Fascismo para niños
El fascismo es una forma de gobierno y una manera de pensar que surgió en Europa a principios del siglo XX. Se caracteriza por ser un sistema de control total, donde el gobierno tiene mucho poder y no permite la libertad de las personas ni la existencia de otros partidos políticos.
La palabra "fascismo" viene del italiano fascio, que significa 'haz' o 'unión'. Esto se refiere a un símbolo de la antigua Roma, un haz de varas atadas con un hacha, que representaba la autoridad.
Una de las ideas principales del fascismo es la exaltación de la nación o de un grupo específico de personas, buscando mantener a la población siempre unida y movilizada. Esto a menudo llevó a la persecución de grupos minoritarios y de quienes pensaban diferente. También se caracteriza por un fuerte enfoque en lo militar.
Es un movimiento político difícil de definir con exactitud, porque no tiene una ideología única y organizada como otros sistemas políticos. Sin embargo, la mayoría de los expertos lo sitúan en la parte más extrema de la derecha política, ya que se opone a la libertad de pensamiento, a la igualdad social y a ideas como el liberalismo o el socialismo.
El fascismo se presentó como una "tercera vía", diferente del capitalismo y del comunismo. Se basaba en una disciplina muy estricta, la obediencia a los líderes y un fuerte aparato militar. También promovía un nacionalismo intenso, que a veces llevaba a la confrontación con quienes consideraban "enemigos". Los fascistas creían que la democracia liberal era débil y que un Estado fuerte, con un solo partido y un líder poderoso, era necesario para preparar a la nación y resolver problemas económicos.
En la práctica, los gobiernos fascistas no cambiaron mucho el sistema económico capitalista. De hecho, a veces incluso impulsaron la privatización de empresas y persiguieron a los movimientos de trabajadores.
Los regímenes fascistas más conocidos fueron la Italia fascista de Benito Mussolini (desde 1922) y la Alemania nazi de Adolf Hitler (desde 1933). También hubo regímenes con características similares en otros países europeos durante la Segunda Guerra Mundial. Después de la derrota en la Segunda Guerra Mundial, el fascismo dejó de ser un movimiento político importante a nivel mundial. Hoy en día, el término se usa a menudo de forma negativa para describir ideas o actitudes autoritarias.
Contenido
Características principales del fascismo
El fascismo es una forma de pensar que busca una unidad total en la sociedad, a la que llama "corporativismo". Para lograrlo, valora la idea de la nación por encima del individuo o de los grupos sociales. Elimina las diferencias políticas para que solo exista un partido y concentra todo el poder en el gobierno central. Su objetivo es construir una sociedad "perfecta" donde todos los grupos estén unidos bajo el control del gobierno.
Para conseguir esto, el fascismo enseñaba a las personas a obedecer al gobierno para formar una sola entidad. Utilizaba los medios de comunicación y el carisma de un líder fuerte para dirigir a la nación.
El fascismo juzgaba a las personas no por sus acciones individuales, sino por el grupo al que pertenecían. Usaba el miedo y la frustración de la gente para dirigirlos contra un "enemigo común" (real o imaginario), logrando así la unidad de la población. También manipulaba la educación y la información para controlar lo que la gente pensaba.
Aunque los regímenes fascistas tenían algunas diferencias, compartían muchos puntos. Por ejemplo, el fascismo en la Alemania nazi (también llamado nacionalsocialismo) añadió un fuerte componente de discriminación por origen, que fue adoptado más tarde por el fascismo italiano. En otros casos, la religión fue un elemento más importante.
El fascismo es un movimiento que busca expandir su territorio y es muy militarista. Se basa en un nacionalismo extremo que identifica la tierra, el pueblo y el Estado con el partido y su líder.
La importancia de la acción y la emoción
El fascismo se conectó con movimientos artísticos e intelectuales, pero en realidad los usó para sus propios fines. Muchas personas importantes de la época se sintieron atraídas por estas ideas. En Alemania, por ejemplo, se usaron ideas sobre la "superioridad" de ciertos grupos y se promovieron ideas pseudocientíficas para justificar la discriminación. La ciencia misma fue controlada por el Estado y el partido.
El fascismo no se preocupaba por la lógica o la razón; prefería la acción y las emociones intensas. Buscaba simplificar los mensajes y repetirlos sin cesar, sin importar si eran verdad. Como dijo Joseph Goebbels, un líder nazi: "Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad."
Cualquier idea del líder era una orden que debía seguirse sin discusión. Se exaltaban valores como la fuerza, la camaradería y el compañerismo, especialmente en el ámbito militar.
