Conspiración para niños
Una conspiración es un entendimiento secreto entre varias personas (militares, grupos armados y civiles), con el objetivo de derribar el poder establecido, de tener el poder, conservarlo o con vista a atentar contra la vida de una o varias personalidades (autoridades o enemigos a sus ideas), para así trastocar el funcionamiento de una estructura legal. Este entendimiento se puede realizar a nivel individual (entre personas), o en representación de alguna entidad, sea una empresa, nación o supranación.
El término «conspiración» y sus casi sinónimos, «complot» y «conjura», han sido objeto de diferenciaciones semánticas, por parte de varios especialistas del lenguaje.
Los objetivos de una conspiración son variados, así como los medios desplegados para la obtención de los fines. Los falsos testimonios, falsas pruebas, extorsión, así como los rumores, los secuestros, los atentados, los asesinatos, e incluso también los golpes de Estado, están entre los métodos más visibles y más utilizados en las conspiraciones. Y si bien un golpe de Estado necesita generalmente el secreto de los complotados, todos los asesinatos y todos los atentados no necesariamente se encuentran en el marco de una unión secreta, ya que algunas de estas acciones podrían ser actos individuales desmarcados de algún movimiento conspirativo contemporáneo.
Contenido
Terminología
François Guizot señala que «las definiciones de cabale, complot (falsa conspiración), conspiración, y conjura», si bien revelan que son casi sinónimos, marcan cada una de ellas una impronta particular tan especial, que en lugar de distinguir estos conceptos por líneas separadoras, en realidad podría decirse incluso que cortan con fuerza o quiebran el perfil de sus semejanzas».
La relación que existe entre estos cuatro términos, en el marco del idioma francés, ya fue señalada por Roubaud en el siglo XVI, y en lo que le es común significa: Unión entre particulares, extranjeros o ciudadanos, para perjudicar, para derrocar, para herir, para conmocionar, para trastocar. Aunque ciertamente también presupone motivaciones importantes y efectos graves, pues generalmente se aplican proyectos secretos y siniestros, que por lo común tienen un desarrollo trágico, se mata o se encarcela a alguna persona odiosa, o se anuncian sentimientos de venganza, de odio profundo, y de patriotismo exaltado.
Por la cabale por ejemplo, una persona es acosada o desprestigiada, o al menos alejada de su puesto (cargo); pero además también puede ser víctima de un complot, o de una conspiración, o de una conjura (y estas últimas calificaciones marcan el tipo de atentados o de acciones que se cometerán). Además, y como ilustración del concepto, en los casos aludidos puede decirse es cómplice de un complot, de una conspiración, o de una conjura, tal como también puede decirse es cómplice de un crimen.
«Cabale»
La cabale se materializa a través de las intrigas desplegadas y alimentadas por un partido, una facción, un grupo o una familia, que a través de prácticas reservadas y acuerdos secretos, se orienta a influir sobre el desarrollo de eventos y de hechos.
La idea natural y dominante de cabale, es la de tomar, acaparar, unir y coordinar los espíritus, para formar un partido o una alianza, y secretamente maniobrar en una determinada dirección.
La cabale tiene por objetivo, obtener el favor, el crédito, el ascendiente, el poder, así como disponer de gracias, de empleos, de recursos, de recompensas, de reputaciones, en dos palabras, obtener éxitos y sucesos; en fin, disponer de la capacidad para elevar a algunos, y relegar a otros.
En los gobiernos, la cabale pone y saca ministros, generales, oficiales, administrativos, pues todo centro de poder sirve. En las letras, ahoga la reputación de algunos autores, o ensalza las bondades de algunas obras, y viceversa. En las empresas y en las administraciones, se opone a la justicia y al mérito, tratando de imponer la discrecionalidad en los ascensos y en las admisiones.
En fin, en el mundo: ¿Qué es lo que una cabale hace o deja de hacer? La cabale se encuentra en cualquier lado, se mezcla con todo, se interesa en todo, y trastoca todo, Estado, gobiernos, organizaciones, sociedades, instituciones educativas, sectores sociales o gremios, empresas, carreras, familias, personas.
