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Cociente intelectual para niños

Enciclopedia para niños

El cociente intelectual (abreviado CI) es una medida que intenta estimar la inteligencia general de una persona. Se obtiene a través de pruebas especiales diseñadas para este propósito.

Algunos expertos, como el neurocientífico Adam Hampshire, creen que el cerebro humano es demasiado complejo para medir la inteligencia con un solo número. Sin embargo, otros piensan que estas pruebas son útiles para predecir el rendimiento en la escuela o en el trabajo.

El paleontólogo e historiador de la ciencia Stephen Jay Gould criticó mucho las pruebas de inteligencia estandarizadas en su libro La falsa medida del hombre. Él decía que estas pruebas a menudo cometían errores al tratar de medir algo tan complejo como la inteligencia. También señaló que muchas de estas pruebas se basaban en ideas equivocadas y prejuicios históricos, como la creencia de que la forma del cráneo podía predecir la inteligencia.

Hoy en día, las pruebas de inteligencia son más complejas y ofrecen otras medidas además del CI. Al principio, el CI se calculaba dividiendo la "edad mental" de una persona (lo que podía hacer en las pruebas) entre su edad real, y multiplicando el resultado por 100. Pero a partir de la segunda mitad del siglo XX, se empezaron a usar pruebas estandarizadas que daban directamente la puntuación del CI.

¿Cómo se llama?

La Real Academia Española (RAE) ha aceptado tanto "coeficiente intelectual" como "cociente intelectual". Aunque "cociente" es el término más usado en el campo de la psicología en español desde hace tiempo, ambos se han usado y entendido.

Historia del CI

Desde hace mucho tiempo, la gente ha intentado clasificar la inteligencia de las personas observando su comportamiento. Esto ocurría incluso antes de que existieran las pruebas de CI.

El término "cociente intelectual" fue usado por primera vez por el psicólogo William Stern en 1912. Él lo creó para calificar los resultados de las primeras pruebas de inteligencia para niños, que habían sido desarrolladas por Alfred Binet y Théodore Simon a principios del siglo XX.

En 1905, Binet y Simon publicaron una prueba llamada "Edad Mental". Esta prueba indicaba la edad mental de un niño. Para medir la inteligencia, se dividía la edad mental entre la edad cronológica (la edad real del niño) y se multiplicaba por 100.

Más tarde, el psicólogo estadounidense Lewis Terman revisó la prueba de Binet-Simon y la llamó Escala de Inteligencia Stanford-Binet (1916). Esta se hizo muy popular en Estados Unidos.

Aunque todavía se usa el término "CI", las pruebas actuales, como la Escala Wechsler de Inteligencia para Adultos, calculan la puntuación de manera diferente. Se basan en una "curva de campana" (también llamada campana de Gauss) que muestra cómo se distribuyen los valores de CI en un grupo de edad. El valor central (la inteligencia promedio) es 100, y la mayoría de las personas se encuentran cerca de este número. Los valores por encima de 100 son superiores a la media, y los valores por debajo de 100 son inferiores.

Las puntuaciones promedio de CI han aumentado unos tres puntos por década desde principios del siglo XX. Este fenómeno se conoce como efecto Flynn. No se sabe con certeza si esto significa que la gente es realmente más inteligente o si se debe a cambios en las pruebas o en la forma de vida.

Ideas antiguas sobre la medición de la cabeza

Archivo:Petrus-Camper-(professor)
Pieter Camper

En el pasado, algunos académicos como Petrus Camper (1722-1789) usaron la "craneometría", que era la medición del tamaño del cráneo, para intentar justificar diferencias entre grupos de personas. Camper creía que el ángulo facial podía medir la inteligencia. Él dibujaba líneas en los cráneos y asignaba ángulos, lo que lo llevó a crear una clasificación de la humanidad basada en ideas equivocadas y prejuicios.

