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Colonia Humán para niños

Enciclopedia para niños
Datos para niños
Colonia Humán
Entidad subnacional
Coordenadas 37°28′16″S 72°20′07″O / -37.471077777778, -72.3354
Entidad Localidad
 • País Bandera de Chile Chile
 • Región Bandera de Biobío Biobío
 • Provincia Biobío
 • Comuna Los Ángeles
Eventos históricos  
 • Fundación 1858
Población  
 • Total Más de 3,000 hab.
Huso horario UTC -4
 • en verano UTC -3

Colonia Humán fue una localidad chilena ubicada en la comuna de Los Ángeles, al sur de la Región del Biobío. Como consecuencia del crecimiento demográfico, la localidad fue completamente conurbada con el resto del área urbana de la ciudad, conformando un barrio comprendido entre las avenidas Alemania y Gabriela Mistral. Formó parte del departamento de La Laja como una subdelegación. Asimismo, fue considerada la colonia alemana más septentrional del proceso de colonización alemana del sur de Chile, puesto que en la actualidad ocupa Contulmo, en la provincia de Arauco.

Historia

Archivo:Monumento a los colonos alemanes, suizos y austriacos de Los Ángeles
Monumento conmemorativo a los colonos alemanes, suizos y austriacos de Los Ángeles. Inaugurado en 2011 con motivo de los 150 años de la colonización germánica en la ciudad.

Como parte del proceso de colonización organizado por el Gobierno de Chile con la promulgación de la "Ley de Inmigración Selectiva" en 1845, que permitió la llegada de miles de familias de origen europeo desde mediados del siglo XIX, que cumplieran ciertos requisitos para fundar y poblar localidades del sur del país. En el caso de Colonia Humán, arribaron tanto familias provenientes de Alemania, como también de otros lugares que formaron parte de la Confederación Germánica, austriacos y del Imperio austrohúngaro. Los colonos destinados a la Colonia Humán, llegaron en tres contingentes que arribaron en barcos que los trajeron desde Europa hacia el puerto de Talcahuano.

La Colonia Humán ocupó una superficie de alrededor de dos mil cuadras en las afueras de la ciudad de Los Ángeles, y fue creada por decreto el 17 de enero de 1859. Figuró hasta 1871 como el puesto de avanzada de la civilización, en la frontera norte de los territorios dominados por los indígenas.

Se estableció bajo la estrategia que sostenía que una colonia extranjera era mejor que los fuertes militares, para establecer una base sólida de ocupación y para reducir el bastión de frecuente insubordinación en la zona fronteriza de ese entonces, que dificultaba el avance civilizador hacia el sur del país, sobre todo luego del levantamiento de 1859 de los pehuenches de Antuco y los mapuches montados del sur.

La colonización extranjera era también una manera de ocupar zonas no incorporadas al dominio efectivo de la República, de poner en valor vastas zonas inexploradas de manera rápida y económica, mediante la combinación de la ocupación militar y el trabajador agrícola. Al final de medio siglo de muchos intentos infructuosos, la Colonia Humán fue el primer intento serio de ocupación en el flanco norte de La Frontera.

Para esa época la zona de Los Ángeles se consideraba como una zona fronteriza y es por eso se incluye dentro del decreto de creación de la Provincia de Arauco el 2 de julio de 1852, que comprende los territorios indígenas al sur del Bio Bio y cuya capital fue precisamente la ciudad de Los Ángeles.

Esta Frontera era un refugio de rebeldes, bandidos y cuatreros, que abarcaba un área que iba más o menos desde la cuenca del Bio Bio hasta el curso medio de río Cruces y recién para la década de 1860 se inició la penetración que llevaría los límites hasta la línea fortificada de Malleco por el norte y hasta el río Toltén por el sur, considerado en la propaganda de reclutamiento en Europa, como el último avance de la civilización. Sin embargo, esta supuesta zona fronteriza jamás fue un bastión inexpugnable, en donde estaban de un lado los blancos y del otro los indígenas, en su mayoría pacíficos. Al contrario. Era cruzada frecuentemente en ambos sentidos por hordas de comerciantes sin escolta alguna, o por cuatreros y fugitivos de la ley.

