Separación Iglesia-Estado para niños
La separación Iglesia-Estado es una idea importante en la que las instituciones del gobierno (el Estado) y las organizaciones religiosas (como las iglesias) funcionan de forma independiente. Esto significa que las iglesias no se meten en los asuntos del gobierno, y el gobierno no interviene en los asuntos de las iglesias. Cada una tiene su propia área de acción.
Esta separación suele ser parte de un proceso en el que una sociedad se vuelve más abierta a diferentes creencias. También puede surgir cuando nuevos grupos religiosos aparecen y no están de acuerdo con que una sola religión sea la oficial del Estado. En estos casos, la separación ayuda a que todas las personas tengan libertad de culto, es decir, la libertad de elegir y practicar su propia religión.
Esta idea es especialmente relevante en países donde una religión es la oficial o tiene un trato especial, a menudo a través de acuerdos antiguos que le dan ventajas sobre otras.
La idea de separar la Iglesia y el Estado tiene raíces antiguas, como la "doctrina de las dos espadas" del siglo V. Esta idea resurgió con fuerza durante el Renacimiento y se consolidó con la Ilustración, un movimiento que valoraba la razón. Se convirtió en una política oficial durante eventos históricos importantes como la Revolución francesa y la Independencia de Estados Unidos.
Hoy en día, la separación entre la Iglesia y el Estado está escrita en muchas constituciones de países. Algunos países se declaran "laicos", lo que significa que el Estado no tiene ninguna religión oficial. Otros son "aconfesionales", lo que implica que no tienen una religión oficial, pero pueden reconocer la importancia de las creencias de sus ciudadanos.
Es importante entender que la separación Iglesia-Estado puede tener diferentes niveles. Desde un Estado que no permite ninguna religión (ateísmo de Estado) hasta un Estado que no tiene una religión oficial, pero apoya a varias (aconfesional). En las teocracias, la religión y el gobierno están unidos y no hay separación.
Contenido
Tipos de relación entre el Estado y la religión
Paul Cliteur, un experto en leyes, describe seis formas en que un Estado puede relacionarse con la religión:
Estado sin religión
- Estado ateo: Aquí, el gobierno promueve la falta de religión y no permite ninguna forma de creencia religiosa. Esto puede incluir la destrucción de edificios religiosos, la quema de libros sagrados y la prohibición total de practicar una religión. Un ejemplo extremo es Corea del Norte.
- Estado laico: El Estado no tiene una religión oficial y no permite que ninguna organización religiosa influya en el gobierno, ya sea en la creación de leyes, la administración o la justicia.
Estado con reconocimiento religioso
- Estado aconfesional o neutro colaborativo: El Estado no tiene una religión oficial, pero valora las expresiones religiosas de su gente. Las protege y las apoya de manera justa entre los diferentes grupos religiosos.
- Estado multirreligioso o pluriconfesional: El Estado ayuda y a veces financia a varias religiones que reconoce como oficiales. Aunque puede haber tolerancia hacia otras religiones, las oficiales tienen más beneficios.
- Estado confesional o con religión oficial: Una religión o Iglesia tiene un papel muy importante en el gobierno y el orden público. El Estado apoya a esta Iglesia con dinero de los impuestos. Aunque otras religiones pueden ser toleradas, los derechos de la religión oficial pueden ser mayores.
Estado unido a la religión
- Teocracia: Una religión dominante es la que controla el gobierno. Generalmente, es la única religión permitida y las demás son prohibidas. Las leyes se basan en esa religión. Ejemplos incluyen la Ciudad del Vaticano y algunos países de Oriente Próximo como Arabia Saudita e Irán.
Según Cliteur, tanto la teocracia como el ateísmo de Estado son extremos porque eliminan la libertad religiosa.
Apoyo religioso a la separación
Algunos creen que la idea de separar la Iglesia y el Estado viene de las propias palabras de Jesucristo, quien dijo: "dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios".
Desde la reforma protestante, muchos grupos cristianos, especialmente los anabaptistas, defendieron una separación completa entre la Iglesia y el Estado. Entre ellos estaban la Sociedad de Amigos y los Amish. La separación también es una característica importante de la fe bautista.