Estas ideas erróneas fueron continuadas por otros, como Samuel George Morton en el siglo XIX. Morton recolectó cráneos y afirmó que un cráneo grande significaba un cerebro grande y más inteligencia, y viceversa. Él usó estas medidas para apoyar ideas incorrectas sobre las diferencias de inteligencia entre grupos de personas.

Archivo:Morton drawing
Diferencias raciales: "una cabeza de Negro... un cráneo caucásico... una cabeza mongol", Samuel George Morton, 1839.
Archivo:Races and skulls
Ilustración obtenida de Indigenous Races of the Earth (1857), cuyos autores Josiah Clark Nott y George Robins Gliddon daban a entender que los "Negros" eran un rango creacional entre los "griegos" y chimpancés.

Sin embargo, el historiador científico Stephen Jay Gould argumentó en su libro La falsa medida del hombre que Morton pudo haber alterado sus datos, quizás sin querer, para que sus resultados apoyaran sus prejuicios. Estudios posteriores han revisado el trabajo de Morton, concluyendo que, aunque sus datos originales eran más precisos de lo que Gould sugirió, las ideas de Morton sobre las diferencias entre grupos de personas eran incorrectas. La investigación moderna muestra que las diferencias entre las personas son continuas y que la mayor variación humana se encuentra dentro de los grupos, no entre ellos.

La búsqueda de números

Stephen Jay Gould explicó que la idea de medir la inteligencia con números venía de prácticas como la craneometría, que intentaban predecir características de las personas de forma no científica.

La gente se sentía atraída por los números porque creían que las mediciones exactas podían garantizar una precisión irrefutable y convertir la especulación en ciencia. Sin embargo, Gould señaló que los investigadores de la época, aunque se consideraban objetivos, a menudo confirmaban los prejuicios de su tiempo, como la idea de que ciertos grupos de personas eran menos capaces.

Primeras pruebas de inteligencia y leyes de inmigración

A principios del siglo XX, algunos científicos sociales querían "demostrar" que ciertos grupos de personas eran superiores a otros. Creían que las pruebas de inteligencia podían ayudarles a justificar políticas sociales.

En 1908, Henry H. Goddard tradujo una prueba de inteligencia al inglés y la aplicó a inmigrantes en Ellis Island. Algunos dicen que sus estudios llevaron a conclusiones erróneas sobre la inteligencia de ciertos grupos de inmigrantes, y que esta información fue usada para influir en las leyes de inmigración. Sin embargo, otros investigadores han señalado que Goddard mismo reconoció que los resultados podían deberse a factores ambientales, como no conocer el idioma o la cultura.

Un problema importante de las primeras pruebas de inteligencia era que no consideraban el papel del ambiente. Si un grupo de personas tenía mejor educación y más oportunidades que otro, era lógico que hubiera diferencias en los resultados de las pruebas. Esto hizo que las pruebas parecieran mostrar que algunos grupos eran "naturalmente" más inteligentes, lo que perpetuaba la desigualdad.

Stephen Jay Gould argumentó que los resultados de estas pruebas influyeron en la Ley de inmigración de 1924 en Estados Unidos, que restringió la entrada de inmigrantes de ciertas partes de Europa. Aunque algunos historiadores discuten el grado de influencia directa, se ha señalado que la ley usó datos de un censo antiguo (1890) para favorecer a inmigrantes de países que habían obtenido mejores resultados en las pruebas de CI, lo que sugiere una conexión.

La UNESCO y la inteligencia

Archivo:Claude Lévi-Strauss no Museu Nacional (cropped)
Claude Lévi-Strauss, primero por la izquierda, hacia 1940. En 1952 publicó por encargo de la UNESCO el libro Raza e historia que constituirá un punto de inflexión fundamental al hacer de la raza un concepto totalmente ilegítimo para pensar las diferencias humanas: solo existe una raza, la raza humana, con sus diferencias culturales.

