Planes de Desarrollo de España para niños
Los Planes de Desarrollo Económico y Social fueron una serie de programas que ayudaron a España a crecer mucho económicamente. Estos planes se crearon después de un periodo en el que España intentaba ser autosuficiente, es decir, producir todo lo que necesitaba sin depender de otros países.
Estos planes comenzaron después de un programa llamado Plan de Estabilización de 1959. Gracias a ellos, la economía española creció muy rápido, con un aumento promedio del 7.2% cada año en el Producto Interno Bruto (PIB). El PIB es el valor total de todos los bienes y servicios que un país produce en un año. A esta época de gran crecimiento se le conoce como Desarrollismo.
El éxito de estos planes se basó en varias cosas. Aunque España compraba más productos de los que vendía a otros países (lo que se llama una balanza comercial desequilibrada), este desequilibrio se compensaba. ¿Cómo? Con el dinero que enviaban los españoles que trabajaban en otros países de Europa, con los ingresos del turismo (muchos visitantes venían a España) y con la inversión de empresas extranjeras.
Para impulsar la industria, se crearon los "polos de desarrollo". Eran zonas especiales donde se animaba a las empresas a instalarse. Por ejemplo, en Valladolid y Vigo se construyeron fábricas de coches, y en Puertollano se instaló una refinería.
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¿Cómo funcionaron los Planes de Desarrollo?
Estos planes se basaron en un modelo llamado planificación indicativa, similar al que se usaba en Francia. Esto significaba que el gobierno daba una guía y apoyo para que tanto las empresas públicas como las privadas trabajaran hacia los mismos objetivos económicos.
Para gestionar estos planes, se creó un ministerio especial, el Ministerio de Planificación del Desarrollo. Este ministerio estuvo a cargo de una persona importante, Laureano López Rodó, quien formaba parte de un grupo de expertos en economía.
El Tercer Plan de Desarrollo no pudo completarse del todo. Esto se debió, en parte, a problemas económicos y al aumento del precio del petróleo en 1973. Después de este periodo, la economía española empezó a cambiar y a modernizarse, un proceso que continuó hasta que España se unió a la Comunidad Europea en los años ochenta.
Los tres Planes de Desarrollo
Hubo tres Planes de Desarrollo principales:
Primer Plan de Desarrollo (1964-1967)
Este plan se aprobó a finales de 1963 y comenzó en 1964. Fue cuando surgieron los primeros polos de desarrollo industrial. Ciudades como Valladolid, Vigo, La Coruña, Zaragoza y Sevilla vieron un gran impulso industrial. También se enfocó en el Polo de Promoción Industrial de Burgos y el Polo Químico de Huelva. Gracias a este plan, el Producto Nacional Bruto (PNB) del país aumentó un 6.4%.
Segundo Plan de Desarrollo (1968-1971)
Durante este plan, algunos de los polos de desarrollo industrial, como los de Valladolid, Zaragoza y Sevilla, fueron reemplazados por otros considerados más importantes en Granada, Córdoba y Oviedo a partir de 1970. Esto no significó que los anteriores desaparecieran, sino que se priorizaron nuevas zonas.
Tercer Plan de Desarrollo (1972-1975)
Este plan no pudo terminarse. Una de las razones principales fue la subida del precio del petróleo a nivel mundial, lo que afectó mucho a la economía. También influyó la lentitud en la puesta en marcha de algunas acciones públicas que estaban previstas.
Impacto de los Polos de Desarrollo
Los Polos de Desarrollo se crearon para ayudar a las zonas rurales que estaban perdiendo población, ya que muchas personas se mudaban a las ciudades. Sin embargo, la zona que más se benefició fue la costa mediterránea de España.
Esta región recibió mucho dinero de países como Estados Unidos y de organizaciones como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial. Además, muchos turistas de clase trabajadora de otros países europeos empezaron a visitar España en busca de sol, playa y precios bajos. Esto impulsó mucho la industria turística en el Mediterráneo.
La costa mediterránea tenía ventajas como su geografía plana, fácil acceso por mar para el transporte de mercancías y buenas conexiones con el norte de África. Aunque hoy en día el nivel de vida en estas zonas costeras varía, la industria turística sigue siendo muy importante.
Cambios en la población y el campo
Entre 1950 y 1970, la mecanización del campo (usar máquinas en lugar de personas para trabajar la tierra) hizo que muchas personas se quedaran sin trabajo en las zonas rurales. Aproximadamente 2.300.000 trabajadores tuvieron que buscar nuevas oportunidades.
Una gran parte de estas personas se fue a trabajar a otros países de América y Europa, mientras que otros se mudaron a las grandes ciudades de España. Esto provocó que crecieran barrios nuevos en las afueras de las ciudades, a veces con viviendas precarias. Para solucionar esto, se construyeron muchas casas nuevas, lo que a su vez aumentó la demanda de productos y servicios, impulsando la inversión y la creación de empleos.
Aunque los planes de desarrollo intentaron ayudar a las regiones del interior que tenían menos crecimiento, las investigaciones muestran que la despoblación del campo se debió a una tendencia general de mecanización que ya había ocurrido en otros países. También se ha visto que fue un error enfocarse solo en la inversión directa en industria, en lugar de mejorar las infraestructuras para que todas las regiones tuvieran mejor acceso a los mercados, algo que sí ocurrió a partir de los años 80.