Nacionalismo y resentimiento
Una característica común de los países donde el fascismo tuvo éxito fue un sentimiento de humillación nacional, a menudo por la derrota en la Primera Guerra Mundial o por expectativas no cumplidas. Esto llevó a buscar "culpables" a quienes atribuir los problemas.
Este resentimiento se dirigía, a nivel internacional, contra los países vencedores de la guerra. A nivel interno, se volcaba contra los movimientos de trabajadores o contra cualquier grupo que los fascistas consideraran una amenaza para el Estado. En el caso alemán, se creía en la idea de un pueblo "superior" que había sido traicionado y humillado, y que tenía derecho a expandirse.
El papel de la sociedad y la economía
El fascismo buscaba unir a todas las clases sociales, negando la existencia de conflictos entre ellas. Proponía un sistema donde trabajadores y empresarios obedecieran las órdenes del gobierno, como en un ejército. Esto se llamó "corporativismo". También promovía una economía nacionalista, buscando que el país fuera autosuficiente y controlando el comercio exterior.
Sin embargo, los sistemas fascistas no cambiaron radicalmente el sistema capitalista. No hubo planes económicos a largo plazo como en la Unión Soviética, ni se cuestionó la propiedad privada, siempre que cumpliera con lo que el Estado considerara su "función social". De hecho, el gobierno intervenía en el mercado para favorecer a las grandes empresas industriales.
Algunos historiadores sugieren que los movimientos fascistas fueron apoyados por las clases económicas poderosas para oponerse a los movimientos de trabajadores y a la democracia. Otros argumentan que el fascismo, aunque se oponía al capitalismo tradicional, también tenía elementos de control estatal que podrían considerarse cercanos a ciertas ideas socialistas, pero siempre bajo un fuerte nacionalismo y autoritarismo.
Los líderes fascistas tenían orígenes muy diversos: algunos eran de familias adineradas, otros de origen humilde, militares o abogados. Pero todos eran personalidades fuertes que lograron ascender al poder. Sus seguidores solían ser estudiantes, pequeños agricultores, desempleados urbanos y, sobre todo, la clase media que temía la crisis económica y el avance del comunismo.
Familia, natalidad y discriminación
El fascismo promovía los valores familiares tradicionales, insistiendo en la importancia de tener muchos hijos. Las familias numerosas eran premiadas. Se buscaba que las mujeres se dedicaran al hogar y a la crianza, mientras que los hombres se dedicaban al trabajo y al servicio militar.
La idea de "mejorar la raza" no solo implicaba evitar la mezcla de grupos, sino también aplicar ideas de "eugenesia" (mejora de la especie humana) a personas con discapacidades, especialmente en Alemania.
Origen y características de los grupos
El fascismo en Alemania se basó en la idea de la "raza aria" superior y en un fuerte prejuicio contra los judíos. Este prejuicio ya existía en muchos países de Europa y fue utilizado por los nazis para sus propios fines. Esto llevó a graves persecuciones y crímenes.
Aunque la idea de la "superioridad racial" no estuvo presente en todos los movimientos fascistas, sí fue una constante la importancia de la identidad de grupo. Esta identidad podía basarse en el origen geográfico (como la oposición a la inmigración), la religión o el idioma.
Como dijo Umberto Eco: "El primer llamamiento de un movimiento fascista, o prematuramente fascista, es contra los intrusos. El Fascismo es, pues, racista por definición."
En Italia, hubo un proceso de "italianización" que buscaba eliminar las diferencias de idioma y cultura, asimilando a las minorías.
Control total del Estado y liderazgo
El fascismo es un movimiento que busca controlar todos los aspectos de la vida de las personas. Creía que la realización de una persona solo tenía sentido dentro de los lazos sociales, y que el Estado era la máxima expresión de estos lazos. Cualquier acción individual o colectiva que no estuviera alineada con los fines del Estado era rechazada. No existían los derechos individuales.
Como dijo Benito Mussolini: "Todo en el Estado, nada contra el Estado, nada fuera del Estado."
El control social se lograba con mucha propaganda, el uso de uniformes y lenguaje militar, y símbolos patrióticos. Las grandes reuniones y movilizaciones buscaban crear una conciencia unitaria.
El fascismo despreciaba las instituciones democráticas y reemplazaba el voto por grandes muestras de apoyo al líder. El líder era visto como casi divino y su autoridad no se basaba en la razón. Mussolini se opuso a los principios de la Revolución Francesa ("libertad, igualdad y fraternidad") con la consigna: "creer, obedecer y combatir".