Ya en noviembre de 1851, el ministro Antonio Varas había indicado a Vicente Pérez Rosales, entonces en pleno conflicto por el hacinamiento de los colonos de Valdivia, por la poca disponibilidad de tierras, que el gobierno creía que algunos colonos de esa zona podrían mudarse a Concepción, Laja y el potrero de Humán en la jurisdicción de Bío Bío, incluso si continuaban los problemas, podría enviar a los inmigrantes a estas nuevas tierras y abandonar por el momento la idea de colonizar Valdivia. Esa idea no prosperó debido a las dificultades que trajo a la zona de Concepción, y por ende, a Los Ángeles, la Revolución de 1851, lo que derivó en la solución posterior de adelantar la colonización a orillas del lago Llanquihue.

La idea de traer colonos extranjeros a los potreros de Humán, en línea con las facultades otorgadas al ejecutivo por la ley de noviembre de 1845, resurgió y tomó forma en 1856 y le debe mucho al en ese entonces denigrado y criticado experimento de Llanquihue, pero que gracias a esos fracasos iniciales da sus primeros frutos. Es así como la Colonia Humán fue formada por 38 familias de varias zonas de los países alemanes tales como Brandeburgo, Brunswick, Hesse, Silesia, Tirol y Gross-Meseritz en Moravia. Ellos fueron los pioneros de la verdadera Frontera.

Antes de 1859, este terreno era solo un vasto potrero lleno de pajonales y pantanos entre los esteros Paillihue y Quilque, sin interés para ningún particular, destinado al pastoreo de los caballos del ejército por lo que hasta esa fecha nadie lo había reclamado al Estado. Luego, la mitad del terreno se convierte en tierra de colonización al ser subdividido en una cuarentena de hijuelas destinadas a extranjeros.

El decreto de fundación consideró la entrega a cada colono, de una escritura de propiedad bajo las mismas condiciones que en Llanquihue. La venta y asignación del lote también estaba sujeta a las mismas obligaciones, así como también los mismos beneficios tales como alojamiento a la llegada, transporte a la hijuela asignada, asignación diaria y pensión mensual de 30 pesos durante el primer año, suministros y asistencia en especie reembolsables por 1/5 cada año, deducibles de aduanas etc.

Sin embargo, hubo dos diferencias: La primera fue que los tamaños de los lotes eran la mitad que en el sur, es decir, 12 cuadras por cabeza de familia más 6 cuadras por cada hijo de más de 10 años. Seis meses después, los lotes se reducen a parcelas de 8 cuadras por jefe de familia más 4 cuadras por hijo, bajo el pretexto de la mejor fertilidad del suelo y la proximidad de una ciudad y por ende a un mercado. En segundo lugar, en materia fiscal no hubo cláusulas de exención como el diezmo, patentes, obligaciones militares y todos los demás impuestos a los que estaba sometida la población chilena.

Esto no se debió a omisiones, restricciones o violaciones voluntarias de las disposiciones de la ley de 1845, ya que Humán estaba al norte del Bio Bio y la ley de colonización entendió como límite específico ese río y no su cuenca. Por lo mismo, esta situación no otorgó los colonos los derecho, favores y franquicias de Llanquihue y de ahí fue que surgieron algunos malentendidos de los que Pérez Rosales fue el único responsable. Para él, el río no era una línea divisoria y recluta indiferentemente y en las mismas condiciones para Humán y para el Sur, ofreciendo las mismas ventajas y considerando que el reclutamiento era lo suficientemente difícil como para obstaculizar el proceso con consideraciones sutiles. Pérez Rosales, aún en Alemania reclutando nuevos colonos, le escribió sus observaciones al ministro Ovalle, cuya respuesta fue la del típico funcionario burocrático estatal, tan interesado en el desarrollo como cerrado a la realidad. Ovalle advirtió sobre la ubicación de la colonia al norte y no al sur del Bio Bio. Especificó además que los colonos debían pagar impuestos, poco, ciertamente, pero consideró que era una cuestión de principios. Para el reembolso al Estado del dinero gastado en ellos, fue de 1/5 cada año, pero aquí desde el segundo año en adelante, a diferencia de Llanquihue, que iniciaba al tercero. Es decir, a los colonos NO SE LES REGALÓ NADA. Todo debieron pagarlo al Estado.