«Complot»
El complot se distingue con bastante facilidad de sus casi-sinónimos: Allí hay menos generalidad o extensión.
El complot tiene por objetivo perjudicar, y sus visiones son siempre criminales o retorcidas. Además, el complot nace de la voluntad de algunas personas (en el límite solamente dos), y comúnmente está dirigido contra un solo sujeto.
Malhechores acuerdan asesinar a un caminante para robarle. Delatores acusan a una persona honesta y de bien, para obtener favores de una camarilla de gobierno desconfiada y crédula. Traidores "abren las puertas de una ciudad al enemigo", para así ganar dinero, fama, o cualquier otra cosa beneficiosa ofrecida a cambio.
Ambiciosos calumnian o denostan a alguien con un cargo importante, para así suceder en esas funciones o de alguna manera poder controlarlas. Y así podríamos seguir, pues la lista de ejemplos es larga.
Dondequiera que haya dos malvados, no hay ni persona, ni derecho, ni autoridad, ni potencia, al abrigo de un complot, es decir, de algún tipo de atentado o plan sórdidamente concertado.
Complot viene de cum, que significa con, y del término francés pelote, que significa entretener y halagar a una persona para de él obtener favores. Complotar, o sea, hacer juntos una pelote, significa entonces urdir o tramar algo en el marco de un pequeño número de personas. Referencia: —Être la victime d'un infâme complot— (Georges Benjamin Clemenceau, L'Iniquité, 1899, pág. 18).
Casi lo opuesto de un complot es una conjura, o sea, un proyecto bastante más vasto que el primero, y que por cierto implica un mayor número de participantes. El complot tramado entre dos personas, o en el seno de un pequeño grupo de personas, por lo general se fija objetivos más modestos. El complot es bastante elemental y simple, y restringido en cuanto a sus alcances. Aunque también podríamos decir que el complot es más cobarde y más repugnante, pues presupone bajeza y maldad profundas en los actores involucrados. Un complot es infame, y así dijo Voltaire, complot infâme, respecto del complot de La Truaumont contra Louis XIV: Ce fut plus une lâche trahison mal ourdie qu'une conspiration.
«Conspiración» y «conjura»
Conspiración y conjura (o conjuración) son uniones o complots que reúnen un número bastante grande de personas contra el Estado, el soberano, o los dirigentes, a efectos de quitarle o quitarles el poder por la fuerza o bajo presión, aunque el término conjura es algo más preciso que el término conspiración.
Conspiración, del latín con spirare, respirar con, estar animado del mismo espíritu, marca el acuerdo profundo, intelectual, y sentimental, de los conspiradores. Pero este concepto señala más la voluntad de servir que la de perjudicar, ya que en efecto, una conspiración puede ser con más fuerza en favor de alguien que en contra de alguien; por ejemplo Tarquinio el Soberbio estuvo en la mira de varias intrigas, pero en una de ellas trataron de ayudarle y no de perjudicarle.
Los republicanos bendijeron la conspiración de Marcus Junius Brutus contra Julio César porque era por la libertad, emprendimiento autorizado por las antiguas leyes. Una conspiración significa un cambio en el ordenamiento en provecho o beneficio de alguien. Comúnmente se conspira para cambiar o sustituir a los que reinan, a los que ordenan, a los que gobiernan, a los que participan en la cosa pública, y a efectos de acelerar o radicalmente cambiar a través de una conspiración lo que de todas maneras desencadenaría el simple paso del tiempo.