En 1952, el antropólogo Claude Lévi-Strauss publicó un ensayo para la UNESCO llamado Raza e Historia. Este trabajo fue muy importante porque estableció que la idea de "raza" no es válida para entender las diferencias humanas. Afirmó que solo existe una raza, la humana, con sus diversas culturas. Desde entonces, si se usa el término "raza", se entiende como una categoría social, no como un hecho biológico.

En 1950, la UNESCO ya había declarado que:

  • "Ahora es reconocido generalmente que las pruebas de inteligencia no pueden diferenciar con seguridad entre lo que es debido a capacidad innata y lo que es producto de influencias del ambiente, práctica y educación."*

Acuerdos de la Asociación Psicológica estadounidense

En 1994, más de 50 científicos publicaron una declaración con puntos clave sobre el estudio de la inteligencia. Querían aclarar ideas equivocadas que habían surgido. Algunos de los acuerdos sobre el CI fueron:

  • La inteligencia es una capacidad general para resolver problemas, razonar, planificar, pensar de forma abstracta y aprender.
  • La inteligencia se puede medir con pruebas que son confiables.
  • Hay muchos tipos de pruebas, pero todas miden lo mismo. Algunas dependen más de la cultura y el conocimiento previo, y otras menos.
  • La mayoría de las personas tienen un CI cercano a 100.
  • Las pruebas no tienen prejuicios culturales que afecten a ciertos grupos.
  • El nivel intelectual se relaciona con el rendimiento en la escuela, el trabajo y la vida social.
  • Un CI alto ayuda en las actividades diarias, pero no garantiza el éxito.
  • La inteligencia tiene una influencia genética importante, pero el ambiente también influye mucho.
  • Todavía no se sabe cómo cambiar la inteligencia de forma permanente.
  • Las diferencias entre grupos de personas en los resultados de las pruebas existen, pero no se sabe la causa.
  • Los resultados de las pruebas de inteligencia han aumentado con los años debido a factores ambientales (efecto Flynn).

Es importante recordar que estos puntos se plantearon en Estados Unidos a finales de los años 90, por lo que hay que ser cuidadosos al aplicarlos a otras situaciones.

Genética y ambiente

¿Se hereda la inteligencia?

La "heredabilidad" del CI se refiere a cuánto de la variación en la inteligencia de una población se debe a los genes. Esta medida puede cambiar a lo largo de la vida. En niños, la heredabilidad del CI es de aproximadamente 0.45, y aumenta a 0.75 en adolescentes y adultos. Esto significa que la influencia genética se vuelve más importante a medida que crecemos.

Sin embargo, el ambiente compartido en una familia también influye en el CI de los niños, pero esta influencia disminuye en la adolescencia.

El entorno

Algunos expertos, como William Dickens y James R. Flynn, sugieren que los genes de un CI alto pueden hacer que una persona busque entornos más estimulantes, lo que a su vez aumenta su CI. Esto podría explicar el efecto Flynn, que es el aumento de las puntuaciones promedio de CI a lo largo del tiempo, relacionado con un mayor estímulo ambiental.

Factor G

Hoy en día, las pruebas de inteligencia se basan en diferentes ideas sobre la inteligencia. Sin embargo, muchas de ellas incluyen una puntuación llamada "Factor G", que resume la inteligencia general de una persona.

En 1904, el psicólogo británico Charles Spearman notó que las calificaciones de los niños en diferentes materias estaban relacionadas. Él pensó que esto se debía a una capacidad mental general que influía en todas las tareas. Así surgió la teoría de que existe un factor general (Factor G) de la capacidad cognitiva y factores específicos (S) que son habilidades particulares. El Factor G es el más importante y afecta todas las capacidades mentales.

Los modelos actuales de inteligencia a menudo se representan como una jerarquía: en la base están las habilidades básicas, en el medio las habilidades secundarias (como la percepción visual o la velocidad mental), y en la cima el Factor G, o Inteligencia General.

