Capilla Real de la Mezquita-catedral de Córdoba para niños
Datos para niños Capilla Real de la Mezquita-catedral de Córdoba |
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Tipo | Capilla real | |
Localización | (España) | |
Construcción | 1371 | |
Promotor | Enrique II de Castilla | |
La Capilla Real de la Mezquita-Catedral de Córdoba es un espacio especial dentro de la Mezquita-catedral de Córdoba. Fue creada por el rey Enrique II de Castilla para que allí descansaran los restos de sus antepasados, los reyes Fernando IV y Alfonso XI. Aunque su propósito original era ser el lugar de entierro de estos monarcas, hoy en día sus restos se encuentran en la iglesia de San Hipólito de Córdoba.
Contenido
¿Cómo es la Capilla Real?
La Capilla Real tiene un estilo llamado estilo mudéjar. Esto significa que fue construida por artistas cristianos, pero usando decoraciones y formas que recuerdan al arte árabe. Es una mezcla muy bonita de culturas.
Detalles de su diseño y decoración
En la parte oeste de la Capilla Real, hay una inscripción que nos cuenta cuándo se fundó. Dice: "Este es el muy alto rrey Don Enrique por honra del cuerpo del rey su / padre esta capiella mando facer. Acabose en la era de M e CCCCIX ans." Esto significa que el rey Enrique II mandó construir esta capilla en honor a su padre, y se terminó en el año 1371.
La capilla es rectangular y mide casi 9 metros de largo por 5,5 metros de ancho. Su techo es muy alto, llegando a los 19 metros. Está cubierto por una bóveda con arcos que se cruzan, decorada con mocárabes, que son adornos que parecen estalactitas.
Las paredes más cortas de la capilla tienen arcos con muchos lóbulos (formas redondeadas). Las paredes más largas tienen tres arcos iguales. Estos arcos sostienen una rica decoración de yeserías, que son adornos hechos de yeso. Estas decoraciones cubren todas las paredes de la capilla.
La parte baja de la capilla también está decorada con yeserías de estilo nazarí, que es un tipo de arte árabe. Estas decoraciones, junto con los zócalos (la parte inferior de las paredes) y el suelo, se hicieron en la época del rey Enrique II.
En el centro de la capilla, en un hueco especial, hay una imagen de San Fernando. Esta escultura fue hecha en el siglo XVIII.
¿Cómo se construyó la Capilla Real?
Algunos historiadores pensaron que el rey Alfonso X el Sabio empezó a construir esta capilla para su propio entierro. Sin embargo, no hay documentos que confirmen esto. El estudio de la Capilla Real nos muestra que se construyó en tres etapas diferentes:
- La primera etapa fue durante el tiempo del califa Alhakén II.
- La segunda etapa ocurrió en el siglo XIII o principios del siglo XIV.
- La tercera y última etapa fue la creación de la Capilla Real en 1371.
Las primeras etapas de construcción
Durante una gran ampliación de la Mezquita que hizo el califa Alhakén II en el siglo X, se construyó el arco de once lóbulos que está en el lado norte de la capilla. También se hicieron los arcos que se cruzan en el lado oeste y la estructura de la cúpula que cubre la capilla. Esta cúpula fue redecorada más tarde, en el siglo XIV.
Después del siglo X, pero antes de 1371, se añadió un arco de once lóbulos en la pared sur de la Capilla Real. Este arco se apoya en columnas dobles que ya existían.
La creación final de la Capilla Real en 1371
En 1371, el rey Enrique II de Castilla ordenó que se terminara la Capilla Real. Fue entonces cuando se trasladaron los restos de Fernando IV y Alfonso XI a este lugar. En ese momento, se colocó el suelo elevado que vemos hoy y se decoró toda la parte superior de la capilla con yeserías mudéjares. La capilla fue diseñada como un lugar elevado para los entierros.
Los reyes Fernando IV y Alfonso XI estaban enterrados en la parte superior de la capilla, en ataúdes de madera. El ataúd de Fernando IV estaba en el lado del Evangelio y el de Alfonso XI en el lado de la Epístola.
En el siglo XVI, la parte baja de la Capilla Real, conocida como Capilla de los Santos Juanes, fue usada por un sacerdote llamado Francisco de Simancas para enterrar a algunos de sus familiares. Esto confirma que los restos de los reyes estaban en la parte superior.
