robot de la enciclopedia para niños

Francisco Ribalta para niños

Enciclopedia para niños

Francisco Ribalta (Solsona, Lérida, 1565-Valencia, 1628) fue un importante pintor español del estilo barroco. Se formó en la escuela de pintura de El Escorial y se estableció en Valencia desde 1599. Allí, desde muy temprano, desarrolló un estilo naturalista con un fuerte contraste de luces y sombras (claroscuro), que se convirtió en una característica clave de la escuela valenciana del siglo XVII.

Ribalta vivió en los inicios de la pintura barroca en España. Su trabajo conecta el último estilo manierista con las nuevas tendencias del Barroco. Compartía el espíritu religioso de la Contrarreforma, un movimiento de la Iglesia Católica. Por eso, pintó escenas religiosas de una manera muy realista, haciendo que lo sobrenatural pareciera muy cercano y creíble para el espectador. Buscaba que la gente se conectara directamente con los milagros a través de composiciones sencillas y sin adornos innecesarios.

Francisco Ribalta: Un Pintor del Barroco Español

Sus Primeros Años y Formación

Aprendizaje en Barcelona y Madrid

Francisco Ribalta fue bautizado el 2 de junio de 1565 en Solsona, Lérida. Alrededor de 1572, su familia se mudó a Barcelona, donde su padre trabajaba como sastre. Es probable que allí comenzara su formación como pintor. En 1581, ya huérfano, se sabe que estaba en Barcelona. Poco después, debió de irse a Madrid, ya que su primera obra conocida, Los preparativos para la crucifixión, firmada y fechada en Madrid en 1582, se encuentra hoy en el Museo del Ermitage de San Petersburgo.

No hay muchos detalles de esos años, pero sus obras posteriores muestran que estuvo en El Escorial. Allí pudo conocer las obras de grandes maestros venecianos como Tiziano y los Bassano. Se vio especialmente influenciado por Sebastiano del Piombo. Por ejemplo, en su obra El Encuentro del Nazareno con la Virgen (Museo de Bellas Artes de Valencia), pintada en Valencia hacia 1611, la figura de Cristo es una copia exacta del famoso Cristo con la cruz a cuestas de Piombo, que Ribalta debió de ver en El Escorial. También estudió directamente la obra de Juan Fernández de Navarrete para El Escorial, lo que se nota en su Degollación de Santiago para el retablo de Algemesí.

Se sabe que en 1591 pintó un cuadro de la Anunciación para el monasterio de la Encarnación en Madrid, por encargo de alguien de la corte. En Madrid, se casó con Inés Pelayo, quien falleció en 1601. Tuvieron dos hijas y un hijo, Juan, nacido en 1597, quien se convertiría en su mejor alumno. Tenía ayudantes, lo que indica que ya era un pintor reconocido en Madrid. Sin embargo, no hay pruebas de que trabajara para el rey. La muerte del rey Felipe II en 1598 pudo haberlo impulsado a dejar la corte.

Su Época en Valencia (1599-1617)

Archivo:Ribalta-cena
Última Cena o Institución de la Eucaristía, óleo sobre lienzo, 478 x 266 cm, Valencia, Colegio del Patriarca.

Es probable que Ribalta eligiera Valencia por su amistad con Lope de Vega. Desde febrero de 1599, Ribalta ya estaba en Valencia. Era un hombre muy devoto y se unió a la cofradía de la Virgen de los Desamparados. Al llegar, recibió la protección del arzobispo Juan de Ribera, para quien pintó algunos retratos.

Trabajos en Algemesí

Entre 1603 y 1605, Ribalta vivió en Algemesí, trabajando en el retablo principal de su iglesia parroquial. Continuó trabajando en varios retablos allí hasta 1610, con claras influencias de su tiempo en El Escorial. La gran pintura central, que muestra el martirio del apóstol, se parece mucho al cuadro de Navarrete en El Escorial. También tomó ideas de Luca Cambiaso y Tiziano.