La investigación actual sugiere que el Factor G es hereditario y depende principalmente de la genética.

Pruebas de CI

La psicometría es la ciencia que mide los aspectos psicológicos de una persona, como la personalidad, las habilidades y la inteligencia. Las primeras pruebas psicométricas se crearon para medir el CI.

Tradicionalmente, las pruebas de inteligencia fueron criticadas por depender mucho de la cultura y el conocimiento previo. Sin embargo, las pruebas actuales tienden a ser más imparciales culturalmente.

Estas pruebas suelen incluir ejercicios de dificultad variada que miden la capacidad para realizar tareas, como analogías verbales, rotación de figuras, cálculos numéricos y conocimiento del lenguaje.

Algunas de las pruebas de inteligencia más conocidas hoy en día son:

  • Test de Stanford-Binet
  • Escalas de Wechsler
  • Escalas de McCarthy
  • Test de Matrices Progresivas de Raven
  • Test de Dominós
  • K-ABC
  • DAT-5
  • Test de Factor G
Test del Dominó o Test D-48

El Test del Dominó mide el Factor G de la inteligencia a través de problemas de lógica. Fue creado por Edgar Anstey en 1944 usando fichas de dominó. Es una prueba no verbal que evalúa la capacidad de abstracción, comprensión y deducción.

El test tiene 48 preguntas divididas en 8 secciones, cada una con un principio lógico diferente (simetría, progresión, combinación, etc.). La dificultad aumenta progresivamente y suele durar unos 30 minutos. Los resultados se comparan con tablas para determinar el nivel de CI de la persona.

Rangos y puntuaciones del CI

Las puntuaciones de CI se usan para predecir el rendimiento escolar, identificar necesidades educativas especiales, predecir el rendimiento laboral y estudiar cómo se distribuye la inteligencia en la población.

A continuación, se presenta una clasificación de los niveles de CI:

CI 0-4: Capacidad cognitiva muy limitada

Menos del 0.000001% de la población tiene este CI. Las personas en este rango tienen dificultades para leer, hablar, comunicarse o escribir. Necesitan ayuda constante y un ambiente muy estructurado.

CI 5-19: Discapacidad cognitiva profunda

Aproximadamente el 1-2% de las personas con discapacidad cognitiva están en este rango. A menudo tienen problemas neurológicos. Pueden mejorar sus habilidades motoras y de comunicación con entrenamiento adecuado y supervisión constante.

CI 20-34: Discapacidad cognitiva grave

Incluye el 3-4% de las personas con discapacidad cognitiva. Pueden aprender a hablar y habilidades básicas de cuidado personal. Se benefician de enseñanza limitada en materias académicas, pero pueden aprender a leer palabras esenciales para su autonomía.

CI 35-54: Discapacidad cognitiva moderada

Este grupo representa alrededor del 10% de las personas con discapacidad cognitiva. Adquieren habilidades de comunicación y pueden aprender destrezas laborales y de cuidado personal con supervisión. Pueden realizar trabajos sencillos y adaptarse a la vida en comunidad con apoyo.

CI 55-69: Discapacidad cognitiva leve

Son alrededor del 87% de las personas con discapacidad cognitiva. Desarrollan habilidades sociales y de comunicación en la niñez. Pueden vivir de forma independiente con supervisión y apoyo en situaciones difíciles.

CI 70-84: Inteligencia límite

Una de cada nueve personas se encuentra en este rango. Están por debajo de la media, y algunos niños pueden tener dificultades en la escuela.

CI 85-99: Debajo de la media

Estas personas tienen un CI por debajo de 100, pero la diferencia no suele ser muy notoria. No suelen tener problemas para integrarse. Casi el 12% de la población mundial está en este rango.

