Julio César Semín para niños


Julio César Semín (nacido en Génova, en 1584, y fallecido en Madrid, en 1657) fue un pintor. Provenía de una familia de artistas de Génova, una ciudad en Italia. Desarrolló toda su carrera en España, a donde llegó antes de cumplir los veinte años.
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Julio César Semín: Un Artista en la Corte Española
Julio César Semín fue un pintor muy activo en la España del siglo XVII. Aunque no fue uno de los pintores más famosos de su tiempo, su trabajo fue muy importante para la corte real y para muchas personas. Realizó una gran variedad de tareas, desde pintar grandes obras hasta decorar eventos especiales.
Sus Primeros Años y Llegada a España
Sabemos que Julio César Semín nació en Génova en 1584. Su padre, Alejandro Semín, también era pintor. Padre e hijo llegaron a España a finales del siglo XVI o principios del siglo XVII. En 1607, ya estaban trabajando juntos en el palacio de El Pardo, pintando y dorando la bóveda de la antecámara del rey.
Después de que su padre falleciera a mediados de 1607, Julio César continuó con los trabajos que su padre había empezado. Tuvo algunos desacuerdos sobre los pagos de estas obras, pero siguió adelante. También trabajó con otros pintores importantes de la época, como Vicente Carducho y Patricio Cajés, en la decoración del palacio después de un incendio en 1604. Entre sus encargos, hizo copias de pinturas de artistas famosos como El Bosco y Pieter Brueghel el Viejo.
Trabajos para la Realeza y la Corte
Julio César Semín realizó muchos trabajos para el rey. A veces, estas tareas eran menos glamurosas, como pintar galerías para que parecieran de piedra o dorar barandillas. Por ejemplo, en 1625, recibió dinero por dorar un marco de madera para un retrato que había hecho Diego Velázquez, otro pintor del rey. También doró un marco muy grande para un retrato del rey a caballo.
Además, Semín hizo dibujos de planos y secciones de lugares importantes, como el oratorio de la reina Isabel de Borbón en el Real Alcázar de Madrid. También pintó una pequeña maqueta de madera de la Sala Ochavada del Alcázar, que era parte de las remodelaciones del palacio. A pesar de todo su trabajo para la realeza, nunca fue nombrado oficialmente "pintor del rey", aunque lo solicitó en 1627.
Decoraciones para Eventos Especiales
Semín trabajó mucho en las decoraciones temporales para fiestas y funerales organizados por la corte o el ayuntamiento.
- En 1616, ayudó a pintar el túmulo (una estructura para funerales) en el Monasterio de las Descalzas Reales para el funeral de María Ana de Baviera.
- En 1621, pintó cartones y letreros para la Casa de la Panadería y se encargó de limpiar y arreglar las pinturas del palacio para recibir al rey Felipe III.
- Ese mismo año, con Cajés y Vicente Carducho, decoró el túmulo para el funeral del propio rey en San Jerónimo el Real.
- En 1644, con Félix Castelo, pintó jeroglíficos para la iglesia de San Jerónimo para el funeral de Isabel de Borbón.
- En 1646, también con Félix Castelo, participó en la pintura del túmulo para el funeral del príncipe Baltasar Carlos de Austria.
- En 1648, se encargó de pintar y dorar el túmulo en honor de Ladislao IV de Polonia en las Descalzas Reales.
Encargos de Particulares
Julio César Semín también recibió encargos de personas que no eran de la realeza. Por ejemplo, pintó varias obras para un agente de negocios y un lienzo grande del Nacimiento de la Virgen para la iglesia de Santa María la Mayor. También pintó santos y otras cosas para varias monjas del convento de Santo Domingo el Real.
Un Testimonio Importante
En 1628, Julio César Semín fue llamado a testificar en un proceso legal relacionado con el convento de San Plácido. En este caso, se investigaba a algunas monjas y a otras personas importantes. Semín declaró que había recibido instrucciones para pintar ángeles de la guarda para varias personas, basándose en lo que se decía que habían dictado las monjas.
Él había terminado y entregado dos de los seis ángeles que le habían encargado. Los otros cuatro estaban solo en boceto porque no le habían pagado por ellos. Aunque Semín no tuvo problemas por su testimonio, el hecho de que hubiera guardado uno de estos ángeles en su casa fue usado como prueba en el caso de otra persona involucrada.
Julio César Semín falleció en Madrid en octubre de 1657.