los veedores en América fue controlar el proceso de fundición de metales preciosos como el oro o la plata. El cargo de veedor era nombrado directamente por el rey. Esto significaba que el veedor no podía comprar explotaciones mineras ni ocupar otros cargos importantes como corregidor, alcalde, juez de comisión o regidor.