Julia Margaret Cameron para niños
Datos para niños Julia Margaret Cameron |
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Información personal | ||
Nombre de nacimiento | Julia Margaret Pattle | |
Nacimiento | 11 de junio de 1815 Garden Reach (India) |
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Fallecimiento | 26 de enero de 1879 Kalutara (Sri Lanka) |
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Nacionalidad | Británica | |
Familia | ||
Padres | James Pattle Adeline Maria de l'Étang |
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Cónyuge | Charles Hay Cameron | |
Información profesional | ||
Ocupación | Fotógrafa, artista y escritora | |
Área | Fotografía | |
Movimiento | Pictorialismo | |
Seudónimo | Cameron, Julia M. y Cameron, Julia Margaret Pattle | |
Género | Retrato y arte religioso | |
Julia Margaret Cameron (11 de junio de 1815 – 26 de enero de 1879) fue una fotógrafa inglesa muy importante. Se especializó en retratos artísticos y en crear escenas que parecían pinturas. Su trabajo la sitúa en la corriente de la fotografía academicista, que buscaba que las fotos se vieran como obras de arte clásicas.
Su obra fue reconocida después de su fallecimiento. Fotógrafos del movimiento pictorialismo y el grupo literario de Bloomsbury, junto con su sobrina nieta Virginia Woolf, ayudaron a que su trabajo fuera valorado.
Contenido
¿Quién fue Julia Margaret Cameron?
Primeros años y el inicio de su pasión
Julia Margaret Pattle nació el 11 de junio de 1815 en Garden Reach, Calcuta, India. Su padre era escocés y trabajaba para una compañía británica, y su madre era de ascendencia francesa. Fue una de diez hermanos.
Entre 1818 y 1834, Julia estudió en París e Inglaterra. En la India, conoció a Charles Hay Cameron, un abogado y dueño de grandes plantaciones. Se casaron y tuvieron seis hijos, además de otros que adoptaron.
En 1848, la familia se mudó a Inglaterra. En 1860, se establecieron en la isla de Wight, donde el famoso poeta Alfred Tennyson era su vecino.
El regalo que cambió su vida
En 1863, cuando Julia tenía 48 años, su hija y su yerno le regalaron una cámara de fotos. Este regalo fue para ayudarla a sentirse menos sola mientras su esposo viajaba. Así comenzó su carrera en la fotografía.
En la época victoriana en Inglaterra, tener la fotografía como pasatiempo era algo exclusivo, especialmente para personas de su posición social. Un año después de recibir la cámara, Julia logró lo que llamó "su primer éxito, su primera fotografía". Ese mismo año, fue elegida miembro de la Sociedad Fotográfica de Londres y Escocia.
Reconocimiento y últimos años
Julia Margaret Cameron hizo un acuerdo con Colnaghi, una empresa que imprimía y vendía sus fotografías. También registró sus obras oficialmente.
En 1864, expuso sus fotos en Londres. En 1866, ganó una medalla de oro en Berlín. El famoso científico Charles Darwin incluso la contrató para que le hiciera retratos.
En 1873, su única hija, Julia Norman, falleció. Al año siguiente, Julia Margaret Cameron comenzó a escribir su autobiografía, Annals of my glass house. También creó fotografías para ilustrar el libro de poemas de Tennyson, Idylls of the king and other poems.
En 1875, se mudó a Ceilán (hoy Sri Lanka), donde falleció en 1879 debido a un resfriado del que no pudo recuperarse.
El arte de Julia Margaret Cameron
Se cree que otros fotógrafos, como Oscar Gustav Rejlander y Lewis Carroll, le enseñaron las bases de la fotografía. Julia Margaret Cameron se inspiró mucho en la literatura, el Renacimiento, la pintura prerrafaelita (con artistas como Edward Burne-Jones) y la Biblia.
En una carta a su amigo Sir John Herschel, Julia explicó su objetivo: "mis aspiraciones son ennoblecer la fotografía y alzarla a la categoría de arte, combinando la realidad con la poesía y la belleza ideal". Ella creía que la fotografía podía revivir el arte religioso.