En Algemesí, también pintó el gran lienzo de la Aparición de Cristo a San Vicente Ferrer para el Colegio del Corpus Christi. De 1606 es su Última Cena, que se encuentra en el mismo colegio. Esta obra, con su fuerte iluminación lateral y el realismo de los rostros de los apóstoles, consolidó la fama de Ribalta en Valencia. Se dice que el rostro de Judas es el de un vecino con el que Ribalta estaba enojado. Gracias a esta obra, recibió nuevos encargos.

La Influencia de Sebastiano del Piombo

En estos años, Ribalta adaptó su estilo naturalista, a veces por petición de sus clientes, usando modelos del pintor Juan de Juanes. Esto se ve en la Consagración de San Eloy como obispo de Noyon (Valencia, iglesia de San Martín). También volvió a inspirarse en Sebastiano del Piombo, copiando su tríptico del Descendimiento en dos ocasiones.

Los Retratos del Padre Simón

En 1611, murió su protector, el arzobispo Juan de Ribera. En abril de 1612, falleció en Valencia el padre Francisco Jerónimo Simón, conocido por su caridad y su vida austera. Aunque en vida pasó desapercibido, los valencianos lo consideraron un santo y le dedicaron altares en las calles. Se escribieron libros sobre su vida y se hicieron muchísimas imágenes de él.

Archivo:Ribalta-padre simo
Visión del padre Francisco Jerónimo Simón (1612), óleo sobre lienzo, 211 x 311 cm, Londres, National Gallery.

Los encargos más importantes para pintar al padre Simón fueron para Ribalta. A él se le encargó el retablo para la capilla de la iglesia de San Andrés, donde el padre Simón fue enterrado. Este es probablemente el lienzo de la Visión del padre Francisco Jerónimo Simón, firmado y fechado en 1612, que se encuentra en la National Gallery de Londres. El cabildo de la catedral también le encargó tres retratos del sacerdote para regalárselos al rey Felipe III y a otras figuras importantes, buscando su reconocimiento como santo.

Sin embargo, la Inquisición (una institución religiosa de la época) actuó rápidamente ante lo que parecía una declaración de santidad por parte del pueblo. En 1614, se ordenó recoger todas las imágenes del sacerdote y un libro sobre él. Un nuevo decreto de la Inquisición valenciana prohibió finalmente todas las imágenes del sacerdote en 1619. El lienzo de Ribalta pudo sobrevivir porque fue modificado para parecer un Cristo llevando la cruz apareciéndose a San Ignacio de Loyola. En 1945, ya en la National Gallery, la obra fue limpiada y se reveló la figura original del padre Simón.

El Colegio de Pintores y su Taller

En noviembre de 1615, Ribalta recibió pagos por retratos. En su taller colaboraban su yerno, Vicente Castelló, y su hijo Juan, quien en 1615 firmó su primera obra. En 1617, Ribalta lideró un grupo de pintores que pidieron al rey la aprobación del Colegio de Pintores, que se había reorganizado un año antes. Ribalta fue el director de esta asociación.

La llegada de Pedro de Orrente a Valencia, de vuelta de Italia, pudo haber impulsado esta reorganización. Se dice que hubo una competencia amistosa entre Ribalta y Orrente para demostrar su habilidad, aunque los cuadros que pintaron para ello se han perdido. La formación de Orrente y su conocimiento de los primeros pintores caravaggistas (seguidores de Caravaggio) influyeron en Ribalta, fortaleciendo su interés por el uso expresivo de la luz artificial.

Sus Últimos Años y Madurez Artística (1618-1628)

A partir de 1620, en la etapa final y más madura de su carrera, Ribalta desarrolló un estilo naturalista más estricto. Se pensó que en los años anteriores había viajado a Italia y conocido la obra de Caravaggio. Existe una copia pequeña de la famosa Crucifixión de San Pedro de Caravaggio, firmada por Ribalta. Sin embargo, esta copia pudo haberse basado en otra copia anterior que ya estaba en Valencia. Los expertos creen que el estilo de Ribalta, aunque con fuertes contrastes de luz y sombra (tenebrismo), siempre estuvo ligado a lo que vio en El Escorial y a la pintura veneciana, siendo diferente al estilo de Caravaggio.