CI 100: Media de cociente intelectual

La mayoría de la población se encuentra en este rango, que es el punto medio de la escala. Este valor se ajusta para que siempre sea 100, ya que la inteligencia promedio de la humanidad ha aumentado con el tiempo debido a mejoras en la nutrición, educación y condiciones de vida. Una persona con 100 de CI tiene un equilibrio entre su edad biológica y su edad mental.

CI 101-114: Encima de la media

Aproximadamente 3 de cada 10 personas están en este rango. Su capacidad es superior a la media, aunque no siempre es "notablemente" detectable.

CI 115-129: Inteligencia brillante (Altas Capacidades)

Corresponde a aproximadamente el 13% de las personas. Tienen una inteligencia superior. Muchas profesiones requieren un CI en este rango.

CI 130-144: Superdotación intelectual

Archivo:Iq genialidad
Curva de distribución en la escala de Wechsler de una población normal con una media de 100 (rojo) en comparación con la curva de distribución de los 301 genios de Catharine Cox de 1926 (azul). Tiene una pertinente corrección hecha tras el efecto Flynn a la fecha desde la publicación del libro.

Las personas con un CI igual o mayor a 130 se consideran superdotadas y se encuentran por encima del 98% de la población. Este grupo incluye a muchos profesionales y científicos destacados. A veces, pueden tener dificultades para comunicarse con personas con un CI muy diferente, o experimentar problemas sociales o emocionales.

CI 140-155: Genialidad intelectual

Las personas con un CI igual o mayor a 140 se consideran genios y representan el 0.1% de la población (1 de cada 1000). A partir de los 145 puntos de CI, puede surgir una forma de pensar muy diferente.

CI 156-174: Inteligencia superior

Este nivel de inteligencia es muy raro (1 de cada 3500 personas). Se caracteriza por una forma de pensar radicalmente distinta. Las personas en este rango pueden enfrentar desafíos como el bajo rendimiento académico o problemas emocionales, posiblemente porque su forma de pensar es difícil de comprender para la mayoría.

CI 175-189: Inteligencia excepcional

Solo una de cada 700,000 personas en el mundo alcanza este nivel. Pueden aprender a leer muy temprano y dominar idiomas con facilidad. Son personas con un intelecto muy destacado.

CI 190-201: Inteligencia profunda

Aproximadamente una persona de cada 18 millones puede llegar a esta puntuación tan alta. Es una inteligencia muy superior, pero extremadamente rara.

CI mayor a 201

Puntuaciones mayores a 201 son casi imposibles y a menudo se consideran rumores, ya que la probabilidad de que alguien tenga un CI tan alto es menor que la población mundial. Sin embargo, se mencionan personas con historias interesantes que se cree que tuvieron un CI muy elevado, como William James Sidis y Marilyn vos Savant.

Impacto social

Rendimiento académico y CI

Existe una relación entre el rendimiento escolar y las puntuaciones de CI, aunque esta relación disminuye a medida que se avanza en los estudios:

  • Primaria (6-12 años): la relación es fuerte.
  • Secundaria (12-18 años): la relación es moderada.
  • Universidad (18-22 años): la relación es menor.
  • Posgrado (más de 22 años): la relación es aún menor.

Algunos educadores, como Julián De Zubiría Samper, argumentan que el CI tiene menos influencia en el éxito académico de lo que se pensaba. Él sugiere que factores como la autonomía, el interés, la creatividad y el apoyo familiar y escolar son más importantes.

Rendimiento laboral y CI

El CI puede predecir el desempeño en el trabajo, pero su importancia varía según el tipo de empleo. Es más relevante para trabajos que requieren mucho razonamiento y menos para aquellos que dependen más de habilidades físicas. Las puntuaciones de CI más bajas pueden ser un obstáculo en trabajos muy especializados.

Actualmente, en las pruebas para conseguir empleo, se usan más los tests de habilidades y personalidad que los de CI.

Comportamiento y CI

Algunos estudios sugieren que las personas con CI entre 70 y 90 podrían tener índices de comportamiento problemático más altos. También se ha encontrado que el fracaso escolar puede estar relacionado con este tipo de conductas.

