Castillo de Unzueta para niños
Datos para niños Castillo de Unzueta |
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Localización | |
Estado | ![]() |
Comunidad | ![]() |
Provincia | ![]() |
Municipio | Orozco |
Coordenadas | 42°8′14″N 2°54′25″O / 42.13722, -2.90694 |
Información | |
Tipología | Castillo |
Elevación | 766 m s. n. m. |
Época | s. XI |
Conservación | Vestigios |
Visitas | Libre |
El Castillo de Unzueta fue una antigua fortaleza medieval. Se encontraba en lo alto del monte Unzueta, en Orozco, Vizcaya. Hoy en día, solo quedan algunos restos de sus cimientos. Estos restos fueron afectados por la construcción de una antena de televisión (repetidor de UHF) en el siglo XX.
Desde el Castillo de Unzueta se podía ver el castillo de Malvecín. Ambos castillos formaban parte de la misma línea de defensa. El Castillo de Unzueta fue la casa de la familia Orozco, importantes señores de ese valle.
Contenido
Historia del Castillo de Unzueta
¿Cuándo se construyó el Castillo de Unzueta?
El Castillo de Unzueta se construyó entre los siglos XI y XII. En esa época, el Señorío de Vizcaya era parte del Reino de Navarra. El rey de Navarra, Sancho IV, gobernaba la zona a través de un sistema de "Tenencias".
Las Tenencias eran distritos que ayudaban a administrar y defender el reino de Navarra. No eran un sistema feudal, y no buscaban controlar a los nobles locales. Vizcaya tenía sus propios gobernantes, llamados condes, dentro del reino de Navarra. El Castillo de Unzueta fue parte de este sistema de defensa.
Después de que el territorio de Vizcaya pasara a formar parte de Castilla entre 1175 y 1200, los nobles de Vizcaya empezaron a unirse al sistema feudal. Esto les permitía mantener sus privilegios. Por eso, algunos nobles se acercaron al rey de Castilla.
No se sabe con certeza quién construyó el castillo. Pudo ser Sancho IV para defender el territorio. O quizás fue Íñigo López Ezkerra, señor de Vizcaya, para controlar el paso a Bilbao desde Álava.
En el año 1127, en las Paces de Tamara, se reconoció que Vizcaya y Álava eran de Navarra. Sin embargo, Vizcaya cambió de bando varias veces entre Castilla y Navarra. Finalmente, con la familia Haro, Vizcaya se unió de forma definitiva a Castilla.
Existe una leyenda antigua que dice que el castillo fue construido en el año 549 por un capitán llamado Opamio. Esta historia buscaba hacer que la familia Unzueta pareciera muy antigua y noble. Según esta leyenda, el dueño del castillo, Abuminio de Unzueta, falleció allí en el año 935.
Asedios y la destrucción del castillo
El rey Alfonso X el Sabio tomó la fortaleza en el año 1277. Durante el ataque al castillo, el 12 de agosto, el rey confirmó un documento importante para la villa de Bermeo. Años después, en 1288, el hijo de Alfonso, Sancho IV de Castilla, intentó tomar el castillo, pero no lo logró. El castillo también resistió un ataque de las tropas de Alfonso XI de Castilla en 1334.
En 1351, Vizcaya volvió a tener conflictos entre el rey de Castilla y el señor de Vizcaya. El Castillo de Unzueta no se vio afectado directamente en ese momento. El rey Pedro I el Cruel envió a Lope Díaz de Rojas a Vizcaya. Lope Díaz atacó la cercana casa-torre de Orozco durante más de dos meses. Juan de Avendaño, el dueño de la casa-torre, estaba en el Castillo de Unzueta, pero no ayudó a los suyos.
Finalmente, el Castillo de Unzueta fue destruido por Pedro I en el año 1358. Esto ocurrió durante un conflicto importante en Castilla. El castillo fue atacado con máquinas de guerra que lanzaban grandes piedras. Se encontraron muchas de estas piedras alrededor del castillo.
¿Cómo era el Castillo de Unzueta?
El castillo era un recinto amurallado de unos 50 metros de largo por 20 metros de ancho. Estaba en la cima de una montaña empinada, con laderas muy inclinadas. La torre principal tenía tres pisos y muros de un metro y medio de grosor.
La planta baja de la torre se usaba para guardar alimentos y otros suministros. Estos se subían con la ayuda de burros o bueyes. Para entrar al primer piso, había una escalera exterior de madera. Esta escalera se podía quitar en caso de ataque, lo que hacía más difícil que los enemigos entraran. La puerta estaba elevada, no a nivel del suelo, algo común en las construcciones defensivas de esa época. En la parte superior de la torre había un tejado a cuatro aguas y un pasillo protegido para los defensores. Cerca de la torre, tenían un depósito de agua subterráneo.
El castillo solía albergar entre cinco y quince hombres. Sin embargo, pudo resistir ataques de hasta 300 soldados, muchos de ellos mercenarios.