Sojización para niños
La sojización es el nombre que se le da a un cambio importante en la agricultura de algunos países de América Latina, como Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Bolivia. Este cambio consiste en que se empezó a cultivar mucha más soja para venderla a otros países, especialmente a China.
Este proceso comenzó en la década de 1990. Antes, se cultivaban otros productos como maíz, trigo y algodón, y también se criaba ganado. Pero la soja empezó a ocupar su lugar. Además, se expandieron las tierras de cultivo, dedicando grandes áreas a sembrar solo soja, lo que se conoce como monocultivo.
La sojización fue impulsada por varias razones. Una de ellas fue el aumento del precio de la soja en el mercado mundial. También influyó el aumento de la demanda de soja por parte de países de Asia, como China e India, que la usan para alimentar a sus animales. Los cambios en la forma de producir alimentos en las grandes empresas agrícolas también contribuyeron a este proceso.
Entre 1990 y 2004, Argentina y Brasil aumentaron la tierra dedicada al cultivo de soja en un 236%, según el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos. En 2019, Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay estaban entre los principales países que exportaban soja en el mundo.
La sojización tiene efectos importantes en la economía, la sociedad y el medio ambiente. La expansión de los cultivos de soja ha provocado la deforestación (tala de bosques) y el desplazamiento de comunidades de agricultores y pueblos originarios en algunas zonas de Argentina, Brasil y Paraguay. El uso de soja modificada genéticamente, que es resistente a ciertos productos para controlar plagas, ha llevado a usar estos productos de forma excesiva, lo que puede afectar la salud de las personas y los ecosistemas.
En el aspecto económico, la sojización generó grandes ganancias para las empresas agrícolas y ayudó al crecimiento económico en la década de 2000. Sin embargo, también hizo que la economía de estos países dependiera mucho de la venta de materias primas sin mucha transformación.
Contenido
¿Por qué ocurrió la Sojización?
Varios factores influyeron en el proceso de sojización.
Aumento de precios y demanda
Uno de los factores clave fue el aumento del precio de la soja en los mercados internacionales. Esto fue parte de un periodo conocido como el "boom de los productos básicos", donde muchos productos naturales subieron de precio.
También influyó mucho el aumento de la demanda de soja por parte de China, que la usa para alimentar a su ganado (especialmente cerdos), y de India.
Cambios en la producción agrícola
En la década de 1990, hubo cambios importantes en la forma de producir alimentos. El crecimiento de las grandes empresas agrícolas favoreció el cultivo de soja.
Los avances tecnológicos en las técnicas agrícolas, como la siembra directa (que no remueve la tierra) y el uso de semillas modificadas genéticamente que son resistentes a ciertos productos para controlar plagas, permitieron cultivar soja en suelos que antes no eran adecuados para otros cultivos. Estas técnicas también hacen que el cultivo de soja requiera menos tiempo y menos trabajadores.
Relaciones comerciales
La sojización se convirtió en uno de los pilares de las relaciones comerciales entre el Mercosur (un grupo de países de América del Sur) y China. Las exportaciones de soja desde el Mercosur hacia China fueron muy importantes. Esto impulsó el crecimiento económico en la década de 2000 y ayudó a reducir la desigualdad y la pobreza en algunos lugares.
Además, al principio de los años 2000, el valor del dinero en los países del Mercosur bajó, lo que hizo que vender productos al extranjero fuera más rentable y esto impulsó aún más la sojización.
¿Qué efectos tiene la Sojización?
La sojización en los países de América Latina tiene efectos importantes en las personas, la sociedad, la economía y el medio ambiente.
Efectos económicos
Los efectos económicos del cultivo de soja son variados. Por un lado, los impuestos a las exportaciones de soja fueron una forma importante para que Argentina recaudara dinero.
Para algunos expertos, la sojización llevó a que la economía de estos países se centrara demasiado en la producción de materias primas, sin añadirles mucho valor. Esto significa que se basan en extraer recursos naturales sin transformarlos mucho.
Además, el sector de la soja a menudo está dominado por pocas empresas grandes, muchas de ellas extranjeras. El cultivo de soja no genera muchos trabajos que requieran habilidades especiales, porque las técnicas de cultivo necesitan poca mano de obra.
Deforestación
La sojización contribuye en gran medida a la deforestación (la tala de bosques), especialmente en Brasil, Argentina, Paraguay y la parte brasileña de la Amazonas.
Uso de productos para el control de plagas
En la temporada de cultivo de 2016 en Argentina, se usaron grandes cantidades de productos para el control de plagas, como glifosato y otros. Cada año se utilizan alrededor de 452,000 toneladas de estos productos.
Existe mucha información científica sobre los efectos de los productos para el control de plagas en la salud humana y el impacto ambiental de los plaguicidas. En Argentina, el uso excesivo de estos productos ha causado un aumento en ciertos problemas de salud y otras afecciones.
Aunque el uso de estos productos puede tener efectos en la salud, la cantidad que una persona debería consumir para que le haga daño es mucho mayor a la que se consume normalmente. Además, los productos autorizados para usar en alimentos no causan cambios genéticos. Los efectos negativos en la salud solo aparecen si se supera un nivel seguro de exposición. Por lo tanto, el uso de estos productos es seguro si se usan en las cantidades adecuadas.
