Roque Barcia para niños
Datos para niños Roque Barcia |
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Información personal | ||
Nacimiento | 4 de octubre de 1821 Isla Cristina (España) |
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Fallecimiento | 2 de julio de 1885 Madrid (España) |
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Sepultura | Sacramental de San Lorenzo y San José | |
Nacionalidad | Española | |
Familia | ||
Padre | Roque Barcia Ferraces de la Cueva | |
Información profesional | ||
Ocupación | Político, filósofo, lexicógrafo y periodista de opinión | |
Cargos ocupados |
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Roque Barcia Martí (nacido en Isla Cristina el 4 de octubre de 1821 y fallecido en Madrid el 2 de julio de 1885) fue un importante escritor y político español. Fue miembro de partidos que buscaban cambios en el gobierno y la sociedad de su época.
Roque Barcia fue elegido diputado en el parlamento en 1869, 1871 y 1873. También fue senador en 1872. Participó en un movimiento político importante conocido como el Cantón de Cartagena. Es importante no confundirlo con su padre, quien también se llamaba Roque Barcia.
Contenido
La vida de Roque Barcia
Infancia y juventud
Roque Barcia nació el 4 de octubre de 1821 en la Real Isla de La Higuerita, que hoy conocemos como Isla Cristina. Aunque nació allí, fue bautizado en Sevilla, lo que a veces ha causado confusión sobre su lugar de nacimiento.
Fue el cuarto de cinco hijos y el segundo varón. Su padre, Roque Barcia Ferraces de la Cueva, era un funcionario con ideas sociales avanzadas. Su madre era Teresa Martí Duboy.
Durante su niñez, Roque vivió en Isla Cristina y en La Redondela, un pueblo cercano. Su padre era una persona con ideas muy abiertas y modernas para su tiempo. Creía en la libertad individual y en que las personas debían tener derechos.
Cuando Roque tenía nueve años, sufrió un accidente: una patada de un caballo le causó heridas en la cara y posiblemente en el cráneo. Esto pudo haber afectado su forma de hablar y su oído, y también retrasó un poco su educación.
En 1837, Roque se fue a Madrid con su hermano Nicolás para estudiar Derecho. Su padre falleció al año siguiente. Roque continuó sus estudios en La Redondela con la ayuda de un párroco muy culto, y finalmente terminó su carrera de Derecho en la Universidad de Sevilla en 1842.
Viajes y primeros escritos
Después de sus estudios, Roque Barcia viajó por varios países de Europa, como Francia e Italia, entre 1848 y 1849. Italia le impresionó mucho. Durante estos viajes, visitó bibliotecas para investigar para su obra El progreso y el cristianismo, en la que trabajó durante diez años.
También publicó un Nuevo diccionario de la lengua castellana en 1853. Sin embargo, su libro El progreso y el cristianismo fue prohibido y muchos ejemplares fueron quemados en público. Algo similar ocurrió con su Historia de los Estados-Unidos de América, que también fue prohibida.
Cuando regresó a España, Roque Barcia colaboró en varios periódicos, como La Democracia y El Demócrata Andaluz, lo que le hizo muy conocido. Escribió libros de viajes y dirigió el periódico El Círculo Científico y Literario en Madrid.
Participó activamente en la Revolución española de 1854, difundiendo ideas democráticas. Otras de sus obras, como La cuestión pontificia y La verdad social, también fueron prohibidas por el gobierno de la época. A pesar de esto, Roque Barcia siguió escribiendo para educar a la gente, aunque sus libros políticos eran constantemente prohibidos.
Participación política y exilio
Roque Barcia fue redactor del periódico La Democracia en 1864. Ese mismo año, se trasladó a Cádiz y dirigió el periódico El Demócrata Andaluz. Sus artículos le causaron problemas con las autoridades religiosas de la época.
Después de un golpe de Estado en 1866, su casa fue registrada varias veces y se le dictó una orden de arresto. Por ello, decidió exiliarse en Portugal, donde presidió la Junta de Exiliados Españoles.
Participó activamente en los preparativos de la "Gloriosa", una revolución que ocurrió en septiembre de 1868 y que buscaba cambios en el gobierno de España. Fue propuesto como candidato a diputado en muchas ciudades y finalmente fue elegido por Badajoz.

Tras la revolución, Roque Barcia regresó a Madrid. Fue encarcelado brevemente, acusado de estar implicado en la muerte del general Prim, una acusación que él negó con firmeza en el periódico La Igualdad.
Tuvo un papel importante en el movimiento cantonalista y llegó a ser líder del Cantón de Cartagena. Cuando este movimiento terminó en 1874, Roque Barcia no huyó con otros líderes. Poco después, publicó un documento en el que condenaba el movimiento cantonal, a pesar de haber sido uno de sus principales impulsores. En este escrito, afirmó que estaba en Cartagena porque no le dejaban salir y que había sido "un prisionero".
Según algunos historiadores, después de estos hechos, Roque Barcia perdió credibilidad como político. Vivió varios años exiliado en Francia, dedicado a la literatura y alejado de la política. Regresó a España más tarde.
Falleció el 2 de julio de 1885 en Madrid y fue enterrado en la Sacramental de San Lorenzo y San José.
Obras y pensamiento
Roque Barcia fue un gran estudioso del lenguaje. Fue el autor del primer Diccionario General Etimológico de la Lengua Española, que tiene cinco volúmenes. También escribió un Diccionario de Sinónimos muy conocido.
Como escritor de literatura, sus obras, que incluían dramas y novelas, no fueron tan destacadas. Se dice que Roque Barcia recibió muchas condenas de la Iglesia por sus ideas, casi tantas como otros pensadores de su tiempo. Sus lecturas y su forma de ver el mundo, que mezclaba ideas griegas, orientales y filosóficas, fueron criticadas por la jerarquía eclesiástica, que incluso ordenó retirar algunos de sus libros.
Su pensamiento se basaba en la idea de que Dios es la razón universal y que el universo es una manifestación de esa razón. Creía firmemente en el progreso constante de la humanidad y en la libertad de cada persona. Para él, la fe en el futuro de la humanidad era fundamental, incluso si no se podía ver ese futuro.
Debido a estas ideas, Roque Barcia rechazaba las estructuras políticas y sociales de su época, como la monarquía y algunas ideas religiosas, porque las consideraba perjudiciales para el futuro de España. Sin embargo, no se declaraba ateo, sino que tenía una visión más abierta de la religión.
Obras destacadas
- España manifiesta los males que le afectan y propone los medios más expeditos y eficaces para obtener su cura radical (1836)
- Nuevo diccionario de la lengua castellana (1853)
- Catón político (1856)
- Filosofía del alma humana (1856)
- Cristianismo y progreso (1861)
- Un paseo por París. Retratos al natural (1863)
- El Evangelio del pueblo (1868)
- Teoria del infierno ó La ley de la vida (1868)
- Cartilla política (1869)
- Primer diccionario general etimológico de la lengua española (1880-1883)
- Diccionario de sinónimos (1890, póstumo)