Relación Iglesia-Estado según la religión principal
Cristianismo
Iglesia católica
En países católicos, los reyes a veces querían tener control sobre los asuntos de la Iglesia, como nombrar obispos. Esto se llamaba "regalismo". Sin embargo, el rey nunca se convirtió en el líder espiritual, ya que reconocía al Papa como la máxima autoridad religiosa. Esto era diferente de los países protestantes, donde a menudo se crearon Iglesias nacionales dirigidas por el propio monarca.
La Iglesia Católica enseña que el gobierno debe tener en cuenta las creencias religiosas de la sociedad y cooperar con la Iglesia. También valora la libertad religiosa, siempre dentro de sus propias enseñanzas.
Iglesias cristianas nacionales
En Europa, algunas Iglesias todavía dependen del Estado. Ejemplos son la Iglesia de Noruega y la Iglesia de Inglaterra.
En Gran Bretaña, hay leyes que afectan la religión del monarca. Por ejemplo, el soberano no puede casarse con una persona católica, y debe jurar proteger la religión protestante.
Islam
En la historia islámica, los estudiosos religiosos a menudo eran independientes del Estado y podían criticarlo. Esto les daba libertad. Sin embargo, en tiempos más recientes, algunos gobiernos han intentado controlar a estos estudiosos para tener más poder.
En algunos países de cultura islámica, no hay separación entre la religión y el Estado. Las leyes, como la sharía, se basan directamente en el Corán y las enseñanzas del profeta Mahoma. Esto es común en gobiernos teocráticos, especialmente en la rama chiita del islam. Aunque hay países islámicos seculares como Turquía, el islam tiene una fuerte influencia política en muchas naciones de mayoría musulmana.
Países con una separación clara
Chile
En Chile, la Constitución de 1925 separó oficialmente la Iglesia del Estado. Esto puso fin a una larga discusión sobre el papel de la Iglesia en el gobierno. La Constitución garantizó la libertad de creencias y el libre ejercicio de todos los cultos, siempre que no se opusieran a la moral o al orden público. También estableció que los templos estarían exentos de impuestos.
La Constitución de 1980 ratificó esta separación.
Cuba
Desde la Constitución cubana de 1901, Cuba estableció que la Iglesia estaría separada del Estado y que este no podría financiar ninguna religión. Esto ha sido reafirmado en las constituciones posteriores, como la de 1976, que dice que las instituciones religiosas están separadas del Estado y que todas las creencias gozan de igual consideración.
México
México se declaró un Estado laico desde la Constitución de 1857. La actual Constitución de 1917 establece que el Congreso no puede crear leyes que establezcan o prohíban ninguna religión. También exige que todas las Iglesias y grupos religiosos estén registrados y limita la participación de los ministros religiosos en la política.
Uruguay
En Uruguay, la Constitución de Uruguay de 1918 separó oficialmente la Iglesia del Estado. El artículo 5 establece que todos los cultos religiosos son libres y que el Estado no apoya ninguna religión. También reconoce la propiedad de la Iglesia Católica sobre los templos construidos con fondos públicos y exime de impuestos a los templos de todas las religiones. Las constituciones posteriores han mantenido esta misma redacción.
Casos con situaciones especiales
España
En España, la Constitución garantiza la libertad de culto y la separación Iglesia-Estado. Sin embargo, también dice que los poderes públicos deben tener en cuenta las creencias religiosas de la sociedad y cooperar con la Iglesia Católica y otras religiones.
Las relaciones con la Santa Sede (el gobierno de la Iglesia Católica) se regulan por acuerdos especiales. La Iglesia Católica está exenta de algunos impuestos. También hay debates sobre la asignatura de Religión en las escuelas y la financiación pública de colegios religiosos.
Argentina
En Argentina, la libertad de culto está garantizada por la Constitución Nacional. Sin embargo, el Estado reconoce un papel especial a la Iglesia católica y la Constitución dice que el Estado debe "sostenerla". Esto no significa que sea la religión oficial, pero sí tiene un estatus diferente al de otras religiones. Argentina y la Santa Sede tienen un acuerdo que regula sus relaciones.
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