Por otro lado, estos productos son importantes para la economía de la agricultura. Su uso ayuda a asegurar la producción de alimentos. Protegen las plantas de plagas, enfermedades y malas hierbas que pueden reducir mucho las cosechas. Esto es fundamental para producir suficientes alimentos para la población mundial, que sigue creciendo.
Sin embargo, la fumigación con algunos de estos productos (muchos de ellos restringidos en sus países de origen) ha dañado huertos y bosques, así como las áreas verdes alrededor de ciudades y pueblos. Esto ha provocado que pequeños agricultores se muden a barrios humildes en las ciudades y que la tierra se concentre en menos manos.
Sojización por país
Argentina




El cultivo de soja en Argentina es uno de los principales cultivos en la economía argentina. La expansión del cultivo de soja en Argentina forma parte del proceso de «sojización» y del boom de las materias primas que tuvo lugar a comienzos de la década del 2000.
El cultivo de soja ha desplazado a otros actividades agrícolas tradicionales. Por ejemplo, ha reducido el número de cabezas de ganado vacuno de 65 millones a 48.6 millones y el lanar de sesenta millones de cabezas en 1970 a 12.5 millones.
Toda la producción rural incluido el sector forestal, representaba en 2007 el 5.61 % del PBI total, empleando un 5 % (325 000) del total de trabajadores registrados (formales) en el país. Sin embargo, las oleaginosas (soja y girasol), los cereales (maíz y trigo) y la carne bovina, constituyen sumadas el 18.2 % del total de las exportaciones, a la vez que las manufacturas de origen agropecuario (MOA) constituyen poco más de la mitad del total de las manufacturas exportadas.
El cultivo de soja en Argentina es muy importante para su economía. La expansión de la soja en este país es parte del proceso de sojización y del gran aumento de precios de las materias primas a principios de los años 2000.
El cultivo de soja ha ocupado el lugar de otras actividades agrícolas tradicionales. Por ejemplo, ha disminuido la cantidad de ganado vacuno de 65 millones a 48.6 millones, y el ganado ovino (ovejas) de 60 millones en 1970 a 12.5 millones.
En 2007, toda la producción rural, incluyendo los bosques, representaba el 5.61% de la riqueza total del país (Producto Bruto Interno o PBI), y empleaba al 5% de los trabajadores registrados. Sin embargo, los productos como la soja, el girasol, el maíz, el trigo y la carne de res, juntos, representaban el 18.2% de todas las exportaciones. Además, los productos manufacturados que provienen de la agricultura (como el aceite de soja) eran más de la mitad de todas las manufacturas exportadas.
Brasil
En Brasil, personas y empresas de otros países están comprando tierras rurales muy rápido. Se cree que una de las razones por las que comprar tierras en Brasil se volvió atractivo es el alto precio internacional de la soja, lo que empeora la deforestación de la selva para cultivar soja.
Uruguay
En los últimos seis años, Uruguay multiplicó por 10 su producción de soja, llegando a 778,000 toneladas en la cosecha de 2007. Se calcula que entre el 20% y el 25% de los agricultores en Uruguay son argentinos. Ellos arriendan campos en Uruguay para evitar los impuestos a las exportaciones en su propio país.
El ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca de Uruguay, Ernesto Agazzi, comentó: "Es impresionante; aquí hay una presión muy fuerte hacia la soja, y eso es, sobre todo, por los empresarios argentinos. Son los que impulsan la siembra, y lo hacen con la tecnología de los grupos de siembra; arriendan, subcontratan equipos, la siembra, el tratamiento de los cultivos (...) Entre un 20 y un 25 % de la agricultura total que tenemos (un millón de hectáreas) está hecha por argentinos, y más de la mitad de la soja también. Y es un proceso creciente; hace seis o siete años había productores argentinos muy ocasionales".
Paraguay
La soja reemplazó al algodón como el cultivo más importante de Paraguay en la década de 1980. La soja se introdujo en Paraguay en 1967 como un cultivo de verano para rotar con el trigo, buscando que el país fuera autosuficiente en trigo.
Sin embargo, después de que los precios de la soja casi se triplicaran en 1973, gran parte de la tierra destinada al trigo comenzó a sembrarse con soja. Cuando se hizo evidente lo rentable que era el cultivo y procesamiento de la soja, varias grandes empresas agrícolas de Brasil, Estados Unidos e Italia comenzaron a producir soja y aceite de soja a gran escala.
En 1970, la soja cubría solo 54,600 hectáreas y producía más de 75,000 toneladas al año. En 1987, la soja cubría unas 718,800 hectáreas, más que cualquier otro cultivo, con una producción anual de un millón de toneladas y ganancias por exportaciones de aproximadamente 150 millones de dólares estadounidenses. El cultivo de soja creció principalmente en los departamentos recién colonizados de Itapúa, Alto Paraná, Canindeyú y Amambay. La soja se producía principalmente para el mercado mundial y se vendía tanto como grano crudo como aceite procesado, que también se consumía localmente.
Los precios de la soja aumentaron en general a partir de los años setenta, pero tuvieron grandes cambios a principios y mediados de los ochenta antes de recuperarse a finales de los ochenta. La principal limitación para el crecimiento de la producción de soja, además de los cambios en los precios, fue la falta de lugares para almacenar, secar y procesar la soja, sumado a la falta de crédito.
La sojización de Paraguay fue mostrada en la película documental Soy paraguayo.
Galería de imágenes
Véase también
- Deforestación.
- Crisis alimentaria mundial (2007-2008).