Sepulcro de Alfonso de Castilla para niños

El sepulcro de Alfonso de Castilla es un monumento funerario especial donde descansan los restos del infante Alfonso de Castilla. Él fue hijo del rey Juan II de Castilla y de la reina Isabel de Portugal, y también hermano de la famosa reina Isabel la Católica.
Este sepulcro está hecho de alabastro, un material parecido al mármol, y tiene un estilo gótico, que era muy popular en la época medieval. Se encuentra en la iglesia de la Cartuja de Miraflores, un monasterio cerca de la ciudad de Burgos. Fue creado por un escultor muy talentoso llamado Gil de Siloe.
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¿Quién fue el Infante Alfonso?
El infante Alfonso de Castilla nació en una familia real importante. Era el hermano de Isabel la Católica, una de las reinas más conocidas de la historia de España. Alfonso falleció el 5 de julio de 1468, cuando tenía solo catorce años.
La Historia del Sepulcro
Después de su fallecimiento, el cuerpo del infante Alfonso fue enterrado primero en el monasterio de San Francisco de Arévalo. Allí estuvo varios años.
¿Cómo se construyó el sepulcro?
En 1492, su hermana, la reina Isabel la Católica, decidió que los restos de Alfonso debían ser trasladados. Quería que estuvieran en la Cartuja de Miraflores, donde ya estaba enterrado su padre, el rey Juan II. Su madre, Isabel de Portugal, también sería llevada allí más tarde, en 1505.
La reina Isabel la Católica encargó al escultor Gil de Siloe la creación de un sepulcro para sus padres y otro para su hermano Alfonso. En 1486, la reina aprobó los diseños de Gil de Siloe. Las obras comenzaron en 1489. El sepulcro del infante Alfonso se terminó en 1492. Un año después, en 1493, se completó el sepulcro de sus padres.
¿Qué pasó con el sepulcro a lo largo del tiempo?
Lamentablemente, el 10 de agosto de 1808, la Cartuja de Miraflores sufrió un ataque. Durante la Guerra de la Independencia Española, las tropas francesas saquearon el lugar. Los sepulcros del rey Juan II, su esposa y el infante Alfonso fueron dañados por los soldados, que buscaban objetos de valor.
El Estudio de los Restos
En el año 2006, mientras se restauraba la Cartuja de Miraflores, se decidió estudiar los restos de las personas enterradas allí. La Junta de Castilla y León, a través de su Dirección General de Patrimonio, encargó un estudio antropológico. Este estudio fue realizado por expertos de la Universidad de León.
Los restos del infante Alfonso de Castilla estaban en un ataúd de madera de nogal. Aunque estaban en mal estado, los investigadores pudieron determinar que medía unos 165 centímetros. Se confirmó que los restos eran realmente los del infante Alfonso. Esto se supo al demostrar la relación de parentesco con los restos de su padre, el rey Juan II de Castilla.
¿Cómo es el Sepulcro?
El sepulcro del infante Alfonso de Castilla es una obra de arte hecha de alabastro y con estilo gótico. Es un tipo de sepulcro llamado "arcosolio", que tiene una forma de arco.
Detalles artísticos del sepulcro
Está decorado con un arco especial, llamado conopial, y tiene muchos detalles de plantas. También hay ángeles que sostienen el escudo del reino de Castilla y León. En la parte más alta, hay una imagen del Arcángel San Miguel. El sepulcro está enmarcado por dos pilastras, que son como columnas planas, adornadas con figuras de apóstoles y santos. En la parte superior de las pilastras hay un relieve que representa la Anunciación.
Debajo del arco, se encuentra una estatua del infante Alfonso de Castilla. La estatua lo muestra arrodillado, como si estuviera rezando. Lleva un gorro de pieles adornado con perlas. Su rostro, aunque parece un poco mayor de la edad que tenía al morir, muestra una actitud de devoción, con las manos juntas y la mirada hacia el altar.
El infante está arrodillado sobre un cojín muy decorado, frente a un reclinatorio cubierto con una tela fina. Sobre el reclinatorio hay un cojín que sostiene su gorro y un libro de oraciones abierto. Alfonso lleva un collar con un medallón que tiene una cabeza tallada, como un Camafeo.
La parte de abajo del sepulcro, donde está el arca con los restos, se apoya en una base con motivos de plantas y cuatro leones. Esta parte se divide en tres paneles. En el panel central, dos ángeles sostienen el escudo del reino de Castilla y León. En los paneles de los lados, se ven figuras de algunos de los pajes del infante.