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Cartilla de la doctrina cristiana para niños

Enciclopedia para niños

Una cartilla de doctrina cristiana era un pequeño libro que resumía las ideas más importantes de la fe cristiana. A partir del siglo XVI, estos libritos se usaron mucho para enseñar a los niños a leer. Cuando apareció la imprenta en el siglo XVI, se hicieron muchísimas copias de estas cartillas, y su uso siguió creciendo durante los siglos XVII y XVIII.

Historia de las cartillas en Valladolid

Desde la Edad Media, la Iglesia Católica se encargaba de la educación y la cultura de las personas. En el siglo XVI, la enseñanza en España estaba principalmente en manos de los párrocos y monjes. Esta educación estaba muy ligada a la catequesis, que es la enseñanza de la fe.

La escuela-catequesis y su importancia

En las llamadas "escuelas-catequesis" de las iglesias, el párroco o el sacristán enseñaban la fe cristiana al mismo tiempo que enseñaban a leer, escribir y contar. Esta educación básica era tan importante que los obispos se aseguraron de que se mantuviera y mejorara. En los sínodos de Toledo, que eran reuniones de obispos, se decía que: "…cada cura debe tener a otra persona sabia y honesta que sepa y quiera enseñar a leer, escribir y contar a cualquiera, especialmente a los hijos de los feligreses, y también la fe cristiana."

Desde finales del siglo XV, las escuelas-catequesis se hicieron muy populares en toda Castilla. Hay muchos documentos que explican cómo los maestros debían enseñar: "Lo primero es enseñar la señal de la cruz y los 10 mandamientos en español… lo segundo, oraciones como el avemaría, padrenuestro, credo, salve regina… lo tercero, el a.b.c., conocer las letras, tanto vocales como consonantes, y cómo juntarlas para formar sílabas como ba, be, bi, bo, bu."

El privilegio de Valladolid

La ciudad de Valladolid obtuvo un permiso especial del rey Felipe II para imprimir estas cartillas. Este permiso fue solicitado por el Cabildo de la catedral de Valladolid. La venta de estas cartillas se convirtió en un verdadero control exclusivo, y el dinero que se obtenía se usaba para ayudar a financiar las obras de la catedral, que parecían no terminar nunca.

Felipe II aceptó la petición y dio una Real Cédula (un documento oficial del rey) el 20 de septiembre de 1583. Al principio, el permiso era por 3 años, pero luego se extendió. Los reyes que le siguieron también lo prorrogaron, hasta que Carlos III concedió la última prórroga por 40 años el 7 de septiembre de 1779. El Cabildo había pedido que fuera para siempre, diciendo: "Si Su Majestad no se digna a hacer el privilegio permanente, poco a poco el edificio se arruinará."

¿Cómo se encontraron las cartillas perdidas?

Durante muchos años, las ediciones de estas cartillas se habían olvidado por completo. Pero hace poco, una de ellas apareció por casualidad entre otros documentos antiguos. Se sabía que existían por los libros de cuentas de la catedral, pero no se había encontrado ningún ejemplar.

Después de una búsqueda, se han encontrado 20 cartillas de diferentes épocas. Algunas se conservaron por estar relacionadas con juicios, otras por embargos, algunas se traspapelaron sin razón, y una se usó como cubierta de otro libro. Los documentos de la catedral muestran que se imprimieron y vendieron un total de 70 millones de cartillas durante dos siglos y medio.

Formato y contenido de las cartillas

Las cartillas de la catedral de Valladolid mantuvieron casi el mismo diseño durante muchos años. Su título general era: "Cartilla y doctrina cristiana impresa con privilegio real en la Santa Iglesia de Valladolid."

Después del título, comenzaba el texto. En las ediciones posteriores, se añadió un dibujo después del título, con la frase Jesús y María. A un lado del dibujo había un jarrón, que simbolizaba la pureza, y al otro, una escena con ángeles. Luego, se ponía la firma para asegurar que la edición era auténtica. Finalmente, se podía leer un párrafo sobre las indulgencias (beneficios espirituales) para quienes aprendieran a leer con esa cartilla, y advertencias para quienes no respetaran el permiso de edición de la catedral: "[…] contra los que la compren y vendan, y contra los que enseñen a leer con otra que no sea la de la Santa Iglesia de Valladolid."

