robot de la enciclopedia para niños

De laude Pampilone para niños

Enciclopedia para niños

De laude Pampilone, que significa Elogio de Pamplona, es el nombre de dos textos antiguos que se encuentran juntos en un libro muy importante llamado el Códice de Roda. Este códice es un manuscrito, es decir, un libro escrito a mano, que fue creado antes del año 992.

El Códice de Roda contiene varios escritos, como las Genealogías de Roda y la Historia de Orosio. Los textos de De laude Pampilone ocupan una hoja completa (el folio 190, por ambos lados) de este códice, que se guarda en la Biblioteca de la Real Academia de la Historia. Su nombre viene del título en letras grandes que dice: De Laude Pampilone Epistola.

En realidad, se trata de un texto que alaba a la ciudad de Pamplona, escrito a mediados del siglo VI. Antes de este elogio, hay una carta del emperador Honorio dirigida a los soldados de Pamplona, que data de principios del siglo V. Este elogio es un documento histórico que describe brevemente cómo era Pamplona (Navarra) durante el tiempo del reino visigodo en Hispania, mostrándola como una ciudad cristiana y su territorio.

Archivo:De laude Pampilone (c. 990) del Códice de Roda, f. 190r
De laude Pampilone (c. 990) del Códice de Roda, f. 190r (Biblioteca de la Real Academia de la Historia, ms. 78)

¿Qué cuenta la carta del emperador Honorio?

Para entender mejor el contexto de la carta de Honorio, debemos saber que, según el historiador Orosio, en la noche del 31 de diciembre del año 406, varios pueblos como los suevos, vándalos y alanos cruzaron el río Rin. Invadieron la región de la Galia y, después de vencer a los francos, llegaron rápidamente hasta los Pirineos.

En ese tiempo, la defensa del norte del Imperio Romano se había debilitado. El territorio estaba desprotegido y sufrió muchos saqueos. Un general romano llamado Estilicón no pudo evitarlo porque estaba ocupado luchando contra otros invasores en Italia. Solo la ciudad de Tolosa resistió gracias a la valentía de su obispo Exuperio.

Un hombre llamado Flavio Claudio Constantino, que quería ser emperador, llegó desde las islas Británicas a la Galia. Se unió a los francos y alamanes y logró algunas victorias contra los invasores. Sin embargo, esta alianza no fue muy buena para el Imperio Romano.

La defensa de los Pirineos estuvo a cargo de dos hermanos nobles y ricos, Dídimo y Veriniano, durante casi tres años. Ellos reclutaron a sus propios soldados y los colocaron en los pasos de las montañas para impedir el avance de los invasores. Constantino envió a su hijo Constante, con tropas francas y alamanas, contra ellos.

Cuando los hermanos Dídimo y Veriniano fueron vencidos, las tropas auxiliares que los reemplazaron saquearon la Tierra de Campos y luego se les encargó la vigilancia de los Pirineos. Sin embargo, estas tropas abrieron el paso a los invasores, que entraron en España el 20 de septiembre o el 13 de octubre del año 409. Después de cruzar los Pirineos navarros, se extendieron por toda la parte occidental de España.

La carta de Honorio, que se publicó por primera vez en 1945, se refiere a esta defensa de los Pirineos entre los años 407 y 409. Fue enviada desde Roma por un noble llamado Sabiniano y estaba dirigida a los soldados de Pamplona, ofreciéndoles ascensos, aunque no mencionaba directamente a la ciudad.

¿Quién escribió el elogio a Pamplona?

El texto que alaba a Pamplona fue escrito probablemente por un clérigo, es decir, una persona de la iglesia. Contiene frases que recuerdan a la Biblia. La fecha exacta en que se escribió originalmente este elogio es un tema de debate entre los expertos.

El profesor Ángel Martín Duque sugiere que el obispo Sisebuto pudo haber participado, de forma directa o indirecta, en la creación del códice. Él cree que algunos detalles, como la inclusión de una lista de obispos de Pamplona del siglo X y la mención de la toma de posesión de Sisebuto como obispo en el año 988, apoyan esta idea.

¿Qué es un texto laudatorio?

El "elogio" o laude es un tipo de texto que se desarrolló mucho en la Baja Edad Media, pero que tiene sus raíces en la antigüedad clásica (Grecia y Roma). Era muy común escribir este tipo de obras para alabar ciudades, reinos o personas importantes. Por ejemplo, existen elogios a Castilla, Valencia o la Casa de Aragón.