Era de suma importancia evitar cualquier contradicción entre la oferta hecha por el gobierno y lo que efectivamente recibirían los colonos, por supuesto, esta situación fue una verdadera sorpresa para los recién llegados y por ende, no contribuyó para nada a la promoción de la colonia.

Antes de 1857 ya había al menos 10 familias alemanas en Los Ángeles. En 1854 figuraban el Dr. Hantelmann y herrero Klix; dos años más tarde, Augusto Krämer, carpintero que había abandonado el fallido proyecto de Bellavista en la zona de Valdivia, entre otros. A estos les siguieron 4 grupos de colonos tentados por la oferta del gobierno. En total, 36 familias de las cuales 4 llegaron a partir de marzo de 1859, una docena en junio, 10 instaladas el 22 de octubre y las otras a principios de 1860.

A excepción de los colonos procedentes de Brandenburg que vinieron en el bergantín Inca, la decisión de agruparse en la colonia no fue inmediata, sino que demoró entre 6 meses y un año, deambulando entre el Bio Bio y el Malleco, o recibiendo más familias de Valdivia o Llanquihue. Tal fue el caso de los Horn, los Kressin o los Wegner.

Los lotes de terreno no fueron sorteados ni otorgados por orden específico, sino que en la medida que fueron llegando los colonos, escogieron las mejores parcelas, dejando las más malas para los que arribaron al final. Sin embargo, la colonia muy rápidamente fue creciendo atrayendo nuevos colonos desde Valdivia o desde las zonas rurales de Angol, Mulchén, Renaico o Nacimiento, incrementándose las solicitudes de lotes entre 1868 y 1870. La razón de ello, según Wilhelm Jacobs, fue la inseguridad general. Él describe en su diario a su llegada a la colonia, que todos los pueblos de la región estaban expuestos perpetuamente al ataque de los indios y las familias aisladas en los campos vivían en constante amedrentamiento y preocupación. Por lo mismo, Humán en esa época representó un oasis de paz. Esta experiencia concluyente contrasta con los otros ensayos aislados de colonización a lo largo de la línea del Malleco.

En 1870 el ingeniero Teodoro Schmidt se encargó de dividir en 80 lotes adicionales el resto del potrero y los beneficiarios de esta nueva repartición fueron en primer lugar los colonos nacionales de Los Ángeles, a los que se le sumaron en segundo lugar colonos ingleses, que no permanecieron mucho tiempo en la colonia, como los Robinson, Buttler, Kelley, Wood, Squires, Fields, etc., y en tercer lugar, por lo menos la mitad de los hijos de los primeros colonos de alemanes registrados en la lista de espera, como los Bartheld, Drapela, Kröll, Neumann, Stark, Dittus, Busch, Fritz, Krämer, Vyhmeister, etc. Al no haber suficientes tierras, muchos de estos hijos de colonos emigraron a otras zonas del país, principalmente al recién abierto territorio de colonización de Angol y posteriormente al resto de la Araucanía.

El resultado aparente fue una rápida prosperidad, pero no sin cierta reticencia de parte de las autoridades, como lo prueban dos informes de Urrutia con solo un año de distancia. El primero, del 4 de mayo de 1872, enfatiza el paciente trabajo del colono, el orden y la distribución de las quintas y celebra la influencia de Humán en todo el departamento de la Laja. Al año siguiente indica que el trabajo colono siempre es valioso, pero manifiesta tendencias egoístas, oculta sus actividades y conocimientos cuidadosamente, que solo los comunica de mala gana a los nacionales y solamente si hay una necesidad, se pone en contacto con ellos.

