Carillón para niños

El carillón, también conocido como órgano aéreo u órgano de campanas, es un instrumento musical de percusión. Está formado por un conjunto de campanas grandes, ordenadas como una escala musical. Estas campanas se golpean con un martillo de dos maneras principales:
- A mano: Esta forma de tocar el carillón ya existía en el siglo XI, y se usaba con seguridad en el siglo XIII, como muestran algunas ilustraciones antiguas.
- Con teclado: Esta forma, que usa martillos conectados a un teclado especial, se usó por primera vez en Alost (Flandes) en el año 1487. Con el tiempo, se hicieron carillones muy grandes, ¡algunos con hasta ochenta campanas!
A veces, se llama carillón a los juegos de campanillas que suenan al agitarlas, pero esto no es del todo correcto. También existe el carillón de láminas, que es un metalófono agudo, conocido como lira de láminas o lira, y cuyo nombre internacional es glockenspiel.
Contenido
¿Cómo funciona un carillón?
La construcción del carillón
El carillón es un instrumento de teclado, pero su forma de tocarlo es única. Aunque se parece a otros instrumentos como el órgano o el piano con pedales, su consola es muy especial. Para tocarlo, se usan las manos sobre un teclado manual con bastones de madera redondeados. Este teclado tiene teclas que suben y bajan, como las de un piano, pero están más separadas. Las teclas para las notas "negras" (cromáticas) están más elevadas, unos 10 centímetros. Para que suenen, se presionan con el puño cerrado.
Las octavas más bajas del teclado manual están conectadas a un teclado de pedal que se toca con los pies. Cuando se presiona un pedal, la tecla correspondiente en el manual también se mueve. A diferencia de un órgano o un piano de pedal, los pedales del carillón son más cortos, más gruesos y están más separados.
Desde mediados del siglo XX, ha habido dos diseños principales para los teclados de carillón: el estándar de la Guild of Carillonneurs en Norteamérica y el estándar del norte de Europa. Estos se diferencian en detalles como la forma de los pedales o la distancia que se presiona una tecla. En 2006, la World Carillon Federation creó un nuevo estándar, el WCF Keyboard 2006, que combina lo mejor de ambos diseños. Esta organización recomienda usar este nuevo estándar al construir o renovar carillones.
Cada tecla del carillón está conectada a un sistema de cables, generalmente de acero inoxidable. Cuando se presiona una tecla, el cable tira de un badajo (la pieza que golpea la campana). Este badajo se mueve hacia la pared interior de la campana correspondiente a esa tecla. Cuando el badajo está en reposo, está a unos 2 a 4 centímetros de la campana. En las campanas más grandes, la gravedad hace que el badajo se separe de la campana después de golpearla. Las campanas más pequeñas tienen resortes que tiran del badajo de vuelta rápidamente, para que la campana suene solo una vez por cada pulsación de tecla. Justo encima de cada tecla hay un ajustador de cable llamado tensor, que permite al músico compensar los cambios en la longitud del cable causados por los cambios de temperatura.

Las campanas de bronce del carillón se encuentran en la parte superior de una torre, dentro de una estructura hecha de vigas de acero o madera. La forma en que se colocan las campanas depende del espacio, la altura de la torre y la cantidad y tamaño de las campanas. Las campanas más pesadas suelen colocarse debajo de la cabina donde se toca, para que el sonido se distribuya mejor. Las campanas en sí no se mueven al tocar, solo los badajos. Sin embargo, en algunos carillones, las campanas más grandes pueden tener un mecanismo que les permite balancearse.

Algunos carillones también tienen un mecanismo automático que puede tocar melodías sencillas o los famosos cuartos de Westminster en las campanas más bajas. En Europa, este mecanismo suele ser un tambor, que es un gran cilindro de metal conectado a un reloj. Este tambor tiene clavijas de metal en su superficie. Cuando el reloj lo pone en movimiento, las clavijas activan unas palancas conectadas a martillos. Estos martillos se levantan y luego caen sobre la campana, haciendo que suene. Las clavijas están colocadas de forma que se pueden programar melodías para que suenen a ciertas horas. En América del Norte, los sistemas automáticos no son tan comunes; en su lugar, algunos carillones pueden usar sistemas de aire (neumáticos) para hacer sonar el instrumento.
¿De dónde viene el carillón?
Los orígenes del carillón se encuentran en los Países Bajos (la región que hoy incluye Bélgica, los Países Bajos y partes de Francia) en el siglo XVI. El carillón moderno, con campanas afinadas con precisión, fue creado en 1644 por Jacob van Eyck y los hermanos Hemony. El instrumento fue muy popular hasta finales del siglo XVIII, luego su uso disminuyó durante la Revolución Francesa. Volvió a ser popular a finales del siglo XIX, pero sufrió otro declive durante las dos Guerras Mundiales. Después de eso, ha vuelto a resurgir. La UNESCO ha declarado 56 campanarios en Bélgica y Francia como Patrimonio de la Humanidad, y ha reconocido la cultura del carillón de Bélgica como patrimonio cultural inmaterial.
¿Cuántos carillones hay en el mundo?
Se calcula que hay alrededor de 700 carillones en todo el mundo. La mayoría se encuentran en los Países Bajos y sus alrededores, aunque casi 200 se han construido en América del Norte. Casi todos los carillones que existen hoy en día se construyeron en el siglo XX.
Además, hay unos 500 carillones "no tradicionales". Estos tienen algún componente eléctrico o computarizado, por lo que la mayoría de los registros no los consideran carillones completos. Muchos de ellos están en Estados Unidos y la mayoría de los demás en Europa occidental. También existen algunos carillones "viajeros" o "móviles", que están montados en una estructura que permite transportarlos.
Véase también
En inglés: Carillon Facts for Kids