Gracias a su buena posición económica, Julia pudo seguir sus ideas artísticas sin preocuparse por el dinero. Transformó el depósito de carbón de su casa en un cuarto oscuro y el gallinero en su estudio fotográfico.
Su estilo único
Julia Margaret Cameron repetía sus copias muchas veces hasta que estaba satisfecha. Nunca retocaba ni ampliaba sus negativos. Hacía copias directas de sus grandes placas húmedas.
Trabajaba con mucha pasión, a veces descuidando su apariencia. Sus negativos a menudo tenían manchas o huellas dactilares, pero esto no le importaba si el resultado final era el que buscaba.
Se mudó a la isla de Wight para vivir cerca de su amigo Tennyson, y allí su casa se convirtió en un lugar de encuentro para artistas y escritores. Julia era una persona excéntrica, con mucho talento e inspiración.
En sus retratos, lograba captar la fuerza de las personas, casi como un pintor. Usaba exposiciones largas, de unos 7 segundos, en placas grandes. Su objetivo era mostrar la grandeza interior de la persona, además de sus rasgos físicos. Esto se ve en su famoso retrato del Sir John Herschel.
En sus retratos de hombres, a menudo se enfocaba solo en la cabeza, sin otros elementos que distrajeran. Esto hacía que la cabeza se viera como un símbolo de inteligencia y genialidad. Sus retratos de mujeres, en cambio, buscaban resaltar la belleza, inspirándose en el ideal de belleza del Renacimiento.
También le interesaba capturar la "belleza ideal" en los rostros de sus modelos. Sus primeros planos eran muy cercanos, buscando una conexión profunda.
Julia también creó fotografías que representaban ideas o historias, como El beso de la paz o Ruega por nosotros. Estas obras la hicieron parte de la fotografía academicista.
La técnica del "flou"
Los retratos de Cameron tienen un aspecto muy particular, un poco borroso o "flou". Se cree que descubrió por casualidad una forma de lograr esta falta de nitidez, que se convirtió en su sello artístico. Este efecto "flou" le daba un toque poético a sus fotografías. Por eso, se la considera una precursora del pictorialismo fotográfico de finales del siglo XIX.
Sus fotos a menudo tenían un aire religioso, como las pinturas de Rafael. Unía la historia sagrada con la poesía, como en sus fotografías de "Madonnas", que transmitían pureza y ternura.
A Julia no le importaba mucho la técnica perfecta. Usaba objetivos que no cubrían completamente el tamaño de sus placas, y no le molestaba que las placas tuvieran manchas o arañazos. Su objetivo era crear efectos que alejaran la imagen de la realidad, buscando más la expresión poética que el realismo. Por esta razón, otros fotógrafos la criticaban, pero es precisamente por su estilo único que ha pasado a la historia de la fotografía.
Ella no creía que la cámara solo sirviera para documentar la realidad, sino que era una herramienta para crear arte.
Trabajos importantes y modelos
Sus amigos, como el poeta Thomas Carlyle y el pintor George Frederick Watts, fueron una gran influencia. Watts, que vivía con una hermana de Cameron, la animó a hacer fotografías alegóricas y a ilustrar los poemas de Tennyson. También hizo muchos retratos de Watts, Tennyson y la esposa de Watts, Ellen Terry.
Julia buscaba modelos que le ayudaran a expresar personajes y emociones. Se decía que contrataba a sus sirvientes según lo fotogénicos que fueran. Al parecer, los hacía posar por mucho tiempo debido a las largas exposiciones que necesitaba.
Sus retratos más famosos son de personas conocidas de su círculo de amigos, pero también fotografió a muchas personas desconocidas, especialmente mujeres. Hizo retratos individuales y de grupos, como el Retrato de verano (hacia 1865), donde aparecen dos mujeres y niñas en poses artificiales y con miradas perdidas. Esta obra muestra su interés en el lirismo, no en el realismo.
