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Eco (mitología) para niños

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En la mitología griega, Eco (que significa "sonido" o "voz" en griego antiguo) era una ninfa muy especial. Ella vivía en el monte Citerón y era una de las ninfas de las montañas, llamadas oréades. Eco amaba mucho su propia voz y era muy talentosa. Se decía que su madre era una ninfa y su padre un humano, pero sus nombres no se mencionan. Eco pasaba sus días bailando y las musas le habían enseñado a cantar y tocar música.

Algunas historias cuentan que Pan, el dios de los pastores, sentía envidia de lo bien que cantaba Eco. Por eso, provocó un gran alboroto entre los hombres del lugar, quienes la atacaron. Se dice que la propia Gea (la Tierra), para proteger la música de Eco, escondió los pedazos de su cuerpo en su interior. Así, la voz de Eco todavía se escucha, imitando perfectamente cualquier sonido de la naturaleza.

Eco y Narciso: Una historia de amor y reflejos

Eco era una ninfa con una voz hermosa, capaz de decir las palabras más bellas. Un día, la diosa Hera estaba molesta porque Zeus pasaba tiempo con otras ninfas. Eco, para ayudar a las otras ninfas a escapar, distraía a Hera con su charla. Cuando Hera descubrió el engaño, castigó a Eco. Le quitó su voz y la obligó a solo poder repetir la última palabra que escuchaba de otra persona.

Eco, al no poder iniciar una conversación y solo repetir lo que otros decían, se alejó de la gente. Se fue a vivir al campo. Allí, se enamoró del apuesto cazador Narciso. Él era hijo de la ninfa Liríope y del dios-río Céfiso.

Eco seguía a Narciso todos los días sin que él la viera. Pero un día, pisó una rama y Narciso la descubrió. Eco, como ninfa del bosque, pidió ayuda a los animales para que le dijeran a Narciso lo mucho que lo quería, ya que ella no podía expresarlo. Cuando Narciso se enteró, se rio de ella. Eco, con el corazón roto, regresó a su cueva y se quedó allí hasta que su cuerpo se desvaneció, quedando solo su voz.

Sobre Narciso, se cuenta que un joven que también había sufrido por un amor no correspondido, le pidió a los dioses que Narciso sintiera lo mismo. La diosa Némesis, que castiga a los orgullosos, escuchó la oración. Ella hizo que Narciso se enamorara de su propio reflejo en el agua. El joven se quedó mirando su imagen, sin poder apartarse, y finalmente murió de tristeza. Otros dicen que se ahogó mientras se miraba en el río. Su espíritu bajó al Inframundo, donde su reflejo lo atormentaba para siempre en la laguna Estigia.

Eco en el arte y la literatura

La historia de Eco y Narciso ha inspirado a muchos artistas a lo largo del tiempo. En el teatro del Siglo de Oro español, por ejemplo, Pedro Calderón de la Barca escribió una obra llamada Eco y Narciso. También Sor Juana Inés de la Cruz escribió El Divino Narciso.

El diálogo con el eco se convirtió en una forma de poesía en el Renacimiento. Apareció en obras de teatro pastorales, en poemas y en la ópera. Algunos poetas, como Víctor Hugo, usaron la figura de la ninfa Eco o el fenómeno del eco para hablar de la voz y la actividad de los poetas. La cantante Christina Rosenvinge también dedicó una canción a este mito en su álbum La joven Dolores.

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Para saber más

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Echo (mythology) Facts for Kids

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Eco (mitología) para Niños. Enciclopedia Kiddle.