Los entierros de los reyes Fernando IV y Alfonso XI
El entierro de Fernando IV
En septiembre de 1312, poco después de su muerte, los restos del rey Fernando IV de Castilla fueron llevados a Córdoba. El 13 de septiembre, fue enterrado en una capilla de la Mezquita-Catedral de Córdoba. Lo normal habría sido que lo enterraran en la Catedral de Toledo o en la catedral de Sevilla, donde estaban otros reyes de su familia.
Pero, como hacía mucho calor en septiembre de 1312, su esposa, la reina Constanza de Portugal, y su hermano, el infante Pedro de Castilla, decidieron enterrarlo en la Mezquita-Catedral de Córdoba. La Crónica de Alfonso XI explica que no podían llevarlo a Toledo ni a Sevilla por el calor.

El cortejo fúnebre que llevó los restos de Fernando IV a Córdoba fue acompañado por su esposa y su cuñado. El cuerpo del rey fue depositado en una de las capillas de la Mezquita-Catedral de Córdoba. Su esposa también creó seis capellanías y ordenó que cada septiembre se celebrara una misa en memoria del rey. Durante un año, cuatro velas ardieron junto a su tumba, y el obispo y el cabildo de la catedral rezaron por su alma cada día.
El entierro de Alfonso XI
En 1350, el rey Alfonso XI el Justiciero, hijo de Fernando IV, falleció a los 39 años mientras sitiaba Gibraltar. Murió a causa de una enfermedad. Al principio, fue enterrado en la Capilla Real de la Catedral de Sevilla, junto a sus antepasados. Sin embargo, Alfonso XI quería ser enterrado en la iglesia de San Hipólito de Córdoba, junto a su padre, Fernando IV.
En 1371, cuando se terminaron las obras de la Capilla Real de la Mezquita-Catedral de Córdoba, los restos de Alfonso XI fueron trasladados allí por orden de su hijo, Enrique II de Castilla. Allí fueron depositados junto a los de su padre, el rey Fernando IV.
Los restos de ambos reyes permanecieron en la Capilla Real durante varios siglos, en ataúdes de madera. En 1571, el rey Felipe II visitó Córdoba y pidió que abrieran los ataúdes. Pudo ver los restos de sus antepasados. Se dice que el estoque (una espada) de Alfonso XI había desaparecido, pero el de su padre sí se conservaba. Felipe II ordenó que se reemplazara el estoque perdido por uno real.
El traslado de los restos de Fernando IV y Alfonso XI a la iglesia de San Hipólito
En 1728, el Papa Benedicto XIII decidió que la Capilla Real de la Mezquita-catedral de Córdoba pasaría a depender de la iglesia de San Hipólito de Córdoba. Ese mismo año, los sacerdotes de la iglesia de San Hipólito de Córdoba pidieron al rey Felipe V que los restos de Fernando IV y Alfonso XI fueran trasladados a su iglesia. El rey autorizó el traslado.
La iglesia de San Hipólito de Córdoba fue fundada por el rey Alfonso XI en 1343. Fue construida como agradecimiento por su victoria en la Batalla del Salado en 1340. Alfonso XI quería que esta iglesia fuera un panteón real, donde él y su padre, Fernando IV, fueran enterrados.
En 1729, comenzaron las obras para terminar la iglesia de San Hipólito, que finalizaron en 1736. La noche del 8 de agosto de 1736, con todos los honores, los restos de Fernando IV y Alfonso XI fueron trasladados a la iglesia de San Hipólito de Córdoba, donde descansan desde entonces. Al mismo tiempo, todos los objetos de valor de la Capilla Real de la Mezquita-Catedral también fueron llevados a la iglesia de San Hipólito.
Objetos de la Capilla Real
Se conservan dos listas de los objetos que había en la Capilla Real. Una es de 1502 y la otra de 1512. En la lista de 1512 se mencionan tres cálices de plata, dos recipientes de plata y dos de estaño, una cruz de jaspe, dos pares de candelabros, dos atriles de madera, cuatro misales (libros de oraciones), un arcón para guardar documentos y varios objetos para las ceremonias religiosas.
Sin embargo, en 1736, cuando los restos de los reyes fueron trasladados, todos estos objetos también se llevaron a la iglesia de San Hipólito.