Posición política del fascismo
La mayoría de los expertos sitúan al fascismo en la extrema derecha del espectro político. Esto se debe a sus ideas conservadoras y a su oposición a la igualdad. Sin embargo, los orígenes del fascismo son complejos, ya que combinó ideas de la izquierda y la derecha. El fascismo italiano se inclinó hacia la derecha a principios de la década de 1920. Un elemento clave para considerarlo de extrema derecha es su objetivo de promover el derecho de un pueblo "superior" a dominar, mientras se "purga" a la sociedad de elementos "inferiores".
Mussolini afirmó que la posición del fascismo en el espectro político no era un problema para los fascistas, ya que estas palabras no tenían un significado fijo.
Los sectores más conservadores de Italia, como los grandes empresarios, apoyaron al fascismo por su oposición a los movimientos de izquierda y su represión de los sindicatos.
Relación con las religiones
Iglesia católica
El papel de la Iglesia católica frente al fascismo es un tema debatido. En Italia, el Vaticano tuvo una relación compleja con el régimen de Mussolini. Aunque hubo momentos de cooperación, también hubo enfrentamientos, especialmente cuando Mussolini intentó prohibir la Acción Católica, una organización de la Iglesia. El Papa Pío XI condenó algunas ideas del nazismo y el fascismo en sus escritos.
Pío XII, el siguiente Papa, mantuvo una postura más cautelosa durante la Segunda Guerra Mundial. Aunque algunos lo criticaron por no condenar claramente el régimen nazi, también se sabe que ayudó a muchas personas perseguidas.
En España, la Iglesia católica se identificó explícitamente con el régimen de Francisco Franco, que tuvo elementos fascistas.
Después de la guerra, se ha investigado la ayuda que algunos religiosos católicos dieron a criminales de guerra para huir. Sin embargo, la Iglesia también ayudó a muchos judíos y otras personas perseguidas. En 1998, el Papa Juan Pablo II pidió perdón por la postura del Vaticano ante los crímenes de la guerra.
Iglesias protestantes
La situación de los cristianos protestantes bajo el nacionalsocialismo también fue delicada. Algunos pastores luteranos apoyaron a los nazis, mientras que otros mantuvieron una postura crítica. El movimiento conocido como la "Iglesia Confesante" rechazó la subordinación de las iglesias al Estado y su doctrina. Uno de sus miembros, Martin Niemöller, es famoso por su poema que critica la falta de acción ante la persecución de diferentes grupos.
El fascismo en Italia
A finales del siglo XIX, ya existían en Italia algunas organizaciones llamadas fascio, que significaban "unión". Estas no tenían una ideología uniforme, pero sí un fuerte componente nacionalista. Durante la Primera Guerra Mundial, surgió el Fasci d'azione rivoluzionaria, liderado por Benito Mussolini, que buscaba la entrada de Italia en el conflicto.
Después de la guerra, Italia estaba empobrecida y el gobierno era débil. Mussolini refundó su organización con el nombre de Fasci italiani di combattimento (Fascios italianos de combate). Estos grupos se hicieron conocidos por sus enfrentamientos violentos en las calles contra huelguistas y opositores políticos. Las clases medias y altas de Italia vieron en los fascistas de Mussolini la mejor forma de detener los movimientos de trabajadores. Sus seguidores se organizaron de forma paramilitar, conocidos como "Camisas Negras".
En 1921, se convirtieron en el Partito Nazionale Fascista (Partido Nacional Fascista, PNF), que se oponía al liberalismo y al comunismo. Su objetivo era derribar el sistema parlamentario italiano y centralizar todo el poder en un gobierno fuerte, con un solo partido y sin oposición política.
En 1922, Mussolini, con la "Marcha sobre Roma", obligó al rey de Italia a entregarle el poder. Mussolini se convirtió en el Duce (líder). Su gobierno implementó políticas económicas que favorecían el libre mercado, reduciendo impuestos y abriendo el comercio.
Después del asesinato de Giacomo Matteotti, un diputado socialista que criticaba al gobierno, Mussolini asumió cínicamente la responsabilidad y estableció un gobierno que ignoraba las instituciones parlamentarias.
Entre 1925 y 1926, se publicaron las "leyes fascistísimas": se disolvieron todos los partidos políticos y sindicatos, se eliminó la libertad de prensa, reunión y expresión, se restableció la pena de muerte para delitos políticos y se creó un "Tribunal Especial" con amplios poderes.
