Monasterio de San Salvador (Palacios de Benaver) para niños
El Monasterio de San Salvador en Palacios de Benaver, en la provincia de Burgos, es considerado uno de los monasterios cristianos más antiguos de España. A lo largo de su historia, ha sido un colegio y una escuela hogar. Actualmente, viven allí 12 hermanas de la orden benedictina, aunque se espera que dejen el monasterio pronto.
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Historia del Monasterio de San Salvador
Aunque no se sabe la fecha exacta de su fundación, el primer documento que menciona este monasterio es del año 1231. Originalmente, perteneció a la familia Lara. Cuando el conde de Lara falleció, sus hijas vendieron el monasterio al Obispado de Burgos.
En 1470, el rey Enrique IV de Castilla aprobó que otro monasterio, Santa Cruz de Valcárcel, se uniera a este. Así, el Monasterio de San Salvador aumentó mucho sus propiedades, llegando a tener tierras en ochenta pueblos.
Durante el siglo XV, el monasterio se hizo muy poderoso. Se convirtió en un "señorío", lo que significaba que la abadesa (la líder de las monjas) tenía autoridad para nombrar alcaldes en varios pueblos cercanos, como Palacios, Valcárcel y Montorio. Incluso podía salir del monasterio para visitar sus tierras.
Más tarde, debido a un proceso llamado desamortización, el monasterio perdió muchas de sus propiedades, pero siguió siendo un lugar habitado.
A finales del siglo XIX, se abrió un colegio para niños en el monasterio. Después, se transformó en una escuela-hogar que funcionó hasta 1993. A partir de ese año, el monasterio se convirtió en una hospedería.
La Leyenda de las Trescientos Monjas
Una antigua tabla que se encuentra en la iglesia del monasterio cuenta una leyenda sobre sus posibles orígenes.
La historia dice que en el año 834, un líder llamado Zefa, que había atacado otro monasterio cercano, decidió atacar también este lugar. La leyenda cuenta que había trescientas monjas en el monasterio. Ellas recibieron un reconocimiento especial por su fe.
Después de este suceso, el monasterio quedó vacío durante 150 años. Luego, el conde García Fernández encontró una imagen de un Cristo crucificado allí. Decidió reconstruir el monasterio en el año 968 y nombró a su hija, Urraca García, como la primera abadesa.
Valor Artístico del Monasterio
La iglesia del monasterio combina elementos de diferentes épocas. Su diseño principal es de estilo gótico del siglo XIII. Sin embargo, la entrada y el claustro (un patio interior rodeado de galerías) son de estilo clasicista.
El retablo mayor, que es una estructura decorada detrás del altar, fue construido en el siglo XVIII. Se encuentra en una parte semicircular de la iglesia llamada ábside. Aún se pueden ver restos de un retablo anterior en los lados.
En el claustro se conservan algunos relieves, que son esculturas que sobresalen de una superficie plana. Estos relieves representan a figuras importantes como San Bernardo, San Benito, Santa Escolástica, San Jerónimo, San Juan, y escenas como la Asunción de la Virgen y la Anunciación.
En la zona del presbiterio (cerca del altar) hay una pintura barroca que narra la leyenda de las monjas.
En otra parte de la cabecera de la iglesia, hay una capilla dedicada a la familia Manrique. Allí se encuentran los sepulcros de Garci Fernández Manrique, Teresa de Zúñiga y su hijo Pedro Fernández de Manrique, quienes ayudaron a restaurar el monasterio. Sus tumbas están decoradas con esculturas de madera de nogal, hechas a principios del siglo XIV.
El monasterio también tiene una hermosa imagen de una Virgen gótica, tallada en marfil, que podría ser de la primera mitad del siglo XIV.
El Cristo de los Ojos Grandes
La pieza más importante del monasterio es una imagen de tamaño real de un Cristo crucificado. Este Cristo tiene los ojos abiertos y un rostro muy detallado. Destaca la simetría de su cabello y la forma de su barba y bigote. Su postura sugiere que es un Cristo que ya ha superado la muerte.
Algunos expertos pensaban que fue creado en la segunda mitad del siglo XII. Sin embargo, en 2007, durante una restauración, se encontraron restos de pintura que sugieren que la estatua podría ser incluso más antigua, del siglo XI.