Las fuentes y referencias chilenas se detienen en los límites de la colonia sin penetrar en su interior, viendo solamente los efectos e influencias hacia afuera, sin siquiera sospechar crisis internas.

Humán era lo opuesto a una colonia de amigable. Durante tres cuartos de siglo, fue un espacio cerrado donde existieron muchas disputas, precedidas en su mayoría por discordias nacidas en los barcos durante el viaje a Chile. La mala distribución de las tierras o problemas de límites, fortificaron aún más las divisiones y con el tiempo aparecieron las distintas facciones rivales. Estas diferencias pudieron también deberse a las particularidades y antagonismos propios de las zonas de origen de los colonos, como por ejemplo, las rivalidades entre los originarios de Hesse y los Westfalianos, o los prusianos con los de Europa Central. Al final se trataba de la eterna diferencia entre riqueza y pobreza, las diferencias religiosas, las afinidades personales y las antipatías insuperables que terminan por encerrar a cada grupo en la dureza y la desconfianza hacia los demás.

El resultado de lo anterior fue un sorprendente desgaste que terminó en convertir a la colonia Humán en un agregado de grupos rivales que evitaban todo contacto y que a los 20 años de su formación quedó atrapada en el odio, además de la consecuente endogamia y consanguinidades, de la que solamente una tres familias pudieron librarse al ser más abiertos a sus vecinos.

Este comportamiento era generado, por un lado, simplemente por la codicia y el afán de hacer rápidamente alguna fortuna. Como consecuencia, los niños que fueron naciendo y creciendo eran utilizados tempranamente en las labores del campo y así enriquecer el clan familiar. A nivel espiritual, no existía nada que aglutinara a los colonos alrededor de una fe. Al contrario, se encontraban completamente desamparados y la primera generación nacida en Chile era totalmente analfabeta, incluso el terreno reservado para la escuela fue utilizado para labores agrícolas que generaban utilidades.

Por otro lado, esa desconfianza hacia los vecinos chilenos fue acrecentada por los continuos engaños a los que fueron sometidos los primeros colonos, al venderles bueyes con los cachos quebrados, es decir, inútiles para las labores agrícolas, carretas en mal estado, harina vencida, madera apolillada, sin dejar de mencionar los habituales actos ilegales cometidos contra los recién llegados. Bajo ese régimen, y al no existir ninguna garantía de seguridad, era natural que la comunidad se encerrara en su propio mundo y se aislara de la influencia criolla y resolvieran sus problemas a su manera.

Esas son las razones por las que la Colonia Humán fue una isla lingüística, agrietada y estancada internamente, sin ósmosis con el exterior, sin un líder que pudiera resolver los problemas, sin un guía espiritual, sin ideales, cuya consecuencia en el corto plazo fue por supuesto, la inercia, la desculturización, la desaparición de los valores; pero curiosamente todo ello no se reflejó hacia el exterior.

Este caos interno será revertido en 1881, cuando ya casi todo parecía consumido por el odio. Desde Puerto Montt llegó el pastor Schenk, quien fue el artífice de la renovación de la colonia y de la regermanización de sus integrantes, estableciendo un directorio y además reclutó en Alemania a un maestro de escuela de 27 años, Benjamin Möhrlen, quién permanecerá en la colonia durante 30 años. Schenk fue para Humán lo que Pfaff fue para Contulmo y Junginger para Frutillar. En un año ya había una nueva cultura alemana y una fe orientada al concepto en que todo el trabajo es un servicio divino.