En 1928, se prohibieron todos los partidos excepto el PNF. La doctrina fascista se formalizó más tarde, con la publicación de "La Doctrina del Fascismo" en 1932, atribuida a Mussolini.
La política económica del fascismo no fue siempre clara, pero siempre contó con el apoyo de las grandes empresas. Se restringieron las actividades sindicales y se obligó a los trabajadores a unirse al movimiento fascista.
Las dificultades económicas de la Gran Depresión llevaron al régimen de Mussolini a buscar la expansión territorial, invadiendo Etiopía (1935) e interviniendo en la guerra civil española. También adoptó ideas de discriminación por origen, imitando a la Alemania nazi.
Expansión del modelo fascista
La ideología fascista tuvo influencia en casi todos los países europeos y latinoamericanos. Fuera de Italia y Alemania, surgieron organizaciones con características similares, como los desfiles masivos, el saludo con el brazo en alto, símbolos y lemas, y el uso de uniformes de colores específicos (camisas negras, pardas, azules, verdes, doradas o plateadas).
Sin embargo, no hubo una homogeneidad total entre los distintos movimientos fascistas, ya que cada uno enfatizaba sus propias características nacionales.
El éxito de los movimientos fascistas en algunos países y no en otros se ha intentado explicar por el nivel de desarrollo económico y la estabilidad de sus sistemas políticos. Las democracias estables y desarrolladas, con una identidad nacional fuerte, no tuvieron movimientos fascistas exitosos. En cambio, Alemania e Italia, con unificaciones nacionales recientes y economías industrializadas tardíamente, eran más vulnerables. La Gran Depresión de 1929 también contribuyó al ascenso del nazismo.
En el sur y este de Europa, con menor desarrollo industrial y democracias débiles, el fascismo tuvo más posibilidades de crecer. Durante la Segunda Guerra Mundial, muchos gobiernos en Europa fueron impuestos por las potencias del Eje y desarrollaron regímenes con características fascistas.
Gobiernos con características fascistas en América Latina
Desde la década de 1920, en América Latina se establecieron gobiernos militares o cívico-militares que algunos expertos han calificado como "fascistas". Otros, sin embargo, cuestionan esta calificación.
La discusión se intensificó con los gobiernos impuestos a partir de 1964, con el apoyo de Estados Unidos, en el contexto de la Guerra Fría. Estos gobiernos se caracterizaron por la violación de los derechos humanos. Algunos investigadores comenzaron a calificarlos como "fascismo dependiente" o "proceso de fascistización". Otros, sin embargo, rechazaron esta calificación, argumentando que el fascismo había terminado en 1945 y que estas dictaduras eran una forma diferente de Estado capitalista.
Características generales
Los gobiernos latinoamericanos considerados fascistas por algunos expertos fueron apoyados por Estados Unidos e Inglaterra. A partir de la década de 1950, Estados Unidos los promovió activamente a través de la Doctrina de la Seguridad Nacional, formando a militares latinoamericanos en la Escuela de las Américas en Panamá.
Estos gobiernos compartían características militaristas, antidemocráticas, y se oponían a ideas como el comunismo. Se caracterizaron por la violación de los derechos humanos.
Sin embargo, a diferencia del fascismo europeo, estos gobiernos latinoamericanos solían ser liberales en lo económico, procapitalistas y estaban alineados con Estados Unidos e Inglaterra.
Estos gobiernos con características fascistas en América Latina desaparecieron después del fin de la Guerra Fría, cuando la mayoría de los países latinoamericanos lograron establecer democracias. Sin embargo, las ideas que los sustentaron no desaparecieron por completo.
Algunos de los gobiernos más prolongados fueron el de Rafael Trujillo Molina en República Dominicana (1930-1961), el de Maximiliano Hernández Martínez en El Salvador (1931-1944) y el de Anastasio Somoza García en Nicaragua (1937-1979). Todos ellos establecieron Estados sin oposición política, con apoyo de Estados Unidos y las élites económicas, y se caracterizaron por su oposición a ideas de justicia social y la represión de movimientos sociales.
Durante la Guerra Fría, Estados Unidos promovió golpes de Estado y la instalación de gobiernos autoritarios en América Latina para asegurar su alineamiento con el bloque capitalista.
En Argentina, algunos estudiosos consideran que el peronismo de Juan Domingo Perón (1946-1955 y 1973-1974) estuvo influenciado por el fascismo italiano, especialmente en sus primeras presidencias. Sin embargo, no todos los historiadores están de acuerdo con esta idea, considerándola debatible o incluso incorrecta.