Su amor por la poesía, su formación religiosa y la pintura la llevaron a combinar estos elementos en sus fotos. Creaba imágenes con un ambiente bíblico, como si fueran pinturas religiosas. Sus composiciones alegóricas con varios personajes tenían un encanto especial y mostraban la influencia de su amigo, el pintor victoriano George Frederick Watts.
Julia era una gran creadora de álbumes de fotos que regalaba a sus amigos y familiares. En 1875, decidió regresar a Ceilán, donde dos de sus hijos administraban sus plantaciones. Allí, su interés por la fotografía disminuyó, aunque hizo algunas fotos de los habitantes locales antes de fallecer en 1879.
Su propia historia: Annals of my glass house
En su autobiografía Annals of my glass house, publicada en 1874, Julia Margaret Cameron cuenta su gran pasión por la fotografía. Relata cómo todo comenzó con la cámara que le regaló su hija y su determinación de capturar la belleza con ella.
Al principio, no sabía cómo usar la cámara. Su primer modelo fue un granjero al que le pagaba por hora. Después de mucha práctica, obtuvo su primera fotografía "buena". Luego, probó con niños. Su hijo, de vacaciones de Oxford, la ayudó con el enfoque. Una vez, mientras intentaba una foto maravillosa, un niño se rio y arruinó la toma.
Así que lo intentó con una sola niña, Annie. Le explicó que si se movía, se desperdiciarían los químicos y el esfuerzo, ya que necesitaba un tiempo de exposición muy largo. Fue así como logró su fotografía llamada My first success (Mi primer éxito). La reveló y amplió a un tamaño de 11x9 pulgadas. Ningún premio posterior la hizo tan feliz como ese día.
En esta autobiografía, Cameron habla del famoso desenfoque de sus fotos. Dice que esta primera imagen y las siguientes estaban un poco desenfocadas, pero tenían un encanto especial. Por eso, cuando empezaba a enfocar y veía algo que le parecía hermoso, se detenía y lo fotografiaba, en lugar de buscar el enfoque perfecto que otros fotógrafos querían. Según ella, el desenfoque era intencional.
Cameron también cuenta cómo envió sus fotografías de la Madonna a un concurso en Escocia en mayo de 1865, pero no ganó. Para estas fotos, retrató a su amiga Mary Hillier, una de sus modelos más frecuentes, y a las niñas Elizabeth y Kate Kuhn. Vistió a Mary como la Madonna de las pinturas del Renacimiento y dibujó un halo alrededor de su cabeza directamente en el negativo para darle un toque sagrado.
Luego, las envió a Berlín, que ella consideraba la ciudad de la fotografía artística. Allí, ganó una medalla de bronce y, al año siguiente, una medalla de oro. Otro instituto también le otorgó una medalla de plata.
El apoyo de sus amigos y familiares fue muy importante. Su esposo, por ejemplo, miraba cada una de sus fotografías con satisfacción. Ella tenía la costumbre de correr a mostrarle cada cristal (usaba la técnica del colodión húmedo) a su esposo, quien las recibía con entusiasmo.
En su libro, también relata cómo fotografiaba a sus amigos, convirtiéndolos en personajes. Por ejemplo, fotografió a su amigo Sir Henry Taylor como el fraile Lorenzo para la foto Friar Lawrence and Juliet, o como Próspero de la obra La Tempestad de William Shakespeare. También lo retrató imitando al profeta Jeremías del pintor Masaccio. Esto muestra la clara influencia de la pintura religiosa italiana en Cameron, ya que recreaba pinturas con personas reales, fotografiándolas en lugar de pintándolas, pero manteniendo ese toque pictórico y poético.
También fotografió a su querido amigo Sir John Herschel, de quien hizo varios retratos. Y colaboró con su amigo Alfred Tennyson, ilustrando sus poemas.
Una de sus modelos favoritas fue Julia Jackson, su sobrina, quien más tarde sería la madre de la famosa escritora Virginia Woolf.