¿Qué se aprendía en una cartilla?

La cartilla tenía 16 páginas en total. Un ejemplar de 1752, que se conserva en perfecto estado, sirve como modelo. El texto era muy breve y no tenía muchas explicaciones detalladas. Las primeras cuatro páginas estaban dedicadas al alfabeto y a cómo formar sílabas.

Desde la página 5 hasta la 15, se encontraba lo más importante de la fe cristiana:

  • La señal de la cruz.
  • Oraciones comunes como el padrenuestro, avemaría, credo y la salve.
  • Los mandamientos.
  • Los sacramentos.
  • El "yo pecador".
  • Los artículos de la fe.
  • Las obras de misericordia.
  • Los pecados mortales.
  • Las virtudes.
  • Los enemigos del alma.
  • Los sentidos del cuerpo y las capacidades del alma.

Después, había una sección para ayudar en la misa. En la última página, se encontraba la tabla de multiplicar, que se aprendía con la fórmula "dos vezes dos" (así, con 'z').

El modelo "francés" y su fracaso

En 1790, se lanzó un nuevo modelo de cartilla que no tuvo éxito. Eran los tiempos de la Ilustración, y las personas "ilustradas" habían pedido al Cabildo que cambiara, entre otras cosas, la forma de enseñar las sílabas. La nueva cartilla se modificó y se le llamó "la francesa". Sin embargo, los educadores y maestros protestaron porque les pareció demasiado difícil de usar para enseñar, ya que estaban acostumbrados a las antiguas. Por eso, las últimas ediciones volvieron a ser como los modelos de siempre.

Venta de las cartillas en España y América

Para vender las cartillas fuera de Valladolid, la catedral tenía personas especiales que se encargaban de la venta y de rendir cuentas del dinero. Las cartillas que iban a América se enviaban a Sevilla, donde un agente exclusivo se encargaba de ellas. A partir del siglo XVIII, el puerto de embarque para América cambió a la ciudad de Cádiz.

Precios y problemas con el privilegio

El precio de las cartillas en el siglo XVIII fue subiendo, de 30 reales por resma (un paquete de papel) a 60 y 70 reales. A partir de este siglo, hubo más quejas y discusiones sobre el permiso exclusivo de la catedral. Hubo muchos juicios debido a la "competencia desleal" de otras cartillas o libritos similares que empezaron a aparecer.

Controlar esta competencia era mucho más difícil cuando se trataba de América, especialmente cuando el rey Carlos III permitió el comercio libre con América y la apertura de un puerto por cada región española. Esto hizo que fuera mucho más complicado vigilar la exportación ilegal de las cartillas.

Poco a poco, la catedral empezó a quejarse de que "…hoy en día nada se pide para América…". Los que estaban en contra del permiso exclusivo decían que la calidad del papel y de la impresión se había quedado anticuada. En 1752, el Juez de Imprentas intervino y embargó 16 resmas de cartillas, que fueron devueltas a Valladolid.

Gracias a los libros de cuentas de la catedral, se sabe con exactitud el número de ventas de cartillas a América, que fue bastante grande y dio muchos beneficios hasta finales del siglo XVIII, cuando las ventas empezaron a bajar. A partir de 1825, ya no hubo más extensiones de los permisos de impresión y venta. En 1843, no hay registros de que se imprimiera o vendiera ninguna cartilla. En cambio, sí hay registros de la venta de la imprenta de la catedral.

El permiso exclusivo duró dos siglos y medio, y el dinero que generó fue tan grande que ayudó mucho a las obras de la catedral, que finalmente pudieron terminarse.

Galería de imágenes

Véase también

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Cartilla de la doctrina cristiana para Niños. Enciclopedia Kiddle.