El concepto de fascismo en la actualidad
Neofascismo
El neofascismo es una forma de pensar que surgió después de la Segunda Guerra Mundial y que incluye elementos del fascismo tradicional italiano. Es un movimiento político y cultural que ha resurgido en Europa desde los años 80, organizándose en partidos políticos y grupos.
En Italia, después de la Segunda Guerra Mundial, muchos seguidores de Mussolini crearon partidos neofascistas, siendo el más importante el Movimento Sociale Italiano (MSI). Con el tiempo, este partido buscó una presencia más aceptable en la democracia, cambiando su nombre a Alleanza Nazionale y definiéndose como "postfascista".
Desde finales del siglo XX, han aumentado las posibilidades electorales de partidos que proponen políticas duras contra la inmigración y defienden la identidad nacional.
Características
El término "neofascismo" se aplica a grupos que admiran a Benito Mussolini y otros líderes fascistas.
No es solo una ideología, sino también una forma de hacer política que incluye la exaltación del líder, un control estricto del partido, propaganda y populismo.
El neofascismo generalmente incluye el nacionalismo, políticas contra la inmigración, populismo, conservadurismo religioso y social, y la oposición al sistema parlamentario y a la democracia liberal.
Se basa en un Estado muy poderoso que dice representar el espíritu del pueblo. La población no debe buscar nada fuera del Estado, que está en manos de un solo partido. El Estado ejerce su autoridad a través del orden, la militarización de la sociedad y la propaganda (incluyendo la manipulación de la educación).
Algunos gobiernos posteriores a la Segunda Guerra Mundial han sido descritos como neofascistas por su naturaleza autoritaria y su interés en la ideología y los rituales fascistas.
Uso extendido del adjetivo "fascista"
La palabra "fascista" se usa de forma muy extendida en el lenguaje común, a menudo para criticar o describir actitudes autoritarias, intolerantes o discriminatorias. Se asocia con ideas de extrema derecha y el desprecio por quienes son diferentes, marginados o piensan de otra manera.
Galería de imágenes
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Monumento a los Caídos en Como, proyectado por Giuseppe Terragni a partir de un boceto de Sant'Elia e inaugurado en 1933
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Gráfico explicando las Leyes de Núremberg del 15 de septiembre de 1935 y la regulación respectiva del 14 de noviembre de ese mismo año, con los criterios de «limpieza de sangre».
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EUR (Q.XXXII o barrio 32 de Roma), diseñado para acoger la Exposición Universal de Roma prevista para 1942 cuyas siglas lleva. No llegó a celebrarse por causa de la guerra, pero el EUR sigue acogiendo numerosos edificios de un estilo que puede identificarse como racionalismo italiano, y restos de iconografía e inscripciones fascistas, entre las que destaca el Palazzo della civiltà del Lavoro, conocido como Colosseo quadrato ('Coliseo cuadrado'), construido entre 1938 y 1942.
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Pío XI y el entonces cardenal Pacelli (futuro Pío XII) inauguran Radio Vaticano en 1931.
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El fasces romano era el emblema del Partito Nazionale Fascista. En este emblema, sobre la bandera y con las siglas.
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Cartel de los escuadristas fascistas en la localidad Istriana de Vodnjan (Dignano en italiano), ordenando emplear exclusivamente la lengua italiana en público, la prohibición de la lengua eslava tanto hablada como cantada, bajo la amenaza de los escuadristas de hacer respetar esta orden de prohibición «con métodos persuasivos».
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Mussolini se presenta como ottimo soldato ('óptimo soldado'), en un póster de propaganda destinado a los balillas, organización de encuadramiento de la infancia.
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Europa en 1941-1942, con la mayor expansión de los regímenes fascistas. En azul, aparecen las potencias del Eje -Alemania e Italia- y los estados satélites, ocupados o aliados. Los únicos de éstos que tuvieron regímenes democráticos fueron Finlandia y Dinamarca. En blanco aparecen los países neutrales, que en la península ibérica eran regímenes fascistas.
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Instalaciones en las que funcionó la Escuela de las Américas en Panamá, desde donde se impulsaron las dictaduras tildadas de «fascistas» en América Latina
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Juan Domingo Perón, presidente de Argentina de 1946 a 1955 y de 1973 a 1974, admiró el fascismo italiano y según algunos autores modeló sus políticas económicas sobre las seguidas por la Italia fascista.
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Manifestación neofascista en Predappio, donde se halla la tumba de Mussolini
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Estado Islámico de Irak y el Levante —grupo yihadista— considerado fascista por los medios occidentales.
Véase también
En inglés: Fascism Facts for Kids