Pragmática Sanción de 1567 para niños
La Pragmática Sanción de 1567 fue una ley muy importante que el rey Felipe II de España publicó. Se hizo pública el 1 de enero de 1567 en Granada por Pedro de Deza, quien era el presidente de la Real Chancillería de Granada. Esta ley buscaba cambiar las costumbres de los moriscos, que eran personas de origen musulmán que se habían convertido al cristianismo, pero que aún mantenían muchas de sus tradiciones. La resistencia a esta ley fue tan grande que provocó una guerra conocida como la Rebelión de las Alpujarras entre 1568 y 1571.
Contenido
¿Por qué se creó esta ley?
Los deseos de cambio
La idea de esta ley surgió del arzobispo de Granada, Pedro Guerrero. Él creía que los moriscos no serían verdaderos cristianos si seguían con sus costumbres y tradiciones. Por eso, en 1565, se reunió un grupo de obispos en Granada. Ellos decidieron que ya no intentarían convencer a los moriscos con palabras amables, sino que usarían medidas más estrictas.
Pidieron al rey que se aplicaran leyes que ya existían desde 1526, pero que no se habían puesto en práctica. Estas leyes prohibían todo lo que hacía diferentes a los moriscos, como su idioma, su forma de vestir, sus baños tradicionales, sus ceremonias y sus fiestas como las zambras.
Propuestas para un cambio total
Además, los obispos sugirieron al rey que se controlara más a los moriscos. Propusieron que en los pueblos moriscos vivieran familias de cristianos antiguos. También querían que se visitaran las casas de los moriscos los viernes, sábados y días festivos para asegurarse de que no seguían sus antiguas prácticas religiosas. Incluso pidieron que los hijos de los moriscos importantes fueran llevados a Castilla la Vieja para ser educados allí y aprender las costumbres cristianas, olvidando las suyas.
Estas ideas fueron analizadas por un grupo de expertos en Madrid, incluyendo juristas, religiosos y militares. Ellos recomendaron al rey que aplicara las prohibiciones que el rey Carlos I había suspendido en 1526 a cambio de dinero de los moriscos. Poco después de esta reunión, Pedro de Deza, quien apoyaba mucho estas medidas duras, fue nombrado presidente de la Chancillería de Granada. Su forma de actuar molestó mucho a los moriscos.
Finalmente, el rey Felipe II aprobó estas medidas. La ley, que contenía todas estas prohibiciones, se publicó el 17 de noviembre de 1566 y se hizo pública el 1 de enero de 1567.
¿Qué decía la ley?

La Pragmática Sanción de 1567 tenía once puntos principales:
- 1. Prohibía hablar, leer y escribir en árabe. Se dio un plazo de tres años para dejar de hacerlo.
- 2. Los contratos hechos en árabe dejarían de ser válidos.
- 3. Los libros en árabe debían ser entregados para ser revisados. Si no tenían nada que fuera un problema para los cristianos, se devolverían.
- 4. Los moriscos debían vestirse como los castellanos. Las mujeres no podían usar velos que cubrieran sus caras.
- 5. En bodas y fiestas, debían seguir las costumbres cristianas, con las ventanas y puertas abiertas, y sin hacer zambras ni usar instrumentos o canciones moriscas.
- 6. No podían celebrar el viernes como día sagrado.
- 7. No podían usar nombres ni apellidos moriscos.
- 8. Las mujeres no podían usar alheña (henna) para teñirse.
- 9. No podían usar baños artificiales y los que existían debían ser destruidos.
- 10. Se expulsaría a los moros del norte de África que vivían en España, y los moriscos no podían tener esclavos de ese origen.
- 11. Se revisarían los permisos para tener esclavos de origen africano.
El objetivo de esta ley era que los moriscos dejaran por completo sus costumbres y se integraran en la sociedad cristiana. Había varias razones para esta presión: el Imperio Otomano y sus aliados en el norte de África querían debilitar a España, y se temía que los moriscos pudieran ayudarles en caso de una invasión. También se buscaba que toda la población de España tuviera las mismas costumbres y creencias, especialmente después de la conquista de Granada en 1492. Además, existían grupos de moriscos que se dedicaban a asaltar caminos, como los monfíes en Andalucía, lo que generaba problemas.
¿Qué pasó después?
Los moriscos intentaron que la ley no se aplicara, como ya lo habían logrado en 1526. Enviaron una delegación a Madrid para hablar con el rey, pero él no cambió de opinión. También intentaron hablar con Pedro de Deza y con el Capitán General de Granada, pero no tuvieron éxito. La decisión de acabar con la cultura morisca era firme.
Francisco Núñez Muley, un morisco importante, escribió un documento protestando por las injusticias. Él decía: "¿Cómo se le puede quitar a la gente su lengua natural, con la que nacieron y se criaron? Los egipcios, sirios, malteses y otras personas cristianas hablan, leen y escriben en árabe, y son cristianos como nosotros.".
Cuando los moriscos se dieron cuenta de que no había marcha atrás, empezaron a planear una rebelión. Hubo reuniones secretas en el Albaicín, un barrio de Granada. Las autoridades comenzaron a arrestar a moriscos que creían implicados. Incluso se pensó en expulsar a todos los moriscos del reino y reemplazarlos con cristianos antiguos. Como han señalado algunos historiadores, ya no se trataba de cómo integrar a los moriscos, sino de obligarlos a cambiar por completo o expulsarlos. Esto llevó a la Rebelión de las Alpujarras.