Fuero de Guadalajara de 1133 para niños
El Fuero de Guadalajara, también conocido como fuero corto, fue un conjunto de reglas y derechos especiales que se aplicaron en la zona de Guadalajara, en lo que hoy es España. Este documento fue entregado por el Rey Alfonso VII el 3 de mayo de 1133. Su objetivo principal era organizar la vida de la comunidad, estableciendo normas, derechos y beneficios para sus habitantes.
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¿Qué es el Fuero de Guadalajara?
Un fuero era como una ley especial o un permiso que un rey daba a una ciudad o pueblo. El Fuero de Guadalajara fue muy importante porque ayudó a que la villa y sus alrededores crecieran. Con este fuero, el Rey Alfonso VII quería que más personas se mudaran a Guadalajara y la hicieran más fuerte.
Un Territorio Organizado: El Alfoz
El fuero le dio a Guadalajara un territorio grande a su alrededor, llamado alfoz. Este alfoz incluía unas cincuenta aldeas. Estaba dividido en dos partes principales, llamadas "sexmas": la del Campo, que estaba cerca del río Henares, y la de la Alcarria, al otro lado del río.
¿Cómo Atrajo Gente el Fuero?
El Fuero de 1133 fue una herramienta clave para atraer a nuevas familias, especialmente de la nobleza, que venían del norte de España. Familias importantes como los Mendoza, los Cerda y los Guzmán se establecieron allí. Estas familias querían que las tierras de Guadalajara, que eran del rey, pasaran a ser de ellos, pero al principio no lo lograron fácilmente.
Beneficios para los Nuevos Pobladores
El Rey Alfonso VII quería que Guadalajara se desarrollara, por eso el fuero ofrecía muchas ventajas a quienes quisieran vivir allí.
- Viviendas y Tierras Seguras: Aseguraba casas y propiedades para los que ya vivían en la villa y sus aldeas.
- Ventajas para Repoblar: Daba beneficios especiales a quienes llegaran de otras partes, como Castilla o León, para vivir en Guadalajara.
- Menos Tiempo de Residencia: Los nuevos vecinos podían vender sus propiedades después de vivir solo un año en el lugar, lo cual era menos tiempo que en otros sitios.
- Beneficios para Caballeros y Peones: Los caballeros (soldados a caballo) y los peones (soldados a pie) podían mantener sus propiedades incluso si se ausentaban, siempre que dejaran a alguien en su lugar para cumplir con el servicio militar.
- Exención de Impuestos: No tenían que pagar algunos impuestos, como el portazgo (por pasar por un lugar) y el montazgo (por llevar ganado).
- Fomento del Comercio: También había reglas que ayudaban a que el comercio creciera.
- Condiciones Favorables para Todos: El fuero también regulaba la situación de los mozárabes (cristianos que vivían en tierras musulmanas), mudéjares (musulmanes que vivían en tierras cristianas) y judíos, dándoles condiciones favorables.
El Crecimiento de Guadalajara
Gracias a estas medidas, Guadalajara creció mucho durante la segunda mitad del siglo XII. Se convirtió en una de las villas más importantes del Reino de Castilla. La ciudad se organizó en casi una docena de barrios, cada uno con su propia iglesia o parroquia, como Santa María, San Julián o Santiago.
El fuero de 1133 también estableció de forma clara los límites del territorio que dependía de la villa. Era un área muy grande, de más de mil kilómetros cuadrados. En este territorio, además de algunas aldeas que ya existían como Taracena o Lupiana, surgieron casi cincuenta nuevos pueblos a medida que la gente se mudaba y repoblaba la zona, como Fuentelviejo o Valdeflores.
Véase también
- Comunidad de villa y tierra de Guadalajara
- Fuero de Guadalajara de 1219