La colonia Humán escapó así del hundimiento y los sobrevivientes hacia el año 1916, Daniel Kröll de 75 años de edad, Johann Fülla, de 87 y Luise Müller, de 91, pudieron dar su testimonio de las fases del declive y luego de la satisfacción de recuperar y conservar la prosperidad económica colectiva, que ha caracterizado a la idiosincrasia alemana.

Para ese año quedaban 3 grupos de colonos, conformados por 56 familias fieles a la tradición alemana, 7 recuperables y 37 perdidos definitivamente para la idiosincrasia germana, sumando en total, 410 personas.

El primer grupo de colonos poseía 77 casas o mansiones, en donde 16 familias tenían al menos 2 casas y empleaban a 127 trabajadores chilenos en una superficie que sumaba casi mil hectáreas. Este grupo incluye a los colonos Bartheld, Baier, Drapela, Lammich, Neumann, Rogge, etc., y a 43 artesanos y comerciantes tales como hermanos Jakobs, Georg Stöber, Alfred Wechsler, Wilhelm Oberg, etc. Muchos se habían unido a las familias alemanas de Los Ángeles, cuya área urbana se extendió hacia los límites occidentales de la colonia. En la segunda categoría, tres familias no tenían nada, ya que habían vendido sus terrenos y 4 eran dueños de lotes pequeños, insuficientes para sobrevivir de la explotación agrícola. El grupo restante, vivía en una depresión económica deplorable, en una completa asimilación y a veces el anonimato social, ya que 25 familias que vivían de las labores agrícolas no pudieron prosperar y 12 de ellas eran propietarias de una superficie que apenas alcanzaba para su subsistencia, debiendo ofrecerse como mano de obra a otros colonos, o en los grandes fundos chilenos. Solo dos familias destacaron por haberse enriquecido mucho: la de Daniel Kröll, llegado en 1859, llegó a tener más de tres mil hectáreas y más de 120 familias chilenas a su servicio. La otra es la de Luis Dittus, titular de mil hectáreas.

A pesar de que el avance civilizador de la Colonia Humán hacia el sur, se vio interrumpido desde el principio por los levantamientos indígenas que se acrecentaron hasta terminada la Guerra del Pacífico, no fueron pocos los inmigrantes que vieron a la ciudad de Los Ángeles y sus alrededores, como un polo de desarrollo agrícola, comercial e industrial, gracias a la presencia de los colonos alemanes establecidos en 1859. Nuevas familias desertoras del proceso de colonización de la Araucanía fueron estableciéndose alrededor de la antigua colonia angelina, incorporando distintas nacionalidades como suiza, italiana, alemana, etc., a la riqueza cultural y al desarrollo de la zona del Bio Bio.

Una vez que la colonia se fue urbanizando y se fue integrando con el resto de la ciudad de Los Ángeles, su avenida principal se siguió llamando durante parte del siglo XX como «Avenida Colonia Humán», hasta que fue rebautizada como «Avenida Alemania».

Primer Contingente.

El primer velero, de nombre Iserbrook, zarpó de Hamburgo el 5 de junio de 1858, atracando en Corral, en la provincia de Valdivia el 9 de Octubre y en Valparaíso el 28 de Octubre de ese mismo año. No se ha encontrado aún la fecha exacta del desembarque en Talcahuano, pero se estima que pudo haber sido alrededor del 12 ó 13 de ese mes. Este barco pertenecía a la firma Godeffroy e hijos de Hamburgo y realizaba viajes entre Europa y la costa Oeste de Estados Unidos, pasando obligatoriamente por el temido Cabo de Hornos, al mando del capitán F. Kock.

Las primeras 11 familias que llegaron a Los Ángeles ese mismo año estaban constituidas por inmigrantes de Alemania y Austria y sumaban un total de 39 personas: 20 adultos y 19 niños, quienes se establecieron en los terrenos fiscales destinados a colonización ubicados en las afueras de la ciudad, en lo que hoy son las avenidas Alemania y Gabriela Mistral.