El laude no busca hacer una descripción totalmente realista, sino que usa un lenguaje simbólico para resaltar las cualidades de lo que se elogia. En el caso de Pamplona, el texto resalta sus orígenes romanos y cristianos, llegando a compararla con la gran ciudad de Roma. Este tipo de elogios eran comunes en Europa occidental en esa época y servían para fortalecer la identidad de los nuevos reinos, como la monarquía que estaba naciendo en Pamplona.

El texto del elogio

El texto original está en latín y es un poco difícil de entender, incluso para los expertos, debido a su estilo. Aquí te mostramos una parte del texto en latín y dos traducciones al español para que veas cómo se interpreta:

De laude Pampilone
Texto latino
Hic locus prouidus factus a Deo, ab homine inuentus, a Deu electus ubi quod anni dies puteis ad inuentus. Ut singulis uicibus ad auriendum prestus sit ut nullus ab alio necessitate conpulsus auriad aquas, quia omnes proprii diferri inundant laces. Quuius mororum turres in latitudine LXIII pedum sita.

In altum LXXXIII pedum surgit inmensis. Circuitu urbis mille ambitus dextris. Turrium situ numero LXVII.

Quam Dominus pro sua misericordia innumerauilium martirum reliquiarum condidit artem. Quorum orationibus inter inimicas et barbaras gentes custoditur inlesam, ex quibus uigiles per multos martyrum titulos refulget lumen angelicum et antiquitus sicut per alegoriam dicitur. Si homines silebant ad uigilia martirum lapides proclamabant ad uigiles exitandas.
His locus semper uictor et pompa uirtutum. Pampilona presidium uonis, tribus angulis quoartata, ter preposita portis quattuor posticis sita, portui uicina: Greco eloquio, Pampilona, latine porta omnium dicitur.

Silo flores arborum amnis orientalis flaxuoso retractos occiduo cum proximus uicinos cum plana et simplex suburbia.

Deseruiat ereticis contraria resistat baceis. Huic perpetim deuet amari ut nullus ab inpugnante sentiat mali.

Quamuis oppulenta Roma prestita sit romanis, Pampilona non destitit prestare suis.

Nam cum mirauilis magnaque regio fructifera aliorum regionum hic rastris effosa terra quas ab amna reducunt.

Montes in circuitu eius et Dominus in circuitu populi sui ex hoc nunc et usque in seculum. Amen.
Traducción de Muruzábal Aguirre Traducción de Martín Duque
Este lugar propicio, creado por Dios y hallado por el hombre, ha sido señalado por Dios allí para que consideréis todos los días del año el valor del descubrimiento. Que se encuentre encaminado en cada momento hacia la riqueza, que en ningún caso sea empujado de la abundancia a la miseria, por ninguna desgracia, para que los bienes propios cubran todas las escaseces.

Se alza majestuoso este lugar cuyas murallas tienen torres de 63 pies de anchura y 84 pies de altura: y el perímetro de la ciudad alcanza las 1.000 diestras. El número de las torres es de 67.

A esta ciudad Dios, por su misericordia, concedió el tesoro de las reliquias de innumerables mártires, con cuyas oraciones es conservada salva entre gentes hostiles y bárbaras, y con cuyos cuidados, por los muchos méritos de los mártires, brilla la luz de los ángeles según se dice alegóricamente desde antiguo. Si los hombres callasen para olvido de los mártires. las piedras proclamarían su recuerdo.

Este lugar es siempre vencedor y esta y adornado por las virtudes. Pamplona, residencia para los justos está delimitada por tres ángulos, tiene colocadas tres puertas y 4 postigos, Es apta como refugio. Se dice en griego Pamplona, en latín puerta de todos.

Omito las flores de los árboles: un río serpenteante desde el Oriente se aleja hacia el Occidente, ya entre las aldeas próximas, ya por los alrededores llanos y solitarios.

Apártese de los herejes: resístase, contraria, a los vascones. Perpetuamente se le debe amar para que nadie se encuentre ser tenido por enemigo.

Como la opulenta Roma ha sido salvaguarda por los romanos. Pamplona no ha dejado de estar alzada para los suyos.

Esta maravillosa y gran región es fructífera entre otras regiones, pues aquí, con el trabajo de rastrillos y con canales, se reconducen las aguas desde los ríos a tierra abierta.