Sin embargo, la Asociación Estadounidense de Psicología (APA) indicó que la relación entre CI y comportamiento problemático es muy pequeña, lo que significa que el CI explica muy poco de estas conductas.

Es importante recordar que las ideas antiguas que relacionaban características físicas con el comportamiento problemático (como las propuestas por Cesare Lombroso) han sido superadas. Hoy en día, se consideran más los factores sociales para entender el origen de ciertos comportamientos en la sociedad.

El efecto Flynn

El efecto Flynn es el nombre que se le da al descubrimiento de James R. Flynn, quien notó que las puntuaciones de CI en todo el mundo han aumentado lentamente, unos tres puntos por década. Las razones de este aumento podrían ser una mejor nutrición, familias más pequeñas, mejor educación, un ambiente más complejo y la mezcla de poblaciones.

Sin embargo, las pruebas de CI se actualizan y se ajustan ocasionalmente para que la puntuación media siempre sea 100. Esto hace que sea difícil comparar puntuaciones de CI de diferentes épocas.

Estudios recientes en algunos países han mostrado que el aumento de las puntuaciones de CI se ha detenido o incluso ha disminuido en los últimos años.

Edad y CI

El CI de una persona puede cambiar a lo largo de su vida, especialmente en la infancia. Aunque hay variaciones, la puntuación se mantiene bastante similar hasta la edad adulta, cuando puede empezar a disminuir lentamente. Esto se atribuye más al efecto Flynn que al envejecimiento en sí.

Existen dos tipos de inteligencia según el modelo de Raymond Cattell: la inteligencia fluida, que cambia más con el tiempo, y la inteligencia cristalizada, que se mantiene más estable.

Debate

En 1995, la divulgadora K. C. Cole escribió sobre el debate en torno a un libro que relacionaba el CI con el origen de las personas. Ella enfatizó que "correlación no implica causalidad", lo que significa que el hecho de que dos cosas estén relacionadas no significa que una cause la otra. A veces, hay muchos factores que influyen, o una tercera cosa es la causa de ambas.

Por ejemplo, se ha visto una relación entre padres separados y adolescentes con problemas. Pero esto no significa que el divorcio cause los problemas, ya que los adolescentes pueden tener problemas por otras razones. Cole señaló que casi todo lo que se relaciona con un CI alto también se asocia con ingresos altos, lo cual no sorprende, ya que las familias con más recursos pueden ofrecer mejor educación y un ambiente más saludable.

El psicólogo Keith Stanovich ha señalado que las pruebas de CI no miden aspectos importantes de la inteligencia humana, como la capacidad de tomar decisiones o de juzgar situaciones.

Investigadores de la Universidad Western de Canadá y el Museo de Ciencia de Londres realizaron un gran estudio y concluyeron que la prueba del CI puede ser engañosa. Descubrieron que el cerebro tiene al menos tres componentes cognitivos fundamentales (memoria a corto plazo, razonamiento y habilidad verbal) que corresponden a diferentes patrones de actividad cerebral. Esto sugiere que una sola cifra de CI no es suficiente para medir la complejidad de la inteligencia humana. Una persona puede ser muy buena en un área de la inteligencia y no tanto en otra.

Es importante recordar que el cociente intelectual es solo una estimación de la inteligencia, no es lo mismo que la inteligencia en sí. A menudo se comete el error de usarlos como sinónimos.

Se ha demostrado que la inteligencia está relacionada con factores como el nivel social de los padres (debido a un mejor acceso a educación, alimentación y salud) y la inteligencia de los padres. Aunque se ha investigado mucho, todavía hay debate sobre cuánto se hereda la inteligencia y cómo funciona esa herencia.

Galería de imágenes

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Intelligence quotient Facts for Kids

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Cociente intelectual para Niños. Enciclopedia Kiddle.