Jules Alberoni formó una conspiración contra los regentes de Francia, para así inducir o provocar un cambio en quienes mandaban. Los cortesanos, los príncipes, la reina, incluso el propio rey, tramaron varias conspiraciones contra el Cardenal Richelieu, para así no tener que soportar un régimen duro y absolutista. La conspiración de la pólvora, supuesta o verdadera, solamente amenazaba al parlamento y a los representantes de la nación, sin intentar tocar ni los derechos del pueblo ni la propia forma de gobierno. Una conspiración no es tan sanguinaria y violenta como una conjura, e incluso a veces puede alcanzar sus objetivos sin disturbios y sin violencia. Una conspiración evoca un proyecto con frecuencia muy discutido y meditado internamente, y cuya realización concreta a veces es lejana en el tiempo. Una conspiración es una maquinación en la que la complejidad de los actos planificados requiere discreción y secreto por parte de los conspiradores, en caso contrario bajo pena de fracaso, además de destrucción, o de muerte, o de graves perjuicios.
Conjuración, del latín conjuratio (formado de cum jurare, o sea jurar con), designa un grupo cuyos miembros se han prometido fidelidad y apoyo mutuo a través de un juramento. La conjuración tiene por objetivo operar un gran cambio, una revolución de Estado o en el Estado, ya sea en favor del soberano legítimo, ya sea en favor de la inviolabilidad de los derechos de la autoridad, ya sea en favor de las formas propias y características de gobierno, ya sea en favor de las leyes fundamentales y constitutivas, ya sea en favor de una nueva orientación de la estructura institucional y de las leyes que la gobiernan.
Lucio Sergio Catilina se propuso, en su conjuración, de eliminar a una parte de la élite política romana, para así poder tomar el poder político supremo, y para ello pensaba apoyarse y respaldarse en las frustraciones de una parte de la nobleza romana, así como en las simpatías que podría despertar en ciertos notables italianos, pero estos planes se frustraron por la intervención del cónsul Marco Tulio Cicerón. Por su parte la conjuración de Bedmar preparó la ruina de la República de Venecia. Ejemplos podrían citarse muchos.
La vida de grandes y respetados personajes, la realeza, la religión del Estado, todo fue amenazado por la Conjura de Amboise. Y Cola di Rienzo (tribuno romano) quería restablecer, a través de su conjura, el tribunal y la antigua libertad imperante en la República romana, y en contra de lo establecido en la constitución del Imperio romano y del Imperio bizantino.
Una conjuración evoca y se propone el exterminio, la ruina total, la erradicación de cuajo de lo que le molesta. Voltaire refiriéndose a la Conspiración de la pólvora, detalló al principio todo lo que esa mención despertaba en cualquiera de su tiempo, para luego agregar, a efectos de hacer sentir todo el horror involucrado en ese acontecimiento: « Tous les autres complots qu'ont produits la vengeance, la politique, la barbarie des guerres civiles, le fanatisme même, n'approchent pas de l'atrocité de la "Conjuration des Poudres"». Esta conjuración evocó y repasó el proyecto en la víspera de su ejecución, y los conjurados se reunieron en los últimos instantes, pues la intensidad de los eventos planificados les presionaba a hacer un juramento. Para que una conjuración sea exitosa, se necesita planificación y se necesita secreto, y además, los conjurados deben actuar a la manera de una liga deportiva (equipo contra equipo pero actuando con espíritu de grupo). « Toutes les puissances du monde, quoique liguées et conjurées, ne prévaudront pas contre Louis XIV».
Una conjuración al principio contenida y manejada como una simple conspiración en cierto círculo de conjurados, está obligada a partir de un determinado momento a invocar el secreto pactado y el prometido apoyo mutuo en forma cada vez más estricta, pues expone a todos o a la mayoría de los conjurados a muy peligrosos emprendimientos con posibles graves o nefastas consecuencias personales; y de esta manera, una conjuración es en los hechos potencialmente más peligrosa para otros cuando aumenta el número de participantes, no solamente por la fuerza adicional que da el número, sino también porque ella se hace cada vez más agresiva. Y esto es naturalmente así, porque cuanto más se implican los conjurados en el asunto, más tienen que perder en caso de ser descubiertos.
