Sucesos de Aldeadávila para niños
Datos para niños Sucesos de Aldeadávila |
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Datos generales | ||
Tipo | acontecimiento | |
Los sucesos de Aldeadávila es el nombre que el escritor y geólogo Daniel H. Barreña le dio a una serie de eventos que ocurrieron en 1987. Estos hechos tuvieron lugar en el pueblo de Aldeadávila de la Ribera (en Salamanca). Muestran cómo la gente de la zona se opuso a un proyecto llamado IPES. Este proyecto era un laboratorio experimental que el gobierno quería construir en las galerías subterráneas de la central hidroeléctrica de Aldeadávila. La gente lo confundió con un lugar para guardar residuos radiactivos, lo que causó mucha preocupación.
Contenido
¿Qué fue el Proyecto IPES?
En 1987, el gobierno de España quiso participar en un proyecto de la Comunidad Económica Europea. El objetivo era estudiar cómo reaccionan diferentes tipos de rocas cuando están cerca de fuentes de radiactividad. El lugar elegido en España fue Aldeadávila de la Ribera. Específicamente, se usarían las galerías subterráneas de su central hidroeléctrica, que están excavadas en una gran masa de roca.
Existían otros proyectos parecidos en Europa. Por ejemplo, el laboratorio subterráneo Hades en Bélgica estudiaba arcillas, y el proyecto Asse en Alemania investigaba rocas evaporíticas.
El proyecto IPES fue creado a finales de 1986 por la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos, S.A. (ENRESA). Contó con el apoyo de Iberduero, la empresa que gestionaba la central hidroeléctrica. Aunque las autoridades aseguraron varias veces que el laboratorio no era peligroso, la gente tuvo miedo de ser engañada. Por eso, hubo un rechazo generalizado al proyecto IPES, que tuvo que ser cancelado antes de empezar.
El incidente del 2 de abril
Cuando se supo del proyecto a principios de febrero de 1987, la gente de la comarca de las Arribes del Duero mostró su desacuerdo rápidamente. Se formó un grupo llamado Coordinadora Antinuclear del Bajo Duero para organizar protestas. Muchos pueblos se declararon "zonas libres de radiactividad" para evitar el paso de camiones con materiales relacionados. También hubo incidentes con trabajadores que revisaban líneas eléctricas, quienes tuvieron que irse por las amenazas. Estas protestas contra el proyecto IPES llegaron a su punto más alto en abril de 1987, justo un año después del accidente de Chernóbil.
La noche del 2 de abril de 1987, el vicepresidente de la Diputación de Salamanca, Luis Calvo Rengel, fue a Aldeadávila de la Ribera. Llevaba documentos que mostraban el rechazo de la Diputación al proyecto IPES. Después de hablar con los concejales, Calvo Rengel intentó salir del ayuntamiento. Sin embargo, un grupo de jóvenes lo detuvo y lo llevó a una sala.
Pocos minutos después, las campanas de la iglesia empezaron a sonar. La mayoría de los habitantes de Aldeadávila se acercaron al ayuntamiento. Durante la noche, también llegaron personas de otros pueblos, la Guardia Civil y periodistas de Televisión Española. Hubo gritos y amenazas, pero no hubo violencia física.
El 3 de abril, al mediodía, se organizó una gran manifestación con unas 14.000 personas. Luis Calvo Rengel, que estaba en contra de la energía nuclear, quiso encabezar la marcha. Sin embargo, le aconsejaron no hacerlo por su seguridad. La manifestación comenzó y terminó en la plaza del ayuntamiento. Al final, hubo discursos de varias personas, incluido el propio vicepresidente, quien recibió abucheos.
Durante el día, circularon rumores de que el gobierno intentaría liberar a Calvo Rengel por la fuerza. Se enviaron representantes a Salamanca para negociar con el Gobernador civil, pero no tuvieron éxito. Al final del día, había barricadas en las calles de Aldeadávila y en pueblos cercanos como Masueco y La Zarza de Pumareda. Se cortaron las carreteras para impedir el acceso de personas desconocidas.
A la 1:40 de la madrugada, después de varios intentos fallidos de la Guardia Civil, la Policía Nacional entró en el ayuntamiento de Aldeadávila. Muchos jóvenes rodearon el edificio y lanzaron piedras a la policía, hiriendo a varios agentes. A pesar de esto, Luis Calvo fue liberado después de 30 horas.
Eventos posteriores
El 10 de junio de 1987 se celebraron elecciones municipales y autonómicas. Semanas antes, hubo un intento de retener a otro político, Ciriaco de Vicente, en Vitigudino, pero no lo lograron.
En septiembre de ese mismo año, algunos ciudadanos de Aldeadávila tomaron explosivos de un antiguo almacén de las obras de la central. Con ellos, derribaron una torre de alta tensión. Querían presionar al Gobierno para que abandonara definitivamente el proyecto IPES.
Consecuencias de los sucesos
Durante los sucesos de Aldeadávila, se incumplieron algunas leyes, pero no hubo consecuencias legales directas. En la investigación judicial por lo ocurrido en el ayuntamiento, Luis Calvo Rengel no identificó a nadie. Por ello, el caso se cerró sin encontrar culpables. Algunos alcaldes de los pueblos se negaron a hablar e incluso se encadenaron de forma simbólica en sus ayuntamientos. Nunca se supo quiénes iniciaron el incidente ni quiénes derribaron la torre eléctrica.
Sin embargo, los sucesos de Aldeadávila sí tuvieron efectos en la política. El Partido Socialista Obrero Español fue muy afectado en las elecciones de 1987. Perdió la mayoría de las alcaldías en la provincia de Salamanca (incluidas las de Aldeadávila y Salamanca). También perdió la presidencia de la Junta de Castilla y León, que pasó a manos de José María Aznar (AP) gracias a un acuerdo con Carlos Sánchez-Reyes (CDS).
Finalmente, el 16 de octubre de 1987, después de casi 9 meses de intensas protestas, el Consejo de Ministros aprobó la cancelación oficial del proyecto IPES. La razón que dieron fue problemas de dinero.
En la cultura popular
El incidente de Luis Calvo Rengel y las protestas contra el proyecto IPES son el tema principal de la novela IPES, escrita por el geólogo y autor salmantino Daniel H. Barreña.