Se ha descubierto un pleito legal que mantuvo ocupado a Ribalta desde enero de 1618 hasta marzo de 1619. Ribalta fue nombrado "baciner de pobres" (encargado de recoger limosnas) de su parroquia, pero él se negó, diciendo que no tenía recursos y que su trabajo como pintor requería mucha dedicación. Se ofreció a pintar un cuadro para la parroquia a cambio de no asumir el cargo. Varios pintores testificaron a su favor, hablando de su piedad y de las dificultades de ser pintor en Valencia después de la expulsión de los moriscos. A pesar de sus argumentos, en marzo de 1619, se le obligó a aceptar el cargo o pagar una multa.

Es probable que en esos años viajara a Madrid, donde pudo conocer las últimas tendencias naturalistas. En este viaje, pudo haber pintado un retrato de Lope de Vega que se ha perdido, pero que fue usado para un grabado. Lope de Vega mismo elogió a Ribalta como un pintor de primera clase.

Obras para los Capuchinos de Valencia

En 1620, Ribalta está de nuevo documentado en Valencia, pintando una Última Cena (perdida) para los capuchinos. De esta época son dos visiones de San Francisco, pintadas con su nuevo estilo. Una es la Visión del ángel músico, que está en el Museo del Prado, y la otra es San Francisco abrazando al crucificado, en el Museo de Bellas Artes de Valencia. En estas obras, la paleta de colores es más reducida y los personajes son más realistas, mostrando la acentuación de sus tendencias naturalistas.

La Visión del ángel músico fue muy popular. La San Francisco abrazando al crucificado es más inusual en su tema. Su fuerte significado simbólico sugiere que los frailes capuchinos le dieron la idea, ya que ellos enfatizaban el significado de la sangre de Cristo. El santo, de aspecto fuerte y sencillo, abraza a Cristo, de cuya herida brota sangre. El uso de la luz en esta obra es considerado uno de los mayores logros del primer naturalismo español, destacando a los personajes principales y oscureciendo los secundarios para mostrar la presencia divina de una manera realista.

Pinturas para la Cartuja de Porta-Coeli

Archivo:Ribalta-san bruno
San Bruno, óleo sobre lienzo, 181 x 79 cm, Museo de Bellas Artes de Valencia.

En 1621, el taller de Ribalta recibió el encargo de ocho grandes lienzos para el retablo de la iglesia de Andilla. Es posible que Ribalta planeara las obras, pero la ejecución la confió a su hijo Juan y a otros miembros de su taller. Mientras ellos trabajaban en Andilla, Francisco lo hacía en Valencia.

A finales de 1625, Ribalta contrató el trabajo de dorado y pintura para el nuevo retablo mayor del monasterio cartujo de Porta-Coeli. Es probable que este encargo viniera después de que pintara El Abrazo de Cristo a san Bernardo (Museo del Prado), una obra muy elogiada. En ella, un potente foco de luz ilumina a un Cristo musculoso y al monje que lo abraza, sobre un fondo de sombras. A pesar de usar pocos colores, las pinceladas crean muchos tonos.

El retablo mayor de la cartuja tenía al menos dieciséis pinturas, de las cuales trece están en el Museo de Bellas Artes de Valencia. Fue realizado entre 1625 y 1627, con mucha participación del taller. Algunos expertos creen que solo los evangelistas Lucas, Mateo y Juan, y el San Bruno fueron pintados con seguridad por Francisco Ribalta. Otros creen que su participación fue mayor. El San Bruno, de pie y llenando el lienzo, con el dedo en la boca pidiendo silencio, es la obra más admirada de este retablo. Su gama de colores reducida, la riqueza de tonos en el hábito blanco, el realismo del rostro y la iluminación lateral son características del trabajo de Ribalta.

A mediados de 1627, recibió un nuevo encargo, pero no pudo completarlo al morir repentinamente el 13 de enero de 1628. Murió sin dejar testamento, lo que causó problemas entre sus hijos Juan y Mariana, una monja. Ambos murieron poco después. Jusepe Martínez, quien lo conoció, elogió su humildad y dijo que murió con tanta buena reputación que casi fue considerado un santo.

Galería de imágenes

kids search engine
Francisco Ribalta para Niños. Enciclopedia Kiddle.