Convento de Porta Coeli (Sevilla) para niños
Datos para niños Convento de Porta Coeli |
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Uso | convento | |
El Convento de Santo Domingo de Porta Coeli fue un importante edificio religioso en Sevilla, Andalucía, España. Fue fundado en el siglo XV por los frailes dominicos. Este convento dejó de funcionar en 1835 debido a un proceso llamado desamortización.
Contenido
Historia del Convento de Porta Coeli

El fraile dominico fray Álvaro de Zamora, también conocido como Álvaro de Córdoba, deseaba que su orden volviera a sus principios originales de sencillez y predicación. Por ello, dejó su puesto en Valladolid y su trabajo en la corte del rey Juan II de Castilla. Su objetivo era fundar un nuevo convento en Córdoba, llamado Convento de Santo Domingo de Scala Coeli.
Fundación y primeros años
Desde 1420, fray Álvaro visitó Sevilla varias veces. Su propósito era predicar y conseguir dinero para el convento de Córdoba. Durante sus visitas a Sevilla, él y sus compañeros se alojaban en una casa. Esta casa estaba en la zona conocida como la huerta del Rey.
Algunos historiadores, como Alonso Morgado y Diego Ortiz de Zúñiga, mencionan que se hospedaban en la ermita de Santo Domingo. Fue en este lugar donde fundaron el Convento de Santo Domingo de Porta Coeli. Lo hicieron siguiendo los mismos principios de sencillez que el convento de Córdoba. Uno de los compañeros de fray Álvaro era Rodrigo de Valencia.
Rodrigo de Valencia era un fraile dominico del Convento de San Pablo. También fue consejero del rey Enrique III de Castilla cuando el monarca visitaba Sevilla. La fundación del Convento de Porta Coeli ocurrió a mediados del siglo XV. Rodrigo fue el primer líder del convento, conocido como prior.
Apoyos y crecimiento del convento
En 1457, Juan de Monsalve, un importante funcionario de los reyes, recibió la huerta del Rey de parte de Juan II. Monsalve donó algunos terrenos y una parte del agua de los caños de Carmona a este convento.
Después de que Rodrigo de Valencia falleciera en 1462, fray Juan de Santa Marina tomó su lugar. A partir de 1468, el padre Cudriñas fue el prior.
En 1478, los Reyes Católicos aumentaron la cantidad de agua que el convento recibía de los caños de Carmona. Alfonso Enríquez, un importante almirante, pagó la construcción de varias partes del convento. Entre ellas estaban el claustro (un patio con galerías), el refectorio (comedor) y la sala de capítulos. También costeó el inicio de la construcción de la iglesia del convento.
En su testamento de 1482, Alfonso Enríquez dejó una suma de dinero al convento. Este dinero era para comprar libros de filosofía, teología y otros temas religiosos.
En 1490, Fadrique Enríquez de Ribera, otro almirante y marqués, pagó la finalización de la iglesia. Lo hizo en agradecimiento a santo Domingo de Guzmán, a quien había pedido ayuda en un momento difícil.
Últimos años y desaparición
En 1512, el líder general de la orden dominica, Tomás de Vio Cayetano, añadió una hospedería al convento. Este lugar servía para alojar a los frailes que esperaban para viajar a América.
En 1757, el convento tenía treinta y tres religiosos. Para 1803, el número había disminuido a solo siete.
Durante una epidemia en la ciudad en el año 1800, el ayuntamiento usó parte del convento como un lugar para cuidar a los enfermos.
El convento fue desmantelado en 1835. El edificio se utilizó después como una curtiduría (un lugar donde se trabaja el cuero). La huerta del convento fue usada por personas particulares. Hoy en día, no queda nada del convento original.
El Convento de Porta Coeli estaba al final de la calle Santo Domingo de la Calzada. Actualmente, en ese mismo lugar se encuentra el Colegio del Inmaculado Corazón de María-Porta Coeli, que pertenece a los jesuitas.
Obras de arte del convento

El retablo mayor de la iglesia, que fue hecho por Juan Martínez Montañés entre 1605 y 1609, no se sabe dónde está actualmente.
En el centro de este retablo había una estatua de Santo Domingo de Guzmán. También había relieves (esculturas que sobresalen de una superficie) de la Asunción de la Virgen María y de la Santísima Trinidad.
La estatua de Santo Domingo, creada por Martínez Montañés y pintada por Francisco Pacheco, se conserva en el Museo de Bellas Artes de Sevilla.
Los relieves de la Asunción de la Virgen María y de la Santísima Trinidad fueron trasladados a la Iglesia de San Bernardo. Lamentablemente, un incendio en 1936 destruyó el relieve de la Asunción. Del relieve de la Santísima Trinidad, solo se salvaron algunos ángeles y una mano, que ahora forman parte de una colección privada en Sevilla.
El Museo de Bellas Artes de Sevilla también guarda dos cuadros importantes de este convento. Son el Beato Enrique Susón y San Luis Beltrán, ambos pintados por Francisco de Zurbarán entre 1638 y 1640.