El listado de estos inmigrantes es el siguiente:

1) Friedrich Bartheld, proveniente de Mecklar, Hesse, Alemania, nacido alrededor de 1822, de profesión agricultor, junto a su esposa Elisabeth Stephan (32 años, probablemente hija de Nikolaus Stephan, mencionado más abajo) y sus hijos Peter (12 años), Georg (10), Friedrich Wilhelm (8), Konrad (4) y Heinrich (1 año). Ocuparon la parcela 10 de la colonia y posteriormente fueron ocupando las hijuelas 37, 88 y 89 .

2) Franz David, proveniente de Gross Meseritz, Austria (hoy, Velké Meziříčí, República Checa), nacido en 1819, de profesión agricultor, junto a su esposa Marie Fülla (Fuella, Filla o Fila; 47 años, posiblemente hermana o prima de Johann y Jacob Fülla, mencionados más abajo), y sus hijos Joseph (12 años), Franziska (8) y Franz (5). Ocuparon la parcela 12 de la colonia.

3) Johann Drapela, proveniente de Gross Meseritz, Austria (hoy, Velké Meziříčí, República Checa), nacido en 1819, de profesión agricultor, junto a su esposa Franziska Paulich y sus hijos Johann (15 años), Katharina (14), Franz (7) y Anton (2). Ocuparon la parcela 11 de la colonia y posteriormente la 75, 75 y 91.

4) Jakob Fülla (Fuella, Filla o Fila), soltero, 35 años, de profesión agricultor, proveniente de Gross Meseritz, Austria (hoy, Velké Meziříčí, República Checa). Recibió la parcela 5 de la colonia.

5) Johann Fülla (Fuella, Filla o Fila), soltero, 29 años, de profesión agricultor, proveniente de Gross Meseritz, Austria (hoy, Velké Meziříčí, República Checa). Recibió la parcela 34 de la colonia.

6) George Joseph Gretz, proveniente de Gross Meseritz, Austria (hoy, Velké Meziříčí, República Checa), nacido en 1819, de profesión agricultor, junto a su esposa Catharina (no aparece el apellido, 36 años) y sus hijos Ferdinand (12 años), Bohumilla (Emilia, 9 años) y Anna (7). Recibieron la parcela 2 de la colonia.

7) Franz Kratochwila (Gratojfil o Gratofil), nacido en 1826, proveniente de Gross Meseritz, Austria (hoy, Velké Meziříčí, República Checa), de profesión agricultor, junto a su esposa Eleonore Alamek, nacida en 1820, y sus hijas Katharina (5 años)y Franziska (3). Ocuparon la parcela 3 de la colonia.

8) Ferdinand Kressin, 24 años, agricultor de Gamehlen, Sajonia, Alemania, junto a su esposa Karolina Schmerling, de 25 años. Ocuparon la parcela 7 de la colonia.

9) Johann Kretschmar (Krezma), agricultor, 53 años, proveniente de Gross Meseritz, Austria (hoy, Velké Meziříčí, República Checa), de profesión agricultor, junto a su esposa Anna (se desconoce el apellido), de 35 años. Ocuparon la parcela 4 de la colonia.

10) Nikolaus Stephan, 64 años, agricultor, proveniente de Mecklar, Hesse, Alemania, de profesión agricultor, junto a su esposa Elisabeth Gertnack, de 54 años. Ocuparon la parcela 9 de la colonia.

11) Theodor Wegner, 29 años, profesor, proveniente de Gamehlen, Sajonia, con su esposa Auguste Schemk, de 29 años y sus hijos Ida (8 años) y Gustav (6 meses). Recibieron la parcela 6 de la colonia.

Segundo contingente.

El segundo barco en arribar a Talcahuano con colonos alemanes y austriacos fue el Australia, al mando del capitán C. A. Jansen, el 9 de febrero de 1859.

Existe una completa descripción de la travesía desde Hamburgo a Chile en el diario de viaje de Wilhelm Jacobs, publicado por Ingeborg Schwarzenberg de Schmalz y citado en el libro "La Colectividad Chileno - Alemana en la zona de Los Ángeles" por Agnes Brachmann.

