Polisacárido para niños
Principales polisacáridos |
Otros tipos de glúcidos |
Los polisacáridos son moléculas muy grandes que se forman cuando muchas unidades más pequeñas, llamadas monosacáridos, se unen. Son un tipo de glúcidos (también conocidos como carbohidratos) y tienen funciones importantes en los seres vivos. Principalmente, sirven para almacenar energía y para construir estructuras.
Contenido
¿Qué son los polisacáridos y cómo se forman?
Los polisacáridos son como cadenas largas. Sus "eslabones" son los monosacáridos, que se repiten y se unen entre sí. Esta unión se hace a través de algo llamado enlace glucosídico. Estas cadenas pueden ser muy, muy grandes. Su tamaño depende de cuántos monosacáridos se unan. A diferencia de otras moléculas como el ADN, el número de monosacáridos en un polisacárido no es fijo.
¿Cómo se descomponen los polisacáridos?
Los polisacáridos pueden romperse en partes más pequeñas. Esto ocurre mediante un proceso llamado hidrólisis. Durante la hidrólisis, los enlaces que unen los monosacáridos se rompen. En nuestro cuerpo, esto lo hacen unas "tijeras" especiales llamadas enzimas digestivas. Estas enzimas son muy específicas. Por ejemplo, las enzimas que digieren el almidón no pueden digerir la celulosa. Esto es porque, aunque ambas están hechas de glucosa, sus enlaces son diferentes.
Cuando se forma un enlace entre dos monosacáridos, se libera una molécula de agua. Es como una reacción de "condensación". Y cuando se rompe ese enlace, se necesita una molécula de agua. Si una cadena tiene n monosacáridos, tendrá n-1 enlaces. La fórmula general de los monosacáridos es CxH2xOx. Por lo tanto, la fórmula de los polisacáridos suele ser Cx(H2O)x–1.
Los polisacáridos pueden ser muy variados. A veces, tienen pequeñas diferencias en sus unidades repetidas. Sus propiedades pueden ser distintas a las de los monosacáridos que los forman. Algunos pueden ser amorfos (sin forma definida) o no disolverse en agua.
Homopolisacáridos y heteropolisacáridos: ¿cuál es la diferencia?
Cuando todos los monosacáridos que forman un polisacárido son del mismo tipo, se llama homopolisacárido. Un ejemplo es el almidón, que solo tiene glucosa. Pero si hay más de un tipo de monosacárido, se llama heteropolisacárido.
Los monosacáridos naturales suelen tener la fórmula (CH2O)n, donde n es 3 o más. Ejemplos son la glucosa y la fructosa. Los polisacáridos, en cambio, tienen una fórmula general Cx(H2O)y. Aquí, x es un número grande, entre 200 y 2500. Si los monosacáridos tienen seis carbonos (como la glucosa), la fórmula se simplifica a (C6H10O5)n. En este caso, n suele estar entre 40 y 3000.
Generalmente, los polisacáridos tienen más de diez unidades de monosacáridos. Los oligosacáridos, por otro lado, tienen entre tres y diez unidades. Los polisacáridos son muy importantes en los seres vivos. Su función principal es dar estructura o almacenar energía.
¿Para qué sirven los polisacáridos?
Los polisacáridos tienen dos funciones principales: almacenar energía y formar estructuras.
Polisacáridos de reserva: ¿cómo almacenan energía?
Los polisacáridos de reserva son una forma inteligente de guardar azúcares. La glucosa es la principal fuente de energía para las células. Si la glucosa se almacenara libremente, causaría problemas en la célula. Por eso, los organismos la guardan como un polisacárido. Al ser una molécula grande, no afecta tanto la presión interna de la célula. Así, la célula puede almacenar mucha energía sin problemas. Ejemplos importantes son el almidón y el glucógeno.
En las plantas, el almidón es el polisacárido principal para almacenar energía. En los animales, es el glucógeno. El glucógeno es más ramificado que el almidón. Esto permite que se use más rápido, lo cual es útil para los animales que se mueven mucho. Los animales también usan las grasas para almacenar energía a largo plazo, porque las grasas guardan más del doble de energía por peso.
Polisacáridos estructurales: ¿cómo construyen?
Estos polisacáridos forman parte de las estructuras de los organismos. Los más conocidos son los que componen las paredes celulares de las plantas, los hongos y otros seres vivos. Estas paredes dan soporte y protección a las células.
La celulosa es el polisacárido estructural más importante. Es el componente principal de las paredes celulares de las plantas. De hecho, es la molécula orgánica más abundante en la Tierra. La celulosa es un polímero de glucosa. Sus enlaces hacen que las cadenas de glucosa se alineen de forma recta. Estas cadenas rectas se unen entre sí, formando haces paralelos que dan mucha resistencia.
La quitina tiene una función similar a la celulosa. Se encuentra en los hongos y forma el exoesqueleto (esqueleto externo) de los artrópodos (como insectos y cangrejos). La quitina es un polímero de un monosacárido que contiene nitrógeno. Esto la hace muy fuerte.
Otras funciones importantes
Muchas células tienen polisacáridos en su superficie. Esto les permite reconocerse entre sí. También pueden proteger a los microorganismos de condiciones difíciles. Además, actúan como un tipo de "pegamento" para que las células se adhieran a superficies, formando lo que se conoce como biopelículas.
Clasificación de los polisacáridos por su composición
Los polisacáridos se pueden clasificar en dos tipos según los monosacáridos que los forman:
- Homopolisacáridos: Están hechos de la repetición de un solo tipo de monosacárido.
- Heteropolisacáridos: Están formados por la repetición de dos monosacáridos diferentes que se alternan. Algunos heteropolisacáridos se unen a proteínas para formar moléculas complejas que son parte de los tejidos y las paredes celulares.
Polisacáridos y nuestra alimentación
Los polisacáridos que comemos son una fuente común de energía. Nuestro cuerpo puede descomponer fácilmente el almidón en glucosa. Sin embargo, la mayoría de los organismos no pueden digerir la celulosa o la quitina. Algunos animales, como las rumiantes (vacas) y las termitas, tienen microorganismos en su sistema digestivo que les ayudan a procesar la celulosa.
Aunque algunos polisacáridos complejos no se digieren fácilmente, son muy importantes para nuestra dieta. Se les llama fibra dietética. La fibra mejora la digestión. La fibra soluble, por ejemplo, ayuda a reducir los niveles de colesterol en la sangre. También ayuda a que el azúcar se absorba más lentamente, lo que es bueno para mantener los niveles de azúcar estables después de comer. La fibra insoluble también se asocia con un menor riesgo de diabetes. Por todas estas razones, la fibra dietética es considerada muy importante para una dieta saludable.
Véase también
En inglés: Polysaccharide Facts for Kids