Como los montes rodean la ciudad. Dios protege al pueblo, ahora y por siempre.
Este lugar providencial hecho por Dios, hallado por el hombre, elegido por Dios, encontrado donde hay tantos pozos como los días del año. Para que en todas las ocasiones se pueda saciar y cualquiera, urgido por la necesidad, se satisfaga de agua.

Se alza imenso con sus torres mutadas de un grosor cifrado en 63 pies, una altura de 84, un recinto urbano con mil “diestras” de perímetro, con el número preciso de 67 torres.

El Señor por su misericordia la fundó como un baluarte de reliquias de innumerables mártires, por cuyas oraciones la guarda ilesa entre gentes bárbaras y enemigas, y de ellas, por los muchos efluvios tutelares de los mártires, refulge una luz angelical, como desde antiguo se dice por alegoría: “Si los hombres callaran en su guardia, los sepulcros de los mártires clamarían para reanimar a los centinelas”.

Este lugar siempre victorioso y dechado de virtudes, Pamplona, baluarte para los buenos, enmarcada por tres ángulos, dispuesta tres veces por puertas, centrada por cuatro rutas, próxima a un collado de montaña, Pamplona en lengua griega, se interpreta en latín como puerta de todos.

Silencio las flores de los árboles del río que desde oriente tiene ceñidas suavemente hacia occidente las vecindades próximas, siendo el suburbio llano y apacible.

Se opone a los herejes, se alza contra los “baceos”. Debe amársela perpetuamente para que nadie se duela por quien la combate.

La fuerza que la opulenta Roma haya comunicado a los Romanos, no deja de infundirla Pamplona a los suyos.

Pues siendo una grande y admirable región, fecundadora de otras regiones, esta tierra socavada por cauces que provienen del río.

Los montes están a su alrededor y el Señor está en torno a su pueblo por los siglos de los siglos, amén.

Según el experto Muruzábal, el latín en el que está escrito el documento es "desastroso", lo que hace que sea muy difícil interpretarlo correctamente.

Existen diferencias de opinión sobre la fecha en que se escribió el documento original y sobre el significado de la palabra vaceis que se usa en el texto para referirse a los enemigos de Pamplona.

Archivo:De laude Pampilone (c. 990) del Códice de Roda, f. 190v
De laude Pampilone (c. 990) del Códice de Roda, f. 190v (Biblioteca de la Real Academia de la Historia, ms. 78)

¿Cuándo se escribió el documento?

Varios historiadores, como José María Lacarra, Armando Besga Marroquín y Koldo Larrañaga Elorza, creen que el documento fue escrito durante la época visigoda.

Sin embargo, otros expertos como Muruzábal, Martín Duque y Jimeno Aranguren, piensan que el texto es del siglo X. Ellos sugieren que fue creado para dar más importancia y legitimidad a la nueva monarquía que estaba surgiendo en Pamplona en ese momento.

¿Quiénes eran los "Baceos"?

Para algunos historiadores, la palabra "baceos" que aparece en el texto se refiere a los "vascones".

El historiador Koldo Larrañaga Elorza explica que es muy probable que estas "gentes bárbaras y enemigas" que preocupaban a la comunidad cristiana de Pamplona fueran los vascones. Él señala que, desde la época de San Isidoro, en sus Etymologiae, a menudo se confundía a los "vaccei" (un pueblo de la meseta) con los vascones, y esta denominación se usaba en textos antiguos y medievales.

Armando Besga Marroquín también apoya esta idea, diciendo que Pamplona era una ciudad visigoda en la frontera con los vascones independientes. Él cree que el De laude Pampilone muestra las preocupaciones defensivas de los habitantes de Pamplona e identifica a los vascones como los enemigos de la ciudad.

Por otro lado, Muruzábal tiene una interpretación diferente. Él dice que si el texto menciona "resistir a los vascones", no es porque estuvieran asediando la ciudad. En su opinión, la frase tiene un significado más religioso y se refiere a "apartarse de los herejes" y resistir a los "vascones", a quienes se consideraba personas que no conocían el latín, lo que dificultaba predicarles en la lengua sagrada o incluso que recibieran el bautismo.

El profesor Miranda García sugiere que el uso del término baceos podría ser simplemente un recurso literario clásico para referirse a los vascones.

Más información

  • Genealogías del códice de Roda

Véase también

Kids robot.svg En inglés: De laude Pampilone epistola Facts for Kids

kids search engine
De laude Pampilone para Niños. Enciclopedia Kiddle.