Las familias que arribaron en este viaje fueron las siguientes:

1) Johann Carl Benjamin Baier, proveniente de Lohnig, Silesia, Alemania (hoy Łagiewniki, distrito de Dzierzoniowski, Polonia), nacido en 1812, de profesión agricultor, junto a su esposa Maria Rosina Schirn (44 años) y sus hijos Ernestine (15 años), Johanne (14), Johann Carl (11), Pauline (9), August (7) y Friedrich (5 años). Ocuparon la parcela 21 de la colonia.

2) Heinz Gödecke, proveniente de Ehrwald, Tirol, Austria, nacido en 1822, de profesión agricultor, junto a su esposa Marianne (se desconoce apellido) de 36 años. Recibieron la hijuela 8 en la colonia.

3) Johann Friedrich Wilhelm Jacobs, proveniente de Schinne, Alemania, nacido en 1826, de profesión carpintero, junto a su esposa Johanne Seiffert (27 años) y sus hijos Karl Friedrich Wilhelm (9 años), Auguste Emma (6) y Carl Heinrich Robert (3 años). Ocuparon la parcela 17 de la colonia.

4) Johann Christian Müller, proveniente de Schinne, Alemania, nacido en 1824, de profesión obrero, junto a su esposa Caroline (se desconoce apellido) y su hijo Carl August (3 años). Ocuparon la parcela 18 de la colonia.

5) Karl Gottlieb Rothe, proveniente de Mallwitz, Brandenburgo, Alemania (hoy Malowice, distrito de Zarski, Polonia), nacido en 1807, de profesión agricultor, junto a su esposa Friederike (se desconoce apellido) y su hijo Carl Martin (23 años). Recibieron la parcela 13 en la colonia.

6) Johann Heinrich Kampff, proveniente de Buehren, Westfalia, Alemania, nacido en 1802, de profesión molinero, junto a su esposa Marie Dorothea (se desconoce apellido, 40 años). Recibieron la parcela 19 de la colonia.

7) Carl Friedrich Weldt, proveniente de Klemmen, Pomerania, Alemania (hoy Kleby, distrito de Pyrzycki, Polonia), nacido en 1826, de profesión agricultor, junto a su esposa Dorothea Rettzlaff y sus hijas Auguste (4 años) y Wilhelmine (6 meses). Ocuparon la parcela 20 de la colonia.

Tercer contingente.

El tercer grupo de colonos arribó a Talcahuano el 22 de octubre de 1859 a bordo del bergantín Inca, al mando del capitán F. Kock. El Inca pertenecía a la empresa chilena Cambiaso y Compañía y había sido adquirido a la naviera Godeffroy hermanos de Hamburgo con el nombre Iserbrook, por lo que corresponde a la misma nave que realizó el viaje con el primer contingente en 1858. Posteriormente en 1860 este velero retorna a la propiedad de Godeffroy y a su antiguo nombre y luego es vendido en Australia, donde realiza varios viajes entre ese continente y Samoa.

Las familias que viajaron en este barco y que se establecieron en la Colonia Humán fueron las siguientes:

1) Bartholomaeus Kröll, nacido en Schwendau, Tirol, Austria en 1804, emigró junto a los protestantes de Zillertal en 1837 a Silesia, estableciéndose en Erdmannsdorf (hoy Myslakovice, distrito de Kamiennogorski, Polonia), lugar donde formó su familia . De profesión agricultor, llegó con su esposa Elisabeth Wechselberger (45 años), también exiliada protestante de Zillertal. Este matrimonio llegó a Chile con sus hijos Katharina (20 años), Daniel (18), Rosine (16), Susanna (14), Marie (11), Stephan (9) y Elisabeth (1 año). Se establecieron en la parcela 26 y pronto adquirieron las parcelas 77 y 78 de la colonia.

