Muralla de Santiago de Compostela para niños
Datos para niños Muralla de Santiago de Compostela |
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Plano de Santiago en 1595
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Localización | ||
País | España | |
Ubicación | Santiago de Compostela | |
Coordenadas | 42°52′00″N 8°33′00″O / 42.86666667, -8.55 | |
Información general | ||
Usos | Muralla | |
Inicio | siglo XI | |
Finalización | siglo XIX (remodelaciones para usos privados) | |
Demolido | siglo XIX | |
Propietario | desaparecido | |
Altura | 5 m (media) | |
Diseño y construcción | ||
Arquitecto | varios (Desconocido) | |
La muralla de Santiago de Compostela fue una antigua fortificación que rodeaba la ciudad de Santiago de Compostela, en La Coruña, España. Aunque la mayor parte de esta muralla desapareció a finales del siglo XIX, aún se conservan algunos restos. El más grande y conocido es el Arco de Mazarelos.
También hay partes de la muralla que están ocultas dentro de casas antiguas. Si miras un mapa de la parte más antigua de Santiago, puedes ver claramente el trazado que tenía la muralla. Su forma influyó mucho en cómo se construyó la ciudad.
Contenido
Historia de la Muralla de Santiago de Compostela
La historia de la muralla de Santiago de Compostela se divide en varias etapas, desde sus primeros muros hasta su desaparición.
¿Cuándo se construyó la primera muralla?
En el año 968, el obispo Sisenando II mandó construir una muralla alrededor de la iglesia que existía antes de la actual catedral de Santiago de Compostela. Esta zona se conocía como Locus Sancti Iacobi. Era un espacio pequeño que incluía la catedral, la plaza de Quintana y el monasterio de San Pelayo de Antealtares, con algunas calles cercanas.
Esta primera muralla tenía también un segundo anillo de defensa hecho con fosos y empalizadas (vallas de madera). Sin embargo, fue casi destruida por una expedición en el año 997.
La gran muralla del siglo XI
A mediados del siglo XI, Santiago de Compostela creció mucho y se convirtió en un importante lugar de peregrinación. Para proteger la ciudad de posibles ataques, el obispo Cresconio construyó una nueva muralla mucho más grande. Esta nueva fortificación se levantó sobre el antiguo anillo de fosos y empalizadas.
Esta muralla medía unos 2 kilómetros de largo y protegía una superficie de 30 hectáreas. Fue la muralla principal de la ciudad hasta el siglo XIX. Protegía los nuevos barrios que se formaban alrededor del Locus Sancti Iacobi.
De la primera muralla, la de Sisenando II, quedan muy pocos rastros. Se han encontrado algunos restos en la zona de la Azabachería. En 2009, durante unas obras, se descubrió una parte bien conservada de esta primera fortificación.
¿Cómo era la Muralla de Santiago?
Los muros de la muralla estaban hechos con piedras irregulares de esquisto. Tenían una altura de unos 5 metros y un grosor de aproximadamente 2,5 metros. La parte superior tenía almenas, que son como dientes en la parte de arriba de la muralla, aunque no se sabe exactamente cómo eran.
La muralla estaba reforzada con 48 torres cuadradas, según un plano de 1595. Su forma era como la de un riñón, con su parte más larga orientada de Norte a Sur. Las puertas estaban construidas con piedras más finas y cemento, y por fuera, la muralla estaba rodeada por un foso.
Las puertas de la muralla
La muralla original tenía 7 puertas, pero con el tiempo se añadieron más. Un libro antiguo llamado el Códice Calixtino describe las siete primeras puertas:
- Puerta Francígena o del Camino: Era la puerta principal, por donde llegaban los peregrinos del Camino de Santiago desde Castilla y Francia. Cerca de ella se instalaron tiendas y albergues para los viajeros.
- Puerta de la Peña
- Puerta de Sofrades
- Puerta del Santo Peregrino
- Puerta Falguera: Llevaba hacia Padrón.
- Puerta de Susannis
- Puerta de Mazarelos: Por esta puerta entraba el vino de la zona de Ulla y Ribeiro, y también los cereales de Castilla. Es la única puerta que se conserva hoy en día. Tiene un arco de medio punto y a un lado se ve la base de una torre defensiva.
En el siglo XIII se abrió la Puerta Nova da Villa. En los siglos XIV y XV aparecieron otras puertas más pequeñas para el paso de personas, como la de las Algalias, la de San Fiz o la del Souto.
¿Cómo influyó la muralla en la ciudad?
Una vez construida la muralla, la ciudad creció dentro de sus límites. Esto afectó el tamaño y la altura de los edificios. Las construcciones de más de tres pisos se consideraban una amenaza para la defensa de la ciudad.
Las tres puertas principales (Francígena, Faxeira y Mazarelos) marcaban las rutas principales de la ciudad. Estas rutas se conectaban entre sí, formando una especie de red que llevaba a plazas importantes como la de Cervantes o la del Obradoiro. Además, los edificios que podían causar molestias, como talleres o monasterios, se construían fuera de la muralla, pero cerca de las puertas.
El fin de la muralla
A partir del siglo XV, las murallas empezaron a perder su importancia porque ya no había tantos ataques. Por eso, la gente las fue abandonando. En 1596, se hizo una revisión del estado de las murallas y se vio que necesitaban muchas reparaciones. Las puertas no cerraban bien y los muros estaban débiles.
Con el tiempo y el avance de las armas, como la artillería, la muralla se volvió anticuada y ya no servía para defender la ciudad. Aunque los vecinos intentaron repararla varias veces en los siglos XVII y XVIII, hay registros de que algunas partes de la muralla se usaban como vertedero, a pesar de que estaba prohibido.
La desaparición de la muralla
Desde la Edad Media hasta el siglo XIX, existía un tipo de contrato llamado foro. Con este contrato, se permitía a una persona usar una parte de la muralla o el camino que había por dentro a cambio de un pago. Con el paso del tiempo, muchos edificios cercanos a la muralla se extendieron y la incorporaron dentro de sus construcciones. Incluso se construyeron casas sobre las torres y los muros de la muralla.
Estos restos se conocen como muralla fosilizada. Gracias a ellos, podemos saber con más exactitud por dónde pasaba la muralla.
Descubrimientos y rutas actuales
En 1994, se encontraron los restos de una torre de la muralla y un foso en la Rúa da Senra, número 18. Hoy en día, se pueden ver a través de un cristal. Desde entonces, se han encontrado y estudiado otros fragmentos de la muralla en la parte antigua de la ciudad.
Uno de los tramos mejor conservados se descubrió en la rúa de Entremuros. Mide 10 metros de largo y 5 de alto, y se encuentra en las paredes de una vivienda. En él se pueden ver, entre otras cosas, la forma de las antiguas almenas.
En 2009, el ayuntamiento de Santiago creó una ruta llamada "A cerca da Cidade" (La cerca de la Ciudad). El objetivo era que la gente conociera la historia y el recorrido de la antigua muralla. Esta ruta está marcada en el suelo con puntos de referencia que señalan por dónde pasaba la muralla alrededor de la ciudad antigua.