Con cierta frecuencia, un cabale lleva a un complot; y un complot lleva a una conspiración; y una conspiración lleva a una conjuración; y una conjuración lleva a una revuelta. Si se acuerda alguna cosa en el marco de un cabale, pronto todo se hará como un cabale. Si no se detiene y suspende a tiempo una idea germinal de un complot, pronto todos los implicados serán promotores y responsables y cómplices. Si una conspiración a la que se le invita a participar le hace temblar, replegarse, ceder, tener reservas y a la vez condescendencia, pronto le transformará en su esclavo y su juguete. Si se perdona o se disculpa una conjuración con espíritu de prudencia o con sentimientos de bondad y de comprensión hacia los complotados, luego quien así actúe y piense se verá en dificultades para desplegar o apoyar plenos poderes para castigar (así pareciéndose a Luis XII que en principio quería perdonar a los revoltosos de Génova, sometidos, postergados, y que esperaban la pena con la amenaza de la espada vengadora).
Conspiraciones históricas
La historia recoge sórdidos complots, trascendentes conspiraciones, y también una gran variedad de conjuraciones.
Una de las más célebres conspiraciones políticas ciertamente es el asesinato de Julio César en los Idus de marzo, y más precisamente el 15 de marzo del año 44 a. C.
Aquí sigue una lista (por cierto incompleta) de conspiraciones históricas célebres:
- La conspiración de Catilina en el año 63 a. C.;
- El asesinato de Julio César el 15 de marzo del año 44 a. C.;
- La conjuración de Pison en el año 65;
- El asesinato de David Rizzio en 1566;
- La sorpresa de Meaux que desencadena la segunda guerra de religión en 1567;
- El complot de Babington en 1586;
- La conspiración de la pólvora en 1605;
- La cabale de los Importantes en 1643;
- El complot de Rye-House en 1683;
- El accidente de Genroku Akō en 1701;
- La conspiración de los Iguales en 1795;
- La Conspiración de Gual y España en 1799;
- La conspiración de la máquina infernal en 1800;
- La Conspiración Septembrina en 1828.
La época contemporánea por cierto no alumbra conspiraciones en menores números, según puede comprobarse sobrevolando la lista incompleta que aquí sigue:
- El atentado del 20 de julio de 1944 contra Adolf Hitler.
- El asesinato de Jorge Eliécer Gaitán en 1948 (según análisis de historiadores colombianos).
- El asesinato de John F. Kennedy en 1963;
- La tentativa de asesinato de Juan-Pablo II, el 13 de mayo de 1981;
- El proyecto de atentados sobre líneas aéreas transatlánticas del año 2006;
- El complot terrorista en Canadá en 2006;
Conspiraciones en la cultura popular
Las historias de algunos complots obviamente han inspirado numerosas obras literarias y teatrales, por ejemplo:
- La novela Cinq-Mars ou Une conjuration sous Louis XIII, de Alfred de Vigny, en 1826;
- La ópera homónima de Charles Gounod, en 1877;
- Le complot (1973) de René Gainville referente a la Organización del Ejército Secreto (OAS);
- Kill a Priest de Agnieszka Holland, película referente al asesinato del sacerdote Jerzy Popieluszko a manos de la policía secreta comunista Służba Bezpieczeństwa en 1984;
- JFK, película de Oliver Stone, muy publicitada, en torno al asesinato de John F. Kennedy;
- I, Pet Goat II (2012) de Louis Lefebrve, referente a la globalización y a la guerra de civilizaciones.
Ciertas obras, sin manifestarlo abiertamente, de una u otra forma se inspiran en complots históricos, como por ejemplo el filme I comme Icare de Henri Verneuil, el que presentando el asesinato de un presidente francés, con notoriedad se inspira en cuanto a parte de la trama, en el recién mencionado asesinato del presidente estadounidense John Kennedy.
Por su parte y en lo que respecta a La conjura de los necios de John Kennedy Toole, debe señalarse que es una novela totalmente imaginaria.
Véase también
En inglés: Conspiracy Facts for Kids
- Golpe de Estado
- Pronunciamiento
- Alta traición
- Camarilla (conciliábulo)
- Carbonarios
- Secreto
- Anexo:Conspiraciones políticas