2) Albert Lamig (Lammig, Lammich), proveniente de Bueskau (hoy Bozkov, distrito de Liberecky, República Checa), nacido en 1829, de profesión mueblista, junto a su esposa Louise Emke (28 años) y su hija Clara (6 meses). Ocuparon la parcela 16 de la colonia.

3) Johann Jakob Neumann, proveniente de Stendal, nacido en Lüderitz, Alemania en 1795, de profesión tejedor de lino y agricultor, junto a su esposa Dorothea Püttcher, nacida en Nahrstedt, Alemania en 1792. Este matrimonio llegó con sus hijos Friedrich, Louis y Wilhelmine (descritos más adelante), estableciéndose en la parcela 23 de la colonia. Posteriormente llega un cuarto hijo, Wilhelm Juluis, junto a su esposa Henriette Praast, en 1867.

4) Friedrich Ludwig Neumann, nacido en Stendal, Alemania, de profesión tejedor de lino y agricultor, junto a su esposa Wilhelmine Schulze (36 años) y sus hijos Wilhelm (8 años) y Anna (6 meses). Ocuparon la parcela 24 en la colonia, junto a la de su padre.

5) Louis Neumann, nacido en Stendal, Alemania, en 1830, de profesión tejedor de lino y agricultor, junto a su esposa Henriette Klaas (28 años) y sus hijos Carl Louis (4 años), Friedrich Carl (3 años) y Friedrich Julius (2 años). Ocuparon la parcela 22 en la colonia, junto a la de su padre.

6) August Schulz, proveniente de Stendal, Alemania, nacido en 1827, de profesión agricultor, junto a su esposa Wilhelmine Neumann (32 años, hija de Johann Jakob Neumann) y su hijo August (conocido como Agustín). Ocuparon la parcela 25 de la colonia, junto a la de sus cuñados y suegros.

7) Christian Rogge, proveniente de Bindfelde, Alemania, nacido en 1810, de profesión agricultor, junto a su esposa Elisabeth Krell (50 años) y su hijo Wilhelm (11 años). Ocuparon la parcela 27 de la colonia.

8) Carl Stark, proveniente de Brunswick, Hollstein, Alemania, nacido en 1812, de profesión Agricultor, junto a su esposa Johanne Berger (46 años) y sus hijos Johann Ernst (17 años), Johanna (16), Carl (14) y Friedrich August (11 años). Ocuparon la parcela 15 de la colonia y posteriormente las 92, 93 y 94.

9) Bernhard Wöhlk, proveniente de Brunswick, Hollstein, Alemania, nacido en 1809, de profesión agricultor, junto a su esposa Sophie Baden (47 años) y sus hijos Catharina (21 años), Carl (9), Friedericke (9), Friedrich (8) y Julius (5 años). Ocuparon la parcela 30 de la colonia.

Con este contingente se completan las 27 familias que fueron contratadas en Europa para formar los inicios de la Colonia Humán en Los Ángeles.

El Colegio Alemán de Los Ángeles (Deutsche Schule Los Ángeles, DSLA) fue fundado en 1882 en el sector. Asimismo, la colonia de origen germánico residente en la ciudad (alemanes, austriacos y suizos) erigió un monumento conmemorativo a la colonización germánica de la ciudad, inaugurado en 2011 y ubicado donde se encontraba la Colonia Humán, en la actual Avenida Alemania. La Iglesia Luterana de Los Ángeles, comunidad que forma parte de la Iglesia Luterana en Chile (ILCH), de tradición alemana, también se encuentra ubicada dentro de los límites históricos de Colonia Humán.

Personas destacadas

  • Augustin Krämer (1865-1941): médico, marino, naturalista, etnólogo y etnógrafo chileno-alemán nacido en Colonia Humán.

Véase también

  • Colonización europea de la Araucanía
  • Historia de la Región del Biobío
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Colonia Humán para Niños. Enciclopedia Kiddle.